Confrontación (3)
Tang
Soyeol también notó el cambio en el cielo.
Mientras
un aura oscura y ominosa comenzaba a extenderse,
"Escapen,
ahora."
Tang
Soyeol advirtió a los estudiantes a su alrededor.
Un
momento antes, habían sido rivales, enfocados en una prueba competitiva, pero
la supervivencia ahora superaba cualquier competencia.
Sabía
que era crucial tomar decisiones rápidas.
Su
padre, el Rey del Veneno, se lo había inculcado innumerables veces.
Como
asesina del Clan Tang dentro de la Facción Ortodoxa, el juicio agudo era
esencial.
Esa
lección permaneció con ella como artista marcial del Clan Tang, un clan
conocido por su letal dominio del veneno y el asesinato.
Había
muchos enemigos.
No
podía permitirse confiar ni siquiera en aquellos de la Facción Ortodoxa.
Su
padre, el Rey del Veneno, le había enseñado bien esa lección.
Le
había inculcado que solo la familia era digna de confianza y que jamás bajara
la guardia frente a otros.
Irónicamente,
su consejo dejó una impresión duradera, quizá porque lo dijo mientras torturaba
a un miembro de la Facción Ortodoxa.
Tras
aprender esa lección de su padre, Tang Soyeol se convirtió en la Fénix del Veneno
y comenzó a usar una máscara.
El
título de Fénix del Veneno pertenecía al Clan Tang.
Quizá
era más débil en comparación con otros Dragones y Fénix, pero el Clan Tang era
famoso por su arte en venenos, y los miembros del clan estaban orgullosos de
ello, así que no era extraño que Tang Soyeol se convirtiera en la Fénix del Veneno.
Su
hermano mayor había sido en su tiempo el Dragón del Veneno, un título otorgado
durante sus días como Joven Prodigio.
En
cierto sentido, era lógico, ya que cualquier título relacionado con el veneno
pertenecía al Clan Tang.
Tang
Soyeol se sentía avergonzada por su título en ese momento, pero no porque se le
llamara la Fénix del Veneno.
Después
de todo, ¿Quién podría avergonzarse de ser reconocida como una de las mayores
Jóvenes Prodigios?
En
cambio, Tang Soyeol estaba avergonzada de sí misma.
No
se sentía lo suficientemente digna como para recibir ese título, así que le
avergonzaba que la llamaran la Fénix del Veneno.
Pudo
darse cuenta solo al observar a otros en el Torneo de Dragones y Fénix.
Los
Cinco Dragones y Tres Fénix de ese tiempo eran todos más sobresalientes que
ella.
Para
empeorar las cosas, su reputación como Fénix del Veneno estaba lejos de ser
ideal.
Incluso
ella lo sabía, así que ¿Cómo no iban a saberlo los otros Jóvenes Prodigios, que
adoraban juzgar a los demás?
Todos
lo sabían perfectamente.
Solo
guardaban silencio al respecto porque ella pertenecía a uno de los Cuatro
Clanes Nobles.
Como
lo sabían, Tang Soyeol tuvo que usar una máscara.
Debía
comportarse impecablemente como una noble, sacrificando el sueño para entrenar
más duro y cerrar la brecha.
Sin
embargo, a pesar de sus esfuerzos, nunca alcanzó a los otros Jóvenes Prodigios.
Por
más que entrenara, pronto reconoció los muros inquebrantables frente a ella.
Tenía
talento, sí, pero no el suficiente como para ser llamada un genio.
Ese
fue el juicio que se dio a sí misma.
¿Era
eso tan malo?
Tang
Soyeol reflexionó.
Se
preguntaba si realmente era tan malo.
No
podía mantenerse al nivel de los demás prodigios, pero otros aún la trataban
como si lo fuera.
Por
un tiempo, aceptó y creyó que estaba bien debido a su linaje, pero terminó
vomitando de disgusto y colapsando en el suelo.
Su
vergüenza y su humillación se volvieron insoportables.
El
Clan Tang tenía muchas esperanzas en ella.
'¿Inmunidad
a los Diez Mil Venenos?'
El
estado que otorgaba inmunidad a todos los tipos de venenos a una persona, un
nivel que solo podía alcanzarse con puro talento natural. Este estado no podía
lograrse ni siquiera dominando por completo el arte del veneno del Clan Tang.
Sin
embargo, el Rey del Veneno y los ancianos del clan insistían en que Tang Soyeol
tenía el potencial para alcanzarlo.
¿Realmente
estaban en lo correcto?
Tang
Soyeol creía que sus esperanzas eran inútiles.
Si
esas esperanzas provenían de su avaricia, entonces realmente eran inútiles.
Conforme
pasaron los días, Tang Soyeol comenzó a enfocarse más en su apariencia.
A
pesar de su conflicto interno, tenía que presentarse como una heredera noble.
En
otra reunión de clanes nobles, Tang Soyeol sorbió el té venenoso que había
preparado, perdida en sus pensamientos.
Qué
inútil.
Se
repetía esto a sí misma en ese lugar.
Pero
mantenía una sonrisa fija en su rostro.
¿Qué
estoy haciendo ahora?
Alcanzó
el Primer Rango (Grado), pero su progreso se detuvo ahí, dejándola cuestionarse
si tenía derecho a ocupar esa posición.
(Arthur:
En algunas ocasiones mencionan como Primer Grado o Primer Rango, para mi, le
coloco igual ya que no es que varíe, solo la palabra, pero se entiende el nivel
que están alcanzando)
Entonces,
escuchó que la Fénix de la Espada había alcanzado el Reino Pico.
Se
rumoreaba que el Dragón Durmiente (Dragón del Agua) y el Dragón de la Espada no
estaban lejos de lograrlo.
No
sabía mucho sobre el Guerrero Dragón, ya que no se sabía mucho sobre él en
primer lugar.
Tampoco
le importaba mucho el Dragón del Rayo, pero creía que él también alcanzaría ese
nivel pronto.
La
Fénix de Nieve, aunque no era tan fuerte, era más conocida por su inteligencia
que por su destreza marcial.
Al
final, la única que se quedaba atrás era ella misma.
Incapaz
de sacudirse ese pensamiento, Tang Soyeol seguía sonriendo.
De
repente,
"Oh,
Señorita Tang, sobre la Exhibición Militar del Clan Tang de este año."
Una
voz interrumpió sus pensamientos.
¿Quién
era?
No
lo recordaba.
Probablemente
un pariente sanguíneo de Sichuan, pero Tang Soyeol rara vez recordaba a
alguien.
"Sí."
Aun
así, tenía que responder con una sonrisa.
"Escuché
que un pariente sanguíneo del Clan Gu vendrá de visita esta vez, ¿Es
correcto?"
"Oh,
¿El Clan Gu?"
Tang
Soyeol se preguntó dónde estaba ubicado el Clan Gu mientras respondía.
Un
clan noble con base en Shanxi, muy lejos del suyo.
Un
pariente sanguíneo del Clan Gu, eh.
La
Exhibición Militar del Clan Tang era uno de los pocos eventos realizados por el
Clan Tang, así que enviaban invitaciones a muchos clanes, incluso si sabían que
no asistirían.
Considerando
la distancia, era comprensible que el clan noble en Shanxi no asistiera, y no
afectaría la relación del Clan Tang con ellos si no lo hacían.
Pero,
a pesar de la distancia, el Clan Gu confirmó su asistencia, despertando el
interés de Tang Soyeol.
¿Quién
será, me pregunto?
Se
rumoraba que vendría un pariente sanguíneo, aunque era poco probable que fuera la
Fénix de la Espada.
Tang
Soyeol había escuchado que la Fénix de la Espada estaba ocupado gestionando las
líneas del frente.
Entonces,
debe ser su hermano menor.
¿Tenía
un hermano menor?
Probablemente
sí.
Tang
Soyeol no había hablado mucho con la Fénix de la Espada, pero recordaba su
brillante sonrisa al mencionar a su hermano menor.
Esa
sonrisa brillante de la Fénix de la Espada era memorable.
"¿El
Clan Gu, dices?"
Alguien
más se unió a la conversación, intrigado por la mención del Clan Gu.
"Sí."
"¿El
Clan Gu, eh…? ¿Has oído quién viene?"
"Bueno,
yo no soy la Señorita Tang, así que ¿Por qué lo sabría?"
Sería
extraño que un forastero supiera exactamente quién asistiría a la Exhibición
Militar del Clan Tang.
Aunque
la misma Tang Soyeol tampoco sabía muchos detalles.
"Sería
interesante si viniera su Joven Señor."
"¿Hmm?
¿Joven Señor? ¿El Clan Gu tiene un Joven Señor?"
Los
oídos de Tang Soyeol se aguzaron al escuchar sobre el Joven Prodigio.
¿Ya
había un Joven Señor en el Clan Gu?
Mientras
otros mostraban interés, el hombre que había sacado el tema se irguió, hablando
con orgullo.
"Es
un rumor bastante extendido. Solo tienen un hijo varón, así que ya lo tratan
como el Joven Señor."
"Vaya,
¿Solo un hijo varón? Tiene suerte. No tiene que pelear por el puesto de Joven
Señor con su familia."
"También
escuché sobre tu rumor, Hermano Chu. Has estado teniendo un tiempo difícil
últimamente, ¿Eh?"
"…Oye,
no toquemos ese tema."
La
persona conocida como Chu dejó escapar una tos incómoda.
"De
todas formas… puede que lo traten como el Joven Señor, pero los rumores sobre
él no son tan buenos."
"¿Rumores?
¿Qué rumores?"
Dado
que el Clan Gu residía en la distante Shanxi, las noticias sobre ellos rara vez
llegaban a Sichuan.
En
verdad, si no se trataba de la Fénix de la Espada o del Guerrero Tigre, las
noticias sobre ellos no solían captar la atención de los demás.
"Dicen
que es todo un problemático."
"¿El
hijo del Guerrero Tigre…?"
¿El
hijo del Guerrero Tigre es así?
Es
el hijo del famoso Guerrero Tigre y hermano de la más grande Joven Prodigio, la
Fénix de la Espada.
¿Y
es un problemático?
…Hmm.
Tang
Soyeol no podía imaginarse algo así.
Dejando
eso de lado, Tang Soyeol recordó haber oído algo sobre un pariente sanguíneo
del Clan Gu.
"Por
ejemplo… ah, sí, insultó a la Señorita del Clan Peng e incluso rompió su
compromiso."
Ah.
Tang
Soyeol lo recordó al escuchar al hombre.
Era
una historia sobre una de sus pocas amigas.
¿Ese
bastardo?
Solo
había oído brevemente la noticia.
Peng
Ah-hee se lo había contado en su momento mientras rechinaba los dientes.
Como
amiga, Tang Soyeol se unió a Peng Ah-hee para maldecir al hombre, diciendo que
era afortunada de haberse librado de él.
"¿El
hijo del Guerrero Tigre siendo un problemático, eh? Ahora tengo curiosidad…"
"Además,
también dicen que no tiene talento alguno para las artes marciales."
"Qué
desastre. Verdaderamente, un tigre engendrando a un perro."
La
sala se llenó rápidamente de risas.
Sin
embargo, Tang Soyeol no se unió a su conversación.
No
quería arriesgarse a que algo malo le sucediera en el futuro.
"Ah,
¿No viene también el Clan Namgung este año?"
"Es
cierto."
"¿Namgung?
¿El Clan Namgung, eh…? Entonces, ¿El Dragón del Rayo viene también?"
Todos
asumieron que el Clan Namgung no asistiría debido a la distancia, pero la
mención del Dragón del Rayo encendió al instante las conversaciones.
Para
ellos, el Dragón del Rayo era más importante que un problemático.
Aunque,
por supuesto, a Tang Soyeol le interesaba otra persona.
Mi
hermana viene.
El
Clan Namgung tenía otro pariente sanguíneo que no era el Dragón del Rayo.
Pocas
personas lo sabían, pero Tang Soyeol sí.
Su
nombre era Namgung Bi-ah, una belleza rara.
¿Estará
bien?
El
pensamiento de ella hizo que Tang Soyeol se detuviera y mirara alrededor de la
sala.
Con
tantos hombres asistiendo al evento, ¿Realmente era prudente que Namgung Bi-ah
viniera?
Su
belleza era casi un peligro en sí misma.
Tang
Soyeol pudo haberle rogado que viniera… pero no esperaba que Namgung Bi-ah
aceptara realmente la invitación.
Eso
solo hizo que Tang Soyeol se preocupara más.
Ha
pasado un tiempo.
Solo
pensar en ver a su querida hermana otra vez hizo que se olvidara por completo
del problemático del Clan Gu.
No
lo sabía en ese momento.
–…Soy
Gu Jeolyub.
Tang
Soyeol no tenía idea del tipo de persona que conocería.
Ni
tampoco se imaginaba cómo se sentiría, completamente cautivada por su apuesto
rostro.
El
problemático del Clan Gu era mucho más guapo de lo que esperaba.
Este
pariente del Clan Gu parecía indiferente ante la presencia del Dragón del Rayo
y, a pesar de los rumores sobre su falta de habilidad marcial, este le rompió
el brazo al Dragón del Rayo con inquietante facilidad.
Después
de eso, el hombre que había hablado mal de él rápidamente quedó en silencio.
El
supuesto problemático destrozó al Dragón del Rayo, quien era uno de los Cinco
Dragones y Tres Fénix de ese tiempo.
Curiosamente,
la humillación de ese día no llegó a oídos de otras personas.
Tal
vez el Clan Namgung suprimió los rumores, o tal vez los testigos guardaron
silencio por respeto.
Fuera
cual fuese la razón, no era importante para Tang Soyeol.
La
única cosa que quedó en su mente fueron sus ojos fieros y su voz, y la imagen
de él aplastando al Dragón del Rayo.
…Maestro
Jeolyub.
En
retrospectiva, sabía que estaba siendo ridícula.
Se
había enamorado de él, cautivada por nada más que su apariencia…
Aun
así, Tang Soyeol lo justificaba, convenciéndose a sí misma de que era natural,
dado lo guapo que era.
Además,
incluso Namgung Bi-ah parecía estar interesada en el pariente del Clan Gu por
alguna razón, aunque ella afirmaba que no le atraía, así que Tang Soyeol
decidió creerle.
¿Cuántos
hijos debería tener con él?
Incluso
tuvo ese pensamiento mientras lo veía marcharse después del evento.
Seguramente,
papá aceptaría si es del Clan Gu, ¿Verdad?
Si
no… tal vez podría aceptarlo como yerno. Pero entonces, ¿No se convertiría
pronto en el Joven Señor?
Tang
Soyeol tenía un montón de pensamientos en su mente.
Conocerlo
le hizo olvidar por un breve momento todas sus preocupaciones y frustraciones.
¿Eso
era amor?
No
lo creía.
…¿Tal
vez no?
Honestamente,
no lo sabía.
…¿Eh?
¿Compromiso?
Cuando
Tang Soyeol escuchó que él estaba comprometido con otra chica, no pudo comer
bien durante algunos días.
El
verdadero impacto fue que la chica resultó ser su querida hermana.
Llegó
a tal punto que decidió huir de casa.
Bueno,
era difícil decir que huyó.
Había
llegado a un acuerdo con su padre, aunque se sintió más como una amenaza velada
que como un verdadero acuerdo.
¿Por
qué se fue entonces?
No
era cualquier otro clan, sino el gran Clan Namgung.
Sabía
que no podía cambiar nada al ir, así que, ¿Por qué se había ido?
Cuanto
más lo pensaba, más parecía un momento de pura locura.
No
había otra respuesta.
Sin
embargo,
…Estoy
perdida.
Se
sintió feliz al ver su rostro.
Descubrió
que su verdadero nombre ni siquiera era Gu Jeolyub y que la amabilidad no era
parte de su naturaleza, pero estaba simplemente contenta de verlo.
Se
encontró atraída por su actitud brusca y esos ojos fieros y depredadores que
parecían menospreciarla.
¿Estaba
enamorada?
¿Estaba
encantada con él?
Tang
Soyeol creyó que ese era el caso en ese momento.
Sin
embargo, eso no era amor.
Algo
así no podía llamarse amor.
Ser
encantada era diferente a enamorarse.
No
pasó mucho tiempo antes de que Tang Soyeol se diera cuenta de esto.
–¿Tienes
frío?
–¿Por
qué llevas ropa tan delgada entonces? No es como si pudieran usar fuego o algo.
A
pesar de sus quejas, compartió su calor con los demás.
–Sabes
que eso no es comestible. ¿Por qué insistes en hacerme tomar- …¡Ugh, en serio!
¡No puedo beber té venenoso!
Mostrando
preocupación por los demás.
–Hiciste
un buen trabajo.
Y
lidiando con mi terquedad.
Su
calidez alcanzó el corazón de Tang Soyeol.
Había
ocurrido un día en la Academia del Dragón Celestial.
¿Qué
fue lo que dijeron?
¿Que
la Fénix del Veneno no tenía nada que mostrar más que su título?
A
pesar de que tal rumor se extendió, a Tang Soyeol no le preocupó mucho.
Era
cierto, después de todo.
La
diferencia, es que ahora no sentía nada, mientras que antes su corazón se sentía
como si estuviera pudriéndose por dentro.
O tal vez…
–¡Oye,
¿Qué acabas de decir?!
–¡H-Hermano!
¡Él realmente va a morir si sigues así!
–Suéltame.
Este bastardo está hablando de más. ¿Qué? ¿Nada que mostrar? Algún día te van a
asesinar. No, mejor déjame matarte con mis propias manos antes de que eso pase.
Sería mejor para ti si lo hago ahora.
–H-Hermanooo…
¿Era
porque había otra persona que se preocupaba por mí?
¿O
simplemente porque ella se sentía más tranquila que antes?
No.
No
necesariamente era por eso.
Hasta
el día de hoy, la culpa aún la atormentaba.
–La
Bailarina de la Espada es mucho más fuerte de lo que dicen los rumores. Quizás
sea mejor que los Seis Dragones y las Tres Fénix.
–La
descendiente del Emperador de la Espada es un monstruo.
–La
Fénix de Nieve ya expandió su territorio en la Academia.
Todas
las chicas a su alrededor eran excepcionales a su manera, pero Tang Soyeol
seguía sintiendo que no tenía nada que ofrecer.
Moyong
Hi-ah una vez le dijo a Tang Soyeol;
–¿Qué
es lo que quieres hacer?
–¿Perdón?
Tang
Soyeol miró a Moyong Hi-ah confundida, y Moyong respondió con un suspiro.
–Simplemente
no puedo entender qué es lo que quieres hacer a su lado. No parece que tengas
la intención de conquistarlo para ti, ni que estés buscando una oportunidad.
¿Cuál es tu objetivo?
–…Um.
Tang
Soyeol se quedó sin palabras.
Incluso
ahora, no sabría qué responder.
Como
Moyong Hi-ah había señalado, ella no tenía la intención de conquistarlo ni de
aprovechar una oportunidad.
Si
tenía que responder, diría que simplemente quería estar cerca de él.
A
pesar de no tener ambición de conquistarlo, quería que él la reconociera y la
tratara con cuidado, lo cual era irónico.
Oh,
tal vez eso sea ambición.
–Voy
a conquistarlo.
Dijo
Moyong Hi-ah a Tang Soyeol.
Tang
Soyeol se sorprendió al principio, pero no pudo evitar admirar la confianza de
Moyong Hi-ah.
El
impresionante trasfondo y espíritu competitivo de Moyong Hi-ah solo aumentaron
el respeto que Tang Soyeol sentía por ella.
¿Fue
de ahí de donde vino su propia motivación?
Por
eso, Tang Soyeol decidió que trabajaría duro también.
–Por
favor.
También
le pidió ayuda a su amiga.
Como
se dijo antes, no tenía mucho talento en las artes marciales.
En
el mejor de los casos, era simplemente una prodigio.
Sin
embargo, era decente cuando se trataba de venenos.
Mientras
los venenos fueran considerados un arte marcial, ella se sentía confiada.
Su
hábito de beber su propio té venenoso era una preferencia, aunque su clan lo
veía como un signo de talento.
Por
eso, Tang Soyeol decidió empezar con lo que sabía hacer bien.
Entrenar
el arte del veneno era simple.
Solo
era cuestión de dañarse a sí misma una y otra vez.
Para
fortalecer su inmunidad, se envenenaba y se curaba repetidamente.
Tal
práctica solo era posible gracias a su vínculo sanguíneo con el Clan Tang.
Tang
Soyeol era especialmente rápida en este proceso de entrenamiento.
Por
eso, el Clan Tang la llamaba un gran talento natural.
Su
único obstáculo era la rápida desintoxicación de su cuerpo; le tomaba mucho más
tiempo dominar sus artes venenosas porque su cuerpo purgaba las toxinas
demasiado rápido.
Sabía
que mejoraría con el tiempo mientras siguiera entrenando, pero era
especialmente lento para ella.
Por
eso, buscó una solución.
Si
su cuerpo purgaba el veneno demasiado rápido, entonces necesitaba una forma de
acelerar su propagación en su sistema.
–…No
creo que sea una buena idea, Soyeol.
Peng
Ah-hee estaba horrorizada cuando escuchó sobre el método.
Le
preguntó cómo alguien podía usar un método tan violento y arriesgado.
–Está
bien. No habrá cicatrices debido a lo efectivo que es este medicamento.
–Pero-
–Por
favor.
Peng
Ah-hee se negó continuamente, pero terminó ayudando a Tang Soyeol debido a su
persistencia.
El
método era simple.
Todo
lo que tenía que hacer era hacer un pequeño corte y aplicar el veneno directamente
en él.
Era
extremadamente peligroso; el veneno que ingresaba a través de una herida se
propagaba rápidamente por todo el cuerpo.
Incluso
para alguien del Clan Tang, era arriesgado.
El
Rey del Veneno probablemente se desmayaría si supiera que su hija estaba
intentando algo así, pero Tang Soyeol siguió adelante de todos modos.
El
resultado fue mejor de lo que esperaba.
Su
habilidad en las artes venenosas comenzó a mejorar a un ritmo mucho más rápido.
Peng
Ah-hee continuó asistiendo a Tang Soyeol.
Aunque
Tang Soyeol podía realizar el proceso sola, era más seguro tener a alguien que
la ayudara.
Además,
tenía que mostrar una parte más privada de su cuerpo, así que no podía
permitirse pedírselo a alguien que no conociera.
Bien.
La
punzada del veneno era más fuerte de lo esperado, pero su rápida
desintoxicación lo manejó, y Peng Ah-hee se aseguró de que no le quedaran
cicatrices.
Tang
Soyeol creía que sería mejor que antes.
Entonces,
se sentiría mejor estando a su lado.
Al
menos eso era lo que quería creer.
Fue
muy tonta.
…Idiota.
El
mareo la abrumó, y no tenía idea de cuánta sangre había perdido.
Qué
ayuda ni qué nada, terminé en este estado sin poder hacer nada.
A
través de su vista borrosa, vio a la persona que la había emboscado y a Namgung
Bi-ah.
No
podía ni imaginar lo poderoso que era su oponente.
Con
un simple gesto de su oponente,
¡Thud!
"¡Ugh…!"
Su
hermana, a quien nunca podría igualar, rodó indefensa por el suelo.
"Ha…"
"¡Soyeol…!"
Era
peligroso.
Su
hermana iba a morir si esto continuaba.
Si
ella moría para salvar esta vida inútil…
Mientras
su visión comenzaba a desvanecerse, Tang Soyeol pensó en el rostro de alguien.
Ella
estaría devastada si Namgung Bi-ah moría, pero él sufriría aún más.
El
pensamiento hizo que su respiración se agitara.
¡Swish–!
Escuchó
el sonido de una espada cortando el aire.
Era
Namgung Bi-ah balanceando su espada después de levantarse del suelo.
No
debería hacer eso.
Tang
Soyeol rogó en silencio para que Namgung Bi-ah la abandonara y escapara.
…¿Por
qué?
Tang
Soyeol se preguntaba por qué Namgung Bi-ah estaba arriesgando su vida para
salvar una vida inútil.
No
podía entenderlo.
¿No
debería odiarme porque siento lo mismo por la persona que ella ama?
Tang
Soyeol incluso la había resentido una vez, por aceptar casarse con él a pesar
de afirmar que no sentía nada por él.
La
había resentido mucho porque sentía que Namgung Bi-ah jugaba con su corazón.
Sería
mentira decir que no albergaba algo de ese resentimiento aún.
…Sigh.
Aun
así, Namgung Bi-ah no podía morir aquí por ella.
Muévete.
Una
vez se preguntó qué era el amor.
En
aquel entonces, no lo sabía, pero ahora, lo entendía.
Muévete.
Iba
más allá del entusiasmo de ver su rostro; su corazón temblaba con solo escuchar
su nombre.
Su
corazón daba un vuelco incluso si él hacía un simple contacto físico con ella.
Su
voz despertaba algo profundo dentro de ella.
Sus
palabras se repetían en su mente, y permanecía a su lado porque quería verlo.
Muévete.
Tang
Soyeol no podía permitir que las personas que él amaba resultaran heridas.
Su
dolor sería suyo propio, y así, Tang Soyeol se sintió obligada a proteger a las
personas que él apreciaba.
Soy
muy tonta.
Moyong
Hi-ah podría haberse burlado de ella si escuchaba esto.
No,
definitivamente lo habría hecho.
Incluso
podría haberla llamado retrasada.
Proteger
a las personas que él amaba porque no quería que él estuviera triste. ¿Qué tan
tonto era eso?
Sin
embargo, esa era la forma de amar de Tang Soyeol.
¡Pwoosh–!
"¡Soyeol!"
Un
puñal se hundió en el muslo de Tang Soyeol, salpicando sangre de la herida.
Ella
se apuñaló a sí misma.
Debido
a ese sonido horrorizante, todos a su alrededor se detuvieron.
El
hombre de mediana edad especialmente parecía estar preocupado.
Tang
Soyeol sabía que ella era su objetivo.
Por
eso, Tang Soyeol pudo actuar.
"No
te muevas."
A
pesar de su débil conciencia, habló claramente.
"…Si
tocas a mi hermana una vez más, clavaré este puñal en mi cuello y me
mataré."
Presionó
el filo frío del puñal contra su garganta.
Entonces,
su oponente habló.
"Qué
tontería. Amenazas con tu propia vida. ¡Qué espectáculo! ¿De verdad crees que
eso funcionará conmigo?"
"Te
detuviste porque funcionó."
Tang
Soyeol sentía que iba a desmayarse por toda la sangre perdida, pero aguantó.
"Soy
tu objetivo, ¿Verdad? Entonces iré contigo. Deja ir a mis amigos."
"Qué
insolente. ¿Por qué debería mostrar tal generosidad? Puedo llevarte después de
matarlos a todos."
Tang
Soyeol sonrió débilmente ante las palabras del Señor del Palacio Negro.
No
podía mostrar que estaba intimidada.
"¿Crees
que no podría hacerlo? Puedo matarme más rápido de lo que podrías alcanzarme.
¿Quieres apostarlo?"
Press.
La
punta del puñal se hundió más en el cuello de Tang Soyeol.
Un
delgado hilo de sangre comenzó a correr por su cuello.
Tang Soyeol hablaba en serio.
Estaba
completamente preparada para terminar su vida aquí.
Sin
embargo, se preguntaba si él estaría triste si ella moría aquí.
Esa
era su única preocupación.
"…"
Tsk.
El
Señor del Palacio Negro dudó y luego retiró su energía con un chasquido de su
lengua, claramente molesto.
"La
descendencia del Rey de la Espada vivirá un día más."
"Huff…
Cof…"
"Agradece
a la chica del Clan Tang. Esa amenaza inútil que hizo funcionó."
Namgung
Bi-ah tosió sangre oscura mientras el Señor del Palacio Negro le daba un leve
empujón con el pie.
"Quería
matarte para no tener problemas en el futuro, pero parece que no tengo opción
en esta situación."
El
Señor del Palacio Negro comenzó a caminar pasando por Namgung Bi-ah, visiblemente
decepcionado.
Clench.
La
pálida mano de Namgung Bi-ah se aferró al tobillo del Señor del Palacio Negro,
negándose a dejarlo ir.
"No
te… irás…"
"…Qué
chica tan tonta eres."
Había
sido destrozada tanto y, aun así, seguía teniendo fuerza en su cuerpo.
¡Swoosh!
Una
ráfaga de energía explotó desde el Señor del Palacio Negro, lanzando a Namgung
Bi-ah hacia atrás.
¡Slam–!
"¡Hermana!"
"No
la maté. Solo la lancé lejos. Se estaba volviendo bastante molesta. Considéralo
un acto de misericordia."
El
Señor del Palacio Negro murmuró, consciente de que no le quedaba mucho tiempo.
Mientras
avanzaba hacia Tang Soyeol, Peng Ah-hee se interpuso en su camino con la espada
desenfundada.
Aunque
temblaba de pies a cabeza, logró mantener su postura.
"…N-No
te acerques más."
"Parece
que las jóvenes prodigios de estos días son más imprudentes de lo que pensaba.
Apuntar tu espada contra un oponente al que no tienes ninguna posibilidad de
vencer no te hace valiente, chica del Clan Peng."
El
cuerpo de Peng Ah-hee temblaba mientras sostenía la mirada violeta del hombre.
Tang
Soyeol, con la mano temblorosa, empujó suavemente el brazo de Peng Ah-hee hacia
abajo.
"No
lo hagas."
"Soyeol…"
A
pesar de la debilidad de Tang Soyeol, la espada de Peng Ah-hee bajó sin resistencia.
Era
porque estaba consumida por el miedo.
El
Señor del Palacio Negro sonrió al ver eso y expandió su energía.
Su
objetivo era capturar a Tang Soyeol.
Tang
Soyeol cerró los ojos mientras la oscura energía se acercaba a ella.
Entonces,
¡Tap
tap tap–!
Alguien
atacó al Señor del Palacio Negro por detrás en un ataque sorpresa.
Sorprendentemente,
era Cheol Jiseon.
"¡Hiyaaaa!"
Cargó
hacia adelante con la espada levantada, luciendo casi enloquecido.
Sin
embargo, el Señor del Palacio Negro no era alguien que dejara que un ataque así
funcionara contra él.
Probablemente
ya sabía que Cheol Jiseon estaba ahí desde el principio.
¡Swish!
¡Slam!
"¡Ughhh…!"
Como
se esperaba, la energía golpeó a Cheol Jiseon, lanzándolo hacia el bosque.
El
Señor del Palacio Negro también se contuvo de matarlo esta vez.
Sin
embargo, su expresión era demoníaca, como si estuviera a punto de explotar de
furia ante la menor interrupción.
"Ahora
no debería quedar nadie que interfiera…"
Si
aparecía otro obstáculo, mataría a todos los presentes, incluida a la Fénix del
Veneno.
Le
tomó toda su contención controlar su sed de sangre.
No
esperaba que unos jóvenes prodigios se interpusieran tanto en su camino.
Lo
que debería haber sido una misión fácil se había convertido en un problema que le
estaba consumiendo demasiado tiempo.
Sintió
que podría enfrentarse a un problema real si desperdiciaba más tiempo aquí.
Con
ese pensamiento, el Señor del Palacio Negro extendió su mano.
"Vámonos
ahora–"
"Buen
trabajo aguantando."
"…!"
Un
escalofrío recorrió su brazo al escuchar una voz detrás de él.
Esa
voz… Se sentía tan familiar, como si la hubiera escuchado antes…
Tap.
Antes
de que pudiera reaccionar, algo golpeó su cintura.
¡Shoot…!
El
Señor del Palacio Negro utilizó su energía de inmediato para contraatacar.
En
el mismo momento, trató de evaluar a su oponente.
Su
oponente podía verse vagamente.
"Qué
broma tan absurda."
Era
un joven con cabello negro y ojos negros.
No
parecía tener más de veinte años.
"Aquí
estoy, vivo y respirando, pero no sabía que había una basura como tú en esta
tierra."
¿Era
un joven prodigio?
¿Cómo
había logrado un joven prodigio pasar desapercibido?
Las
palabras del joven no llegaron al Señor del Palacio Negro.
Canalizando
todo su poder, el Señor del Palacio Negro forjó cuchillas afiladas con su
energía y las lanzó contra el joven.
Justo
cuando las cuchillas de energía se acercaban a él,
"No
preguntaré tu nombre. Después de todo, no tengo tanta curiosidad."
Arte
de Destrucción Celestial: El Puño que Destruye el Cielo.
"…!"
El
Señor del Palacio Negro sintió de inmediato que algo iba mal.
"Segunda
forma."
Tan
pronto como el puño del joven impactó,
Juicio
del Cielo.
¡Swooooosh–!
Una poderosa vibración resonó por toda la montaña.
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