Capítulo 276: Generación De Meteoros (5)

Generación De Meteoros (5)

 

Ya era de tarde cuando volví a la posada después de una 'divertida' sesión de sparring con Gu Jeolyub.

 

Sentadas en la cafetería estaban Namgung Bi-ah, a quien no había visto desde que llegamos a Henan, y Moyong Hi-ah, que parecía seguir tan ocupada como siempre.

 

Moyong Hi-ah me dio la bienvenida cuando entré arrastrando a Gu Jeolyub detrás de mí, mientras Namgung Bi-ah me miraba fijamente.

 

"¿Llegaste?"

 

"Sí."

 

"¿El Joven Maestro va a comer también, cierto?"

 

"Tengo algo de hambre, así que bien podría hacerlo."

 

Me senté junto a Namgung Bi-ah, quien llenó una taza vacía de agua para mí tan pronto como me acomodé.

 

La bebí y arrojé a Gu Jeolyub en un rincón cualquiera.

 

Si tenía hambre, ya se levantaría a comer.

 

Mientras tanto, miré alrededor de la posada.

 

"No hay mucha gente aquí, ¿Eh?"

 

Al igual que ayer, parecía que éramos los únicos huéspedes.

 

¿Habrá rentado el lugar completo?

 

"...¿Por qué me miras así?"

 

"Eres la única que gastaría tanto dinero."

 

"No hice nada."

 

Era una suposición racional.

 

Sentía que Moyong Hi-ah era del tipo que rentaría una posada completa.

 

Pero si no fue ella quien lo hizo…

 

"Entonces, ¿Simplemente no hay nadie aquí?"

 

Moyong Hi-ah fue la persona que recomendó esta posada.

 

Dijo que era una posada bastante conocida y que, dado que todos éramos de clanes nobles, no sería difícil conseguir habitaciones.

 

Para ser sincero, probablemente no sería tan difícil para Moyong Hi-ah rentar todo el lugar si quisiera.

 

Es bastante extraño, debería haber más personas aquí a esta hora.

 

Debe haber alguna razón, pero dado que el examen de ingreso a la Academia del Dragón Celestial comenzaría pronto, definitivamente debería haber más gente.

 

Se sentía extraño ver el lugar tan vacío.

 

Mientras charlábamos entre nosotros mientras esperábamos la comida, Namgung Bi-ah, que estaba sirviéndome té o agua…

 

"...Oh."

 

De repente miró hacia la puerta y abrió los ojos de par en par.

 

"¿Hmm? ¿Qué pasa–?"

 

Justo cuando estaba a punto de preguntarle qué ocurría, también sentí la presencia de alguien.

 

Era un grupo de personas, pero una presencia se me hacía bastante familiar.

 

A medida que la presencia se acercaba a la posada…

 

¡Slam!

 

"¡Joven Maestrooooo!"

 

Alguien abrió la puerta de golpe y entró corriendo junto con la brisa invernal.

 

"¡Joven Maestrooooo!"

 

Tan pronto como me encontró, la persona de voz alegre y vivaz corrió hacia mí.

 

Parecía que iba a lanzarse directo a mis brazos si Moyong Hi-ah y Namgung Bi-ah no la hubieran detenido.

 

"¡Agh!"

 

La Señorita, que terminó en los brazos de Namgung Bi-ah sin querer, me miró con expresión insatisfecha, pero ellas seguían bloqueándola.

 

Entonces, Moyong Hi-ah habló mientras miraba a la recién llegada.

 

"¿Cómo puede una Señorita como tú intentar abrazarlo? Contrólate."

 

Moyong Hi-ah suspiró y abrió su abanico, y la Señorita le respondió enojada a Namgung Bi-ah, que la estaba abrazando.

 

"Hermana, aunque ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, ¿De verdad vas a ser tan cruel?"

 

"Aun así... no."

 

"...Tan cruel."

 

Sus ojos verdes se veían más intensos que antes, y su cabello verde oscuro, que antes le llegaba a los hombros, ahora le alcanzaba el pecho.

 

Entonces, cuando la Señorita se cruzó con mi mirada, se sonrojó y me sonrió brillantemente.

 

"Joven Maestro... Ha pasado un tiempo. ¡Tenía muchas ganas de verte!"

 

"...Eh, sí. En efecto, ha pasado un tiempo."

 

Casi di un paso atrás debido a la brillante y densa emoción que mostraba.

 

Viéndose un poco más alta y mucho más madura en comparación con la última vez, ella era el tesoro del Rey del Veneno, la hija preciada del Clan Tang de Sichuan, la Fénix del Veneno, Tang Soyeol.

 

Había pasado poco más de un año desde la última vez que nos vimos.

 

Comparada con la última vez que vi a Tang Soyeol…

 

Había crecido.

 

Eso fue lo que pensé.

 

Fue un análisis breve, pero como dije, Tang Soyeol parecía mucho más madura que antes.

 

Y dado que era mayor que yo, era así también en aquel entonces, pero ahora se veía como una adulta hecha y derecha.

 

Quizás se debía a que había dejado crecer su cabello.

 

También, por lo alegre que era, Tang Soyeol era alguien agradable de recibir.

 

Después de acercarse sigilosamente a mí, Tang Soyeol me hizo una pregunta.

 

"¿Leíste todas las cartas que te envié?"

 

"Las leí todas."

 

"¿Oh, de verdad?"

 

Tang Soyeol abrió los ojos con sorpresa, como si estuviera conmovida.

 

Era divertido ver cómo sus ojos, que ya eran grandes, se hacían aún más grandes.

 

"Entonces, ¿Por qué no respondiste...?"

 

Oh.

 

Al oír a Tang Soyeol, solo pude tragar saliva nerviosamente.

 

Fue porque lo olvidé.

 

"¿No… respondí ocasionalmente?"

 

"No lo hiciste."

 

"Lo siento."

 

Tang Soyeol habló con un tono raro de seriedad.

 

Podría ser comprensible si no respondí mientras estaba en el frente de batalla debido a las diversas dificultades, pero no tenía excusa para no haberle respondido una vez que regresé a mi clan.

 

Me sentí un poco mal por Tang Soyeol al ver su expresión alegre convertirse en una algo decepcionada.

 

"Comida, sí. ¿Ya comiste?"

 

"¿No?"

 

"Eso es bueno, comamos primero."

 

Tang Soyeol suspiró al notar mi intención de cambiar de tema rápidamente.

 

"...Pero ya que he podido verte de nuevo."

 

No dijo nada más y se sentó con una sonrisa.

 

Justo cuando Tang Soyeol estaba a punto de sentarse, parecía que recordaba algo y cuidadosamente mencionó el tema mientras me miraba.

 

"Ah, Joven Maestro."

 

"¿Hmm?"

 

"Lamento molestar, pero tengo un grupo conmigo… ¿Pueden acompañarnos también?"

 

"¿Un grupo? ¿Quién?"

 

¿Gente que viajaba con Tang Soyeol?

 

Aunque me resultaba extraño, era algo comprensible.

 

Claro, no es como si fuera Namgung Bi-ah.

 

Tang Soyeol parecía lo suficientemente noble y era bastante sociable, aunque no tanto como Moyong Hi-ah, así que era comprensible que viajara en grupo, pero aun así se sentía un poco aleatorio.

 

"Ah, los conocí en el camino aquí y terminamos viajando juntos. Llegarán pronto."

 

"¿Los conozco?"

 

Por la expresión de Tang Soyeol, parecía que también los conocía, pero luego reaccionó de una forma algo extraña.

 

"¿N…o? ¿Quizás no? Siento que podrías conocerlos… pero, siendo tú, también es posible que no."

 

"¿Qué se supone que significa eso?"

 

Me preguntaba qué tontería estaba diciendo.

 

¿Qué quería decir con que podría conocerlos o no?

 

Estaba a punto de sonreír al oír sus palabras juguetonas…

 

"...!"

 

Pero eso solo duró un instante, porque todos los nervios de mi cuerpo se tensaron por la presencia que sentí al otro lado de la puerta.

 

"Sobre eso..."

 

Tang Soyeol intentó explicarse, pero eso no era lo importante en este momento.

 

Ni una sola palabra de las que dijo llegó a mis oídos.

 

...No puede ser.

 

Poniendo toda mi atención en mis ojos, miré hacia la puerta.

 

Thump.

 

Thump.

 

Mi cuerpo temblaba con un fuerte sonido de latidos, como si mi corazón me dijera que estaba nervioso.

 

Creak.

 

Vi a alguien entrar mientras la puerta de la posada se abría lentamente.

 

Step-

 

Su complexión no era grande y el sonido de sus pasos eran tan suaves como un susurro, pero para mis oídos, sonaban demasiado fuerte.

 

Era un artista marcial, que parecía tener una edad similar a la del Dragón del Agua, con cabello negro oscuro y vestido con un atuendo negro, pero eso no era todo.

 

A pesar de su juventud, era imposible leer la mente de esa persona.

 

El hombre dio un paso adentro y nuestras miradas se encontraron.

 

…Mierda.

 

Una maldición escapó naturalmente de mi boca cuando mis ojos se encontraron con sus pupilas negras, apagadas y sin vida.

 

Eran los horripilantes ojos que había visto en mi vida pasada.

 

Y parecía que él también me había notado, porque continuó manteniendo el contacto visual.

 

Era aterrador.

 

Tuve que evitar que el sudor frío brotara mientras la tensión subía desde mi espalda hasta mi cuello y, eventualmente, hasta la cabeza.

 

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que nos vimos?

 

No había pasado tanto tiempo, pero se sentía como una eternidad.

 

Justo cuando estaba a punto de dejar de respirar debido a los nervios…

 

Ugh… hermano! ¿Por qué te quedas ahí parado sin entrar?"

 

Al escuchar la voz de una chica detrás de él, el hombre de negro giró la cabeza.

 

"En serio… al menos debemos mostrarle a la Hermana Tang nuestro agradecimiento."

 

Una linda chica, con el mismo atuendo negro que el joven, lo empujó con el ceño fruncido.

 

Aunque, realmente no lo empujó.

 

"Ah, ya llegaron. Son ellos."

 

Empecé a toser al escuchar hablar a Tang Soyeol con un tono brillante.

 

"…¿Son ellos?"

 

"Así es. Supongo que el Joven Maestro también sabe quiénes son, ¿Verdad?"

 

"…"

 

Lo sabía, claro.

 

Y especialmente conocía demasiado bien a ese hombre de negro.

 

Él casi me mató, ¿Cómo podría no conocerlo?

 

Mientras la chica tiraba del joven hacia nosotros, su mirada se dirigió nuevamente hacia mí.

 

No sabía lo que estaba pensando, pero cuando pensaba en lo que escondían esos ojos, tenía que disimular mi terror.

 

Maldita sea…

 

No pensé que realmente nos encontraríamos.

 

No, sabía que eventualmente nos encontraríamos, pero no esperaba encontrarlo aquí.

 

No sabía que vendría a la Academia del Dragón Celestial.

 

Era el Joven Prodigio que en este momento era llamado el Guerrero Dragón.

 

El Guerrero Dragón, Bi Eejin.

 

Estaba fingiendo ser un Joven Prodigio con ese cuerpo joven, pero yo conocía su verdadera identidad.

 

Era el monstruo que llevaba la máscara de un pequeño dragón.

 

Uno de los Tres Venerables Celestiales de las Llanuras Centrales, quien también era conocido como el pináculo en el arte del combate cuerpo a cuerpo.

 

Y antes de que apareciera el Demonio Celestial, era uno de los más fuertes en las Llanuras Centrales, alguien que barría un ejército entero de Humanos Demoníacos con un solo golpe de su puño.

 

El Señor del Oeste, Bijuu el Venerable Deshonrado.

 

El aterrador hombre que había dicho que vendría a verme algún día, ahora estaba parado frente a mí.

 

******************

 

Chirp– Chirp.

 

El sonido de los pájaros cantando se podía escuchar desde el bosque.

 

En un sendero del bosque que conducía a Henan, había una persona sentada junto al río mientras los pájaros cantaban.

 

Su rostro no era visible ya que estaba completamente cubierto, pero al juzgar por la forma de su cuerpo, era fácil ver que era una señorita.

 

La Señorita recogió su espada después de saciar su sed bebiendo el agua fría del río y comenzó a avanzar nuevamente.

 

El áspero viento frío de invierno continuaba soplando, pero debido a la cálida emoción que burbujeaba en su interior, no sentía frío.

 

Un poco más.

 

Solo un poco más, y lo alcanzaría.

 

Por eso no sentía frío.

 

Eso era lo que la Señorita creía.

 

Sabía que era un pensamiento extraño, pero no le importaba.

 

Lo importante era que el hombre que deseaba ver estaba dentro del palacio que podía ver a lo lejos.

 

Mientras la Señorita continuaba caminando con pasos ligeros, sacó un pequeño amuleto de su bolsillo y tomó algo de él.

 

Era un jade negro del tamaño de una uña.

 

Luego lo puso en su boca y lo tragó.

 

El Sanador Inmortal le dijo que podía masticarlo, pero no lo hizo debido a lo amargo que era.

 

No importaba cuánto tiempo hubiera pasado, la Señorita odiaba las cosas amargas y amaba las cosas dulces.

 

Aunque hacía tiempo que no disfrutaba de algo dulce, ya que no era el Yakgwa (Galleta) que él siempre le había dado.

 

Después de tomarlo…

 

Step.

 

La Señorita continuó con su viaje.

 

Mientras la Señorita caminaba a través de la brisa áspera pero refrescante…

 

"…"

 

Miró hacia el bosque.

 

Sus brillantes ojos dorados parecían estar buscando algo.

 

Observó a lo lejos por un momento.

 

Shing.

 

Luego, la Señorita de repente desenvainó su espada.

 

Entonces…

 

Swish–

 

Con un movimiento fluido, dibujó una línea en el aire con su espada.

 

Su color era tenue, pero definitivamente era una luz dorada.

 

Entonces…

 

¡Snap–!

 

Se escuchó el sonido de algo cayendo de los árboles.

 

Step–

 

La Señorita caminó hacia la dirección de ese sonido.

 

Y allí…

 

¡Cough–! ¡Huff–!

 

Había un hombre en el suelo, luchando por respirar.

 

A pesar de la aparición repentina del hombre, los ojos de la Señorita estaban tranquilos, como si estuviera consciente de su presencia.

 

No, más que tranquilos, sus ojos parecían fríos.

 

"¿Quién eres?"

 

La Señorita sostuvo su espada contra el cuello del hombre y preguntó.

 

Su voz era clara, sin intención de matar, pero lo mismo no se podía decir del aura que se elevaba desde sus hombros.

 

Cuando el hombre vio su aura, apenas logró dejar de toser y respondió apresuradamente.

 

"Ku-Kunlun. ¡N-No, vengo de la Academia del Dragón Celestial!"

 

Al escuchar al hombre, Jo Wiseok, la Señorita puso una expresión extraña…

 

Shing– Click.

 

Luego envainó su espada.

 

"Academia del Dragón Celestial…"

 

Con esas palabras en mente, la Señorita cerró los ojos.

 

Entonces, finalmente sintió que su largo, aunque corto viaje, había llegado a su fin.

 

Mientras tenía los ojos cerrados, solo había un pensamiento en su mente.

 

Deseaba verlo lo antes posible.


¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!

Comentarios