Generación De Meteoros (5)
Ya
era de tarde cuando volví a la posada después de una 'divertida' sesión de
sparring con Gu Jeolyub.
Sentadas
en la cafetería estaban Namgung Bi-ah, a quien no había visto desde que
llegamos a Henan, y Moyong Hi-ah, que parecía seguir tan ocupada como siempre.
Moyong
Hi-ah me dio la bienvenida cuando entré arrastrando a Gu Jeolyub detrás de mí,
mientras Namgung Bi-ah me miraba fijamente.
"¿Llegaste?"
"Sí."
"¿El
Joven Maestro va a comer también, cierto?"
"Tengo
algo de hambre, así que bien podría hacerlo."
Me
senté junto a Namgung Bi-ah, quien llenó una taza vacía de agua para mí tan
pronto como me acomodé.
La
bebí y arrojé a Gu Jeolyub en un rincón cualquiera.
Si
tenía hambre, ya se levantaría a comer.
Mientras
tanto, miré alrededor de la posada.
"No
hay mucha gente aquí, ¿Eh?"
Al
igual que ayer, parecía que éramos los únicos huéspedes.
¿Habrá
rentado el lugar completo?
"...¿Por
qué me miras así?"
"Eres
la única que gastaría tanto dinero."
"No
hice nada."
Era
una suposición racional.
Sentía
que Moyong Hi-ah era del tipo que rentaría una posada completa.
Pero
si no fue ella quien lo hizo…
"Entonces,
¿Simplemente no hay nadie aquí?"
Moyong
Hi-ah fue la persona que recomendó esta posada.
Dijo
que era una posada bastante conocida y que, dado que todos éramos de clanes
nobles, no sería difícil conseguir habitaciones.
Para
ser sincero, probablemente no sería tan difícil para Moyong Hi-ah rentar todo
el lugar si quisiera.
Es
bastante extraño, debería haber más personas aquí a esta hora.
Debe
haber alguna razón, pero dado que el examen de ingreso a la Academia del Dragón
Celestial comenzaría pronto, definitivamente debería haber más gente.
Se
sentía extraño ver el lugar tan vacío.
Mientras
charlábamos entre nosotros mientras esperábamos la comida, Namgung Bi-ah, que
estaba sirviéndome té o agua…
"...Oh."
De
repente miró hacia la puerta y abrió los ojos de par en par.
"¿Hmm?
¿Qué pasa–?"
Justo
cuando estaba a punto de preguntarle qué ocurría, también sentí la presencia de
alguien.
Era
un grupo de personas, pero una presencia se me hacía bastante familiar.
A
medida que la presencia se acercaba a la posada…
¡Slam!
"¡Joven
Maestrooooo!"
Alguien
abrió la puerta de golpe y entró corriendo junto con la brisa invernal.
"¡Joven
Maestrooooo!"
Tan
pronto como me encontró, la persona de voz alegre y vivaz corrió hacia mí.
Parecía
que iba a lanzarse directo a mis brazos si Moyong Hi-ah y Namgung Bi-ah no la
hubieran detenido.
"¡Agh!"
La
Señorita, que terminó en los brazos de Namgung Bi-ah sin querer, me miró con
expresión insatisfecha, pero ellas seguían bloqueándola.
Entonces,
Moyong Hi-ah habló mientras miraba a la recién llegada.
"¿Cómo
puede una Señorita como tú intentar abrazarlo? Contrólate."
Moyong
Hi-ah suspiró y abrió su abanico, y la Señorita le respondió enojada a Namgung
Bi-ah, que la estaba abrazando.
"Hermana,
aunque ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, ¿De verdad vas a ser
tan cruel?"
"Aun
así... no."
"...Tan
cruel."
Sus
ojos verdes se veían más intensos que antes, y su cabello verde oscuro, que
antes le llegaba a los hombros, ahora le alcanzaba el pecho.
Entonces,
cuando la Señorita se cruzó con mi mirada, se sonrojó y me sonrió
brillantemente.
"Joven
Maestro... Ha pasado un tiempo. ¡Tenía muchas ganas de verte!"
"...Eh,
sí. En efecto, ha pasado un tiempo."
Casi
di un paso atrás debido a la brillante y densa emoción que mostraba.
Viéndose
un poco más alta y mucho más madura en comparación con la última vez, ella era
el tesoro del Rey del Veneno, la hija preciada del Clan Tang de Sichuan, la
Fénix del Veneno, Tang Soyeol.
Había
pasado poco más de un año desde la última vez que nos vimos.
Comparada
con la última vez que vi a Tang Soyeol…
Había
crecido.
Eso
fue lo que pensé.
Fue
un análisis breve, pero como dije, Tang Soyeol parecía mucho más madura que
antes.
Y
dado que era mayor que yo, era así también en aquel entonces, pero ahora se
veía como una adulta hecha y derecha.
Quizás
se debía a que había dejado crecer su cabello.
También,
por lo alegre que era, Tang Soyeol era alguien agradable de recibir.
Después
de acercarse sigilosamente a mí, Tang Soyeol me hizo una pregunta.
"¿Leíste
todas las cartas que te envié?"
"Las
leí todas."
"¿Oh,
de verdad?"
Tang
Soyeol abrió los ojos con sorpresa, como si estuviera conmovida.
Era
divertido ver cómo sus ojos, que ya eran grandes, se hacían aún más grandes.
"Entonces,
¿Por qué no respondiste...?"
Oh.
Al
oír a Tang Soyeol, solo pude tragar saliva nerviosamente.
Fue
porque lo olvidé.
"¿No…
respondí ocasionalmente?"
"No
lo hiciste."
"Lo
siento."
Tang
Soyeol habló con un tono raro de seriedad.
Podría
ser comprensible si no respondí mientras estaba en el frente de batalla debido
a las diversas dificultades, pero no tenía excusa para no haberle respondido
una vez que regresé a mi clan.
Me
sentí un poco mal por Tang Soyeol al ver su expresión alegre convertirse en una
algo decepcionada.
"Comida,
sí. ¿Ya comiste?"
"¿No?"
"Eso
es bueno, comamos primero."
Tang
Soyeol suspiró al notar mi intención de cambiar de tema rápidamente.
"...Pero
ya que he podido verte de nuevo."
No
dijo nada más y se sentó con una sonrisa.
Justo
cuando Tang Soyeol estaba a punto de sentarse, parecía que recordaba algo y
cuidadosamente mencionó el tema mientras me miraba.
"Ah,
Joven Maestro."
"¿Hmm?"
"Lamento
molestar, pero tengo un grupo conmigo… ¿Pueden acompañarnos también?"
"¿Un
grupo? ¿Quién?"
¿Gente
que viajaba con Tang Soyeol?
Aunque
me resultaba extraño, era algo comprensible.
Claro,
no es como si fuera Namgung Bi-ah.
Tang
Soyeol parecía lo suficientemente noble y era bastante sociable, aunque no
tanto como Moyong Hi-ah, así que era comprensible que viajara en grupo, pero
aun así se sentía un poco aleatorio.
"Ah,
los conocí en el camino aquí y terminamos viajando juntos. Llegarán
pronto."
"¿Los
conozco?"
Por
la expresión de Tang Soyeol, parecía que también los conocía, pero luego
reaccionó de una forma algo extraña.
"¿N…o?
¿Quizás no? Siento que podrías conocerlos… pero, siendo tú, también es posible
que no."
"¿Qué
se supone que significa eso?"
Me
preguntaba qué tontería estaba diciendo.
¿Qué
quería decir con que podría conocerlos o no?
Estaba
a punto de sonreír al oír sus palabras juguetonas…
"...!"
Pero
eso solo duró un instante, porque todos los nervios de mi cuerpo se tensaron
por la presencia que sentí al otro lado de la puerta.
"Sobre
eso..."
Tang
Soyeol intentó explicarse, pero eso no era lo importante en este momento.
Ni
una sola palabra de las que dijo llegó a mis oídos.
...No
puede ser.
Poniendo
toda mi atención en mis ojos, miré hacia la puerta.
Thump.
Thump.
Mi
cuerpo temblaba con un fuerte sonido de latidos, como si mi corazón me dijera
que estaba nervioso.
Creak.
Vi
a alguien entrar mientras la puerta de la posada se abría lentamente.
Step-
Su
complexión no era grande y el sonido de sus pasos eran tan suaves como un
susurro, pero para mis oídos, sonaban demasiado fuerte.
Era
un artista marcial, que parecía tener una edad similar a la del Dragón del
Agua, con cabello negro oscuro y vestido con un atuendo negro, pero eso no era
todo.
A
pesar de su juventud, era imposible leer la mente de esa persona.
El
hombre dio un paso adentro y nuestras miradas se encontraron.
…Mierda.
Una
maldición escapó naturalmente de mi boca cuando mis ojos se encontraron con sus
pupilas negras, apagadas y sin vida.
Eran
los horripilantes ojos que había visto en mi vida pasada.
Y
parecía que él también me había notado, porque continuó manteniendo el contacto
visual.
Era
aterrador.
Tuve
que evitar que el sudor frío brotara mientras la tensión subía desde mi espalda
hasta mi cuello y, eventualmente, hasta la cabeza.
¿Cuánto
tiempo había pasado desde la última vez que nos vimos?
No
había pasado tanto tiempo, pero se sentía como una eternidad.
Justo
cuando estaba a punto de dejar de respirar debido a los nervios…
"¡Ugh…
hermano! ¿Por qué te quedas ahí parado sin entrar?"
Al
escuchar la voz de una chica detrás de él, el hombre de negro giró la cabeza.
"En
serio… al menos debemos mostrarle a la Hermana Tang nuestro
agradecimiento."
Una
linda chica, con el mismo atuendo negro que el joven, lo empujó con el ceño
fruncido.
Aunque,
realmente no lo empujó.
"Ah,
ya llegaron. Son ellos."
Empecé
a toser al escuchar hablar a Tang Soyeol con un tono brillante.
"…¿Son
ellos?"
"Así
es. Supongo que el Joven Maestro también sabe quiénes son, ¿Verdad?"
"…"
Lo
sabía, claro.
Y
especialmente conocía demasiado bien a ese hombre de negro.
Él
casi me mató, ¿Cómo podría no conocerlo?
Mientras
la chica tiraba del joven hacia nosotros, su mirada se dirigió nuevamente hacia
mí.
No
sabía lo que estaba pensando, pero cuando pensaba en lo que escondían esos
ojos, tenía que disimular mi terror.
Maldita
sea…
No
pensé que realmente nos encontraríamos.
No,
sabía que eventualmente nos encontraríamos, pero no esperaba encontrarlo aquí.
No
sabía que vendría a la Academia del Dragón Celestial.
Era
el Joven Prodigio que en este momento era llamado el Guerrero Dragón.
El
Guerrero Dragón, Bi Eejin.
Estaba
fingiendo ser un Joven Prodigio con ese cuerpo joven, pero yo conocía su
verdadera identidad.
Era
el monstruo que llevaba la máscara de un pequeño dragón.
Uno
de los Tres Venerables Celestiales de las Llanuras Centrales, quien también era
conocido como el pináculo en el arte del combate cuerpo a cuerpo.
Y
antes de que apareciera el Demonio Celestial, era uno de los más fuertes en las
Llanuras Centrales, alguien que barría un ejército entero de Humanos Demoníacos
con un solo golpe de su puño.
El Señor del Oeste, Bijuu el Venerable Deshonrado.
El
aterrador hombre que había dicho que vendría a verme algún día, ahora estaba
parado frente a mí.
******************
Chirp–
Chirp.
El
sonido de los pájaros cantando se podía escuchar desde el bosque.
En
un sendero del bosque que conducía a Henan, había una persona sentada junto al
río mientras los pájaros cantaban.
Su
rostro no era visible ya que estaba completamente cubierto, pero al juzgar por
la forma de su cuerpo, era fácil ver que era una señorita.
La
Señorita recogió su espada después de saciar su sed bebiendo el agua fría del
río y comenzó a avanzar nuevamente.
El
áspero viento frío de invierno continuaba soplando, pero debido a la cálida
emoción que burbujeaba en su interior, no sentía frío.
Un
poco más.
Solo
un poco más, y lo alcanzaría.
Por
eso no sentía frío.
Eso
era lo que la Señorita creía.
Sabía
que era un pensamiento extraño, pero no le importaba.
Lo
importante era que el hombre que deseaba ver estaba dentro del palacio que
podía ver a lo lejos.
Mientras
la Señorita continuaba caminando con pasos ligeros, sacó un pequeño amuleto de
su bolsillo y tomó algo de él.
Era
un jade negro del tamaño de una uña.
Luego
lo puso en su boca y lo tragó.
El
Sanador Inmortal le dijo que podía masticarlo, pero no lo hizo debido a lo
amargo que era.
No
importaba cuánto tiempo hubiera pasado, la Señorita odiaba las cosas amargas y
amaba las cosas dulces.
Aunque
hacía tiempo que no disfrutaba de algo dulce, ya que no era el Yakgwa (Galleta)
que él siempre le había dado.
Después
de tomarlo…
Step.
La
Señorita continuó con su viaje.
Mientras
la Señorita caminaba a través de la brisa áspera pero refrescante…
"…"
Miró
hacia el bosque.
Sus
brillantes ojos dorados parecían estar buscando algo.
Observó
a lo lejos por un momento.
Shing.
Luego,
la Señorita de repente desenvainó su espada.
Entonces…
Swish–
Con
un movimiento fluido, dibujó una línea en el aire con su espada.
Su
color era tenue, pero definitivamente era una luz dorada.
Entonces…
¡Snap–!
Se
escuchó el sonido de algo cayendo de los árboles.
Step–
La
Señorita caminó hacia la dirección de ese sonido.
Y
allí…
¡Cough–!
¡Huff–!
Había
un hombre en el suelo, luchando por respirar.
A
pesar de la aparición repentina del hombre, los ojos de la Señorita estaban
tranquilos, como si estuviera consciente de su presencia.
No,
más que tranquilos, sus ojos parecían fríos.
"¿Quién
eres?"
La
Señorita sostuvo su espada contra el cuello del hombre y preguntó.
Su
voz era clara, sin intención de matar, pero lo mismo no se podía decir del aura
que se elevaba desde sus hombros.
Cuando
el hombre vio su aura, apenas logró dejar de toser y respondió apresuradamente.
"Ku-Kunlun.
¡N-No, vengo de la Academia del Dragón Celestial!"
Al
escuchar al hombre, Jo Wiseok, la Señorita puso una expresión extraña…
Shing–
Click.
Luego
envainó su espada.
"Academia
del Dragón Celestial…"
Con
esas palabras en mente, la Señorita cerró los ojos.
Entonces,
finalmente sintió que su largo, aunque corto viaje, había llegado a su fin.
Mientras
tenía los ojos cerrados, solo había un pensamiento en su mente.
Deseaba verlo lo antes posible.
¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!
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