Mientras controlaba los fuegos, la visión de Jin captó el bastón de Veradin.
Parecía haber un cierto interés asesino en el bastón mientras le apuntaba.
De hecho, Veradin se estaba riendo. Como si la situación le pareciera divertida.
Pero Jin ya no estaba amargado. Se le ocurrió que el hombre que ahora le apuntaba con el bastón sólo se hacía pasar por Veradin, no por él.
Y estaba seguro de ello.
Zipple no lo mantendría en esa posición para siempre.
Si sólo necesitas una marioneta de batalla, hay muchos otros personajes entre los que elegir. Se quedará en su forma normal. No quiero que el próximo patriarca se vuelva loco por la guerra y la lucha.
Se le ocurrió que, en su vida anterior, debió ser sometido a la misma manipulación mental que ahora.
Malditos bastardos.
Unas runas brillantes flotaron hacia el Kozak.
Todos los magos sabían ahora que las runas eran las marcas del punto de ataque de la Bola de Fuego.
Todos entraron en pánico y apuntaron sus varitas hacia las runas.
Todo tipo de magia se derramó para alejar las runas.
Pero las runas eran tan pequeñas y estaban en constante movimiento que resultaba casi imposible interceptarlas, e incluso si las golpeabas con magia, no se veían afectadas. Simplemente seguían flotando más allá de la magia como el viento.
En un instante, docenas de runas se esparcieron por todo el Kozak.
Luego, del orbe de fuego de Jin salió disparado un número sin igual de llamaradas.
Los magos sólo pudieron jadear horrorizados una vez más mientras las cadenas de fuego rodeaban y apretaban al Kozak.
"¡Ugh-!"
Y entonces... ¡Track, Crack...!
Parecía como si varias serpientes apretaran simultáneamente a la misma presa.
En un instante, aparecieron pequeñas grietas por todo el Kosak, y los magos gritaron ante el repentino impacto.
No sería de extrañar que las cadenas de fuego aplastaran al Kozak a este ritmo.
Los dragones rojos aún vivos se lanzaron contra el Kosak, intentando romper las llamas que lo ataban.
Pero eran impotentes para detener las llamas.
Los que intentaban morder el fuego eran empalados o decapitados por otra cadena de llamas.
Los ojos de Jin estaban fríos mientras observaba.
"¡Giren el Kosak!"
"¡El barco no se mueve!"
El Kozak estaba siendo atacado por un solo hombre, el Duodécimo abanderado de Runcandel. Era algo que nadie en este lugar se había imaginado.
Los treinta fénix fueron desapareciendo, hasta el último de ellos. Eso significa que los magos que los convocaron estaban muertos.
¡Gaahhhh......!
Con un rugido, el aliento de Tess se elevó hacia el Kozak. El fuego de Jin, combinado con la fuerte presión de la bola de fuego, hizo que el Kozak vibrara como si fuera a hacerse añicos en cualquier momento.
Los Caballeros Guardianes miraban de un lado a otro a Jin y al Kozak, atónitos. Incluso el traidor Barton tenía los ojos muy abiertos.
"¿Es esto... el poder del Duodécimo Abanderado?"
Era difícil de creer, incluso con sus propios ojos.
Ni siquiera él, que había alcanzado el rango de 10 estrellas, podía incapacitar así al Kozak. Incluso teniendo en cuenta que el Kozak no funcionaba a pleno rendimiento.
A este ritmo, los magos de Zipple serán aniquilados. Ni siquiera puedo garantizar la supervivencia de Veradin Zipple.
Ya no era cuestión de intentar que los Zipple aseguraran Ventika.
Había que poner remedio a la situación si no querían decepcionar a Kelliark.
"En primer lugar, parece que Veradin Zipple va a intentar algo... y tendremos que pensar una respuesta en consecuencia".
Jin rugió, elevando la energía mágica y espiritual del Jade en llamas. Al mismo tiempo, el bastón de Veradin se tiñó de rojo.
Él también había completado el ritual del Jade en Llama de la Roca Asesina, pero era diferente.
Las runas dejadas por Riol Zipple también salieron del cuerpo de Veradin.
Se entrelazaron con las runas del Jin y encendieron inmediatamente nuevas llamas.
La primera, al igual que la última, tomó la forma de una bola de fuego gigante.
Hecha de poder puramente mágico, se posó frente al Kozak como un escudo. Era más pequeña que la de Jin, pero contenía claramente más magia.
Un hilo de sangre brotó de la comisura de los labios de Veradin. Después de usar tantas veces la Explosión Espacial, su cuerpo no podía soportar tal cantidad de magia.
'Tiene un reflujo de poder, pero parece que no siéntese el dolor'.
Incluso mientras tosía sangre, Veradin continuó añadiendo más poder a la bola de fuego.
"¡Hahahaha......!"
Veradin se reía mientras miraba que el Jade en llamas de la Roca Asesina del Emperador Demonio Forma 1 estaba siendo completada.
Parecía tener dos soles, y no podía apartar los ojos de él, aparentemente satisfecho consigo mismo.
Pero a diferencia de la Forma Final de Jin, la Forma 1 de Veradin era un hechizo que se movía hacia su objetivo. La bola de fuego de Forma 1 caía por el aire hacia donde flotaba Jin.
Parecía moverse muy lentamente.
Pero eso era sólo porque la bola de fuego de Forma 1 era enorme. En realidad, se movía muy deprisa.
¿Se rompería el Kozak primero, incapaz de superar el poder de la última forma, o las llamas de la bola de fuego envolverían a Jin primero?...
Sólo la gente a su alrededor ardía ese pensamiento por dentro.
Jin seguía tranquilo, y el rostro de Veradin era un retrato del remordimiento.
"Parece que vas a tener que volver a aprender a usar la magia".
Las palabras no iban dirigidas a Veradin.
Se dirigía a Zipple.
La manipulación mental debió hacerse con magia.
Por lo que Jin podía ver, era lamentablemente eh ineficaz. Perder la mente en la batalla era como cerrar los ojos para que el enemigo se aproveche de ti.
¿Qué sentido tenía convertir a Veradin en un berserker con una manipulación mental tan inestable? Sólo voy a cargar, ajeno al hecho de que mi cuerpo está siendo aplastado por el retroceso.
¡Whoosh......!
La energía espiritual que estaba pintando el cielo de negro desapareció.
Incluso el cuerpo ennegrecido de Jin recuperó su color original.
Se dispersaba en incontables partículas de energía espiritual.
Todas las partículas fueron absorbidas por el jade en llama de Jin, haciendo que se oscureciera gradualmente.
La bola de fuego tardó tres segundos en absorber toda la energía espiritual que llenaba el cielo.
La primera forma de Veradin aún estaba a cierta distancia de Jin, pero la última estaba lista para explotar.
"Bastardos".
Un resplandor blanco puro surgió de repente del centro del jade en llamas, que se había convertido en un sol negro.
Era un rayo de luz largo y fino, como el paso de una espada. Un instante después, comenzó la explosión y, para su sorpresa, el suelo tembló.
Era la onda expansiva de la explosión en el cielo.
Sólo la onda expansiva agrietó el suelo. Mientras los cuerpos de dragones rojos y magos eran arrojados junto con las rocas, el cielo presentaba una escena aún más impactante.
Las nubes se desgarraban. Como si una mano gigante las hubiera atravesado. Todo el cielo parecía distorsionado por las ondas de choque superpuestas.
La explosión sacudió al Kozak indefenso como una boya.
En toda la historia, el Kozak nunca antes había salido tan dañado como en este momento.
El barco de batalla de los Zipple estaba siendo superado por el Duodécimo Abanderado de Runcandel.
Las explosiones destrozaron los cañones de flanqueo. Los escudos que cubrían al Kozak ya se habían convertido en cristales rotos y eran ineficaces.
Incluso las cadenas de fuego que lo ataban ya no seguían intactas. Quizá fuera posible derrotar al Kozak de una vez por todas.
Era una victoria completa.
Pero Diphus no se tranquilizó.
"¡El más Joven...!"
Diphus habló.
La Forma 1 de Veradin seguía cayendo para aterrizar sobre Jin.
Jin estaba sobre una rodilla, respirando agitadamente, y la Forma Final del corte de alma, como la Espada Ilustre de los Ming, era ahora demasiado para él.
¡Whoa, whoa, whoa......!
Mientras respiraba pesadamente, el orbe de fuego de Veradin se acercaba.
"¡Esquívalo, ahora!"
Diphus reconoció que la magia de Veradin era del mismo tipo que Jin había desatado hace un momento. Un poder que lo dejaría incapacitado incluso a él si lo recibía de frente.
Pero la onda expansiva le hizo imposible ayudar a Jin.
Los Caballeros Guardianes apenas consiguieron clavar sus espadas en el suelo para inmovilizarse, y Barton se negó a ayudar a Jin con la excusa de proteger a los heridos.
A Barton le convenía que Jin muriera. Así, cuando el Kozak se retirará, podría matar a Diphus y al resto de los Guardianes y regresar al Jardín de las Espadas.
"¡Ese bastardo traidor...!"
Diphus apretó los dientes. Podía ver lo que Barton estaba pensando.
Antes de llegar a Ventika, Diphus había contemplado la posibilidad de matar a Jin si tenía la oportunidad, pero no ahora.
Por el bien de Runcandel, Jin no debía de morir aún.
"¡Evítalo!"
La voz volvió a gritar, y Jin levantó la vista. No miró en dirección a Diphus, sino a la bola de fuego de Veradin, que estaba casi sobre él.
No puedo evitarlo.
"En Tierra Santa, tú intentaste usar esta magia para protegerme".
-Jin, Dante. Ustedes vayan primero. Yo los detendré.
-Bien, saldremos de aquí primero, Veradin.
-Jin, si podemos escapar entonces... ¡Maestro Veradin!
"Pero por tratar de detenerme, perdiste espectacularmente".
En ese día, Veradin Zipple fue derrotado por Jin Runcandel cuando intentaba ejecutar la Primera Forma del Jade en llamas de la Roca Asesina del Emperador Demonio y cayó en un reflujo mágico.
Si Jin no lo hubiera detenido, Veradin habría sido el Zipple que mataría a todos los aliados de Runcandel.
El Jade en llamas de la Roca Asesina del Emperador Demonio, era un hechizo destinado a ser usado con tal intención.
No había forma de que fuera capaz de desatarlo con una mente manipulada.
"¡Thud!"
El cuerpo de Veradin se tambaleó hacia delante como si estuviera a punto de desplomarse.
La magia retrocedió.
Aunque no podía hablarle como en ese entonces, Jin se había convencido en ese momento que Veradin había desplegado la Forma 1.
El Veradin actual nunca sería capaz de desplegarlo por completo. Y aunque lo hiciera, no sería capaz de alcanzarlo.
'20 Centímetros'.
Tan sólo a 20 centímetros para alcanzar a Jin, el jade en llamas desapareció rápidamente.
"¡Kaaaagh......!"
Veradin gritó mientras caía hacia atrás. Escupiendo sangre, se convulsionó mientras todos los hilos de su cuerpo estallaban.
En un abrir y cerrar de ojos, el orbe de fuego se redujo al tamaño de un huevo.
La energía incontrolada se dispersó sin rumbo por el aire.
¡Swoohs.......!
Al llegar por fin a Jin, la bola de fuego emitió un pequeño chasquido, llamando la atención de todos, igual que había hecho con Samil.
Jin estiro la mano y detuvo las llamas.
Durante unos segundos, se quedó mirando las cenizas de la palma de su mano.
Diphus se quedó con la boca abierta.
'¡Quieres decirme que has calculado que la magia de Veradin Zipple se extinguiría inevitablemente debido al reflujo mágico...!'
En lo alto, los orbes de fuego de Jin seguían chocando contra el Kozak, pero eran mucho menos potentes de lo que habían sido al principio, y el Kosak estaba girando lentamente.
"... ¡Guardianes!, ¡Que están esperando!, ¡Se está escapando!".
Dijo Jin, limpiándose las cenizas de las palmas de sus manos.
"¡Sí, sí! Lord Barton, ¡Vamos!"
Gritó Diphus, agarrando el hombro de Barton.
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