Capítulo 393: Ha Pasado Un Tiempo

Ha Pasado Un Tiempo

 

"¿Gran Experto… Gu?"

 

"¿Perdón?"

 

Le respondí a Moyong Biyeon con un tono confundido. ¿Gran Experto Gu? ¿Ella siquiera sabe quién soy?

 

¿Pero cómo?

 

Incluso si supiera quién soy, la forma en que se dirigió a mí se sentía extraña.

 

¿Gran Experto…? La Espada de la Ola Blanca, mi superior, no debería dirigirse a mí con ese título.

 

Me quedé quieto, mirando a Moyong Biyeon, pero ella solo parecía cada vez más confundida.

 

"Espera… ¿Tal vez no? El Gran Experto que conozco es más…"

 

¿Más qué?

 

"¿Más guapo…?"

 

"…¿Qué acabas de decir?"

 

No pude evitar responder con un tono cortante.

 

Mierda.

 

Lo lamenté al instante.

 

Debería haberlo sabido, considerando lo que ya había notado sobre la personalidad de Moyong Biyeon.

 

Sin embargo, ella siguió observando mi rostro con una mirada confundida.

 

¿Me habría confundido con otra persona?

 

¿Con quién podría haberme confundido…?

 

Solo había otra persona con el apellido Gu que se parecía a mí.

 

¿Será mi Padre?

 

Decidí hacerle una pregunta a Moyong Biyeon mientras seguía con esa expresión de desconcierto.

 

"¿Por casualidad conoces a mi Señor?"

 

"¿Tu Señor?"

 

La expresión de Moyong Biyeon cambió al escuchar mi pregunta. Su mirada pasó de mí a Gu Yeonseo.

 

"Espera…"

 

Su rostro se transformó en puro asombro mientras me hacía otra pregunta.

 

"¿Eres… el Rey Menor del Infierno…?"

 

Maldición.

 

Cerré los ojos ante las palabras de Moyong Biyeon.

 

No importaba cuántas veces escuchara ese maldito título, nunca me acostumbraba. Una vez más, juré encontrar al bastardo que inventó ese nombre.

 

Escuchar ese ridículo título en boca de otra persona solo avivaba mi enojo.

 

"…Soy Gu Yangcheon del Clan Gu."

 

Por supuesto, no podía mostrar mi enojo, así que cerré los ojos con fuerza y me contuve.

 

"¿Oh…?"

 

Sin previo aviso, Moyong Biyeon se acercó y me agarró las mejillas.

 

Instintivamente traté de alejarme, pero ella me sostuvo con firmeza.

 

¿Qué le pasa a esta mujer?

 

"Entonces… ¿Eres el hijo del Gran Experto Gu?"

 

"Espera, ¿Podrías… soltarme–?"

 

"Ahora que te miro bien, sí te pareces a él. Tus ojos… tus ojos… y bueno, tus ojos."

 

"¿Senior…?"

 

"Oh no, ¿Qué les pasó a tus pobres ojos? Son preciosos, ¿Sabes…?"

 

Moyong Biyeon parecía ajena a mis protestas, y continuó acariciándome mi cara con una mirada casi loca en sus ojos.

 

Los ojos de Gu Yeonseo se agrandaron por la incredulidad, reflejando mi misma confusión.

 

Finalmente, no aguanté más y aparté sus manos.

 

"¿Qué estás haciendo?"

 

A pesar de que mi tono estaba cargado de molestia, Moyong Biyeon simplemente sonrió.

 

"Incluso tu personalidad se parece a la de él. Me gusta."

 

En lugar de enojarse, me miró con una expresión nostálgica, lo que solo aumentó mi frustración.

 

Me froté las mejillas y repetí mi pregunta anterior a Moyong Biyeon.

 

"¿Conoces a mi Señor?"

 

"Lo conocí en el pasado. No estoy segura si él aún me recuerda."

 

Por su respuesta, estaba claro que se conocían.

 

¿Pero qué clase de relación tuvieron para que ella actuara así?

 

Moyong Biyeon seguía mirándome con una expresión extraña.

 

Su mirada me incomodaba; era obvio que estaba viendo a mi Padre en mí.

 

Aparté la vista, y Moyong Biyeon habló.

 

"Escuché los rumores, pero… estoy impresionada. Supongo que la sangre no miente."

 

Por un momento, lo sentí. Moyong Biyeon estaba usando sus sentidos para observarme.

 

Wow, ¿Está observándome así de descarada? Increíble.

 

No era raro que estallara una pelea si alguien era sorprendido observando a otro de esa forma, ya que era algo muy irrespetuoso.

 

Sin embargo, Moyong Biyeon lo hacía como si nada. No me gustaba, pero se lo permití porque había ayudado a Gu Yeonseo antes.

 

Debe haber terminado, porque de repente su rostro mostró sorpresa.

 

"Cielos… pensé que me había confundido al principio, pero realmente has…"

 

No terminó la frase, pero sabía que estaba a punto de mencionar que había alcanzado el Reino Fusión.

 

¿Me habló de forma tan formal antes porque me confundió con otra persona?

 

Parecía que sí, ya que probablemente nunca esperó que un joven prodigio alcanzara ese nivel.

 

"No solo eres como él en ese sentido. Puede que incluso lo hayas superado."

 

"…Gracias por los cumplidos. Pero creo que estás un poco demasiado cerca."

 

Podía agradecerle, pero estaba parada demasiado cerca de mí.

 

Si solo diera un paso atrás, o mejor dicho, varios, me sentiría mucho mejor.

 

Al escucharme, Moyong Biyeon retrocedió un poco, dándose cuenta de su error.

 

Luego, habló.

 

"Lo siento. Parece que esta hermana se dejó llevar un poco al ver tu rostro."

 

"…¿Hermana?"

 

La forma en que Moyong Biyeon se refería a sí misma me molestaba.

 

¿Hermana? ¿No es Moyong Biyeon…?

 

¿De la misma edad que mi padre?

 

La Reina de la Espada también se veía joven como ella, pero tanto ella como Moyong Biyeon fueron artistas marciales activas en la misma época que mi Padre.

 

Eso significa que…

 

No debería llamarse hermana conmigo.

 

¿Qué egocéntrica puede ser?

 

Obviamente, mantuve esos pensamientos para mí.

 

Si los dijera, probablemente me mataría.

 

Sus ojos dejaban claro que no me dejaría escapar fácilmente si hacía un comentario sobre lo que acababa de decir.

 

"…"

 

Me quedé en silencio bajo el peso de su feroz aura. Una vez que asintió con satisfacción, Moyong Biyeon nos habló a mí y a Gu Yeonseo.

 

"Fue un gusto conocerlos a ambos. Tú eres Yangcheon y… Yeonseo, ¿Cierto?"

 

"Así es."

 

"Qué lástima. Esta hermana no trajo dinero hoy, así que no tengo mucho que ofrecer…"

 

"N-No, está bien… ¿¡Cómo podría aceptar algo de un Seni–!? Ugh…"

 

Mientras Gu Yeonseo intentaba rechazar amablemente la oferta de Moyong Biyeon, le di un codazo en la cadera para callarla.

 

Ella me lanzó una mirada resentida, confundida por mi acción, pero yo tenía mis razones.

 

¿Por qué rechazaríamos? Por supuesto que lo aceptamos.

 

Además, es una vieja amiga de mi Padre.

 

Aceptar su oferta no causaría ningún problema.

 

Solo rechazaba regalos que sabía que causarían problemas en el futuro. Moyong Biyeon estalló en carcajadas al ver mi reacción.

 

"¡Haha! En ese sentido, sí que eres diferente a él."

 

Después de decir eso, Moyong Biyeon metió la mano en su bolsillo y nos entregó algo a Gu Yeonseo y a mí.

 

Mientras aceptaba el objeto con cuidado, pensé para mí mismo;

 

¿Qué es esto?

 

Parecía una piedra de jade, pero no tenía idea para qué servía.

 

"¿Qué… es esto?"

 

"No es nada especial. Es una buena gema para usar como adorno."

 

Así que realmente no era nada. La decepción me invadió al instante.

 

Al ver mi reacción, Moyong Biyeon se rió aún más fuerte.

 

"Eres gracioso. ¿Cómo puedes mostrar tu decepción de forma tan obvia?"

 

"No estoy decepcionado en lo absoluto. Gracias…"

 

"Claro. Eres más divertido que la mayoría de la gente que he conocido últimamente."

 

Bueno, me alegra que te estés divirtiendo.

 

Después de ver su reacción, rápidamente guardé la gema en mi bolsillo.

 

¿Dónde usaría esto? ¿Como decoración? Sí, claro.

 

A diferencia de mí, Gu Yeonseo parecía genuinamente conmovida al recibir algo de una de las espadachinas más grandes de todos los tiempos.

 

Ignorándola por ahora, volví mi atención a Moyong Biyeon.

 

Me preguntaba por qué seguía parada ahí, pero no era tan sorprendente.

 

Después de todo, el Señor del Clan Moyong estaba presente aquí.

 

Simplemente no esperaba encontrarme con ella así.

 

Después de mirarme por un momento, Moyong Biyeon habló.

 

"Oye."

 

"¿Sí?"

 

"Si realmente eres el Rey Menor del Infierno, escuché que tienes una relación cercana con mi sobrina."

 

"…Ah… Sí."

 

Su repentina pregunta me tomó por sorpresa.

 

¿La sobrina de la Espada de la Ola Blanca, eh?

 

Hasta donde sabía, Moyong Biyeon era la hermana mayor del Señor del Clan Moyong, así que su sobrina obviamente sería Moyong Hi-ah. Al parecer, estaba al tanto de mi amistad con Moyong Hi-ah.

 

Moyong Biyeon sonrió suavemente ante mi respuesta y continuó hablando.

 

"Por favor, ten paciencia con ella, incluso si parece fría. Puede parecer distante, pero tiene un buen corazón."

 

Asentí al escuchar a Moyong Biyeon.

 

Se preocupaba por su sobrina, eh. Hice un comentario mientras asentía.

 

"No es necesariamente fría."

 

"¿Hmm?"

 

Sentí la necesidad de corregirla.

 

"La Fénix de Nieve no es tan fría como parece, ni por dentro ni por fuera."

 

"…"

 

"No hay razón para que me preocupe por eso."

 

Mi relación con la Fénix de Nieve no fue buena en mi vida pasada, pero sabía que no era tan fría como fingía ser.

 

Siempre actuaba con lógica y elegía los caminos más efectivos para la situación, pero también asumía la responsabilidad.

 

Incluso cuando sacrificaba vidas, sabía que lo hacía para salvar más personas a largo plazo.

 

Y no solo eso,

 

También sé que lloraba todas las noches.

 

En las noches en que no había nadie cerca, la Fénix de Nieve lloraba en silencio hasta quedarse dormida.

 

Moyong Biyeon sonrió, aparentemente satisfecha con mi respuesta.

 

"…Ya veo, ya veo."

 

No estaba seguro de qué vio en mí, pero dio unos pasos atrás y habló.

 

"Desafortunadamente, debo irme primero por mi agenda de hoy. Nos vemos en el futuro, ¿De acuerdo?"

 

Parecía que no tenía nada más que decir mientras se preparaba para irse.

 

¿Acaba de decir que nos veamos de nuevo?

 

"Por supuesto."

 

Qué fastidio.

 

A pesar de eso, di una respuesta contradictoria. Mentir no era tan difícil, después de todo.

 

Moyong Biyeon, sin embargo, pareció interpretar mi respuesta de otra forma.

 

"¿Cómo puedes hacer tan obvias tus expresiones? Eres muy gracioso, sabes."

 

"…Estás equivocada."

 

Me estremecí cuando Moyong Biyeon leyó mis pensamientos.

 

¿Cómo lo supo?

 

Estaba seguro de haber controlado bien mi expresión.

 

No tenía idea de qué lo encontraba tan divertido, pero Moyong Biyeon estalló en carcajadas.

 

Después de reír por un rato, se secó las lágrimas y habló.

 

"Fue divertido. Ah, una cosa más."

 

¿Tiene más que decir? Ya me sentía agotado, a pesar de que nuestra conversación fue breve.

 

Hacía tiempo que no conocía a alguien como ella. Era el tipo de persona con la que prefería no relacionarme demasiado.

 

"Mm…"

 

Después de dudar por un momento, Moyong Biyeon negó con la cabeza.

 

"No, olvídalo."

 

"Entendido."

 

"¿Ni siquiera tienes un poco de curiosidad?"

 

"Sería una falta de respeto presionarte para hablar."

 

"Wow."

 

Moyong Biyeon guardó silencio por un momento y luego me miró con una sonrisa.

 

Honestamente, no le pregunté más porque me parecía una molestia innecesaria.

 

Parecía que ella también se había dado cuenta de eso.

 

"En fin, nos vemos luego. La hermana se va ahora, ¿Sí?"

 

"Sí, nos volveremos a ver, Senior."

 

"…Eso sonó patético."

 

Moyong Biyeon frunció el ceño, claramente disgustada por algo, aunque tenía una buena idea de qué se trataba.

 

Aun así, no podía llamarla 'hermana' cuando tenía la misma edad que mi padre.

 

Con un pequeño suspiro, Moyong Biyeon terminó de hablar y saltó, desapareciendo al instante.

 

¿Por fin se fue?

 

Cuando ya no pude sentir su presencia, retiré la barrera de sonido que había creado antes.

 

Se sentía como si acabara de pasar una tormenta.

 

"Eso fue agotador."

 

Suspiré profundamente y le hablé a Gu Yeonseo, que aún parecía aturdida.

 

"Nosotros también deberíamos irnos."

 

"Ah, sí…"

 

Gu Yeonseo reaccionó al oír mi voz y asintió.

 

Yo también empecé a regresar a mi posada.

 

"…racias."

 

"¿Hmm?"

 

Me giré, captando lo que pareció ser un susurro muy bajo.

 

Parecía que Gu Yeonseo había dicho algo, pero no lo alcancé a escuchar bien.

 

La miré con curiosidad, pero ella simplemente caminaba detrás de mí en silencio.

 

"¿Dijiste algo?"

 

"…No nada."

 

Gu Yeonseo evitó mi mirada y no dijo nada más.

 

¿Huh?

 

******************

 

La Posada Celestial.

 

Era una de las posadas administradas por el Clan Moyong.

 

Mientras Moyong Hi-ah tomaba su té sola, de pronto se sorprendió por una situación inesperada.

 

"¡Hola! ¡Mi preciosa sobrina!"

 

"…¿Tía?"

 

"Ha pasado tiempo, y estás aún más linda, ¿Eh?"

 

La mujer que entró de golpe, pateando la puerta, no era otra que la tía de Moyong Hi-ah—a quien no había visto en años.

 

"¿C-Cómo es que estás–?"

 

"Escuché que lograste algo importante, ¿Cierto? Claro que debía venir."

 

"…¿Ah?"

 

Moyong Biyeon, la Espada de la Ola Blanca, se acercó a ella y le pellizcó la mejilla con suavidad.

 

El rostro de Moyong Hi-ah se torció por la sorpresa mientras finalmente hablaba.

 

"Wow, tu piel es tan suave. Por eso ser joven es tan genial."

 

"T-Tía."

 

"Yo era así de linda en mis tiempos. Honestamente, te pareces más a mí que a tu madre. Mi querida sobrina, ¿Por qué mejor no te vuelves mi hija?"

 

Abrumada por la incesante charla de Moyong Biyeon, Moyong Hi-ah empezó a sentirse mareada, sin saber cómo responder.

 

Desde pequeña, Moyong Hi-ah siempre había encontrado difícil tratar con su tía.

 

Aunque la mayoría de los familiares del Clan Moyong compartían personalidades similares, Moyong Biyeon era única.

 

Mientras Moyong Hi-ah intentaba lidiar con la repentina intrusión, apareció la Espada Celestial Blanca, descendiendo desde el piso superior.

 

"¿Qué estás haciendo?"

 

Miró a su hermana mayor, sin palabras.

 

"Ah, qué gusto verte, Señor."

 

"…Hermana."

 

Al verla saludar con tanta alegría, la Espada Celestial Blanca sintió que le venía un dolor de cabeza.

 

"Ha pasado un tiempo, ¿No?"

 

"¿Y por qué viniste sin avisar?"

 

"¿Oh? ¿Acaso tengo que mandar un mensaje solo para visitar a la familia?"

 

Cuando Moyong Biyeon habló con un tono triste, la Espada Celestial Blanca le respondió con firmeza.

 

"Deberías, considerando que desapareciste por años sin decir ni una palabra."

 

Ella se había marchado diciendo que exploraría las Llanuras Centrales.

 

Siempre había sido una persona extraordinaria, y él sabía que era alguien que seguía sus impulsos sin dudar.

 

Por eso no intentó detenerla, pero no esperaba que reapareciera así.

 

La Espada Celestial Blanca se llevó la mano a la frente, con el dolor de cabeza empeorando, mientras le hablaba a Moyong Biyeon.

 

"¿Terminaste tu viaje?"

 

"¿Supongo? Oh, por cierto, Señor."

 

Su forma casual de dirigirse a él era irrespetuosa, pero la Espada Celestial Blanca decidió no comentarlo.

 

Sabía muy bien que señalarlo solo traería más problemas.

 

"Habla."

 

"Ese oso del Clan Peng sigue igual que siempre. ¿Sabes? La gente se supone que madura con la edad, pero ¿Cómo es que sigue siendo el mismo bastardo de antes?"

 

"¿Te encontraste con el Señor del Clan Peng?"

 

"Oh, fue una coincidencia, supongo."

 

"¿Todo está bien?"

 

Al escuchar su preocupación, Moyong Biyeon sonrió por dentro, pensando que los lazos familiares eran realmente inquebrantables.

 

"Claro, tu hermana puede manejar–"

 

"No, me refería a si el Señor del Clan Peng está bien, no tú."

 

"…¿Qué dijiste, bastardo?"

 

Moyong Biyeon lo miró sin palabras.

 

La Espada Celestial Blanca observó su expresión, pero ella no dijo nada más.

 

Sabía muy bien lo que podía pasar si ella se enojaba.

 

"No luché con él. Solo fue un pequeño intercambio verbal."

 

"Bueno, al menos eso es bueno."

 

"Qué absurdo, en serio."

 

Con un suspiro, Moyong Biyeon jaló una silla y se sentó.

 

"Era lindo cuando era joven, pero se volvió raro al crecer."

 

"Tú no has cambiado nada desde que eras joven."

 

"¿De verdad? Gracias por el cumplido."

 

"No era un cumplido."

 

¿Es que nunca va a madurar?

 

La Espada Celestial Blanca pensaba que ella debería preocuparse por su propio crecimiento antes de criticar al Señor de Peng. Habían pasado años desde la última vez que se vieron, pero ella seguía siendo la misma de siempre.

 

Después de lanzarle una mirada fulminante a su hermano, Moyong Biyeon tomó el té que Moyong Hi-ah había preparado y bebió un sorbo.

 

"Oh, cierto, mi sobrina."

 

"Sí, tía."

 

"Era aceptable."

 

"¿Eh?"

 

Moyong Hi-ah se mostró confundida por el repentino cambio de tema, pero Moyong Biyeon simplemente sonrió.

 

"El chico por el que estás suspirando. ¿Era el Rey Menor del Infierno…?"

 

"…!"

 

"Era bastante entretenido."

 

"…Tía, ¿Conociste al Maestro Gu?"

 

Los ojos de Moyong Hi-ah se abrieron de par en par al oír a su tía mencionar a Gu Yangcheon.

 

No se lo esperaba en absoluto.

 

"¿C-Cómo lo conociste?"

 

"¿Hmm? Coincidencia, supongo."

 

Al ver la reacción de Moyong Hi-ah, Moyong Biyeon soltó una risita.

 

Ah, maldición.

 

Algo en la expresión de Moyong Hi-ah le resultaba extrañamente familiar.

 

Era casi como verse a sí misma en el pasado. Había tenido la misma expresión cuando se había enamorado de alguien.

 

¿Cómo decirlo?

 

No solo eso, sino que el chico por el que su sobrina suspiraba también era del Clan Gu.

 

¿Quizá esto es el destino?

 

Moyong Biyeon se detuvo, recordando al joven que había conocido antes.

 

Se parecía demasiado.

 

El chico tenía un parecido inquietante con el hombre por el que ella había estado dispuesta a darlo todo.

 

Probablemente es porque era su hijo.

 

Su rostro no era idéntico, lamentablemente, pero el parecido era innegable.

 

Tenía los ojos característicos de su clan.

 

Más allá de su apariencia, parecía haber superado a su Padre en talento.

 

Aunque su Padre fue considerado un genio histórico, el talento del chico parecía superarlo.

 

…¿Estaba en el Reino Fusión, verdad?

 

Moyong Biyeon no estaba segura. Había algo inusual en él que lo dificultaba clasificarlo solo como un artista marcial del Reino Fusión, aunque claramente superaba la forma perfeccionada del Reino Pico.

 

Aun así, era sorprendente que un joven prodigio pudiera manejar un Qi tan poderoso.

 

Pensé que los rumores eran exageraciones, pero tal vez lo están subestimando.

 

El chico hizo que Moyong Biyeon cayera profundamente en sus pensamientos.

 

Su sobrina perseguía a un chico que se parecía al que ella había perseguido.

 

Pero supongo que su situación es mejor que la mía, ¿Cierto?

 

Al menos, Moyong Hi-ah probablemente tenía menos rivales que yo en aquel entonces. Gu Yangcheon no tenía precisamente la clase de rostro que atraía a las chicas con facilidad.

 

Justo cuando Moyong Biyeon pensó eso,

 

"…Ese bastar–… No, ¿Conociste al pariente de sangre del Clan Gu?"

 

La Espada Celestial Blanca intervino tras escucharla. No podía ignorar lo que acababa de oír.

 

Al ver la expresión de su hermano, Moyong Biyeon estalló en carcajadas.

 

"Aún no cambias esa personalidad tuya, ¿Eh?"

 

Le recordó cuando su hermanito había desafiado al chico que le gustaba porque no le agradaba que ella persiguiera a algún bastardo cualquiera.

 

El resultado fue…

 

Que terminó siendo nada más que un montón de tierra tirada en el suelo.

 

El joven Espada Celestial Blanca quedó clavado en el piso sin siquiera poder tocar la ropa de su oponente.

 

La diferencia entre sus niveles era demasiado grande.

 

Ahora, ¿Qué haría este hombre al enterarse de que su hija hacía exactamente lo mismo que ella en el pasado?

 

Aún dudando un poco, Moyong Biyeon le hizo una pregunta.

 

"Señor."

 

"Habla…"

 

"No fuiste a verlo para darle una lección ni nada de eso, ¿Verdad?"

 

"…"

 

"Seguro que no. No harías algo así a tu edad. Además, eres un Señor. ¿Estoy en lo cierto?"

 

La Espada Celestial Blanca guardó silencio sin darle una respuesta a Moyong Biyeon.

 

Al ver que no respondía, el rostro de Moyong Biyeon se oscureció.

 

"Tú…"

 

"Deja las preguntas inútiles. Solo dime por qué viniste."

 

La Espada Celestial Blanca cambió el tema, pero ya era tarde porque Moyong Biyeon ya tenía una expresión de disgusto.

 

Se preguntaba por qué todos los Señores eran así, ya fuera el Señor de Peng o incluso su propio hermano.

 

"Como dije antes, solo vine a ver a mi sobrina."

 

"¿Hiciste algo así antes? Por supuesto que no."

 

"Este bastar…"

 

Moyong Biyeon casi dejaba salir su verdadero carácter, pero se contuvo por el bien de Moyong Hi-ah.

 

No podía insultar a su padre frente a ella.

 

Después de contenerse a duras penas, Moyong Biyeon suspiró y sacó algo de su bolsillo.

 

Como era de esperarse, no había venido solo a visitar a su familia.

 

Tenía asuntos pendientes.

 

"Aquí."

 

"¿Qué es esto?"

 

La Espada Celestial Blanca tomó lo que Moyong Biyeon le entregó. Era una carta.

 

Justo cuando estaba por abrir la carta que su hermana le había dado casualmente,

 

–Es un mensaje del Emperador de Hielo.

 

La Espada Celestial Blanca se congeló al escuchar el mensaje telepático de Moyong Biyeon.

 

El Emperador de Hielo gobernaba las tierras congeladas del norte.

 

También era el Padre de la madre de Moyong Hi-ah.

 

La Espada Celestial Blanca miró a Moyong Biyeon con una expresión de shock.

 

–¿Cómo es que tú…?

 

–No lo muestres en tu rostro y léelo con atención. Mi sobrina es perspicaz, es igualita a mí.

 

A pesar de la seriedad de sus palabras, Moyong Biyeon mantenía una sonrisa radiante.

 

Luego se puso de pie, terminando el té de un trago.

 

Al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Moyong Hi-ah cuando se levantó, Moyong Biyeon miró a su sobrina y habló.

 

"Ahora que vi tu carita, volveré en un rato."

 

"¿Eh? ¿Ya te vas?"

 

"Solo estaré afuera por un momento. Volveré pronto."

 

El rostro de Moyong Hi-ah se entristeció con decepción. Moyong Biyeon consideró abrazar a su adorable sobrina,

 

"Debo ir a ver a alguien."

 

Pero desafortunadamente no lo hizo, ya que debía irse.

 

Aunque vino a entregarle una carta a su hermano, su verdadero propósito era encontrarse con 'esa' persona. Y no era del tipo que postergaba asuntos importantes.

 

Sin dudar, se dirigió al lugar donde estaban reunidos los miembros del Clan Gu.


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