Reunión de la Facción Ortodoxa (10)
Moyong
Tae, la Espada Celestial Blanca.
En
el pasado, había competido por el título de Rey de la Espada contra la Espada
Celestial Azul, Namgung Jin.
Por
supuesto, otros también lucharon por el trono, pero Moyong Tae fue el
competidor más impresionante.
Hoy
en día, era considerado el más débil de los Señores de los Cuatro Clanes
Nobles, en gran parte porque priorizaba a su hija y a las Asociaciones de
Comerciantes por encima de su destreza marcial.
Era
un Señor y un padre primero, y un artista marcial después.
Esa
era la Espada Celestial Blanca que yo conocía.
Hasta
este punto, todo estaba bien.
¿Qué
me importaba si la Espada Celestial Blanca elegía un camino diferente en la
vida?
El
problema, sin embargo, era que este hombre estaba justo frente a mí.
Clench.
El
agarre de la Espada Celestial Blanca en mi hombro se fue apretando gradualmente.
"…"
Levanté
la vista hacia su rostro, y sus ojos eran aterradores.
Si
había alcanzado el nivel de la Espada Mental, entonces lo más probable era que
pudiera cortarme la cabeza aquí mismo.
Esto
es problemático…
Me
pregunté cómo manejar esta situación, pero la respuesta ya era clara.
¿Qué
quiero decir con 'cómo'? Estoy completamente jodido.
No
podía haber una respuesta más clara.
"¿Mi…
Señor?"
Moyong
Hi-ah habló con la Espada Celestial Blanca con ojos llenos de sorpresa.
La
Espada Celestial Blanca apartó su mirada penetrante de mí y la dirigió a Moyong
Hi-ah.
En
un instante, su expresión cambió.
La
fría y mortal mirada que me había dado se derritió en la más amable y suave
expresión en cuanto miró a Moyong Hi-ah.
"¿Has
estado bien?"
"¿Cómo…
llegaste aquí…?"
"¿Te
sientes mal de alguna manera?"
Aunque
Moyong Hi-ah hablaba en un tono de pánico, la Espada Celestial Blanca la ignoró
y comenzó a inspeccionar su estado.
"¿Has
comido? No, por supuesto, te habrías asegurado de comer a tiempo."
"…"
Clench.
Incluso
mientras hablaban, su agarre en mi hombro se hizo más fuerte.
Esto
ya está empezando a doler.
Entonces,
Moyong Hi-ah le hizo una pregunta a la Espada Celestial Blanca.
"…T-Todavía
falta una semana para la reunión. ¿Por qué llegaste tan temprano?"
"¿Cómo
podría un padre esperar sin saber cómo está su hija?"
Esto
era fascinante de una manera completamente inesperada.
Un
padre normal podría hacer lo mismo, pero para alguien de su estatus, era
extraordinario.
Los
ojos de Moyong Hi-ah se abrieron de par en par por la sorpresa, como si se
hubiera dado cuenta de algo, y preguntó,
"Entonces…
¿Viniste solo?"
"Los
Ancianos y el ejército llegarán un poco más tarde."
Así
que había venido solo. Un Señor del clan viajando sin escoltas.
Con
razón su apariencia parecía tan descuidada a pesar de su estatus.
Así
que vino aquí solo, sin importarle su imagen, ¿Eh?
En cierto modo, era un hombre muy impresionante.
Sin
embargo, Moyong Hi-ah frunció el ceño profundamente, claramente sorprendida por
sus acciones.
"¿Cómo
pudiste hacer algo así? ¡La gente te reconocerá! ¡Deberías al menos preocuparte
por la imagen del clan!"
Cuando
Moyong Hi-ah habló en un tono de reproche, la Espada Celestial Blanca respondió
con una expresión inusual.
"La
imagen del clan no es más importante que mi hija."
Moyong
Hi-ah se quedó paralizada, en silencio ante su respuesta.
Oh,
así que es débil en cosas como esta.
Viendo
la reacción de Moyong Hi-ah, la Espada Celestial Blanca volvió a mirarme y
continuó,
"Además…"
"Mi
preciosa hija podría haber sido enredada por algún bueno-para-nada… así que, ¿Por
qué me preocuparía por mi imagen?"
"…"
Una
gota de sudor resbaló por mi rostro.
Este
hombre definitivamente ya sabía quién era yo.
Honestamente,
era sorprendente que no me hubiera reconocido en el momento en que nos
encontramos.
Fragmentos
de nuestra conversación anterior pasaron por mi mente.
–Él
está comprometido con otra chica.
–Mi hija me dijo que él dejaría a su actual prometida para estar con ella.
–Escuché
un rumor de que ese bastardo está viendo a otras mujeres además de mi hija.
"…"
Cuando
escuché esa historia, pensé que ese tipo era un completo bastardo.
Pero
ese bastardo… era yo.
Todo
el tiempo, hablaban de mí.
…Así
que esta era mi historia, ¿Eh?
Las
aterradoras palabras de la Espada Celestial Blanca que dijo antes resonaron en
mi mente.
¿No
había dicho que le rompería los brazos y las piernas a ese bastardo?
Y
yo incluso tuve la audacia de decirle que esperaba que lograra su objetivo.
Hmm…
Asentí
sombríamente para mí mismo, tratando de pensar.
Qué
maldito lunático soy.
Realmente
cavé mi propia tumba.
¿Mi
vida está pasando ante mis ojos ahora mismo?
Definitivamente
se siente posible.
Mi
vida no pasó ante mis ojos cuando morí en mi vida pasada, así que ¿Por qué está
ocurriendo ahora?
"Y
bien, Joven Experto. Creo que aún no me has respondido."
"Uh…"
"¿Cuál
es tu nombre?"
Parecía
seguro de mi identidad, pero ¿Estaba preguntando solo para confirmarlo?
Qué
personalidad tan impecable tiene.
¿Qué
debía hacer? No había manera de evitar darle una respuesta.
…¿Debería
usar a Gu Jeolyub?
Fue
el primer pensamiento que cruzó por mi mente.
Siempre
usaba su nombre en situaciones como esta. Funcionó cuando conocí a Namgung
Bi-ah y a Tang Soyeol por primera vez.
Siempre
había sido un nombre confiable al cual recurrir,
Pero
dudo que me crea, incluso si digo su nombre.
El
nombre de Gu Jeolyub era algo conocido ahora, así que era difícil usarlo.
Al
final, no tenía más remedio que revelar mi verdadero nombre.
"…Soy."
El
solo pensamiento de que desenvainara su espada en el momento en que dijera mi
nombre me hizo estremecer.
La
intención asesina que sentía presionando mi espalda no era una ilusión.
Esto
no era sobre si podía vencerlo o no.
El
problema era si la Espada Celestial Blanca, el padre de Moyong Hi-ah,
desenvainaría su espada contra mí.
Luchar
contra él era lo último que quería hacer, a menos que fuera absolutamente
necesario.
Apenas
logrando calmar mi respiración agitada, tragué saliva nerviosamente y hablé.
"Saludo
al Señor del Clan Moyong… Soy del Clan Gu…"
"Padre."
Justo
cuando estaba a punto de decir mi nombre, Moyong Hi-ah se adelantó y envolvió
sus brazos alrededor de la Espada Celestial Blanca.
Espera…
¿Por qué lo llamó así? ¿Padre?
"L-Luego
hablamos de esto… Primero, debemos encontrar un lugar para que descanses. Estás
cansado, ¿Verdad?"
"Hija.
Lo siento, pero aún no he terminado de lidiar con este pedazo de basura podrida…"
La
Espada Celestial Blanca señaló hacia mí con el dedo. También lo escuché
llamarme basura podrida en lugar de Joven Experto.
Estoy
realmente en una situación peligrosa ahor–
"¡Eeengh!"
…¿Qué?
Mis
ojos se abrieron de par en par ante el agudo e inesperado sonido que me perforó
los oídos.
¿Escuché
mal? Sonó como si viniera de Moyong Hi-ah.
Como
si quisiera confirmar que no lo imaginé, Moyong Hi-ah habló de nuevo.
"Eeengh…
Papi… Hi-ah quiere comer algo… ¿Podemos irnos ya?"
Pfft.
Vi
a Peng Ah-hee escupir su agua, incapaz de contener la risa.
¿Acabo
de sentir escalofríos por los brazos y el cuello? Definitivamente sí.
¿Qué
demonios fue esa voz tan empalagosa y estremecedora?
…
Mi
cerebro colapsó por completo.
Era
lo suficientemente impactante que semejante voz saliera de Moyong Hi-ah, pero
lo que más desconcertaba era el motivo por el cual hablaba así.
¿Era
alguna alucinación antes de la muerte? ¿Había caído en algún tipo de ilusión?
Si
no era eso, entonces no tenía manera de entender esta situación.
Tras
las palabras de Moyong Hi-ah, quien se retorcía incómoda, la atmósfera se
enfrió al instante.
Sorprendía
lo rápido que la intensa tensión se había desvanecido.
Una
rápida mirada a Moyong Hi-ah reveló que sus orejas estaban tan rojas que
parecían a punto de explotar.
Se
veía completamente avergonzada de sus propias acciones.
Era
comprensible. Si yo hiciera algo así con mi padre, mordería mi lengua y
acabaría con todo de inmediato.
Entendía
por qué Moyong Hi-ah lo había hecho, pero dudaba que alguien como la Espada
Celestial Blanca se dejara convencer solo porque ella–
"Haha,
¿Vamos a comer entonces? ¿Qué puede ser más importante que el hambre de mi
dulce hija?"
Olvídalo.
El
hombre feroz y afilado que estaba listo para despedazarme desapareció,
reemplazado por un padre cariñoso con una brillante sonrisa.
Al
ver su reacción, Moyong Hi-ah rápidamente le tomó del brazo e intentó
llevárselo.
Parecía
dispuesto a irse sin resistencia, pero justo cuando salían de la posada,
escuché una voz en mi cabeza.
[Nos
veremos después.]
"…"
La
Espada Celestial Blanca me habló telepáticamente. No pensaba dejarme ir bajo
ninguna circunstancia.
Era
como si me estuviera advirtiendo que preparara mi cuello para nuestro próximo
encuentro.
Seguramente,
solo estoy imaginando cosas, ¿Cierto?
…Sí,
claro. Imaginación, mi trasero.
Por
supuesto que no era mi imaginación. Moyong Hi-ah había hecho todo lo posible
para salvarme.
De
otro modo, la fría y serena Moyong Hi-ah nunca habría dicho algo como 'Eeengh…'
en ese tono.
Tuvo
que haberse armado de muchísimo valor para decirlo.
Pero,
¿Y ahora qué? Puede que Moyong Hi-ah lograra alejar a la Espada Celestial
Blanca por el momento, pero él definitivamente volvería.
¿Debería
huir de verdad?
No,
eso no va a funcionar.
¿A
dónde podría ir? Todavía tenía que asistir a la reunión que se avecinaba.
Mientras
trataba de encontrar una solución, escuché,
"…Oye,
Soyeol."
Las
chicas comenzaron a hablar entre ellas.
"¿Hmm?"
Tang
Soyeol respondió a Peng Ah-hee, aunque aún parecía aturdida por lo que acababa
de presenciar.
Con
una expresión seria, Peng Ah-hee fijó su mirada en Tang Soyeol y le hizo una
pregunta.
"…Crees
que me meteré en problemas si llamo a la Joven Señorita Moyong…"
"¿Sí?"
"¿Joven
Señorita Eeengh…?"
"…"
El
ambiente en la habitación se tornó gélido en el instante en que Peng Ah-hee
habló.
¿Se
metería en problemas si se burlaba de Moyong Hi-ah por eso?
Morirá
antes que yo.
Eso
era seguro.
Peng
Ah-hee sería reducida a polvo si se atrevía a burlarse de Moyong Hi-ah por lo
que había hecho.
Y
en serio, ¿'Joven Señorita Eeengh'? Eso es demasiado–
Pfft.
Giré
la cabeza de inmediato al escuchar una risa sofocada.
Alguien
claramente no había logrado contener su risa.
Extrañamente,
cuando miré a las chicas, sus expresiones eran completamente neutrales.
Pero
noté que todas estaban mirando a una persona con expresiones peculiares.
Era
Namgung Bi-ah, con la cabeza girada como si no tuviera nada que ver con el
asunto.
******************
Habían
pasado unos días desde la tormenta caótica en la posada.
Cada
noche desde entonces, había estado en estado de alerta máxima, preocupado de
que asesinos pudieran venir a matarme.
Uno
podría pensar que estaba exagerando, pero la expresión que vi en el rostro de
la Espada Celestial Blanca ese día fue más que suficiente para hacerme pensar
de esa manera.
Curiosamente,
sin embargo, nada de eso había sucedido.
Desde
el día en que la Espada Celestial Blanca se fue con Moyong Hi-ah, no había
vuelto a aparecer.
Lo
mismo pasaba con Moyong Hi-ah.
Quizás…
¿Moyong
Hi-ah realmente lo está manteniendo a raya con esa actuación de 'eeengh eeengh'?
Si
ese es el caso, debe estar pasándola muy mal.
Ese
pensamiento me hizo asentir instintivamente. Incluso sentí un raro atisbo de
gratitud hacia Moyong Hi-ah.
Aun
así, no podía evitar pensar.
¿Y
si Moyong Hi-ah realmente habla así en su casa?
Esa
idea me había estado rondando últimamente.
Me
preguntaba si hablaba así en casa porque parecía como si ya estuviera
acostumbrada a hacerlo.
No,
imposible.
Descarté
la idea de inmediato.
No
había manera de que alguien como la gran Moyong Hi-ah actuara así.
"¿Terminaste
de pensar?"
"…Sí."
Mientras
recuperaba el aliento, alguien me habló.
Era
el Venerable Deshonrado. Aparecía de vez en cuando durante mi entrenamiento.
No
tenía idea de cómo pasaba su tiempo, pero yo, como siempre, estaba ocupado
entrenando con mis puños en la cueva.
El
Venerable Deshonrado sonrió al evaluar mi condición y me hizo una pregunta.
"Bueno,
¿Te resulta fácil?"
"Ni
de broma. Siento que estoy muriendo."
Fácil,
mi trasero.
Incluso
hoy, me desmayé más de cinco veces debido al dolor.
A
pesar de mis quejas, el Venerable Deshonrado sonrió, claramente complacido con
mi respuesta.
"…Solo
estoy golpeando con mi puño. ¿De verdad estoy haciendo esto
correctamente?"
Esa
era la pregunta que más me inquietaba.
Sabía
lo impresionante que era el Arte de Destrucción Celestial.
El
hecho de que su poder me asombrara incluso en mi nivel actual demostraba lo
increíblemente efectivo que era este Arte Mental.
Pero
no podía entender por qué me hacía excavar una cueva con él.
¿Cuál
era su intención?
El
Venerable Deshonrado me miró con una expresión extraña después de que hice mi
pregunta.
"Por
tu pregunta, está claro que no te das cuenta de lo extraordinario que es tu
entrenamiento."
"¿Eh?"
"Tú
mismo dijiste que es doloroso."
"Bueno,
así es como me siento…"
"¿Crees
que una persona común podría soportar este nivel de dolor y seguir entrenando
como lo haces ahora?"
"…"
"Me
quedó claro desde el primer día. Definitivamente necesitas convertirte en mi
discípulo."
Le
había impresionado que lograra comenzar a excavar una cueva con solo mis puños
desde el primer día.
"¿Solo
por eso?"
"Sólo
durar un día ya es impresionante. Pero el segundo día es aún más difícil, y
desde entonces, solo alguien con una mentalidad inquebrantable podría soportar
este entrenamiento."
Era
algo comprensible.
El
Arte Mental del Arte de Destrucción Celestial.
El
dolor que infligía era mucho peor de lo que imaginaba.
Aun
así, podía sentir que me hacía más fuerte, siempre y cuando soportara la
agonía.
Prefería
el dolor antes que la impotencia y la vergüenza de la debilidad.
Al
ver la confusión aún marcada en mi rostro, el Venerable Deshonrado simplemente
sonrió.
"Aunque
me preocupa tu camino torcido, eres realmente un estudiante prometedor."
"¿Camino
torcido…? ¿No es eso un poco cruel?"
"Significa
que tengo grandes expectativas de lo que te convertirás. Ahora date prisa y
termina este entrenamiento. Solo entonces podré enseñarte la técnica del Puño
Único."
Sus
palabras drenaron por completo mi entusiasmo.
"¿Todo
esto… solo para aprender una técnica de puño?"
"Exactamente.
Para eso es este entrenamiento."
Que
ridículo. Pero, aun pensando eso, seguí golpeando con el puño.
"Niño."
Me
detuve a mitad de un golpe y giré la cabeza hacia el Venerable Deshonrado
cuando me llamó.
"¿No
es hora de que vayas pronto?"
"…"
Tuve
que fruncir el ceño al escuchar eso.
Ya
estaba considerando escapar y fingir que lo había olvidado, pero el Venerable
Deshonrado se aseguró de recordármelo.
"…Sí,
en efecto tengo que ir."
Con
un suspiro de resignación, comencé a cambiarme a un atuendo limpio.
La
razón era simple.
Hoy
era el primer día de la Reunión de la Facción Ortodoxa.
Me
habían obligado a asistir.
La
Espada Celestial Blanca estaría ahí, junto con todos los demás Señores de los
Cuatro Clanes Nobles.
Con
ese pensamiento, reprimí mi nerviosismo.
Por
mucho que lo analizara, ya podía decir que la reunión se convertiría en un
caos.
Miré
al Venerable Deshonrado con una pregunta.
"¿Tú
también vas?"
Dado
su trasfondo en un clan noble, pensé que podría ir, pero solo sonrió en
respuesta.
"¿Por
qué lo haría?"
"…"
Esa expresión engreída era, sin duda, lo más molesto que había visto.
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