Inquebrantable (1)
¡Slam…!
¡Slam…!
En
la madrugada, cuando el aroma de la medianoche aún persistía, un monstruoso
sonido resonaba repetidamente en una sala de entrenamiento lo suficientemente
grande como para albergar a decenas de personas.
Además,
los estudiantes que observaban desde el fondo llevaban expresiones de horror en
sus rostros.
¡Slam!
El
enorme cuerpo de Pe Woocheol golpeaba el suelo con una serie de estruendos
pesados.
Cada
vez que caía, se levantaba una nube de polvo, provocada por el puro peso de su
cuerpo.
Y
no era solo el polvo.
Los
estudiantes se quedaban sin palabras, abrumados por el denso Qi que llenaba la
sala.
Pe
Woocheol trataba de levantarse rápidamente, pero antes de que pudiera hacerlo,
una mano apareció en su campo de visión.
Esa
mano presionó su frente, obligándolo a perder el equilibrio una vez más.
"¡Ugh!"
Fue
un movimiento simple.
Incluso
sin usar mucha fuerza, su oponente lo enviaba fácilmente de regreso al suelo.
"Si
solo vas a seguir cayendo, mejor quédate ahí."
Ante
esas palabras, Pe Woocheol se quedó acostado en el suelo.
Parecía
que su resistencia había llegado a su límite.
"Huff…
Huff…"
"Comenzaste
calculando tus movimientos, pero a mitad del camino te volviste imprudente. Es
como si estuvieras rogando que te golpeara. Puede que tu cuerpo sea tan grande
como una montaña, pero se siente como si estuviera golpeando tofu."
Seguía
siendo tan cruel como siempre.
Incluso
los espectadores se estremecieron ante sus palabras.
¿Había
alguien que pudiera superar a Pe Woocheol en lo verbal, considerando su notoria
mala actitud?
Probablemente
no.
Y
aunque lo hubiera, no serían tan aterrador como el quien lo estaba destrozando
en ese momento.
"Pe
Woocheol… está siendo arrojado por todos lados como un juguete."
"Desgarró
el Qi de Pe Woocheol con las manos… ¿Cómo es siquiera posible hacer algo
así?"
Los
estudiantes observaban atónitos.
Tenía
sentido—el oponente de Pe Woocheol apenas tenía la mitad de su tamaño y era más
joven que muchos de los otros estudiantes de la Academia del Dragón Celestial,
pero estaba jugando con él.
Sin
embargo, sus talentos y fuerza marcial eran tan conocidos que nadie estaba
realmente sorprendido.
Uno
de los estudiantes que observaba susurró:
"…El
Dragón Verdadero destroza a las personas."
Justo
cuando todos estaban a punto de asentir en acuerdo,
"¡No
lo hago, malditos bastardos!"
"¡Eek!"
El
Dragón Verdadero gritó al escuchar el susurro.
Aparentemente,
también tenía un oído muy agudo.
Mientras
los estudiantes se alejaban apresuradamente de su grito, el Dragón Verdadero
suspiró profundamente.
"…Por
eso no vengo aquí a menudo."
Especialmente
en días sin entrenamientos matutinos.
Los
artistas marciales estaban obligados a entrenar por sí mismos si no había
entrenamientos grupales.
Días
como este siempre atraían a todos a la sala de entrenamiento.
No
estaba seguro de por qué me estaba molestando con este grandulón.
Me
rasqué la cabeza, mirando a Pe Woocheol.
¿Quizás
ha mejorado?
Al
menos Pe Woocheol tenía perseverancia.
Era
mejor que ese imbécil que estaba tirado en la esquina.
Ese
imbécil no era otro que Gu Jeolyub.
"Haha…"
Frente
a él estaba alguien sonriendo torpemente.
Los
estudiantes podrían estar aquí por mí, pero era más probable que estuvieran por
ese bastardo atractivo de allá.
El
que estaba parado sobre Gu Jeolyub era el mayor prodigio del Monte Hua, el
genio que ganó el título de Dragón de la Espada, superando incluso al Clan
Namgung y a la Secta Wudang.
El
Dragón de la Espada, Yung Pung.
Mirando
a Gu Jeolyub, Yung Pung preguntó torpemente,
"…¿Qué
hacemos con el Joven Experto Gu?"
"¿Qué
quieres decir con 'qué hacemos'? Déjalo ahí. Ugh, no puedo mostrar mi cara en
ningún lado por lo vergonzoso que es."
Me
sentí avergonzado de compartir el mismo apellido que él.
¡Rogó
tanto, pero solo le tomó un golpe…!
La
razón por la que Gu Jeolyub quedó inconsciente sin esfuerzo fue porque fue
noqueado de un solo golpe por Yung Pung en un combate.
Sí,
solo un golpe.
Ni
siquiera pudo soportar eso.
"Ugh…"
Solo
mirarlo en ese estado patético me hacía querer esconder mi cara.
Yung
Pung era indudablemente uno de los mayores genios de nuestra generación, pero
Gu Jeolyub no era tan débil como para perder de una manera tan lamentable.
Lo
hice trabajar tanto, ¡Y aún así cayó con un solo golpe!
"Haha…
Él, uh… debió estar nervioso."
"…¿Aún
quieres justificarlo?"
"Debió
haber una razón, ¿Sabes?"
"La
razón es simple. Perdió porque es débil."
Intenta
poner excusas así en una batalla real.
Ya
estarías diciendo eso con la cabeza cortada.
"Sigh."
Más
que nada, me sentí un poco culpable con Yung Pung.
Él
vino a mí para entrenar, pero lo dejé con Gu Jeolyub en su lugar.
"Lo
siento, Maestro Yung Pung."
"No
hay problema en absoluto. Estoy bien con ello, ya que fue una
experiencia."
Yung
Pung no tenía su arrogancia como la última vez.
A
pesar de su orgullo y naturaleza competitiva, logró mantener su ego bajo
control.
…Qué
gran mente tiene.
Había
soportado el brutal entrenamiento del Monte Hua mientras agudizaba su
disciplina mental, elevando su fuerza mucho más allá de lo que había imaginado
desde la última vez.
Ahora
estaba en la cima del Reino Pico.
Es
muy diferente de mi vida pasada.
En
ese entonces, no sabía mucho sobre él, pero había escuchado que luchó en el
Reino Pico durante mucho tiempo.
Ese
pensamiento dejó un sabor amargo en mi boca.
…Solo
le mostré una cosa.
Le
di unos golpes porque no me gustaba su arrogancia, pero usó eso como punto de
partida para convertirse en quien es ahora.
Mientras
tanto, algunas personas han luchado interminablemente solo para llegar a este
punto.
A
este ritmo, parecía que Yung Pung se convertiría en el próximo Rey de la
Espada.
¿El
Rey de la Espada del Monte Hua? Algo así lo llamarían.
También
tengo esperanzas en Muyeon.
Aún
no era muy famoso en las Llanuras Centrales, pero sabía que una vez que dejara
de ser mi escolta y comenzara a luchar por su cuenta, su nombre se esparciría rápidamente
por todas partes.
'También
es una de las pocas personas que está de mi lado.'
No
confiaba completamente en él todavía, pero después de los amigos de mi vida
pasada, Muyeon era la persona en la que más confiaba.
Gu
Jeolyub también estaba en ese círculo… pero tal vez debería reconsiderarlo
después de hoy.
"…Mi
espalda."
No
le había prestado mucha atención últimamente, porque paraba ocupado con lo de la
Academia, y ahora aquí estaba en un estado tan patético.
"Woocheol."
"S-Sí,
hermano…"
Pe
Woocheol respondió mientras gemía.
Aún
luchando por recuperar el aliento.
"Encárgate
de ese tipo."
"…Uh…
¿Solo tengo que tirarlo en algún lado?"
"Échalo
en su habitación si es posible. Dejarlo tirado en cualquier piso es demasiado,
¿Sabes?"
"Entendido."
Pe
Woocheol parecía decepcionado por alguna razón.
¿Por
qué este bastardo se sentía tan competitivo cuando se trataba de él?
No
tenía idea.
Dado
que mi tiempo de entrenamiento estaba casi terminado, me levanté.
"¿Te
vas ahora?"
"Así
es."
"…Qué
desafortunado. Esperaba que tuviéramos un entrenamiento alegre juntos por
primera vez en mucho tiempo."
Fruncí
un poco el ceño al escuchar a Yung Pung.
Pero
yo nunca lo encontré alegre, ¿Sabes…?
Pensé
lo mismo la última vez en el Monte Hua. Ninguno de los tipos obsesionados con
las flores de ciruelo parecía normal en absoluto.
"Lo
guardaremos para la próxima vez. Lo recordaré."
"Oh…
¿De verdad?"
Solo
lo dije por respeto, pero los ojos de Yung Pung brillaron.
…Eso
fue un error de mi parte.
"Uh…
en realidad,"
"También
lo recordaré con seguridad."
"…Ah,
ya veo."
Era
demasiado tarde para retractarme de lo que había dicho.
Yung
Pung sonrió felizmente.
¿Por
qué está tan feliz con eso?
¿No
ha tenido suficiente entrenamiento en el Monte Hua?
Además,
su relación con sus mayores y compañeros no parecía tan mala la última vez que
lo comprobé.
Mientras
pensaba en eso, Yung Pung sonrió y habló.
"Debo
suponer que mis mayores y compañeros deben odiar entrenar. Siempre me siento
solo cuando desaparecen a la mitad."
"…"
Hmm.
Asentí
ligeramente con la cabeza ante las palabras de Yung Pung.
Ya
veo.
…Básicamente,
todos huían de él porque no podían soportarlo.
¿No
era que la gente del Monte Hua fuera rara, tal vez Yung Pung era el extraño
después de todo?
Mi
opinión sobre el Monte Hua acababa de cambiar un poco.
Entonces,
"¿Hmm?"
De
repente, Yung Pung inclinó la cabeza, su mirada sobre mí.
Su
mirada se fijó en mi brazo.
"…¿Eh…?"
Miró
mi brazo izquierdo como si algo estuviera mal.
"¿Qué
pasa?"
Pregunté,
notando su curiosa mirada.
Yung
Pung rápidamente dio un paso atrás, dándose cuenta de que estaba siendo
irrespetuoso.
"A-Ah,
no fue nada. Lo siento. Solo sentí una sensación familiar."
"Está
bien. Me iré ahora; tengo algunos asuntos que atender."
Con
eso, dejé a Yung Pung y la sala de entrenamiento.
Pe
Woocheol se encargará del desastre.
Mientras
salía, pude escuchar a los estudiantes suspirar de alivio dentro.
A
este punto, me trataban como un demonio.
No
es que me importara, no es como si no estuviera acostumbrado a esto en mi vida
pasada.
Sin
embargo, el verdadero problema al final era Yung Pung.
…¿Lo
notó?
Definitivamente
estaba mirando mi brazo izquierdo.
Me
subí la manga en silencio.
"…Ugh."
El
vendaje rosado apareció ante mi vista.
Yung
Pung debió haber sentido algo en mi brazo.
Había
estado esforzándome por ocultarlo, pero parecía que eso no era suficiente para
engañar a un artista marcial del Monte Hua.
¿Qué
hago con esto?
Sigh.
Recordé
ese día, dejando escapar un suspiro frustrado.
Parecía
que pude sobrevivir gracias al poder de este tesoro, cuando el Anciano Shin
tomó este objeto de la bóveda secreta usando mi cuerpo.
Por
la forma en que el Anciano Shin lo utilizó y las reacciones tanto de la Reina
de la Espada como de Yung Pung, estaba claro que era un tesoro del Monte Hua.
Todo
eso estaba bien.
Demostraba
que la bóveda no era una ilusión, y había salvado mi vida, lo cual era genial.
Sin
embargo,
¿Por
qué no puedo quitármelo?
Simplemente
no podía quitarme esa cosa del brazo.
Me
estoy volviendo loco…
Había
intentado desenrollarlo, ya que tenía forma de vendaje, pero no se quitaba.
Intenté
removerlo con suavidad al principio, luego incluso usé mi Qi para forzarlo a
salir.
En
un momento, golpeé mi brazo por frustración.
…Probablemente
me hice un moretón bastante feo con eso.
Me
costó levantarme de la cama esta mañana por lo fuerte que lo golpeé, pero tenía
que intentar algo.
Al
final, no pude quitármelo.
¿Por
qué esta cosa no me suelta?
Era
un problema cada vez que intentaba lavarme, y mostrarlo a los demás era
simplemente vergonzoso.
Cuando
se lo mostré a la Reina de la Espada, ella pensó por un momento antes de decir
que necesitaba preguntar a la Flor de Ciruelo Celestial sobre ello, ya que era
un tesoro del Monte Hua.
Además,
ni siquiera obtuvo la Piedra del Monte Hua que tanto deseaba.
Le
pregunté a la Reina de la Espada si la cosa en mi brazo era la piedra, pero ¿Cómo
podía esto ser una piedra?
Aunque,
cuando la tomé por primera vez, se sentía como una piedra.
Al
principio, se sentía como una gran esfera.
¿Pero
por qué había tomado esta forma?
La
Reina de la Espada dijo que le preguntaría a la Flor de Ciruelo Celestial sobre
ello, pero no sabía cuándo sería eso, y había alguien más que podía darme
respuestas mucho antes.
"Así
que, por favor, explícamelo."
Sin
embargo,
No
importaba cuántas veces preguntara, no obtenía respuesta.
El
héroe del Monte Hua, el viejo que vivía en mi cuerpo sin pagar renta, el
Anciano Shin.
Apareció
por un momento ese día, luego desapareció de nuevo.
…Me
estoy volviendo loco, en serio.
No
tenía idea de qué quería de mí.
Definitivamente
sabía qué era esta cosa.
¿Se
estaba burlando de mí?
Para
que aparezca y desaparezca de nuevo, ¿Qué estaba haciendo?
"Nada
me está saliendo bien, ugh."
Antes
de que la Alianza Murim viniera a interrogarme sobre la bóveda secreta en la
Academia del Dragón Celestial, quería ocuparme de todos mis asuntos aquí, pero
como nada iba de acuerdo con mis planes, comencé a enojarme más con el paso del
tiempo.
Esto
ni siquiera es lo único que tengo en mis manos ahora.
…¿Qué
es lo que se avecinaba? ¿Un entrenamiento práctico?
Pensé
en el próximo programa de la Academia.
Había
escuchado que sería un entrenamiento práctico sobre todo lo que habíamos
aprendido hasta ahora.
Eso
fue lo que escuché, pero a este punto del tiempo,
Ese
bastardo debería comenzar a moverse pronto.
Estaba
bastante seguro de que Jang Seonyeon haría su movimiento pronto.
Si
yo fuera él, usaría el entrenamiento práctico como una oportunidad para
provocar algo detrás de escena.
Pero
eso también significaba que podría darle la vuelta a la situación.
¿No
sabría él eso?
Por
supuesto que lo sabe, considerando lo que le dije la última vez al oído.
Le
dije amablemente que moriría aquí.
No
había forma de que Jang Seonyeon no entendiera eso.
Por
eso eligió a Cheol Jiseon.
Me
pregunto, ¿Cómo ese bastardo averiguo todo eso?
Lo
que me desconcertaba era cómo Jang Seonyeon tenía información sobre Cheol
Jiseon.
Conocer
su verdadero apellido, Zhuge, era una cosa, pero si se acercó a él, entonces
probablemente sabía también sobre ese 'poder'.
Pero
me preguntaba cómo lo sabía.
¿Obtuvo
esa información de la Alianza?
La
Secta de los Mendigos era parte de la Alianza, claro, pero este tipo de
información no era fácil de conseguir.
"Eso
solo significa que tiene algún respaldo detrás de él."
Aunque
no creo que sea alguien común.
Como
esos bastardos con los que lidié cuando estaba en las calles con Wi Seol-Ah ese
día.
Probablemente
esté relacionado con ellos.
Si
eso es cierto, entonces Jang Seonyeon está lejos de formar parte de la Facción
Ortodoxa.
¿Sabe
la Espada Armónica sobre esto?
Quería
saber si el Líder de la Alianza también sabía sobre esto.
Si
lo sabía, sabría si toda la Alianza Murim estaba respaldando a Jang Seonyeon.
Aunque
no estuvieran de su lado,
La
Alianza no podía ser confiable. Nunca tuve mucha fe en ellos de todos modos.
Con
ese pensamiento, susurré en silencio.
"No
le daré otra oportunidad esta vez."
Él
era mi objetivo más importante aquí, y como estaba decidido a matarlo sin
importar qué, tenía que asegurarme de terminar el trabajo esta vez.
Me
había fijado esto como objetivo desde el momento en que decidí asistir a la
Academia del Dragón Celestial.
Mientras
los cielos no me detuvieran.
Esperaba
que nada como eso sucediera, pero esa noche, enfrenté un giro inesperado—aunque
no fue tan malo como si los cielos se derrumbaran.
"…¿Qué
dijiste?"
Justo
cuando estaba a punto de meter la cuchara en mi boca, un bastardo que estaba
comiendo conmigo dijo algo extraño.
"Repítelo
otra vez."
Después
de que le pregunté de nuevo, Cheol Jiseon repitió sus palabras.
"…La
Espada Meteoro me pidió que le ayudara a matarte."
Fue
una confesión tan aleatoria.
No
pude evitar quedarme atónito al escucharla.
Porque…
¿Ya
lo sabía…?
Ya
sabía que estaba intentando hacerlo.
Simplemente no esperaba que Cheol Jiseon me lo dijera directamente.
¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!
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