CAPÍTULO 315: REGISTROS DEL PASADO O DEL FUTURO (1)

Los ojos de Jin se abrieron de par en par.

 

"¿Acabas de decir mi nombre...?"

 

Jin, al oír esa única letra de su nombre en la voz de Valeria, se quedo paralizado por un momento. 

 

Habían pasado diecinueve años.

 

Valeria Hister.

 

Si tan sólo ella no le hubiera tendido la mano antes de su regresión, cuando lo habían desterrado de Runcandel y lo habían dejado para que lo destrozara el mundo como un inútil sin remedio.

 

La vida anterior de Jin no habría estado llena más que de miseria y días oscuros. Para el, ella era una Maestra, una amiga, una confidente, una compañera, una compasiva, una salvadora.

 

Se hizo el silencio.

 

Pasaron unos breves segundos y Jin se vio incapaz de pronunciar una palabra contra el tirón que sentía en el corazón. Sentía la cabeza borrosa por el calor del momento, y la vista parecía nublársele.

 

Quería responder de inmediato, pronunciar su nombre tan espontáneamente como lo había hecho en su vida anterior.

 

Pero tenía que aferrarse a la razón.

 

'Es imposible que se acuerde de mí. A diferencia de mí, probablemente ella no tenga recuerdos de su vida pasada'.

 

Sería ridículo exagerar y mostrar afecto, así como así.

 

Técnicamente, se trataba de una reunión en solitario.

 

No debo de ser demasiado convincente. Sólo conseguiré que desconfíe de mí.

 

'Aun así'.

 

Aunque Valeria tuviera recuerdos de su vida pasada, como Jin, sería una tontería ponerse sentimental.

 

Por lo que a él respecta, Valeria era en cierto modo incluso más fría de corazón que su padre.

 

Si ella tenía recuerdos de su vida pasada y fingió no conocerlo antes, probablemente fue porque tenía un movimiento calculado.

 

O porque ya no cree que los buenos viejos tiempos signifiquen nada.

 

O tenía recuerdos de vidas pasadas o no los tenía. Necesitaba empezar la conversación de la forma más natural posible.

 

No debía parecer torpe y borracho de emociones.

 

Jin había venido a pedirle un favor a Valeria.

 

Nunca tenía conversaciones o tratos en profundidad a menos que se tratara de algo que realmente necesitara o de alguien a quien reconociera.

 

Una de esas dos condiciones tenía que cumplirse.

 

"Vaya entrada. ¿Está bien matar así a uno de los Reyes de la banda, Arya Owlheart? ¿O debería llamarte Aria Hister?".

 

Valeria no parecía sorprendida por el uso de ambos apellidos, "Owlheart" y "Hister", aunque si eso se debía a que estaba reprimiendo sus emociones o anticipándose era difícil de decir.

 

"De todos modos, no creo que York estuviera vivo cuando me había mandado a buscar".

 

Thump…

 

Valeria aterrizó ligeramente en el vestíbulo.

 

"Por muy incontrolable que seas, matar a un ser humano que te ha servido bien es algo terrible, así que por qué no le das las gracias por haber hecho eso por ti".

 

Valeria se interrumpió.

 

Luego, como si nada, se quitó la capucha para mostrar su rostro.

 

Pelo castaño, ojos rojos como el bronce, labios ligeramente fruncidos. Aún sólo tenía diecisiete años, y aunque tenía una actitud, que no era de los que se tuvieran que meter con ello.

 

Nunca había visto a Valeria con diecisiete años en su vida anterior.

 

Seguramente esta Valeria sería más débil y menos robusta que su yo de veintiséis años. Era más pequeña y delicada de lo que Jin recordaba.

 

Pero tenía un filo más agudo que en su vida anterior, cuando había dejado de crecer. Era como las llagas de una bestia herida.

 

"Bueno, podría pensarse que sí".

 

"Más que eso, no esperaba que mostraras tu rostro tan fácilmente".

 

"Te lo advierto, si alguna vez me atacas, elegiré la seguridad antes que la curiosidad".

 

"¿Seguridad? Suena como si confiaras en que puedes dejarme atrás."

 

"Solo para que sepas no habría matado a York y no me habría presentado ante ti si no tuviera confianza".

 

Ambos permanecieron inexpresivos, pero en sus cabezas, las palabras daban vueltas.

 

"Hace cuatro años, me preguntaba quién demonios era el hombre con el que me iba a encortar en esta ciudad, y cuando me di cuenta de que eras tú, pensé que deberíamos charlar".

 

Valeria había llegado a Mamit poco después de la misión de clase intermedia de Jin y había vivido allí durante dos años.

 

En Mamit había utilizado varias veces la magia de Registro en su búsqueda de la sabiduría popular de la familia Hister, y la había encontrado.

 

Además de la ubicación de la sabiduría popular, pudo encontrar un registro de alguien de los Hister en una taberna cuatro años atrás.

 

También vislumbró un "registro futuro" la cual decía que un hombre la visitaría en marzo de 1799 en la ciudad de Mamit.

 

Estaba en Mamit por esa misma razón.

 

Le estaba esperando.

 

"Me pregunto cómo supiste que te había encontrado".

 

"Esa es la pregunta que yo debería hacer. ¿Cómo supiste de mí?"

 

"Esta es la Alianza Hufester. No creo que haya nada que Runcandel no sepa".

 

"Si Runcandel estuviera buscando a los Hister, sería alto secreto, y tú sólo eras un cadete intermedio de quince años en ese momento, lo que significa que ni siquiera eras un abanderado".

 

"¡Alto secreto! ¿No crees que te estás sobrestimando?".

 

"No, no me estoy sobreestimando, simplemente estoy diciendo la verdad como para que el mismísimo y gran Jin Runcandel haya viajado tan lejos en persona solo para poder verme, y bien dime por qué me has buscado".

 

Jin sonrió.

 

"Tengo que pedirte un favor".

 

"¿Qué favor?"

 

"Restaurar el dispositivo de grabación".

 

"Ese dispositivo de grabación, ¿Lo dejaron mis antepasados?".

 

"Te lo diré después de que hayas tomado una decisión positiva a mi favor".

 

Entonces Valeria soltó una carcajada que helaba la sangre.

 

"Veo que te das cuenta del significado del nombre Hister, pero desgraciadamente no hay ninguna razón para que te ayude".

 

"Puedes inventarte una razón. Cooperación para la supervivencia, por ejemplo".

 

"No puedes matarme."

 

"¿Por qué piensas eso?"

 

"Porque sería bueno para Zipple y tus competidores."

 

"Creo que te estás sobreestimando."

 

¡Twack, thwack-!

 

En un abrir y cerrar de ojos, Jin desenvainó a Sigmund y lo empuño a Valeria cerca de los ojos. Unos mechones de pelo castaño cayeron al suelo.

 

Valeria miró incrédula el cabello caído.

 

"No puedo creer que seas un ser humano tan rastrero... vienes a pedirme un favor, ¿Y lo mejor que puedes hacer es amenazarme con la fuerza? ¡Eres de lo peor!".

 

Exclamó Valeria, mirando a Jin con una expresión de remordimiento en el rostro.

 

En ese momento, Jin no pudo evitar quedarse estupefacto.

 

Aquello le resultaba muy desconocido. Era inimaginable para la Valeria de su vida anterior.

 

'Que Valeria muestre tanta emoción delante de mí, que soy más un enemigo que un aliado en este momento de su vida, podría deberse a que es casi diez años más joven que en su vida anterior, y todavía no es buena reprimiendo sus emociones, pero... algo va mal, parece demasiado decepcionada'.

 

Jin se encogió de hombros.

 

"Espero que te lo tomes como un consejo, no como una amenaza, porque si en esta habitación hubiera otro Runcandel en vez de yo, esto no pasaría simplemente por un solo mechón de pelo".

 

"Debes estar equivocado, el solo hecho de que estés frente a mí es sólo porque elegí conocerte no ha Runcandel ni a Zipple. Nunca me encontrarás después de hoy".

 

Las palabras llegaron rápidas y temblorosas.

 

Valeria era incapaz de controlar sus emociones crecientes.

 

"Actúas como si tuvieras alguna expectativa sobre mí".

 

Suponiendo, por supuesto, que Jin no conociera a Valeria.

 

No había nada fuera de lo común en la forma en que actuaba ahora; parecía alguien que había estado huyendo durante mucho tiempo, y que se habría cansado de tener una gran familia que la persiguiera.

 

Pero Jin tenía razón.

 

Valeria sintió una indecible decepción hacia Jin.

 

En realidad, Valeria había sentido curiosidad por el hombre conocido como Jin desde que era más joven de lo que es ahora.

 

Desde que era consciente de lo que solo era un recuerdo.

 

O lo que significaba ser un registro, u conmoción, Valeria tenía un sueño recurrente.

 

Ella no sabe si es sólo un sueño al azar, o una especie de larga premonición.

 

Es un sueño que se le ha quedado grabado como una intensa secuela.

 

El sueño consistía en una versión adulta de sí misma, en una calle oscura de una ciudad desconocida, hablando con un hombre.

 

-¿Vas a quedarte así como así?

 

-Vete a la mierda.

 

-Eres Patético. Jin, a tus hermanos mayores les encantará el verte así.

 

-Qué demonios. ¿Cómo sabes mi nombre?

 

-Ven conmigo y te perdonaré por haberle intentado cortar a la primera persona que te echó una mano.

 

Los sueños, que continuaban casi a diario, llevaban mucho tiempo perturbando a Valeria.

 

No entendía por qué un hombre al que nunca había visto aparecía en sus sueños, ni cuál era su relación con aquel desgraciado.

 

Las emociones estaban claras.

 

Su yo onírico sentía claramente compasión por el hombre.

 

A veces los sueños parecían más vívidos que la realidad, y se despertaba con un sudor frío y arcadas al verse a sí misma, una docena de años más joven que en el sueño.

 

Fue cuando los acontecimientos de la Tierra Santa sacudieron el mundo entero, y se dio cuenta de que la persona que aparecía en sus sueños era en realidad Jin.

 

Fue el momento en que el rostro de Jin Runcandel se reveló al mundo.

 

Fue entonces cuando Valeria se dio cuenta de que el menor de los hijos de Runcandel, el que los Sabios alababan, era el Jin de sus sueños.

 

Tenía mucho mejor aspecto que en sus sueños, pero ella lo reconoció al instante.

 

La razón por la que pronunció su nombre la primera vez que lo vio fue por un sueño que había tenido durante más de una década.

 

Sin darse cuenta, se había acostumbrado a pronunciar su nombre en sueños todas las noches.

 

'Estoy leyendo demasiado en mis propios sueños, y me estoy emocionando demasiado por mi decepción, pero es un dispositivo de grabación.... así que no puede hacer daño echar un vistazo. Jin Runcandel, necesito averiguar cómo me encontró esta persona'.

 

Eso era lo que estaba pensando, pero, decidió dar un paso atrás.

 

Valeria se dio la vuelta.

 

Era el momento de recuperar la compostura y sopesar las necesidades de su oponente frente a lo que podía ganar.

 

"Arya Owlheart, ¿Te vas?"

 

"¿Qué más tienes que decir? Si se trata de restaurar el dispositivo de grabación, vete a buscar a otro".

 

"Tengo el Grimorio de Shuziel Hister".

 

Hizo una pausa.

 

Valeria dejó de caminar y miró de nuevo a Jin.

 

"¿Qué?"

 

Jin sacó el Grimorio de Shuziel de su pecho.

 

"Este esquema de cifrado pertenece al verdadero Shuziel Hister".

 

Al momento siguiente, Valeria no pudo evitar taparse la boca con la mano y fulminar con la mirada a Jin.

 

¡Boo-hoo-Rssst!

 

"¡Qué es lo que haces...!"

 

Jin había pasado a una página más o menos a la mitad y rasgó el libro de hechizos por la mitad.

 

"Mira esto. ¿Es realmente el libro de hechizos de los Hister?".

 

Jin le pasa a Valeria una parte de las páginas arrancadas.

 

La cara de Valeria muestra frustración al cogerlo.

 

Jin sintió mucha lástima por ella, pero había una razón para ese comportamiento.

 

'No hagas que tu Maestra ponga los ojos en blanco'. Aún eres joven, y eres un poco más frágil que la Maestra que recuerdo, pero si te trato así, te verás atrapada en su ritmo antes de que te des cuenta.

 

Los ojos de Valeria se inclinaron ligeramente hacia la izquierda mientras comprobaba el cifrado.

 

Era una costumbre suya. Se le notaba cuando estaba confusa o ansiosa.

 

"¿Dónde lo conseguiste?"

 

"En una casa de subastas clandestina del reino de Arkin. Aunque ya no está. Te recompensaré con la otra mitad del grimorio si puedes restaurar los dispositivos de grabación que tengo. También prometo protegerte de Runcandel y de Zipple".

 

"¿Protegerme de Runcandel y de Zipple? No sabía que el Duodécimo Abanderado tuviera tanto poder. Debe tener bastante con lo suyo, y yo no soy tan débil como para necesitar tu protección".

 

"Si no eres débil, entonces toma la otra mitad de mí ahora."

 

"No puedo hacer eso, pero puedo tomar la mitad de mi mano e irme corriendo".

 

"No creo que mientas, dada la forma en que me has estado tratando, así que adelante, hazlo si quieres. Sin embargo, nunca volverás a encontrar esta otra mitad".

 

¡Bum!

 

Jin conjuró una chispa de magia en la palma de su mano y la acercó a la otra mitad del grimorio.

 

"Esto no significa nada para mí si no cooperas. Puedes elegir entre ayudarme o huir. Pero te prometo una cosa, si decides ayudarme, si decides ser mi persona, serás mi...".

 

Jin se detuvo un momento.

 

Luego, tras recomponer sus emociones, continuó.

 

"Te daré todo lo que quieras, todo lo que pueda darte".

 

Eso, de todas las cosas que Jin le había dicho y hecho a Valeria hoy.

 

Fue la única genuina.

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