Capítulo 378: Espada Celestial Blanca (2)

Espada Celestial Blanca (2)

 

Es asombroso cómo la apariencia de una persona puede cambiar la impresión que da, ¿No?

 

Ese fue mi primer pensamiento al ver a la Espada Celestial Blanca, quien había aparecido de la nada.

 

Antes, con su ropa desgastada, parecía un hombre de mediana edad un tanto extraño, pero ahora, solo con cambiar su atuendo y añadir algunos accesorios, parecía una persona completamente diferente.

 

No podía ser más fascinante que esto.

 

Espera, ese no es el problema aquí.

 

No era momento de pensar en eso.

 

Lo que importaba era por qué había aparecido en este momento.

 

La Espada Celestial Blanca, Moyong Tae, emanaba un Qi gélido y su mirada estaba fija en mí.

 

Tomando en cuenta su fría actitud, le pregunté con cautela.

 

"…¿Qué lo trae por aquí, mi Señor…?"

 

"Salí a dar un paseo nocturno."

 

No pude evitar mirarlo con incredulidad ante su respuesta.

 

¿Por qué está liberando tanto Qi de Combate si solo está dando un paseo?

 

No importaba cómo lo viera, no estaba aquí para una simple caminata.

 

¿Podría ser que realmente está pensando en matarme?

 

Ese pensamiento cruzó brevemente por mi mente, aunque dudaba que llegara tan lejos.

 

No había manera de que uno de los señores de los Cuatro Clanes Nobles intentara un asesinato de esta forma.

 

Moyong Tae sabía mejor que nadie que matarme en Henan crearía un problema que no podría solucionar.

 

Con ese pensamiento, lo saludé con respeto.

 

"…Ya veo. Es un honor encontrarme con usted a esta hora, mi Señor. Espero que disfrute su paseo."

 

Era momento de salir de aquí.

 

Justo cuando estaba por darme la vuelta y marcharme,

 

¡Swish–!

 

Una ligera brisa rozó mi rostro.

 

¡Swoosh–!

 

Un sonido aterrador le siguió, y los árboles frente a mí comenzaron a caer tras el impacto de la brisa.

 

"Joven experto."

 

"…"

 

Me giré al escuchar a Moyong Tae llamarme.

 

Había desenvainado su espada y me estaba mirando fijamente.

 

Su Qi se mezclaba con su Qi de Combate, aumentando su presencia.

 

Tragué saliva con nerviosismo ante la intimidante escena.

 

"Aún no he recibido una respuesta de tu parte."

 

"…¿Qué… respuesta?"

 

"Tu nombre, Joven Experto. Te lo pregunté, y aún no me lo has dicho."

 

¿Mi nombre?

 

Pero él ya lo sabe.

 

Moyong Tae ya conocía mi verdadero nombre, pero insistía en que se lo dijera.

 

"…"

 

Me pregunté si solo estaba jugando conmigo, pero sus ojos reflejaban una seriedad mortal.

 

¿Su ataque de hace un momento también había sido en serio?

 

De cualquier forma, la fría tensión en el aire no desaparecía.

 

Esto no era una buena situación.

 

Esto se estaba volviendo molesto.

 

Empecé a pensar en cómo manejar esto.

 

¿Y qué hay de mi padre?

 

Mi padre llegaría pronto.

 

Esta situación terminaría cuando él apareciera, pero quedaría sin resolver.

 

Mientras estaba sumido en mis pensamientos,

 

"Está bien si no vas a responder."

 

Moyong Tae guardó lentamente su espada en la vaina.

 

¿Qué? Hace un momento parecía listo para matarme. ¿Ahora se va de verdad?

 

¿Así nada más?

 

Click.

 

Cuando la espada de Moyong Tae encajó completamente en su vaina, le hice una pregunta.

 

"¿Qué pasa si no respondo?"

 

Moyong Tae fijó su mirada afilada en mí tras escuchar mi pregunta.

 

Su Qi se sintió afilado.

 

"Regresaré."

 

Algo en la respuesta de Moyong Tae no me cuadraba. ¿No debería ser esto algo bueno para mí?

 

Justo cuando estaba por sentirme aliviado,

 

"También me llevaré a mi hija conmigo."

 

"…!"

 

"El contrato hecho con el Clan Gu procederá según lo acordado, y no desmantelaremos nuestros negocios en Shanxi, así que no tienes que preocuparte."

 

"…¿Pero qué hay de la condición de su hija?"

 

La única razón por la que el Clan Moyong apoyaba al Clan Gu y por la que Moyong Hi-ah se quedaba conmigo era para curar su condición.

 

Aún estaba en proceso de tratarla.

 

Sin embargo, si él se la llevaba de vuelta al clan, no podría continuar su tratamiento.

 

Ante mi preocupación, Moyong Tae respondió con un tono frío.

 

"Eso es un asunto de nuestro clan. No necesitas preocuparte por ello, Joven Experto."

 

"…"

 

Era la verdad.

 

Como él dijo, era un problema del Clan Moyong, y como forastero, no era de mi incumbencia.

 

Puede que eso fuera cierto, pero una extraña sensación comenzó a inquietar mis emociones.

 

Me dejó con una profunda inquietud.

 

"Te haré una última pregunta. ¿Me dirás tu nombre?"

 

"…¿Y qué pasa si lo hago?"

 

"…"

 

Dado que su decisión parecía depender de mi respuesta, significaba que decirle mi nombre tenía un peso significativo.

 

Quería entender por qué.

 

Tras un momento de silencio, Moyong Tae descansó su mano sobre la empuñadura de su espada una vez más.

 

Luego, habló.

 

"No me agradas, Joven Experto."

 

"…"

 

En lugar de responder mi pregunta, declaró abiertamente su desprecio hacia mí.

 

"Estoy seguro de que sabes la razón."

 

"…Sí."

 

"Aun así, estoy dispuesto a dejar de lado mi odio si realmente eres la única clave para salvar a mi hija."

 

"Entonces…"

 

"Sin embargo."

 

Shing–

 

Desenvainó su espada una vez más.

 

Al hacerlo, su Qi se esparció por los alrededores.

 

Mi cuerpo ardió al recibir su Qi.

 

La Espada Celestial Blanca, Moyong Tae.

 

Era uno de los señores de los Cuatro Clanes Nobles, aunque tenía la reputación de ser el más débil en términos de destreza marcial.

 

Aun así, seguía siendo uno de los Señores de los Cuatro Clanes Nobles.

 

Su Qi por sí solo podría partirme en dos.

 

Se sentía increíblemente afilado.

 

Ahora entendía cómo había llegado a competir por el trono del Rey de la Espada.

 

"No tengo intención de confiarle mi hija a alguien que ni siquiera dice su propio nombre."

 

"…"

 

"Aun si eso significa sacrificar la felicidad de mi hija, no lo permitiré."

 

Su presencia se volvió aún más opresiva. Ahora era dolorosamente obvio.

 

Si le decía mi nombre ahora, la Espada Celestial Blanca me apuntaría con su espada.

 

No podía decir si me estaba poniendo a prueba o simplemente buscaba una excusa para pelear, pero sus palabras resonaban en mi mente.

 

–No tengo intención de confiarle mi hija a alguien que ni siquiera dice su propio nombre.

 

Ni siquiera recordaba haber cuidado de Moyong Hi-ah, ni tenía intención de hacerlo.

 

La única vez que lo hice fue en mi vida pasada.

 

Pero eso era solo un recuerdo, algo del pasado que solo yo conocía.

 

Además, estaba seguro de que no había hecho nada para justificar tanta hostilidad por parte de la Espada Celestial Blanca, y aun así, de alguna manera, me molestaba.

 

¿Era porque no quería que Moyong Hi-ah se fuera?

 

¿Por qué? ¿Porque ella me apreciaba? ¿O porque nuestra relación ahora era mejor que la de mi vida pasada?

 

Si no era eso, ¿Era porque necesitaba su mente estratégica?

 

"…"

 

El calor comenzó a elevarse dentro de mi cuerpo.

 

Intenté buscar una respuesta, pero al final no la encontré.

 

Era simple.

 

Ya conocía la respuesta, pero intentaba encontrar otra.

 

"Te lo preguntaré por última vez."

 

Moyong Tae me apuntó con su espada mientras repetía su pregunta.

 

Sabía perfectamente que decir mi nombre ahora solo traería problemas.

 

Apenas lo hiciera, tendría que explicarlo todo e incluso podría acabar peleando contra él.

 

No, este hombre, sin duda, me desafiaría a un combate.

 

Podía verlo en sus ojos.

 

Ahí estaba él, apuntando con su espada a alguien que ni siquiera tenía la mitad de su edad.

 

¿Qué clase de tontería era esta?

 

No tenía el más mínimo deseo de pelear sin sentido.

 

Además, ni siquiera estaba seguro de estar en condiciones de pelear.

 

Había muchas razones para evitar esta pelea, y nada de esto tenía que suceder.

 

"¿Cuál es tu nombre, Joven Experto?"

 

"…"

 

Pero una razón necia eclipsó por completo mi racionalidad.

 

Era una razón muy egoísta.

 

Simplemente no quería que Moyong Hi-ah se alejara de mi lado.

 

Esa avaricia insensata aplastó toda mi lógica.

 

Y debido a eso, solo me quedó una opción.

 

Inspiré profundamente, exhalé lentamente y sentí mi cuerpo relajarse.

 

Apretando el puño, hice una reverencia respetuosa.

 

"…Saludo al Señor del Clan Moyong como un pariente de sangre del Clan Gu de Shanxi."

 

Las pupilas de Moyong Tae temblaron ante mis palabras.

 

"Mi nombre es Gu Yangcheon. Y soy…"

 

Cuando su espada se inclinó ligeramente, comencé a circular mi Qi.

 

El calor recorrió todo mi cuerpo.

 

Mi Qi se reunió en mi Dantian, elevándose lentamente desde el centro hasta la cima.

 

Pude sentir cómo la temperatura aumentaba, subiendo hasta mi cabeza.

 

"…Conocido, aunque sin merecerlo, el Rey Menor del Infierno."

 

Aún me costaba decir ese nombre en voz alta. Me avergonzaba tanto que mis orejas se enrojecieron al pronunciarlo.

 

"…"

 

Los ojos de Moyong Tae se abrieron de par en par al notar mi estado.

 

Al ver que había desbloqueado mi Dantian superior, entendió de inmediato el nivel que había alcanzado.

 

Manteniendo mi mirada en él, hablé.

 

"Si es de su agrado, mi Señor."

 

Vapor escapó de mis labios al hablar.

 

No necesitaba comprobarlo para saberlo. Mis ojos brillaban con un rojo intenso.

 

Abrazando el calor hirviente dentro de mí,

 

"Espero poder aprender una o dos cosas de usted."

 

Desafié a Moyong Tae a un combate.

 

Moyong Tae permaneció en silencio ante mi petición.

 

En cambio, levantó ligeramente su espada, manteniéndola apuntando hacia mí.

 

Entonces…

 

¡Rumble–!

 

Un denso Qi de Combate comenzó a brotar del cuerpo de Moyong Tae.

 

Adopté mi postura de batalla.

 

¡Blaze–!

 

Las llamas envolvieron todo mi cuerpo.

 

Un segundo anillo de las Artes de Llama Destructiva se formó a mi alrededor, señal de que había alcanzado el Reino Fusión.

 

Expandí el anillo de fuego hacia el exterior.

 

Cuando mi cuerpo quedó completamente envuelto en llamas rosadas, me impulsé desde el suelo y cargué directamente contra Moyong Tae.


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