La Caída Del Dragón De La Flor De Ciruelo (3)
Nada
de esto era acogedor.
El
sonido de la lluvia, la luz de la luna brillando desde el cielo nocturno, y la
brisa rozando su cabello.
Nada
de eso era acogedor.
La
mujer preguntó mientras el hombre estaba atrapado en esos pensamientos
nebulosos.
[...¿Estás
llorando?]
[¿Llorando?
Qué va, obviamente es solo por la lluvia.]
El
hombre respondió groseramente, pero la mano de la mujer se acercó a sus mejillas.
Normalmente
él habría apartado la mano, pero esta vez, aceptó su toque y dejó que ella
acariciara sus mejillas.
[Tú...
de verdad no lo estás.]
[Parece
que quieres que lo haga.]
El
hombre ya había pasado por demasiado.
Creía
que no le quedaba nada que pudiera hacerle derramar lágrimas.
[...Decepcionante.]
La
voz de la mujer no tenía rastro de emociones.
Y
lo mismo sucedía incluso cuando la muerte se acercaba inevitablemente a ella.
El
hombre supuso que la mujer se había vuelto así porque ya había matado a más
personas de las que podría contar y, en el proceso, había visto tantas visiones
de muerte ella misma.
A
la mujer le faltaba un brazo y tenía un gran agujero en el pecho.
La
razón por la cual todavía estaba viva cuando ya debería haber muerto era
probablemente por el nivel que había alcanzado como artista marcial.
Aun
así, no le quedaba mucho tiempo.
[¿Por
qué hiciste eso?]
El
hombre le preguntó a la mujer ya que no podía entender ni un poco sus acciones.
En
el último momento, la espada había estado dirigida hacia el hombre.
Y,
aunque la mujer misma podría haber sobrevivido, se lanzó delante de él.
El
hombre no podía entender.
No,
simplemente no quería entender.
Él
debería ser quien estuviera en el suelo en este momento.
Eso
era lo que se suponía que debía pasar desde que comenzó esta sangrienta guerra.
Pero
la mujer interfirió con el destino del hombre.
Y
eso despertó la ira del hombre.
Sí,
eso enfureció al hombre. Estaba seguro de ello. Se dijo a sí mismo que esa era
la razón de la ira que ardía dentro de él en ese momento.
La
mujer tocó suavemente la mejilla del hombre.
El
sonido de la lluvia hizo que el hombre se sintiera mareado.
[No
llores.]
El
hombre intentó apartar la mano de la mujer.
Pero
cuando agarró su frágil muñeca, se dio cuenta de que no podía hacer lo que
deseaba.
[...No
llores.]
La
mujer siguió repitiendo la misma línea al hombre desolado. Seguía hablando a
pesar de que no podía ver nada, ya que sus ojos se habían cerrado hacía tiempo.
¿Era
simpatía?
¿O
era amistad?
Ya
no podía entender nada.
[...Te
dije que no estoy llorando.]
[No…
llores.]
El
cabello blanco con tonos azulados de la mujer comenzó a perder su brillo al
empaparse bajo la lluvia que caía.
Por
supuesto, la luz de la luna que el hombre odiaba hasta los huesos...
simplemente tuvo que desaparecer en el momento en que más necesitaba su
presencia.
[...¿La
luna sigue allí...?]
La
mujer le preguntó al hombre en un tono apenas audible.
El
hombre miró hacia el cielo.
Solo
estaba lleno de nubes oscuras y la constante caída de la fría lluvia.
A
la mujer le encantaba la luna.
A
menudo miraba la luna mientras estaba sentada en una roca.
El
hombre podía recordar cada vez que ella miraba la luna en un trance.
[...Sí,
está allí arriba.]
No
había forma de que la luna fuera visible con la presencia de las nubes oscuras
y la lluvia bloqueándola.
Ambos,
el hombre y la mujer, lo sabían.
Solo
actuaron como si no supieran nada.
[...¿Estás
a mi lado?]
La
mujer preguntó, su voz se iba apagando lentamente en un susurro.
El
hombre sonrió en blanco ante su estúpida pregunta.
[¿Aún
preguntas eso cuando estás tocando mi mejilla?]
Casi
parecía que la mujer sonrió un poco ante las palabras del hombre.
¿Sonrió?
El hombre pensó que solo estaba imaginando cosas.
[...Ambos
estamos aquí, qué alivio.]
¿Por
qué estaba tan aliviada?
El
hombre no pudo hacerle esa pregunta.
Porque
esas fueron las últimas palabras antes de que ella dejara este mundo.
Y
luego, el hombre lentamente bajó la mano de la mujer.
No
parecía que pudiera permitirse llevar su cuerpo con él o enterrarla.
Probablemente
ella no habría querido eso, ni el hombre podía permitírselo en su situación
actual.
[¡Te
encontré!]
El
hombre se giró lentamente hacia la voz que escuchó detrás de él.
Decenas,
o tal vez incluso cientos de artistas marciales estaban frente al hombre.
Eran
personas que vestían un uniforme blanco con detalles azules que tenía la
palabra 'Alianza' escrita en él.
Frente
a todos estos artistas marciales estaba un hombre muy apuesto, y ese hombre
sacó la espada de su funda.
[Por
suerte no pudiste correr muy lejos.]
El
hombre podía ver la voluntad y determinación del apuesto hombre para salvar la
paz del mundo.
El
hombre tuvo que reprimir a la fuerza los escalofríos que le causaba la
apariencia del apuesto hombre.
[...La
Espada Meteoro.]
La
Espada Meteoro, Jang Seonyeon. Era el hombre que era llamado el futuro de la
Facción Ortodoxa.
El
hombre lo llamó lentamente.
Con
la llamada del hombre, las cejas de la Espada Meteoro se estremecieron
levemente.
Luego,
la mujer al lado de la Espada Meteoro gritó antes de que él pudiera decir algo.
[¡Cómo
te atreves! ¡No te atrevas a poner el nombre de nuestro líder en tu sucia boca
demoníaca!]
El
hombre no le respondió.
La
lluvia se sentía mucho más pesada de lo habitual.
[...Sigo
olvidando.]
El
hombre se frotó la cara con agotamiento.
Sí,
seguía olvidando.
La
razón por la que estaba parado en ese lugar, y el papel que tenía que
desempeñar en esta farsa.
Simplemente
seguía olvidándolo una y otra vez.
[...El
Demonio Celestial pronto será asesinado. ¡Ríndete!]
El
hombre sonrió ante las palabras de la Espada Meteoro.
Intentó
contenerse, pero no pudo al final.
[¿El
Señor pronto será asesinado? ¿Quién hará eso?]
[El
Demonio Celestial está luchando actualmente contra los Tres Venerab-]
[Ah,
¿los Tres Venerables? Así que los dejaron con el Demonio Celestial y todos
ustedes vinieron aquí para capturar a un simple soldado como yo, ¿eh?]
El
hombre no pudo evitar que su sonrisa se extendiera aún más por sus labios.
El
rostro de la Espada Meteoro lentamente y gradualmente se transformó en un ceño
fruncido.
El
hombre finalmente logró dejar de reír.
[Bien,
hagámoslo... hagámoslo ya, ya que si no lo hago en serio, todos se quejarán de
nuevo.]
Cuando
el hombre dio un paso adelante,
Llamas
furiosas de furia oscura se alzaron desde las plantas de sus pies e
instantáneamente envolvieron la totalidad del bosque en el que se encontraban.
Mientras
todos los artistas marciales adoptaban sus posturas de batalla, el hombre solo
tenía sus ojos puestos en la Espada Meteoro y solo en él.
Su
rostro carente de emociones volvió una vez más mientras hablaba con la Espada
Meteoro.
[Eres
un maldito bastardo.]
La
boca de la Espada Meteoro tembló ligeramente ante sus palabras, pero su rostro
rápidamente perdió visibilidad mientras las llamas de la destrucción surgían
alrededor del hombre y los demás.
Las
llamas que aumentaban gradualmente en tamaño lograron devorar todo el bosque, y
en un corto lapso de tiempo, quemaron todo lo que estaba dentro del radio de
unas pocas millas.
Según
el informe de la Alianza Murim— 'El humano demoníaco logró escapar. El único
sobreviviente de ese incidente fue la Espada Meteoro, ya que los demás fueron
reducidos a cenizas.'
****************
"Duelo."
Tosí
ante la respuesta de Namgung Bi-ah.
Los
recuerdos que resurgían de la nada y sin mi control siempre eran los que me
hacían sentir la mayor cantidad de náuseas.
¿Por
qué? ¿Por qué de repente recordé ese incidente? ¿Por qué ahora, de todos los
momentos, maldita sea?
No
podía mirar el rostro de Namgung Bi-ah, así que tuve que desviar la mirada de
ella.
Sentí
que perdería el control si la miraba por más tiempo debido a la aterradora
memoria que volvió a surgir.
"...¿No
acabas de ver que acabo de luchar con alguien?"
Acababa
de terminar un duelo contra Yung Pung.
¿No
estaba Namgung Bi-ah viendo eso con los demás?
¿Por
qué estaba pidiendo un duelo justo después de eso?
Tras
mi pregunta, los labios de Namgung Bi-ah formaron un puchero y se puso de mal
humor.
Que
ella hiciera tal cara... era muy raro.
Ni
siquiera podía imaginarla haciendo tal cara en mi vida anterior.
Cada
vez que algo así sucedía, no podía evitar sentir que realmente era diferente a
la Espada Demoníaca en mis recuerdos, pero aún no podía deshacerme del extraño
sentimiento que residía en el rincón de mi corazón cada vez que la veía.
[De
repente te has vuelto tan inconsistente con todo lo que haces, ya quédate con
una cosa de una vez, me está molestando.]
Tus
palabras se vuelven cada vez más duras, Anciano.
[Hmph.]
¿Estaba
enojado porque una persona de su secta fue derrotada, aunque él era quien
quería que lo desafiara?
Nah,
de ninguna manera era tan de mente estrecha, ¿Verdad…?
[...Eres
un pedazo de mierda podrida.]
...No
estaba equivocado, al parecer.
Pero
supongo que realmente era del Monte Hua, ya que todavía se sentía tan parcial
hacia la secta.
[Eso
no importa aquí. Es trabajo del Señor cuidar de sus propios hijos.]
Entonces,
¿Por qué estás tan enojado?
[...Solo
me siento frustrado de que haya sido vencido incluso después de manifestar las
flores de ciruelo. ¡En mis días, yo no era así...!]
...¿Qué
quieres decir con es-?
[Los
niños de hoy en día, sigh... Así no es como se usa esa técnica...]
Decidí
ignorarlo por completo.
Centrando
mi atención en Namgung Bi-ah, hablé.
"¿Estás
así porque aún estás molesta por mi rechazo?"
¿Estaba
siendo tan terca porque rechacé su duelo y acepté el de Yung Pung en su lugar?
Supongo
que tenía razón porque los ojos de Namgung Bi-ah parpadearon levemente cuando
mencioné eso.
"...No
estoy molesta."
Su
voz también temblaba un poco.
"¿De
verdad no lo estás?"
"No
estoy..."
"¿Estás
segura de que no lo estás?"
Entonces,
¿Por qué está evitando mi mirada? ¿Siempre fue capaz de mostrar tantas
emociones en su rostro?
Si
era porque aún era joven, o tal vez porque originalmente era así, era algo que
desconocía.
Pero
había una cosa que me daba curiosidad sobre Namgung Bi-ah, quien seguía
evitando el contacto visual conmigo.
"Señorita
Namgung."
"...¿Hmm?"
"¿Te
gusta la luna?"
Namgung
Bi-ah inclinó la cabeza ante mi pregunta.
Era
comprensible porque era una pregunta muy aleatoria.
Tal
vez lo pensó un poco, respondió mi pregunta después de mover los ojos.
"No
mucho..."
Sonreí
ante su respuesta.
"No
te gustaba la luna, ¿eh?"
Pensé
que la había escuchado decir que sí le gustaba la luna.
Tal
vez no lo dijo en voz alta.
"...?"
Le
hablé a Namgung Bi-ah, que parecía visiblemente confundida por mis murmullos.
"El
duelo... Lo podemos hacer la próxima vez."
"...!"
Los
ojos de Namgung Bi-ah se abrieron con sorpresa ante mis palabras.
¿Está
tan sorprendida de que dijera que lo haríamos la próxima vez?
"...¿Vas
a batirte en duelo conmigo?"
"Solo
si me hablas de manera formal."
"¿Joven
Maestro?"
"...Olvídalo,
haz lo que quieras."
Honestamente,
ya me di por vencido en este punto.
Este
hábito suyo no se corregirá, no importa cuánto lo intente.
Ya
había usado demasiado Qi y probablemente me sentiría cansado hasta los huesos
muy pronto.
Me
controlé un poco, pero era una técnica burda que no estaba destinada a usarse
durante mucho tiempo, y estaba seguro de que pronto me pasara factura.
Probablemente
estaría sufriendo al acostarme.
[Rezo
para tengas parálisis del sueño.]
¿Realmente
no vas a actuar según tu edad? ¿Cómo puede un fantasma rezar para que un
demonio de parálisis del sueño afecte a su anfitrión?
[¿¡Actuar
según mi edad!? ¡Maldito mocoso...!]
De
repente, me dio dolor de cabeza por los constantes gritos del viejo dentro de
mi cabeza.
Mientras
me agarraba la cabeza, Namgung Bi-ah se acercó a mí.
"¿Qué
pasa?"
"Mi
cabeza es está qu-"
Entonces,
la mano de Namgung Bi-ah de repente tocó mi mejilla.
Por
eso, el recuerdo de antes se superpuso con lo que ella me estaba diciendo en
ese momento.
"Está
ardiendo..."
[No
llores.]
Un
sentimiento ominoso me invadió de inmediato al superponerse ambas escenas, lo
que me hizo golpear instintivamente la mano de Namgung Bi-ah.
"...?"
Namgung
Bi-ah siguió mirando repetidamente su mano, que fue apartada. Y mi mano, que la
había apartado, durante un rato.
Había
actuado demasiado impulsivamente con ella.
Solté
una tos falsa y me disculpé por mi mala conducta.
"Lo
siento, solo me sorprendí."
[Ni
siquiera puedes aceptar las cosas que te lanzan gratis.]
Namgung
Bi-ah asintió con la cabeza ante mi disculpa.
Parecía
que estaba diciendo que estaba bien.
"Entonces...
la próxima vez."
Después
de murmurar esas palabras, Namgung Bi-ah se dio la vuelta y se alejó.
¿Era
solo yo o sus pasos parecían indicar que se sentía un poco feliz?
Mientras
la observaba, el Anciano Shin me hizo una pregunta.
[Realmente
no querías hacerlo, pero ¿Qué te hizo cambiar de opinión?]
¿Cuándo
dije que no quería hacerlo?
[Hasta
el momento en que le dijiste que lucharías con ella la próxima vez, e incluso
ahora, te sentías reacio a la idea-]
Parecía
que realmente lo quería con tantas ganas, así que solo dije que sí.
[...Ya
veo. Bueno, si tienes la oportunidad de luchar con ella, contrólate esta vez.]
¿Controlar
qué?
[Cualquier
habilidad bestial que uses, ten más cuidado al usar tu Qi.]
No
pude entender muy bien las palabras del Anciano Shin, pero no parecía estar
bromeando.
[Tuve
que pasar por la molestia de suprimir la bestia porque usaste demasiado de tu
Qi.]
...¿Eh?
[¿Qué
consumiste para tener esta cosa horrible dentro de ti...? ¿¡De verdad quieres
que un viejo sufra así, mocoso!?]
De
todos modos, no estás vivo, ¿De qué estás hablando?
El
Anciano Shin arremetió tras mi respuesta.
No
podía detener su arrebato simplemente tapándome los oídos, así que fue más que
un poco molesto.
De
todas formas, aunque le respondí en tono de broma, parecía que tenía un
problema serio en mis manos.
Que
esa cosa se descontrole cuando uso mucho Qi...
Las
palabras del Anciano Shin fueron una advertencia no deseada.
Ahora
que podía usar libremente mi poder, ¿De repente había un problema dentro de mí?
¿Qué
podría ser?
Si
venía del tesoro o si era algo que ya tenía en mi cuerpo desde el principio,
era algo que desconocía.
Esperaba
que el Anciano Shin estuviera mintiendo, pero ni siquiera de eso... estoy
seguro...
Espero
poder encontrar alguna solución cuando lleguemos al Monte Hua.
Sentía
que no iba a obtener una solución incluso si iba a la Secta del Monte Hua, pero
no tenía exactamente otras opciones.
¿Esto
también es algo que tendré que enfrentar más adelante?
Ya
que no podía hacer nada al respecto en medio de una montaña.
Dejé
que el grupo del Monte Hua se encargara de Yung Pung y volví a mi campamento.
Sentí
que algo era diferente al entrar al campamento, y después de pensarlo un poco,
me di cuenta de que Wi Seol-Ah ya no venía corriendo hacia mí...
"...¿Eh?
¿De verdad se fue a algún lado?"
Obviamente
no era posible que viniera a saludarme todo el tiempo, pero casi siempre lo
hacía en estas situaciones, así que no pude evitar preocuparme un poco.
Entonces,
le pregunté a uno de los sirvientes.
"Seol-Ah
estaba con su abuelo hace un rato."
Me
sentí aliviado al escuchar la respuesta del sirviente.
No
había nada de qué preocuparse cuando estaba con el Venerable de la Espada.
...Supongo
que a partir de mañana viajaremos con Namgung Bi-ah, ¿eh?
[...Tienes
suerte de que ella esté empacan-]
Mientras
pensaba en qué hacer, el Anciano Shin habló.
...Anciano
Shin, después de todo, ¿No eres un taoísta, verdad?
[Maldito
mocoso... ¿Cómo te atreves a decirle eso al ancestro de una secta taoísta?]
No
importa cómo lo mirara, este tipo no debería haberse convertido en el Señor de
la Secta del Monte Hua...
Ni
hablar de que se convirtiera en la Espada Divina del Monte Hua, además de eso.
Eso
sería una vergüenza para las personas de la Secta del Monte Hua que vivían allí
actualmente, así como para las futuras personas del Monte Hua.
[...Sabes
que puedo oírte, ¿Verdad?]
Sí,
por eso lo estoy diciendo. No te preocupes por ello.
[Hahaha,
qué pedazo de mierda eres, sabes.]
Después
de terminar el duelo, el cielo nocturno se oscureció mucho más que antes.
Tenía
que ir a dormir, ya que quedarme despierto más tiempo solo me haría la vida más
difícil mañana.
Me
sentí un poco mal por Yung Pung, ya que sí me pasé un poco en el duelo.
[¿Te
pasaste un poco? ¡¿Lo dices ahora después de quemar todas esas flores?!]
...Sentía
que lo manejaría bien por su cuenta.
Si
algo como esto lo quebraba, de todos modos no habría podido superar su
obstáculo.
Quería
lavarme ya que había sudado mucho durante el duelo, pero me sentía realmente
perezoso, así que simplemente decidí dormir de todos modos.
[...Qué
asqueroso de tu parte dormir en tu estado actual.]
Como
siempre, ignoré por completo las palabras del Anciano Shin.
****************
Wi
Seol-Ah estaba teniendo una conversación con el Venerable de la Espada por
primera vez en mucho tiempo.
Sus
conversaciones usualmente consistían en él narrando historias a Wi Seol-Ah
mientras ella las escuchaba atentamente y disfrutaba cada parte de ellas.
Mientras
estaba a punto de quedarse dormida con los ojos medio cerrados, Wi Seol-Ah de
repente le hizo al Venerable de la Espada una pregunta que había querido
hacerle desde hace tiempo.
"Abuelo."
"¿Hmm?"
"¿Qué
es una prometida?"
"¿HMM?"
El
Venerable de la Espada hizo una cara extraña tras la pregunta de Wi Seol-Ah.
Se
sintió un poco avergonzado de que, aunque había sido indulgente al criarla, ni
siquiera le había enseñado algo tan simple como eso.
No
sabía por qué estaba haciendo una pregunta tan al azar, pero pensó que era solo
otra de sus preguntas curiosas y nada más. Tenía curiosidad por muchas cosas,
como qué sabor tendría un águila o un halcón...
Así
que el Venerable de la Espada tomó la pregunta a la ligera y le respondió a Wi
Seol-Ah.
"Una
prometida es..."
"¡Sí...!"
La
expresión de Wi Seol-Ah se fue oscureciendo más y más mientras escuchaba la
explicación del Venerable de la Espada.
Pero
el Venerable de la Espada no notó su expresión y continuó explicándole a Wi
Seol-Ah sobre su pregunta.
Al
día siguiente,
Wi Seol-Ah dejó de hablarle a Namgung Bi-ah.
¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!
Jajaja Cagaste!!!
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