Capítulo 39: Camino De Regreso (2)

Camino De Regreso (2)

 

La lluvia que caía del cielo era un aguacero tempestuoso y violento.

 

La luna estaba oculta detrás de nubes oscuras, y las gotas que caían del cielo se sentían pesadas al tacto.

 

Corrimos como locos a través del bosque envuelto en la oscuridad.

 

A pesar de haberme fortalecido con Qi, mis pies aún se sentían pesados.

 

Pensé para mí mismo después de correr tanto tiempo,

 

¿Cuánto he corrido?

 

¿Cuánto tiempo ha pasado?

 

Cuánto... cuánto...

 

¿Cuánto tiempo he sobrevivido...?

 

Mis piernas, que habían sido raspadas, gritaban de dolor.

 

Me decían que dejara de correr, que descansara, pero no me detuve.

 

No podía detenerme.

 

Algo goteaba por mis manos.

 

¿Era la lluvia?

 

Trataba de ser optimista con mis pensamientos, pero por supuesto estaba equivocado.

 

Los líquidos que fluían por mis manos eran demasiado cálidos para ser gotas de lluvia.

 

Apreté los dientes. No podía permitirme detenerme.

 

[¡Despierta!]

 

Grité, pero no hubo respuesta desde atrás de mí.

 

Por eso, usé aún más Qi para aumentar mi velocidad.

 

Se me estaba acabando el tiempo. Sentía que cada vez más sangre corría por mis manos.

 

[¡Maldita sea... Despierta!]

 

Volví a gritar, pero la respuesta siguió siendo la misma.

 

Así que la sostuve más fuerte.

 

Para no dejarla ir.

 

¿Por qué demonios estaba desperdiciando tanta energía?

 

Me pregunté a mí mismo.

 

¿Por qué no fui capaz de simplemente dejar a esta chica?

 

Sabía que solo sería una carga, así que ¿por qué la llevé todo el camino hasta aquí?

 

¿Y por qué seguía haciendo lo mismo mientras corría como si estuviera muriendo?

 

No tenía una respuesta.

 

Así que seguí corriendo.

 

Mis ojos habían comenzado a sangrar.

 

Sentí un dolor en mi dantian inferior, y mi cuerpo me señalaba que había agotado todo mi Qi.

 

Mi corazón latía como loco.

 

Entonces sentí que algo más escapaba de mi cuerpo.

 

Como me había quedado sin Qi, estaba quemando mi energía vital. La sensación de que escapaba de mí hacía que mis labios temblaran.

 

[...Maldita sea.]

 

La respiración detrás de mí se volvía cada vez más ligera.

 

Mi corazón solo latía más rápido, lo opuesto a lo que estaba sucediendo detrás de mí.

 

La presencia que me perseguía había desaparecido, pero no podía dejar de correr.

 

No estaba seguro de si realmente había escapado de ese monstruo.

 

¿Dónde estoy? ¿Hasta dónde he corrido?

 

Mis piernas temblorosas ya se habían entumecido hace un tiempo.

 

De repente, una cueva en el bosque apareció ante mis ojos.

 

Ni siquiera podía ver dónde estaba.

 

Pero no tenía otra opción.

 

A medida que me adentraba en la cueva, el sonido de la lluvia se alejaba, dejando la quietud silenciosa de la cueva.

 

Luchando con mi cuerpo agotado, logré llegar a una parte más amplia de la cueva.

 

En el instante en que liberé mi Qi, casi me desplomé en el suelo.

 

Todos mis huesos gritaban de dolor, pero primero coloqué con cuidado a la persona que llevaba.

 

La cicatriz recta en su pecho estaba sangrando profusamente.

 

Todavía respiraba, pero era débil.

 

Coloqué mi mano temblorosa cerca de su herida y canalicé mi Qi alrededor de ella.

 

Como prácticamente me había quedado sin Qi, estaba usando mi fuerza vital, pero eso no afectó mis acciones.

 

[Mierda... ¿Por qué no se detiene la sangre...?]

 

Sin embargo, a pesar de todos mis esfuerzos, ella seguía sangrando.

 

De repente me tambaleé.

 

Había usado demasiado Qi en poco tiempo.

 

[Por qué, solo por qué...]

 

Alguien agarró ligeramente las manos que intentaban detener la hemorragia.

 

[D... e... t... é... n...]

 

La voz estaba casi sin vida.

 

Grité frustrado.

 

[¿Qué quieres decir con detenerme? ¡Solo cállate!]

 

[...A este paso... morirás... Yo... es... to... y... bi...e...]

 

[Cállate, ¡Entonces por qué hiciste algo así cuando nunca te lo pedí! ¡Todo esto sucedió por tu culpa, así que voy a hacer lo que me dé la maldita gana!]

 

Así que por favor, solo cállate y piensa en vivir.

 

No pude decir esa última frase, porque ya había vuelto a desmayarse.

 

Ella debe vivir.

 

No puede morir en un lugar como este.

 

Tenía que vivir.

 

No podía permitir que muriera en un lugar como este.

 

[Pero entonces, ¿qué se supone que debo hacer...? Maldita sea...]

 

Usar más energía significaba que yo también me desmayaría.

 

Y ella inevitablemente moriría.

 

Apreté los dientes y me esforcé más para continuar, pero mi corazón no respondía.

 

[Por favor... Por favor...]

 

Estaba desesperado.

 

Este maldito mundo nunca me había dado nada bueno en la vida.

 

Y ahora era lo mismo, nos habían empujado al borde de un precipicio.

 

[Solo una vez... Solo una vez puedes ayudarme. ¿No puedes ayudarme solo esta vez...?]

 

Has sido tan cruel hasta ahora, así que seguramente puedes ayudarme solo esta vez.

 

Entiendo que soy desafortunado, ¿pero ni siquiera ayudarme una vez?

 

Era un pensamiento inútil, quejarme a los cielos no me dio una respuesta.

 

Ya que ni siquiera estaban de mi lado en primer lugar.

 

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Y cuánta vida me queda?

 

Justo cuando mi fuerza vital estaba a punto de extinguirse.

 

[Qué patético.]

 

Mi Qi se congeló.

 

No por mi propia voluntad, sino por la de alguien más.

 

La voz que vino de detrás de mí dejó mi cuerpo congelado.

 

¿Desde cuándo...?

 

Solo había una entrada a la cueva.

 

Incluso si estaba usando mi Qi en otra cosa, debería haber sido imposible no notar la intrusión.

 

[...No fue tan divertido. Después de todo, no soy realmente fanática de las escondidas.]

 

Luchaba por respirar.

 

Solo por estar cerca, todos mis músculos comenzaron a gritar de dolor; sentí como si todo el aire del mundo hubiera desaparecido.

 

Temblando, giré mi cuello, y lo miré.

 

Desesperación.

 

La desesperación estaba donde miré.

 

[No hay nada más patético que un humano persiguiendo una esperanza sin sentido.]

 

[Tú, ¿qué eres tú...?]

 

[Eres mejor parlanchín de lo que esperaba...]

 

Era un monstruo. No había otra forma de describirlo.

 

La cosa nos miró, y sonrió.

 

No, para ser precisos, me estaba sonriendo a mí.

 

No podía distinguir su apariencia, ni reconocer su voz, pero curiosamente podía ver que estaba sonriendo.

 

[Qué divertido, que incluso estando en tu situación actual, aún puedas mostrar tus colmillos.]

 

La cueva que estaba llena de oscuridad de repente se iluminó.

 

No... en realidad no se estaba iluminando.

 

La oscuridad ya prevaleciente simplemente fue devorada por una oscuridad aún más fuerte, y ahora no existía.

 

[...Maldita sea.]

 

Involuntariamente solté una maldición.

 

Intenté resistirlo, pero la sensación que lentamente invadía mi cuerpo era definitivamente miedo.

 

Esto no era algo que los humanos debieran ser capaces de hacer.

 

La cosa me habló mientras observaba cómo temblaba de miedo.

 

[Preguntaste quién era yo.]

 

En la cueva cuyo espacio había comenzado a reducirse en tamaño, una fuerte corriente de vientos oscuros repentinamente se levantó.

 

Ese viento se tragó la poca esperanza que me quedaba.

 

Y destruyó por completo el poco coraje que tenía.

 

Un paso.

 

Después de solo un paso, pude saberlo.

 

Que si esa cosa quisiera, podría quitarme todo con solo un dedo.

 

Pero que solo estaba siendo generosa porque pensaba que era entretenido.

 

[Yo soy…]

 

Pensé que mi corazón se había detenido ante la lenta voz.

 

Mi espíritu, que apenas se sostenía, finalmente comenzó a oscurecerse.

 

Creo que fue alrededor de entonces...

 

[El Demonio Celestial.]

 

Que el mundo a mi alrededor se detuvo.

 

****************

 

Creo que habían pasado unas dos horas desde que comencé a correr mientras cargaba a Wi Seol-Ah.

 

Gracias al aumento de Qi, pude correr a gran velocidad incluso mientras llevaba a alguien.

 

"Es un poco rápido, ¿estás bien?"

 

Le pregunté a Wi Seol-Ah que enterró su cara en mi espalda.

 

No hubo respuesta.

 

"...¿No me escuchaste?"

 

Pregunté de nuevo, pensando que no me había escuchado la primera vez, pero no hubo respuesta nuevamente.

 

Pensé que algo estaba raro, así que dejé de correr.

 

Pensé que no me escuchaba por todo el viento.

 

"¿Qué te parece, es demasiado rápido o-"

 

-Ronquido.

 

"...¿Hmm?"

 

Al detenerme, escuché un ruido raro detrás de mí.

 

Cuando miré hacia atrás, Wi Seol-Ah estaba durmiendo mientras roncaba plácidamente.

 

No es que no me pudiera escuchar, simplemente estaba demasiado ocupada durmiendo.

 

"...Debes de haber estado muy cómoda, ¿eh?"

 

Lo dije con una voz burlona, pero Wi Seol-Ah no respondió ya que estaba ocupada roncando.

 

Sentí un poco de enojo y pensé en despertarla, pero al final solo sonreí y continué mi carrera.

 

Incluso después de correr tanto, todavía estaba lleno de Qi.

 

La velocidad a la que mi Qi se recargaba era incluso más rápida que la velocidad a la que lo estaba gastando, lo cual era sorprendente.

 

Había escuchado que el Clan Doe era conocido por tener un Qi limpio pero denso,

 

Y sentí que este tipo de Qi realmente no encajaba con alguien como yo.

 

No es que me queje.

 

Honestamente, no me importaba nada mientras no fuera Qi Demoníaco.

 

Mientras no fuera el Qi que lentamente volvía locos a los humanos, probablemente estaba bien con cualquier cosa.

 

Aumenté mi velocidad.

 

Ya había pasado por el Clan Tang.

 

Como había logrado lo que vine a hacer, prioricé llegar a mi destino.

 

Oh... Probablemente debería haberme presentado al menos al Señor del Clan Tang, quien aparecería el día de la Exhibición Militar del Clan Tang.

 

El hecho de que solo recordara su apariencia ahora que había puesto una distancia considerable entre nosotros…

 

Definitivamente recibiría una reprimenda del Mayordomo por esto.

 

Pero al menos obtuve lo que vine a buscar.

 

Tuve éxito en impedir que el Clan Gaecheon adquiriera la bóveda secreta.

 

Después de haber tenido tiempo y de haberlo pensado, el objeto que el Señor del Clan Gaecheon obtuvo probablemente fue la esfera que escupió la serpiente.

(N/T: De aquí puede venir un cambio entre Canicas a Esferas, como ya lo había mencionado anteriormente)

 

No estaba del todo seguro si el Qi que contenía esa esfera era suficiente para que el Señor de Gaecheon alcanzara el Rango Fusión.

 

Pero parecía lo más probable.

 

Y supongo que fue bastante impresionante de mi parte absorber tanta energía de la esfera, aunque no pude extraerla toda.

 

Supongo que es mejor que no haber absorbido nada.

 

Pero las Esferas de Luz Lunar, por otro lado... Sigh, mejor ni pensarlo.

 

Mi Qi tembló por un segundo debido a que pensé en las Esferas de Luz Lunar y sentí que me enfurecería si seguía pensando en ellas.

 

Un tiempo después, vi una ciudad a lo lejos.

 

Sentí que debía comenzar a caminar desde aquí, así que me detuve y puse a Wi Seol-Ah en el suelo.

 

"Despierta, ya llegamos."

 

"¿Hmm...?"

 

Wi Seol-Ah se frotó los ojos, luchando por mantenerlos abiertos.

 

Quería despertarla más rápido, así que le di un golpecito en la cabeza.

 

"¡Ay!"

 

Gracias al ataque sorpresa, los ojos de Wi Seol-Ah se abrieron rápidamente.

 

"¿¡Cuando se ha visto que un sirviente puede dormir en la espalda de su amo, y peor aún, que ronca mientras lo hace!?"

 

"¿¡Y-Yo roncaba!?"

 

Wi Seol-Ah se quedó en shock al escuchar mi comentario sobre sus ronquidos.

 

Sonreí después de mirarla.

 

"Sí, y eras realmente buena en eso. Por un momento pensé que eras un tigre."

 

"¡Mi-Mi-Mientes!"

 

"Juro por el cielo que estoy siendo serio."

 

Claro, no sobre la parte de que sonaba como un tigre.

 

Wi Seol-Ah puso una cara triste después de que le dije que juraba por el cielo.

 

La escuché murmurar las palabras 'No puede ser... no puede ser...' mientras me seguía.

 

No fui yo quien pidió ser cargado en primer lugar.

 

Entramos en la ciudad mientras Wi Seol-Ah seguía en shock.

 

Teníamos que encontrar a las personas del Clan Gu en esta ciudad.

 

No era una tarea difícil de lograr.

 

Gracias al aumento de mi Qi, mi rango para detectar presencias también se había ampliado.

 

Todo lo que tenía que hacer era encontrar el Qi de Muyeon.

 

Y qué sorpresa, estaba más cerca de lo que pensaba. Aún mejor, parecía que se estaba acercando.

 

"¡Joven Maestro!"

 

Desde lejos, alguien vestido con la ropa icónica del clan Gu corría hacia nosotros.

 

No sé cómo lo supo, pero era Muyeon.

 

Muyeon corrió hacia nosotros. Su expresión de alivio albergaba un tinte de resentimiento.

 

"¿D-Dónde estuviste durante los últimos días-?"

 

Muyeon de repente dejó de hablar; parecía haber notado mis cambios.

 

Entonces preguntó, confundido,

 

"¿...Pasó algo?"

 

A las palabras de Muyeon, respondí mientras me rascaba la mejilla.

 

"Supongo que podría decir que, ehh... ¿Cómo lo pongo...?"

 

Él no fue el único que se sorprendió.

 

Ahora podía saberlo mejor.

 

Que Muyeon era un artista marcial muy habilidoso.

 

...¿Qué demonios, está en la cima del rango del Reino Pico a esa edad?

 

Creo que Muyeon apenas alcanzó los 20 años.

 

Era extraño.

 

Ver que un artista marcial así nunca hizo conocido su nombre hasta el día en que morí.

 

Y era aún más extraño que yo no estuviera al tanto, a pesar de que era parte del Clan Gu.

 

Me preguntaba qué pasaba con eso.

 

"Lo siento, tenía algo que hacer."

 

"P-pero, incluso así, debiste haberme llevado contigo. ¿Qué habría pasado si algo le hubiera ocurrido al Joven Maestro? ¡¿Sabes cuánto me preocupé por ti!?"

 

"Lo siento... pero oye, nada pasó, ¿verdad?"

 

Eso sin duda era verdad, ya que no nos pasó nada; ni en nuestro camino hacia la bóveda secreta ni de regreso.

 

Sin embargo, el hecho de que me escapé durante tres días sin decir nada seguía siendo mi culpa al final.

 

Ahora, dejando eso de lado, quedaba una pregunta que necesitaba hacerle a Muyeon.

 

"Oye..."

 

"¿Sí...?"

 

"¿Puedo hacerte una pregunta?"

 

"Por supuesto... ¿Qué quiere saber?"

 

"¿Por qué hay dos presencias inútiles aquí?"

 

En el lugar que había elegido para reunirnos, podía sentir dos presencias que no eran bienvenidas en absoluto.

 

Muyeon se quedó en silencio por un segundo, aparentemente confundido sobre lo que estaba hablando.

 

"¿Pensé que el Joven Maestro los había llamado...?"

 

"¿Tú pensaste que llamé a esas co-cosas, digo, a esos invitados?"

 

"Eso fue lo que me dijeron, así que yo..."

 

Me masajeé la frente al escuchar eso.

 

Desde lejos, pude sentir dos presencias familiares en las habitaciones de los invitados.

 

Esos invitados eran Namgung Bi-ah y Tang Soyeol.


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