Capítulo 332: El Apóstol (3)

El Apóstol (3)

 

¿Un nuevo gobernante solo puede surgir si toda la vida existente en el mundo es borrada?

 

La respuesta del Árbol del Mundo me dejó con un fuerte dolor de cabeza.

 

'…¿Qué clase de regla absurda es esta…?'

 

El mundo en el que viví necesitaba un nuevo gobernante, ya que no tenía uno en ese momento.

 

Pero para que eso sucediera, cada criatura viviente tendría que ser borrada.

 

"¿Y quién demonios inventó esa regla?"

 

¿Qué tipo de lunático crearía una regla como esta?

 

Era absurdo.

 

[No fue una regla creada por alguien. Así es como funciona el mundo.]

 

Exhalé un suspiro pesado y frustrado.

 

¿Así es como funciona?

 

"Eso es ridículo."

 

Si esas eran las reglas, significaba que toda criatura viviente desaparecería en el momento en que el mundo buscara un nuevo gobernante.

 

¿Quieres que crea algo así?

 

Era realmente increíble.

 

No era algo que hubiera escuchado en toda mi vida, y era demasiado absurdo.

 

"Jamás he oído hablar de un gobernante, y mi mundo ha funcionado perfectamente bien sin uno."

 

El árbol decía que no puede nacer nueva vida sin un gobernante, pero eso no era cierto en mi mundo.

 

"Si lo que dices no es mentira, entonces tal vez hay un gobernante en mi mundo, uno del que no estás al tanto."

 

Si un gobernante conectaba toda la vida del mundo, ¿Eso los hacía similares a un dios?

 

¿Era ese el misterioso Dios al que servían las sectas Shaolin y Wudang?

 

No tenía idea.

 

El concepto era tan absurdo que sentí que necesitaría años para comprenderlo.

 

No era fácil de creer, en absoluto.

 

[Apóstol.]

 

El Árbol del Mundo me llamó, pero sus palabras apenas llegaron a mis oídos.

 

[Un mundo que se sale de sus reglas se llama grieta.]

 

"¿Grieta?"

 

[Así es. Cuando los principios de tu mundo se rompen, se enfrenta a anomalías.]

 

"…¿Qué es exactamente esa grieta de la que hablas–?"

 

Oh.

 

Algo me golpeó justo cuando estaba a punto de hablar.

 

Un mundo con sus principios rotos se llama grieta, y si tuviera que pensar en algo que encajara con esa descripción…

 

Quizás,

 

"…¿La Puerta de Demonios?"

 

Una extraña grieta que se abre en el aire, desatando hordas de demonios.

 

Hace mucho tiempo, se decía que los ancestros del Clan Gu provocaron el inicio de la calamidad.

 

Si eso fue lo que rompió los principios de mi mundo,

 

¿Tal vez…?

 

No puede ser.

 

Tenía que ser eso.

 

La existencia de un gobernante, su ausencia, y el hecho de que los principios de mi mundo se hubieran roto.

 

¿Qué pasaría si eso fue causado por la Puerta de Demonios?

 

…¿Me estás diciendo que mis ancestros, de entre todas las personas, fueron responsables de todos los problemas del mundo?

 

Si la Puerta de Demonios era la grieta de la que hablaba el Árbol del Mundo, tenía sentido por qué el Clan Gu tenía que expiar los pecados de sus ancestros.

 

Espera, ¿Podría siquiera llamarlo pecado?

 

Mirándolo desde otra perspectiva, un mundo sin un gobernante, no puede nacer nueva vida. Pero el acto del Clan Gu de abrir la Puerta de Demonios permitió que la vida continuara su ciclo. Tal vez hicieron algo bueno despué—

 

Tal vez no…

 

Intenté verlo de una manera positiva, pero negué con la cabeza ante mi realización.

 

Por mucho que lo intentara, no podía justificar la decisión del Clan Gu de desatar la Puerta de Demonios sobre el mundo.

 

Habría sido diferente si mis ancestros hubieran intentado destruir las reglas del mundo en su lugar.

 

Pero como ese no fue el caso, sus acciones dejaron un legado de pecado que aún perdura, haciendo imposible justificarlo.

 

Ahora mismo, necesitaba centrarme en lo que el Árbol del Mundo me había dicho y llegar al fondo del asunto.

 

"Está bien. Supongamos que estas reglas y grietas son reales."

 

Aunque no podía entenderlo del todo, decidí darle el beneficio de la duda.

 

Entonces pregunté.

 

"¿Dónde está el gobernante de mi mundo?"

 

Si cada mundo requería un gobernante, ¿Dónde estaba el gobernante de las Llanuras Centrales?

 

Ese era el lugar donde debía empezar a buscar.

 

Después de todo, todo se había desmoronado por la ausencia del gobernante.

 

[…]

 

El Árbol del Mundo permaneció en silencio ante mi pregunta.

 

¿No sabía la respuesta?

 

O quizás, después de todo, era posible un mundo sin un gobernante.

 

Seguramente eso era posible.

 

[No existe tal cosa como un mundo sin un gobernante.]

 

"Se honesto, puedes leer mi mente, ¿Verdad?"

 

[El mundo detesta el acto de romper sus principios.]

 

El Árbol del Mundo ignoró mi pregunta y continuó hablando.

 

[Por eso se esfuerza tanto por restaurarlos.]

 

"¿Estás diciendo que el mundo trata de traer a un nuevo gobernante para arreglar las cosas?"

 

[Correcto. Donde hay un mundo lleno de vida, también debe haber un gobernante.]

 

"…¿Y para que eso suceda, todas las vidas actuales deben ser borradas?"

 

[Eso es exactamente lo que debe hacerse para colocar a un nuevo gobernante.]

 

"Un montón de tonterías, en serio."

 

¿Qué eran exactamente esas reglas?

 

Solo pensar en ellas me hacía doler la cabeza.

 

"¿Entonces cuál es el plan? ¿Cómo detienen el nacimiento de nuevas vidas? ¿Cómo piensan borrarlas? ¿Lloverán llamas del cielo o algo así?"

 

Si la desaparición del gobernante significaba que toda la vida sería borrada, entonces la grieta en mi mundo debía ser lo que estaba impidiendo eso.

 

¿Qué puede hacer el mundo para traer un nuevo gobernante?

 

Por alguna razón, la voz del Árbol del Mundo se volvió fría mientras respondía a mi pregunta.

 

[Cuando el flujo del mundo se distorsiona, se esfuerza por restablecerlo a su estado original.]

 

"¿Cómo?"

 

[Es simple. Si las vidas se están manteniendo en el mundo, entonces simplemente necesitan ser borradas artificialmente.]

 

"…¿Borradas artificialmente?"

 

Fruncí el ceño ante las palabras del Árbol del Mundo, sintiendo una extraña presión en mi pecho.

 

"…Eso es…"

 

[Cuando el mundo desafía sus principios debido a una grieta, convoca a un delegado.]

 

Delegado.

 

Una existencia capaz de devolver el flujo del mundo a su estado original.

 

Si estaba naciendo nuevas vidas a pesar de las reglas, y no podía surgir un nuevo gobernante, la solución era brutalmente simple: Borrar toda la vida.

 

"¿Y cuándo empieza a suceder algo así?"

 

La idea de borrar toda la vida era demasiado violenta, demasiado increíble.

 

Si lo que decía el Árbol del Mundo era cierto, esto no era un asunto trivial.

 

¿Algo así había ocurrido en mi vida pasada?

 

Por lo que recordaba… nada de eso había pasado.

 

Entonces, ¿Significa que no ocurrirá pronto?

 

Justo cuando ese pensamiento cruzó por mi mente,

 

[…El mundo no es tan paciente como crees.]

 

Las palabras del Árbol del Mundo destrozaron mis suposiciones.

 

"¿Qué quieres decir…?"

 

[Cuando se forma una grieta y las reglas se rompen, el mundo actúa para repararlas de inmediato.]

 

Para seguir sus principios.

 

"Pero,"

 

Por más que lo pensara,

 

[¿De verdad crees que no ocurrió algo así, Apóstol?]

 

"Algo como eso…"

 

Borrar toda la vida en las Llanuras Centrales para restaurar el equilibrio del mundo.

 

Un acto así no podía ocurrir de forma natural, por lo que se convocaba a un ser para llevarlo a cabo.

 

Ocurrió aproximadamente en la misma época en que apareció la Puerta de Demonios, y comenzó esa calamidad.

 

"…Esto es una completa y jodida locura."

 

Involuntariamente solté una maldición en voz alta.

 

Un escalofrío nervioso recorrió mi espalda mientras una certeza se asentaba en mi mente.

 

Recordé.

 

Recordé lo que había pasado, justo como lo describió el Árbol del Mundo.

 

El mundo era impaciente.

 

Lo que significaba que algo tenía que haber ocurrido en el pasado.

 

Era imposible decir que no ocurrió nada, ya que definitivamente hubo algo.

 

Y ese algo era,

 

"…El Desastre de Sangre del Demonio de Sangre."

 

El sudor frío recorría por mi mejilla mientras las palabras salían de mi boca.

 

Hace unos siglos, fue en la época en que no había pasado mucho tiempo desde que comenzaron a aparecer las Puertas de Demonios, y la principal organización de la Facción Ortodoxa, la Alianza Murim, aún no existía.

 

La gente luchaba desesperadamente contra los Demonios que salían de las puertas, tratando de restaurar la paz en el mundo.

 

Pero luego, un evento desató una tormenta sangrienta sobre el mundo, como si la paz misma estuviera prohibida.

 

Ese evento marcó la primera calamidad registrada en la historia.

 

Y no fue otra cosa que la aparición del Demonio de Sangre.

 

"…Entonces, ¿El Demonio de Sangre fue el delegado?"

 

¿El Demonio de Sangre fue enviado como el delegado para borrar toda la vida?

 

Yeon Il-Cheon me lo dijo antes, que el mundo estaba destinado a llegar a su fin.

 

Y era el Demonio de Sangre quien estaba destinado a traer ese fin.

 

Los héroes del pasado lograron sellar al Demonio de Sangre, pero se me dijo también que la calamidad no terminó, y que yo mismo era una calamidad.

 

[Apóstol.]

 

Me levanté de golpe de la raíz del árbol en el momento en que el Árbol del Mundo me llamó.

 

[Parece que has comprendido algo.]

 

"…¿Por qué me llamas apóstol?"

 

[Apóstol…]

 

Si el Demonio de Sangre era una calamidad, y la calamidad no había terminado, era natural suponer que el Demonio Celestial también lo era.

 

Eso era obvio.

 

En mi vida pasada, fue el Demonio Celestial quien desató la calamidad sobre el mundo.

 

Su fuerza y presencia abrumadoras eran tan inmensas que era difícil creer que el Demonio Celestial fuera siquiera humano.

 

No había ninguna existencia en el mundo que estuviera más en sintonía con una calamidad que el Demonio Celestial.

 

Incluso si el Demonio Celestial fue asesinada por la Espada Celestial, su existencia era más que suficiente para ser llamada una calamidad.

 

Sin embargo,

 

"¿Qué quieres de mí?"

 

Entonces, ¿Cuál era mi propósito?

 

[Apóstol.]

 

"¿Qué es lo que quieres de mí?"

 

La existencia frente a mí era un gobernante de otro mundo, entonces, ¿Por qué decirme todo esto, darme una marca y llamarme apóstol?

 

"¿Me estás… pidiendo que me convierta en la calamidad?"

 

El Demonio de Sangre fue sellado por los héroes del pasado.

 

Ese fue el final de la primera calamidad.

 

Sin embargo, Yeon Il-Cheon dijo esto: Que el mundo no cometería el mismo error dos veces, que había una razón para mi regresión, y que yo era una calamidad.

 

[Pareces estar equivocado.]

 

"¿Equivocado? No importa cómo lo mire, esto no es un error."

 

No juegues conmigo.

 

¿Sabes lo mucho que luché para vivir una vida diferente después de mi milagrosa regresión?

 

Salvé a aquellos que habían muerto por mí e intenté vivir de manera diferente a mi vida pasada.

 

Pero si todo esto fue orquestado para destruir el mundo por el que luché,

 

"…Yo."

 

Si ese fuera el caso, tal vez sería mejor para mí morir aquí y ahora.

 

[Apóstol.]

 

"¡Dije que dejes de llamarme así—!"

 

[Hace mucho tiempo, hubo un niño como tú.]

 

Me congelé a mitad de mi grito mientras las palabras del Árbol del Mundo me golpeaban.

 

Por alguna razón, la ira que ardía dentro de mí comenzó a suavizarse.

 

¿Por qué?

 

[Ese niño escupió sangre en la desesperación al conocer la verdad.]

 

"…¿De qué estás hablando ahora?"

 

No tenía interés en escuchar alguna historia antigua en este momento.

 

Quería hacer callar al árbol, pero, por alguna razón, las palabras no salían de mi boca.

 

[Ellos lloraron con tanta tristeza. Pero este árbol incompetente ni siquiera pudo abrazar a su propio hijo.]

 

"¿Hijo?"

 

¿Los árboles pueden tener hijos?

 

No pude evitar preguntarme algo así.

 

[Toda criatura viviente es, en esencia, un hijo del gobernante.]

 

"…"

 

Si las nuevas vidas solo pueden nacer gracias a la presencia de un gobernante, entonces supongo que una criatura viviente es como un hijo para un gobernante.

 

[¿Sabías eso, apóstol?]

 

"¿Cómo voy a saberlo si nunca me lo has dicho?"

 

[Tu mundo no carece de un gobernante.]

 

¿Las Llanuras Centrales solían tener un gobernante?

 

¿Eso significa que el Demonio de Sangre apareció para restaurar el orden, ya que la Puerta de Demonios se abrió durante la ausencia del gobernante?

 

"…Entonces, ¿Me estás diciendo que el gobernante fue a otro lugar?"

 

Si eso es cierto, ¿A dónde desapareció el gobernante de mi mundo?

 

[Se necesitan muchas cosas para que alguien viaje a través del tiempo.]

 

El árbol también había mencionado esto antes.

 

[Y es imposible que una sola persona cargue con todo ese peso.]

 

"¿Imposible?"

 

Entonces, ¿Qué hay de mí?

 

[Un humano no puede soportarlo, ni desearlo, ni siquiera contenerlo. Incluso los seres más grandes no pueden abarcarlo. Esa es la naturaleza del tiempo.]

 

"¿Qué estás diciendo de repente–?"

 

[No es que tu mundo careciera de un gobernante, sino que fue borrado.]

 

Mis ojos se abrieron de par en par ante las palabras del Árbol del Mundo.

 

[El gobernante de tu mundo alteró el destino de un solo humano y fue borrado para expiar ese pecado. Por eso nunca has sabido de la existencia del gobernante.]

 

"…¿Qué quieres decir? ¿Estás diciendo que el gobernante de mi mundo resucitó a alguien—?"

 

¿Eh?

 

Me detuve a mitad de la frase y levanté la vista hacia el Árbol del Mundo.

 

La existencia que solía ser un gobernante, trayendo a un solo humano de vuelta a la vida.

 

Conocía a otro regresor aparte de mí, en ese mundo sin un gobernante.

 

¿Cómo podría haberlo olvidado?

 

Ese regresor fue quien detuvo al Demonio de Sangre y lo selló.

 

Pero, ¿Por qué el Árbol del Mundo estaba mencionando esto de repente?

 

"Tú…"

 

[Apóstol, ¿Crees que te di la marca para usarte como una herramienta de calamidad?]

 

Igual que la primera vez, la voz del Árbol del Mundo contenía una gran tristeza.

 

[Toda criatura viviente es un hijo de su gobernante… ¿Cómo podría hacer algo así?]

 

Sonaba como si el árbol estuviera llorando.

 

Sus raíces desnudas y ramas sin hojas parecían llenas de añoranza.

 

[¿Sabes, apóstol?]

 

El Árbol del Mundo me habló con un tono triste.

 

[La marca de un gobernante…]

 

Sentí como si ahora lo entendiera.

 

El Árbol del Mundo frente a mí,

 

[No puede ser dada a nadie más que a sus propios hijos.]

 

Era el gobernante del mundo en el que yo vivía.


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