Reunión de la Facción Ortodoxa (8)
Los
héroes nacen en tiempos de agitación.
Esta
frase es bien conocida en las Llanuras Centrales.
Los
registros del pasado han demostrado que esto es cierto, y la generación actual
no es diferente. Es como si la historia misma hablara con la verdad.
Dondequiera
que haya peligro, siempre hay quienes se alzan para enfrentarlo.
Algunos
se esfuerzan por encontrar esperanza en los momentos más oscuros, avanzando
incluso ante la muerte.
A
esas personas se les llama héroes.
La
emboscada en la Academia del Dragón Celestial de este año no fue la excepción.
Aunque
el mundo es mayormente pacífico, con solo la ocasional amenaza de los Demonios,
muchos Jóvenes Prodigios resultaron heridos o muertos en este incidente.
Afortunadamente,
la emboscada terminó en un solo día, pero dejó muchas bajas.
La
Alianza Murim no anunció un número exacto, pero se estima que no fueron docenas,
si no cientos, que perecieron en el ataque.
Si
esto no fue un golpe salido de la nada, entonces ¿Qué lo fue?
Muchos
criticaron a la Alianza Murim por no haber prevenido tantas muertes.
Algunos
comenzaron a cuestionar su propósito por completo.
No
les importaban las circunstancias ni los desafíos que enfrentaban.
La
gente solo se fijó en el fracaso de la Alianza para proteger a los Jóvenes
Prodigios.
Afirmaban
que las esperanzas más brillantes del futuro habían sido aplastadas por la
incompetencia de la Alianza.
A
pesar de que la Facción No Ortodoxa fue la responsable de la emboscada, la
culpa recayó en la Alianza Murim.
Siempre
ha sido así. En tiempos de crisis, la gente busca a alguien a quien culpar, y
esta vez fue la Alianza.
Aunque,
en realidad, era cierto que la Alianza Murim era incompetente.
Además,
aquellos que sobresalieron durante el incidente captaron la atención del
público.
La
gente se interesó en quienes jugaron un papel clave en el desastre.
Las
Llanuras Centrales aún no habían podido erradicar a los Demonios, y la gente
deseaba un héroe para hacerlo, así que forzaron el nacimiento de uno.
En
resumen, esta generación parecía convertir en héroes a cualquiera con
suficiente talento.
Entonces,
¿Quiénes fueron los que destacaron ante los ojos del pueblo durante el
incidente mientras la Alianza lidiaba con el desastre?
¿Fue
el Dragón del Agua, quien se alzó contra la Facción No Ortodoxa para proteger a
sus mayores y a sus compañeros?
¿O
quizás el Dragón de la Espada, irradiando heroísmo con su aura de flores de
ciruelo?
Muchos
estudiantes e instructores lucharon valientemente contra la Facción No
Ortodoxa, pero, curiosamente, fue otra persona quien se robó el protagonismo.
Una
persona derrotó al líder de la emboscada, obligándolo a arrodillarse.
Muchos
se sorprendieron al saber que un Joven Prodigio había luchado y vencido al jefe
de los enemigos, especialmente considerando que incluso la Espada de Qinghai de
la Secta Kunlun había perdido un brazo en la batalla.
Gracias
a eso, muchos comenzaron a hablar sobre la posibilidad de que ese Joven
Prodigio habría alcanzado el Reino Fusión.
Menos
de mil artistas marciales han alcanzado el Reino Fusión, ya que es notoriamente
difícil, incluso para aquellos que dedican toda su vida al entrenamiento.
El
Reino Pico no es llamado 'el cementerio de los artistas marciales' sin razón.
Muchos
luchan por alcanzar el Reino Fusión tras llegar al Reino Pico, por lo que se le
considera la tumba de la mediocridad.
Pero
¿Un Joven Prodigio, de menos de veinte años, alcanzando tal nivel? Era casi
increíble como imposible.
Después
de todo, nadie en la historia había logrado tal hazaña.
Aun
así, no era mentira que ese Joven Prodigio derrotó al líder enemigo.
La
Espada de Qinghai lo confirmó después de recuperar la conciencia.
Además,
se dijo que el joven artista marcial se fue inmediatamente después de su
victoria.
Se
dirigió a enfrentar a otros enemigos de la Facción No Ortodoxa que atacaban a
los estudiantes.
Los
testigos también comentaron que el cielo estaba especialmente rojo ese día.
La
montaña, llena con el aroma de la sangre, vio su cielo teñirse de rojo, y poco
después fue invadida por un olor a quemado, borrando el rastro de la sangre.
Los
llantos de los Jóvenes Prodigios pronto dieron paso a los gritos de los
enemigos. Para el atardecer, todo el Qi de Combate y la intención asesina que
impregnaban la montaña fueron reemplazados por Qi de Llama.
El
que gobernaba bajo el cielo rojo no mostró vacilación al enviar a sus enemigos
al infierno.
Además,
su método para lidiar con ellos fue considerado demasiado violento para
pertenecer a la Facción Ortodoxa.
O
bien destruía los cuerpos de sus enemigos, dejándolos incapacitados, o los
quemaba vivos mientras los sostenía por el cuello.
Muchos
fruncieron el ceño al escuchar sobre un joven artista marcial ortodoxo siendo
tan despiadado, pero otros creían que era su incontrolable furia lo que lo
impulsaba.
Se
decía que el Joven Prodigio sabía que muchas personas de la Facción Ortodoxa
habían muerto en la emboscada, por lo que no contuvo su violencia en la montaña
impregnada de sangre.
Puras
tonterías.
Por
supuesto, el joven desestimó la historia, diciendo que solo estaba
desahogándose, pero la mayoría creyó que solo estaba siendo modesto.
Al
final, él era el héroe que detuvo la emboscada al derrotar al líder enemigo.
Fue
más despiadado que nadie con sus enemigos, pero no dudó en salvar a otros.
Su
feroz apariencia infundía temor en quienes lo veían, pero se decía que su
corazón era más amable que el de cualquiera.
Estaba
siguiendo el mismo camino que su padre, el Guerrero Tigre.
Una
vez circularon rumores falsos llamándolo 'hijo perro' de su 'padre tigre', pero
ahora muchos creían que el Guerrero Tigre mismo había propagado esas
habladurías para ocultar las habilidades de su hijo.
(Arthur:
Eso de 'hijo perro' de su 'padre tigre' se refiere a un rumor mencionado
anteriormente, 'un tigre engendrando a un perro')
Esto
es obvio, pero cuando el joven artista marcial escuchó esta historia, rechinó
los dientes, llamándola un completo disparate.
A
pesar de sus gritos de que no era el héroe que la historia lo hacía parecer, ya
era demasiado tarde, pues el rumor se había extendido por todas las Llanuras
Centrales.
Además,
también tenía su linaje.
Era
el único hijo del Guerrero Tigre, quien alguna vez infundió terror en los
corazones de todos los artistas marciales de la Facción No Ortodoxa.
Además,
era el hermano menor de la mayor Joven Prodigio, la Fénix de la Espada.
Ganó
el Torneo de Dragones y Fénix, fue el más joven en alcanzar el Reino Fusión y
portaba el título de Dragón Verdadero, demostrando que era el único Dragón de
verdad de entre los Seis Dragones y Tres Fénix.
Incluso
algunos lo llamaban la estrella más grande de la Generación de Meteoros.
Por
todo esto, después del incidente, la gente empezó a reconocerlo como un maestro
en lugar de un simple Joven Prodigio.
Admitieron
que el Dragón Verdadero no podía ser considerado un mero Joven Prodigio.
Así
que, le otorgaron un nuevo título.
Ya
no era el Dragón Verdadero entre los Jóvenes Prodigios, sino un nuevo héroe
nacido en el mundo.
La
gente quería un héroe.
Y
él era precisamente el héroe que buscaban.
No solo realizó actos heroicos sin vacilar para salvar a otros, sino que también mostró una violencia absoluta contra la Facción No Ortodoxa.
Aplicó castigos brutales a sus enemigos con una ferocidad demoníaca, lo que llevó a la gente a darle un nuevo título.
"Rey Menor del Infierno."
"...!"
Trip.
¡Slam–!
Mientras
golpeaba repetidamente, mi puño resbaló al escuchar ese nombre, chocando contra
la pared.
Apareció
una grieta con un fuerte impacto, sacudiendo toda la cueva.
Rápidamente
me tapé los oídos, sonrojado por la vergüenza, y miré con furia a la persona
que había dicho ese nombre.
"Hehe."
"…¿Te
parece gracioso?"
Miré
a Moyong Hi-ah con incredulidad mientras ella solo sonreía, masticando los
dumplings que había traído.
"Es
divertidísimo."
"A
mí no me parece gracioso en lo absoluto."
"Qué
raro… ¿De verdad lo odias tanto? Me parece un título bastante genial."
"Sabes…
al menos deberías decir eso con una cara seria, Joven señorita del Clan
Moyong."
"Ah,
parece que me delaté ahí."
Moyong
Hi-ah se dio cuenta de su desliz y trató de ocultar su sonrisa con los dedos.
Rechinando
los dientes al verla, suspiré.
Sigh.
Sin
embargo, no podía hacerle nada malo.
No
podía lastimar a alguien que había salido temprano solo para traerme comida.
Todo
lo que podía hacer era quejarme en silencio.
Rey
Menor del Infierno, mi trasero.
Me
hervía la sangre cada vez que escuchaba ese nombre.
Si
alguna vez descubro quién inventó ese nombre, le mostraré el verdadero
significado del infierno.
Era
un título que hacía que hasta el Dragón Verdadero sonara respetable en
comparación. Yo era de la Facción Ortodoxa, ¡Y aun así mi título tenía la
palabra 'infierno' en él!
¿Quién
en el mundo inventaría algo así?
Cuanto
más lo pensaba, más me enojaba.
Había
pasado un mes desde que la gente comenzó a llamarme por ese título. Los
problemas comenzaron cuando empezaron a circular rumores extraños sobre mí.
…¿Qué?
¿Que luché contra el mal… y qué más?
Solo
peleé contra esos bastardos No Ortodoxos porque estaba de mal humor, pero de
alguna manera, la historia se retorció en formas extrañas.
Claro,
despreciaba a la Facción No Ortodoxa, pero lo que hice no fue nada tan
grandioso como para llamarlo 'juicio' o 'castigo'.
Solo
maté a los que debía matar, y lo hice sin dudarlo.
No
entendía por qué la gente veía esto como algo impresionante.
En
serio, a estos tipos les encanta difundir rumores.
El
verdadero problema era cómo la Espada de Qinghai hacía parecer que yo había
derrotado al líder enemigo por mi cuenta.
Voy
a volverme loco.
Quiero
decir… era algo cierto.
Pero
el problema real no era solo que la historia se había torcido para hacerme
parecer un héroe. Era la velocidad con la que los rumores se habían esparcido y
la rapidez con la que me habían pegado un título tan extraño.
"Para
mí suena bien. ¿De verdad lo odias tanto?"
"¿Te
parece un nombre normal?"
¿Rey
Menor del Infierno suena normal? ¿En serio?
Moyong
Hi-ah me ofreció una sonrisa incómoda al ver mi expresión de disgusto.
Juzgando
por su reacción, parecía que ni siquiera ella pensaba que el título era normal.
"Puede
que el nombre sea raro…"
"¿Lo
ves? Estás de acuerdo conmigo."
"…Pero
lo que importa es que has conseguido un título como artista marcial."
No
estaba equivocada.
Un
título para un artista marcial era muy importante.
Un
título encarnaba la esencia de un artista marcial.
Reflejaba
su estilo de lucha, rasgos y el nivel que habían alcanzado.
Por
esta razón, algunos inmaduros se inventaban títulos para sonar impresionantes,
pero estos eran rápidamente olvidados.
Un
verdadero título era aquel otorgado por otros.
Los
actuales Tres Venerables no fueron llamados así porque lo reclamaron para sí
mismos.
Ganaron
el título porque la gente los reconoció como los artistas marciales más fuertes
del mundo.
Lo
mismo sucedía con el título de mi padre, el Guerrero Tigre, y con los títulos
de cada uno de los Señores de los Cuatro Clanes Nobles.
Para
un artista marcial, un título tenía un peso inmenso.
…Aun
así.
"¡Esto
es demasiado…!"
Pisé
el suelo con frustración, pero Moyong Hi-ah me observó con calma, con la misma
expresión de siempre.
Ella
ya estaba más que acostumbrada a verme actuar así.
Todo
estaba bien.
¿La
gente ahora me consideraba un maestro en lugar de solo un Joven Prodigio? Bien.
Eso
estaba bien.
Todo
estaba bien.
Este
incidente me había dado fama, y pensé que incluso podría ayudarme más adelante.
¿Rey
Menor del Infierno? ¿Y qué si sonaba algo vergonzoso?
Cuando
lo pensaba, seguía siendo mejor que el título que tuve en mi vida anterior–
…Quizás
no, ambos son bastante horribles.
…Aun
así, podía vivir con ello.
La
gente ya había comenzado a llamarme Rey Menor del Infierno cada vez que me
veían, algunos incluso me consideraban aterrador o admirable, pero podía
tolerarlo.
Lo
importante era otra cosa.
¿Cómo
se esparcieron estos rumores tan rápido?
Los
rumores sobre mí se habían difundido a una velocidad increíble.
No
sabía sobre otras regiones, pero aquí en Henan se propagaron de forma ridícula.
Era
tan exagerado que la gente en bares y posadas hablaba de mí día y noche.
"Es
ciertamente extraño."
Juzgando
por la reacción de Moyong Hi-ah, parecía que no era el único que lo pensaba.
"No
puedo evitar sentir que esto fue hecho de manera intencional."
"Estoy
de acuerdo con eso."
"Pero…
Tú ya sabes la razón detrás de esto, ¡No es así?"
"…"
No
se equivocaba.
Sabía
exactamente cómo había terminado en este desastre.
Todo
estaba planeado.
Pude
haber jugado un papel importante en la propagación de estos rumores, pero la
Alianza fue la que estuvo detrás de todo.
"Considerando
la rapidez con la que se difundieron estos rumores, la Secta de los Mendigos debe
haber ayudado."
Estaba
casi seguro.
Estaba
convencido de que la Alianza Murim tenía algo que ver con la difusión de estos
rumores sobre mí. No había otra explicación.
La
reputación de la Alianza Murim estaba en su punto más bajo.
La
gente había tolerado su incompetencia porque eran el corazón de la Facción
Ortodoxa, pero ahora las quejas contra ellos estallaban abiertamente.
Como
resultado, la gente comenzó a pedir que se reformara la Alianza, e incluso
algunos cuestionaban su existencia si no podían proteger a nadie.
Esto
solo me hacía preguntarme aún más.
¿Por
qué centrarse en mí en esta situación?
Al
principio, pensé que la Alianza Murim estaba usando mi nombre para desviar la
atención de sus propios fracasos.
Este
era el método que usaban cada vez que enfrentaban problemas.
Supuse
que estaban haciendo lo mismo ahora, pero al analizarlo más de cerca, parecía
ser todo lo contrario.
En
este punto, parecía que en realidad estaban elevando mi reputación.
Incluso
estaban dispuestos a empañar su propia imagen para fortalecer la mía.
¿Pero
por qué?
Si
eso realmente era cierto, ¿Por qué irían tan lejos?
Por
más que pensaba en ello, no podía entenderlo.
No
lograba descifrar su objetivo.
Y
el mayor problema,
¿Por
qué terminé con un título tan terrible?
Al
final, mi frustración siempre volvía a ese ridículo título.
Porque
si todo esto era verdad, significaba que la Alianza Murim era responsable de
inventar ese nombre.
Craaack–
Rechiné
los dientes y lancé unos golpes.
¡Slam!
¡Slam!
El
eco de mis golpes llenó nuevamente la cueva. Moyong Hi-ah suspiró mientras me
observaba.
"Por
favor, te dije que descansaras."
"Ya
descansé bastante."
Seguí
entrenando mientras respondía.
"…Apenas
has descansado cinco minutos."
"Eso
es suficiente."
"Estás
completamente loco."
Moyong
Hi-ah sonaba exasperada, pero no dejé que eso me detuviera.
¿Cuántos
días habían pasado desde que comencé esto?
No
estaba seguro. Sentía como si hubiera sido una semana.
No
llevaba la cuenta, así que no lo sabía con exactitud. Solo podía calcular los
días que había pasado en la cueva, sin contar mis entrenamientos previos.
Aunque
empezaba a sentirme agotado, no tenía otra opción.
Lo
haré porque él me lo ordenó.
Este
entrenamiento tan desquiciado era solo porque el Venerable Deshonrado mismo me
lo había impuesto.
Había
pasado un tiempo desde que le pedí que me entrenara.
Para
los artistas marciales, era una regla no escrita abandonar todo lo que habían
aprendido para dominar nuevas técnicas.
Todos
creían que era necesario, pero yo lo recordaba claramente en mi mente.
Podía
visualizar la expresión del Venerable Deshonrado cuando, con terquedad, le dije
que no entrenaría bajo su tutela a menos que aceptara mis condiciones. Y
también podía recordar el cambio en su mirada cuando comencé a absorber sus
Artes Mentales.
Su
rostro quedó sin palabras, y en cierto modo, también se podría decir que estaba
sorprendido.
Tal
como esperaba, logré contener las artes marciales del Venerable Deshonrado sin
desechar mis Artes de la Llama Destructiva.
Dejando
eso de lado, pude aprender sus artes marciales en solo unos días.
Fue
mucho más fácil de lo que esperaba.
Para
mi sorpresa, aprender sus artes marciales no fue difícil en absoluto.
El
propio Venerable Deshonrado también dijo que no era difícil aprenderlas.
Por
supuesto, contener dos Artes Mentales distintas al mismo tiempo era otra
historia.
La
expresión del Venerable Deshonrado mostró lo impactante que era esto.
–Esto
es increíble.
Supuse
que solo era posible porque mi cuerpo podía tolerar múltiples tipos de Qi.
Honestamente,
no tuve ningún problema.
Estaba
un poco nervioso porque las 'Artes Mentales' eran diferentes del Qi, pero este
cuerpo omnívoro mío no parecía ser exigente con nada.
Sin
embargo…
–Así
que tú… realmente posees el Cuerpo Marcial Celestial.
El
Venerable Deshonrado comenzó a verme de una manera diferente.
Me
habló con una expresión de profundo asombro.
–Eres
capaz de contener dos Artes Mentales diferentes con tal control. ¿Qué clase de
dominio posees?
Parecía
como si hubiera descubierto un nuevo mundo, aunque para mí, no era más que un
sinsentido.
¿Qué
quería decir con que controlaba mi Qi de esa manera?
Dijo
esto mientras colocaba su mano en mi espalda para ayudarme a aprender su Arte
Mental.
–¿Cómo
puedes tener un control tan preciso sobre él?
–…¿Perdón?
Incluso
el Venerable Deshonrado parecía genuinamente intrigado. Pero, por supuesto, lo
único que pude responder fue,
–…Simplemente
funcionó.
Eso
era todo lo que podía decir.
Honestamente,
ni siquiera yo lo entendía.
Incluso
yo pensaba que mi respuesta era absurda, y temí que se enojara, pero para mi
sorpresa, parecía divertido.
Esa
cara suya… daba miedo.
¿Ese
era el problema? Yo creía que sí.
Esa
era la razón por la que me hizo someterme a este entrenamiento tan desquiciado.
Había
logrado aprender su Arte Mental, así que ahora era el momento de aprender sus
artes marciales.
Un
Arte Divino conocido como el Arte de Destrucción Celestial.
El
Venerable Deshonrado lo había creado él mismo, y ni siquiera tenía un siglo de
existencia.
Solo
su fuerza ya demostraba lo poderoso que era este Arte Divino.
Habiendo
sido víctima de sus ataques, sabía mejor que nadie lo poderosa que era su
técnica.
Me
preguntaba qué me enseñaría primero. Cuando, inusualmente emocionado, le
pregunté, me respondió con un tono alegre.
–Atraviesa
estas montañas usando únicamente el Arte de Destrucción Celestial.
–…¿Perdón?
–Solo
se te permite usar tu puño y nada más.
Después
de llevarme a la montaña, el Venerable Deshonrado se marchó, dejándome con
semejante disparate.
Cuando
intenté rápidamente obtener alguna aclaración,
–…Espera,
¿Podrías–?
–Oh,
por cierto,
El
Venerable Deshonrado interrumpió mis palabras y dijo,
–No
quiero que me llames maestro todavía, así que no hay necesidad de hacerlo.
Con
esa última frase, desapareció al instante.
Ahora,
solo reaparecía de vez en cuando para revisar mi progreso.
Esa
era la razón por la que me encontraba en medio de este entrenamiento desquiciado.
Ese
hombre loco…
¿Atravesar
montañas solo con mis puños? La idea era absurda, y me quedaba sin palabras
cada vez que lo pensaba.
Debía
estar igual de loco por realmente estar haciéndolo.
Aquí
estaba yo, igual de demente, tratando de atravesar estas montañas con mis
puños.
Cualquiera
se preguntaría por qué siquiera intentarlo.
Y
no se trataba solo de uno o dos días, sino de casi dos meses.
Uno
podría pensar que sería mejor continuar con mi entrenamiento original, pero el
primer día comprendí cuán diferente era esto.
Este
es…
El
Arte Divino conocido como el Arte de Destrucción Celestial.
Comencé
a entender por qué había sido más fácil de aprender de lo que esperaba.
En
todo caso, esto era más una restricción que un Arte Divino.
Cada
vez que movía mi cuerpo usando este Arte Mental, mis músculos gritaban de
agonía.
Mi
Dantian se sentía pesado, como si púas de hierro arrastraran todo mi cuerpo
hacia abajo.
Al
principio, me quejé, preguntándome por qué me había enseñado esto, pero con el
tiempo, comencé a entenderlo.
Este
Arte Mental no existía para causar dolor en el cuerpo, sino que lo estaba
cambiando.
Cada
vez que usaba este Arte Mental, mi cuerpo se transformaba.
Los
cambios eran sutiles, pero cada vez que entrenaba, podía sentir mis músculos
fortaleciéndose.
Era
un Arte Mental increíble.
Sus
efectos eran asombrosos y, aunque era necesario entrenar constantemente, era
impresionante cómo simplemente usar este Arte Mental fortalecía mi cuerpo.
Si
este Arte Mental fuera revelado al mundo, sería un escándalo.
Explicaba
cómo el Venerable Deshonrado se había vuelto tan poderoso después de alcanzar
la Juventud Eterna, pero había un gran problema.
Es
demasiado doloroso.
Usar
este Arte Mental para moverme provocaba un dolor abrumador.
Lo
mencioné antes, pero todo mi cuerpo sufría por ello.
El
dolor era tan intenso que, al principio, incluso lanzar un solo golpe era
difícil.
Cada
movimiento, girar la cadera, levantar el brazo, enviaba olas de intenso dolor a
través de mí.
Incluso
ahora, después de tanto tiempo, el dolor seguía siendo igual de intenso.
El
sudor me cubría después del más mínimo movimiento, incluso me desmayé más de
una vez por el dolor.
No
podía evitar preguntarme si el propio Venerable Deshonrado experimentaba este
dolor cada vez que usaba el Arte Mental.
Si
era así, entonces realmente es un pervertido…
Este
Arte Mental era una locura.
Era
tan absurdo que…
Podía
sentirme volviéndome más fuerte.
El
progreso era lento, casi imperceptible, pero podía notar el aumento gradual de
mi fuerza. La clave era que podía sentirlo.
Era
como si mi propio cuerpo se estuviera transformando, en lugar de solo mi nivel
de habilidad.
Si
el Venerable Deshonrado había creado esto con esa intención, entonces realmente
era un monstruo.
Aunque
aún no había recibido un entrenamiento adecuado en el Arte de la Destrucción
Celestial, continué con esta rutina agotadora en la cueva porque era
innegablemente efectiva.
"¿Cuánto
tiempo piensas seguir con esto?"
Para
cualquiera que no lo entendiera, este entrenamiento debía parecer inútil, tal
vez incluso insano.
Moyong
Hi-ah parecía pensar exactamente eso.
"En
serio vas a lastimarte, Maestro Gu…"
"Está
bien."
No
podía revelar la identidad del Venerable Deshonrado a nadie, ni tampoco podía
hablar de sus métodos de entrenamiento. Así que, para cualquiera, probablemente
me veía como un lunático golpeando las paredes de una cueva.
A
pesar de todo, ella seguía trayéndome comida sin hacer preguntas.
¿Es
porque… ya están acostumbradas a que haga cosas extrañas?
Eso
era un poco insultante, en realidad–
"Ugh…"
Mi
puño se detuvo en el aire cuando un dolor intenso y repentino me atravesó,
demasiado fuerte para ignorarlo.
Si
no hubiera sido cuidadoso, probablemente me habría desmayado.
"…"
Moyong
Hi-ah suspiró profundamente y se puso de pie después de verme.
"Asegúrate
de comer."
"¿Te
vas?"
"Sí,
y la Joven Señorita Namgung te visitará mañana."
"Deberían
simplemente descansar en lugar de venir aquí todos los días."
Las
chicas parecían turnarse para traerme comida, aunque yo no pasaba todo el día
en la cueva.
Regresaba
por la noche para comer, así que no entendía por qué se tomaban la molestia de
traerme el almuerzo.
Y
aun así, seguían turnándose.
¿Y
cómo sabe siquiera que salgo de la cueva por la noche?
Moyong
Hi-ah de alguna manera sabía que yo salía por la noche y me visitaba de vez en
cuando con una bolsa de dumpling.
¿Cómo
lo descubrió?
"También
me gustaría descansar, pero no es tan fácil. La Joven Señorita Namgung es
perspicaz en estas cosas… a diferencia de alguien."
"¿Qué?"
"En
fin, me voy ahora. Volverás para la cena, ¿Cierto, Maestro Gu?"
"¿Tal
vez…?"
Moyong
Hi-ah frunció el ceño, claramente insatisfecha con mi respuesta, pero se dio la
vuelta hacia la entrada sin decir nada más.
Entonces,
"Oh,
cierto."
"¿Ahora
qué?"
"Asegúrate
de estar bien arreglado dentro de una semana, ¿De acuerdo?"
Con
ese recordatorio, giró y salió de la cueva, desapareciendo de la vista.
"…Tsk."
Sus
palabras me recordaron algo que había olvidado.
Se
refería a la Reunión de la Facción Ortodoxa que comenzaría la próxima semana, y
tenía que asistir al encuentro.
Me
preguntaba por qué tenía que ir, y era porque estuve involucrado en el
incidente y cómo la gente me llamaba el Rey Menor del Infierno.
Solo
de pensarlo me daba dolor de cabeza.
Y
eso no era lo único que me hacía doler la cabeza.
"Sigh…"
El
pensamiento me hizo suspirar automáticamente.
¿Cuántos
vendrán otra vez?
Era
por los asistentes a la reunión.
Era
lógico que figuras clave de los Cuatro Clanes Nobles y la Alianza de las Diez
Sectas vinieran, pero eso no era lo que me preocupaba.
Era
porque había escuchado quién vendría del Clan Gu.
¿Quién
era otra vez?
El
Primer Anciano, el Capitán del Primer Ejército, Lady Mi, Gu Huibi… e incluso mi
Padre.
Honestamente,
la alineación en sí estaba bien.
Sabía
que era necesario que el Clan Gu asistiera a una reunión de la Facción Ortodoxa
como un clan noble.
Solo
que…
…¿Por
qué mi padre?
Que
Padre viniera a Henan era algo sin precedentes.
Con
los Señores de los Cuatro Clanes Nobles asistiendo, tenía sentido que el Señor
del Clan Gu también asistiera. Pero Padre siempre parecía evitar venir a Henan
por alguna razón.
Nunca
salía de Shanxi a menos que fuera absolutamente necesario, y como solo había
salido por asuntos relacionados con Gu Huibi y mi compromiso, supuse que debía
sentirse incómodo con Henan.
¿Era
este incidente tan importante como para que Padre viniera hasta Henan?
En
cierto modo, tal vez lo era, pero no podía evitar preguntármelo.
Pero
más que nada,
Ver
a Padre me hace sentir incómodo.
Seguía
siendo lo mismo.
Tal
vez un poco mejor que antes, pero seguir enfrentando a Padre se sentía
incómodo.
Solo
pensar en eso hizo que me detuviera a medio golpe.
"Tal
vez debería detenerme por hoy."
Con
ese pensamiento pesando sobre mí, no podía concentrarme.
Al
final, decidí terminar mi entrenamiento del día y detuve el flujo del Arte
Mental dentro de mí.
Instantáneamente,
la presión y el dolor se desvanecieron, y pude moverme libremente otra vez.
Estaba
empapado en sudor.
Entrenar
a través del dolor me había dejado empapado.
Pero
también se sentía bastante refrescante.
Mi
entrenamiento usual rara vez me dejaba sudando, así que tomé esto como una
buena señal.
Después,
me cambié a un conjunto de ropa fresca y salí de la cueva.
Me
dirigí a la posada proporcionada para los estudiantes.
Los
sobrevivientes de la emboscada no podían regresar a sus Clanes o Sectas a menos
que alguien de sus hogares viniera a recogerlos.
Por
supuesto, los estudiantes podían marcharse si sus Clanes o Sectas enviaban una
carta a la Alianza diciendo que no era necesario que se quedaran, pero eso rara
vez ocurría.
Con
la próxima reunión de la Facción Ortodoxa a solo unos meses de distancia y la
Alianza proporcionando alojamiento decente, la mayoría de los estudiantes
optaban por quedarse.
Cuando
llegué a las bulliciosas calles de Henan, fragmentos de conversaciones llegaron
a mis oídos.
–La
Alianza esta vez…
–La
última vez, el Líder de la Alianza dijo…
Como
siempre, la gente discutía en voz alta los últimos rumores.
–Así
que, sobre el Rey Menor del Infierno…
Al
escuchar eso, me subí la cubierta facial.
Normalmente
no me molestaba en usar una, pero los persistentes rumores prácticamente me
obligaban a hacerlo.
…Qué
molesto.
Solté
un suspiro.
No
sé cómo terminé en esta situación.
Regresaré
tan pronto como pueda.
Mientras
caminaba entre la multitud con pasos rápidos–
"Maestro."
Una
voz me llamó.
¿Quién
era? ¿Se dio cuenta de quién soy?
Me
detuve y giré hacia la voz. Consideré ignorarla, pero por alguna razón terminé
deteniéndome.
El
hombre que me llamaba también llevaba una cubierta facial.
No
podía ver su rostro, pero–
Es
fuerte, ¿Eh?
Podía
sentir su poder.
El
hombre también se detuvo, analizándome, probablemente sintiendo lo mismo.
"…¿Necesita
algo?"
No
parecía reconocerme.
El
hombre, ocultando su sorpresa, respondió a mi pregunta.
"¿Sabe
cómo llegar a la posada del Bosque Blanco?"
"…¿Hmm?"
Fruncí
el ceño ligeramente ante su respuesta.
Su
destino era el mismo que el mío.
Al
notar mi cautela, el hombre continuó,
"Me
dijeron que mi hija se está quedando allí, pero no sé cómo llegar, ya que vine
en secreto."
Al
escucharlo, lo examiné de pies a cabeza.
Era
poderoso. Mi incapacidad para medir su nivel sugería que estaba en el Reino
Fusión o que era un artista marcial más avanzado.
Al
notar mi continua cautela, el hombre metió la mano en su bolsillo y sacó algo
para que lo viera.
Era
una carta con el sello de la Alianza.
Eso
es…
Era
una invitación a la Reunión de la Facción Ortodoxa.
Después
de verla, le di la espalda al hombre. Parecía ser un pariente de uno de los
estudiantes que se alojaban en la posada.
Con
tantos estudiantes allí, no podía saber de quién era familia, pero por su
postura, estaba claro que era un artista marcial formidable. ¿Pertenecía a un Clan
o a una Secta?
Sentía
curiosidad, pero había asuntos más importantes en mi mente.
"Sígueme."
"Oh,
¿Me guiarás hasta allí?"
"No
exactamente. Simplemente sucede que voy en la misma dirección."
Comencé
a avanzar.
Siguiéndome, la Espada Celestial Blanca, Moyong Tae, también empezó a caminar.
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