Capítulo 219: Presagio (6)

Presagio (6)

 

Después de separarme de Gu Jeolyub y el Segundo Anciano, salí a las calles con Wi Seol-Ah.

 

Era porque, por alguna razón, me sentía incómodo quedándome en el clan.

 

La mirada del Mayordomo me molestaba un poco, pero estaría bien.

 

Como pronto me confinarían, pensé que no me dejarían salir del clan, así que me sorprendió que me dejaran ir tan fácilmente.

 

Había pensado en diferentes métodos para salir del clan porque creía que no me permitirían salir, pero ahora esos métodos eran inútiles.

 

"¡Joven Maestro! ¡Allí!"

 

"Esp... ¡Ouch, suelta un poco tus manos!"

 

Caminé por las calles como si fuera arrastrado por Wi Seol-Ah.

 

Como era la primera vez que salíamos en un tiempo, Wi Seol-Ah estaba de muy buen humor, claramente visible por la forma en que me arrastraba como un toro emocionado.

 

Normalmente Muyeon habría venido, pero dijo que estaba entrando en un estado de iluminación, y como pasear por las calles estaba bien, le ordené que no nos siguiera.

 

No es como si necesitara un escolta para algo así.

 

Y si Muyeon estaba obteniendo iluminación, eso era más importante.

 

"¡Brocheta de pollo!"

 

"Sí, sí..."

 

Aunque era la primera vez que salíamos a las calles en un tiempo, solo terminamos comprando comida.

 

...Aunque siempre ha sido así.

 

Me pregunto qué estarán haciendo las otras chicas.

 

Busqué a Namgung Bi-ah y Tang Soyeol antes de salir, pero Namgung Bi-ah se había ido a entrenar, como siempre, y escuché que Tang Soyeol había salido a algún lugar.

 

Ahora que lo pienso, ¿No va a regresar Tang Soyeol?

 

Namgung Bi-ah básicamente vivía en el Clan Gu ahora, pero desde que terminó el Torneo de Dragones y Fénix, Tang Soyeol estaba en una situación en la que debía regresar a Sichuan.

 

...También escuché que recibe muchas cartas.

 

Las cartas enviadas a Tang Soyeol desde el Clan Tang estaban acumuladas.

 

Tang Soyeol obviamente no las estaba leyendo.

 

Mientras Wi Seol-Ah me arrastraba, eché un vistazo a un callejón a mitad de camino.

 

Era el callejón que conducía al Clan Hao.

 

Debo hacerles una visita.

 

Había pasado un tiempo, y tenía que visitarlos para hablar sobre su Señor, pero no estaba en una buena situación en este momento.

 

Por lo tanto, era mejor que simplemente pasara el rato con Wi Seol-Ah por ahora.

 

[Mientras también descuidas tu entrenamiento.]

 

Tendría que hacerlo hasta cansarme pronto de todos modos, así que solo voy a relajarme por un día.

 

[Qué productivo de tu parte.]

 

Gracias por el cumplido.

 

Dejé que las palabras del Anciano Shin entraran por un oído y salieran por el otro.

 

Como siempre.

 

"La tienda de dumplings cerró, ¿eh?"

 

"Joven Maestro... De todas las expresiones que he visto en ti recientemente, pareces más triste ahora."

 

"Esto es un gran problema, ¿Sabes?"

 

"¿Que una tienda de dumplings cierre?"

 

"Sí, es lo mismo que si tu tienda favorita de brochetas de pollo cerrara."

 

Después de escuchar mi respuesta, Wi Seol-Ah puso una expresión horrorizada.

 

"E-Es un gran problema... ese lugar es muy bueno."

 

"Sí, así es como me siento ahora."

 

"...Qué tragedia."

 

"¿Verdad?"

 

La tienda de dumplings a la que iba a menudo cerró.

 

Este fue uno de los eventos más impactantes que sucedieron después de mi regresión.

 

[¿Qué una simple tienda de dumpling cierre es...?]

 

No lo entenderías cuando eras un taoísta que solo comía hierbas.

 

[¡Pedazo de...! El Monte Hua también come carne.]

 

¿Los taoístas comen carne...? Lo sabía, el Monte Hua no era un clan taoísta normal.

 

[¡Tú...!]

 

Descargué mi estrés en el Anciano Shin.

 

El anciano gritaba en mis oídos, pero ya me había acostumbrado a eso.

 

Entonces, no hay nada que pueda comprar antes de regresar.

 

Siempre compraba un montón de bocadillos antes de regresar a casa, pero ya no podía hacerlo.

 

Porque ya no había dumplings.

 

"Supongo que no puedo comprar nada esta ve..."

 

Intenté hablar mientras miraba a Wi Seol-Ah, pero ella estaba mirando en otra dirección.

 

Cuando revisé lo que estaba mirando...

 

"¿Eh? ¿Qué dijiste, Joven Maestro?"

 

"No, nada."

 

"¿A dónde vamos ahora?"

 

Wi Seol-Ah saltó hacia mí, rodeó su brazo con el mío y me arrastró una vez más.

 

En ese momento, eché un vistazo a donde Wi Seol-Ah estaba mirando.

 

"...Oye, ¿Cuál es el punto de preguntar si igual me vas a arrastrar de todas maneras?"

 

"¡Hehe!"

 

"No intentes evadirlo con tus risitas."

 

Debido al astuto comportamiento de Wi Seol-Ah, también me reí involuntariamente.

 

****************

 

Para cuando regresé al clan, ya era de noche.

 

Tan pronto como regresé, fui llamado por el Mayordomo, quien me habló de todo lo que haría en el futuro.

 

Mi confinamiento comenzaría en unos cuatro días.

 

Me dijo que me colocarían en la Cámara de Fuego del Clan Gu, pero eso estaba bien.

 

Debo organizar todo pronto.

 

Ya sea las múltiples energías dentro de mi cuerpo o mi dantian medio, que desbloqueé al alcanzar el Reino Pico, planeaba organizarlas durante este confinamiento.

 

Causé esto, pero al menos sería productivo con ello.

 

Durante mi confinamiento, harían planes para asignarme a un Ejército de Espadachines para que desperdiciara todo un año en el campo de batalla.

 

El responsable de gestionar el campo de batalla, Gu Huibi, la Capitán del Quinto Ejército, estaba actualmente en una sala médica como paciente.

 

Así que pregunté qué sucedería si no se recuperaba en ese tiempo, y me dijeron que si Gu Huibi no podía, el Capitán del Primer Ejército me arrastraría.

 

...Así que están diciendo que no me darán ninguna oportunidad de escapar.

 

Parecía que tendría que ser arrastrado al campo de batalla, pase lo que pase.

 

Qué fastidio.

 

No le temía al campo de batalla, ni tampoco le temía a Gu Huibi en este punto.

 

...Aunque sí le temo un poco a esta última.

 

Cuando fui torturado por Gu Huibi en mi vida pasada, apenas era un artista marcial de Tercer Rango, ni siquiera de Primer Rango, y solo me sentía agotado porque no entrené en absoluto en ese momento, así que mi cuerpo estaba débil.

 

Pero al menos ahora, no estaba en un estado en el que me agotaría por algo así.

 

Es solo que mi instinto no gusta del hecho de que estaría bajo el mando de Gu Huibi.

 

Casi se siente como un instinto grabado en mi cuerpo.

 

Un año, ¿Eh...?

 

Un año en las líneas del frente.

 

Este era un tiempo muy largo, así que tenía que planificar de antemano lo que debía hacer.

 

Ya sea el asunto del Demonio Celestial o el del Palacio Negro.

 

Estaba en una situación en la que no podía dejar que ninguna de esas cosas se escapara, pero tenía que soportar un año completo mientras lidiaba con esos asuntos.

 

¿Tal vez realmente debería escapar?

 

Parecía la mejor opción, sin importar cómo lo mirara.

 

Después de todo, planeaba dejar el clan un día para siempre.

 

Sin embargo...

 

"Tsk..."

 

No podía permitirme irme ahora.

 

Era porque todavía había cosas que necesitaba resolver dentro del clan también.

 

Así es mi vida en resumen.

 

Es extraño que algo se resuelva en una vida donde no sale bien ni una sola cosa.

 

Tap.

 

Mientras filtraba mi Qi a los alrededores, moví mi cuerpo con cuidado.

 

Esperé a que llegara la oscuridad.

 

No puedo creer que no solo tengo que escapar de la cárcel de mi propio clan, sino que también tengo que andar a hurtadillas.

 

Qué broma era esta.

 

El lugar al que me colé con cuidado no era otro que la casa de Gu Huibi.

 

Los miembros del Quinto Ejército estaban de pie alrededor del edificio, vigilando.

 

Y los únicos que tenían permitido entrar eran los parientes de sangre del clan y el Sanador Inmortal, pero tenía que colarme en su casa.

 

Esto era para purificar el Qi Demoníaco que estaba atrapado en el cuerpo de Gu Huibi.

 

Técnicamente, se me permitía entrar por la puerta principal, ya que era un pariente de sangre del clan, pero no quería mostrarles que podía purificar el Qi Demoníaco.

 

Aunque el Sanador Inmortal probablemente ya lo sabe.

 

La energía del Señor del Palacio no era poca, pero esto era fácil.

 

Y esto me hizo tener aún más curiosidad.

 

De cómo y dónde fue que la Reina de la Espada fue envenenada con todo ese Qi Demoníaco.

 

...¿Fue el Demonio Celestial?

 

Tenía muchas dudas para creer eso y aún me faltaban muchas piezas del rompecabezas para llegar a esa conclusión.

 

Así que lo veía más probable que lo hubiera obtenido de algún otro lugar.

 

¿Y si ese era el caso?

 

Por un instante, recordé las cosas que vi en el Abismo en mi vida pasada, pero las borré de inmediato. Porque no creía que ese fuera realmente el caso.

 

Después de haber absorbido todo el Qi Demoníaco del cuerpo de Gu Huibi, rápidamente me levanté.

 

Gu Huibi se despertaría alrededor del amanecer y tenía que irme antes de que eso sucediera.

 

Antes de irme, pensé mientras miraba a Gu Huibi.

 

Si no hubiera hecho esto, entonces ella no habría tenido que sufrir en el campo de batalla.

 

Si no hubiera purificado el Qi Demoníaco dentro de ella, Gu Huibi no habría ido al campo de batalla, y yo habría sido enviado junto con el capitán del Primer Ejército como estaba planeado.

 

Eso podría haber sido más cómodo para mí...

 

Pero no podía dejar que eso pasara.

 

Era una hermana molesta, pero no podía hacerle algo así a Gu Huibi.

 

Porque aunque tuviera una personalidad desagradable, seguía siendo mi hermana después de todo.

 

Ahora que lo pienso, probablemente también debería ver a Gu Yeonseo.

 

Ella era la segunda hija del Clan Gu, y una hermana mayor mía.

 

Nunca llegué a ver a Gu Yeonseo propiamente desde el Día de los Nueve Dragones.

 

La vi desde lejos algunas veces, pero nunca llegué a tener una conversación adecuada con ella porque seguía evitándome.

 

La visitaré algún día para resolver esta relación.

 

Porque no podíamos permitirnos seguir así para siempre.

 

Miré a Gu Huibi, que dormía profundamente, luego me di la vuelta y salí de su casa.

 

Fue difícil colarme, pero salir fue mucho más fácil en comparación con entrar.

 

Mientras ocultaba mi presencia, regresé a mi habitación a pasos rápidos.

 

Si me dormía ahora, mi plan se habría ejecutado a la perfección.

 

"¿Hmm...?"

 

Pero alguien estaba sentado en el suelo junto a mi habitación en ese momento.

 

En medio de esta medianoche, además.

 

Después de comprobar quién era, le hablé.

 

Porque era extraño verla hacer algo así a esa hora.

 

"¿Qué haces ahí?"

 

La que observaba la luz de la luna sentada en el suelo era Wi Seol-Ah.

 

"¿Por qué no estás durmien...?"

 

Me detuve a mitad de mi frase.

 

Debido a la luz de la luna, cuando Wi Seol-Ah se giró, por alguna razón sus ojos parecían dorados por un instante.

 

Por supuesto, debió haber sido un error mío, ya que cuando miré de nuevo, tenía sus pupilas negras normales.

 

¿Estoy tan cansado?

 

Como nunca tuve tiempo para relajarme, parecía que seguía alucinando.

 

"Deberías estar durmiendo a esta hora, ¿Qué haces ahí, tú...?"

 

"¿Y el Joven Maestro?"

 

"Tenía algo que hacer."

 

"Yo también... yo también tenía algo."

 

"¿Qué cosa?"

 

"Ver el sol."

 

"¿Cómo puedes decir que estás viendo el sol en medio de la noche?"

 

Era una noche en la que una nueva luna brillaba intensamente en el cielo.

 

No había forma de que pudiera ver el sol en esta oscura noche.

 

Cuando le pregunté a qué se refería, Wi Seol-Ah respondió con una ligera sonrisa.

 

"Saldrá mañana."

 

"Entonces deberías verlo mañana, ¿Por qué lo buscas ahora?"

 

"Estoy de acuerdo."

 

¿Qué está diciendo?

 

¿También está cansada?

 

Porque jugó en las calles hoy, parecía que tampoco estaba del todo en sus cabales.

 

"Deberías dormir pronto. Puede que el Anciano Wi te regañe si no lo haces, ¿Sabes?"

 

"...Oungh, no sé si quiero eso."

 

"Y Hongwa también te gritaría."

 

"¡Ahh, realmente no quiero eso...!"

 

Después de escuchar mis palabras, Wi Seol-Ah se levantó rápidamente con una expresión horrorizada.

 

Parecía que se dirigía hacia su habitación, pero detuve a Wi Seol-Ah por un momento.

 

"Espera."

 

"¿Eh?"

 

Wi Seol-Ah me miró, preguntándose por qué la había detenido, luego saqué algo de mi bolsillo y lo coloqué en la mano de Wi Seol-Ah.

 

"¿Huh...?"

 

Los ojos de Wi Seol-Ah brillaron cuando miró el objeto que estaba en su mano.

 

Sus ya grandes ojos se abrieron aún más, lo cual me sorprendió de que pudieran abrirse tanto.

 

"¿Esto es...?"

 

"Lo estabas mirando antes, así que pensé que lo necesitabas."

 

"N-No... no es eso..."

 

"Está bien si no lo necesitas, pero úsalo ya que lo compré."

 

El regalo que le di era un accesorio que colgaba del mango de una espada.

 

La mayoría de los espadachines no lo usaban, diciendo que les estorbaba, pero Wi Seol-Ah debería estar bien con ello.

 

"Sea una espada o lo que sea, trabaja duro con ella. Y está bien rendirse si ya no quieres hacerlo."

 

"..."

 

Si al final decidía tomar una espada, quería detenerla, pero creí que era necesario dejarla ser para su futuro.

 

Un punto en el que pudiera protegerse a sí misma.

 

Si al menos tuviera eso, ayudaría a que Wi Seol-Ah tuviera una vida más tranquila.

 

Después de observar los ojos abiertos de Wi Seol-Ah, hablé.

 

"Me voy a dormir. Tú también deberías hacerlo."

 

Después de acariciar brevemente su cabeza, entré a mi habitación.

 

Cuando la puerta se cerró, Wi Seol-Ah, que miraba el accesorio en su mano después de quedarse sola, susurró en voz baja mientras miraba hacia la habitación de Gu Yangcheon.

 

"...Estás equivocado. El sol está perfectamente en el cielo después de todo."

 

Wi Seol-Ah susurró esas palabras...

 

Mientras apretaba el accesorio en sus brazos.


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