¡Oh, No...! (1)
Ya
había caído la tarde para cuando terminé mi conversación con la Espada de Qinghai
y salí al exterior.
Todavía
faltaba algo de tiempo para la cena, pero me dirigía temprano ya que no había
suficiente tiempo para entrenar.
El
viejo se enojaría si me veía así.
Si
me atrapaban saltándome el entrenamiento, el Venerable Deshonrado probablemente
me golpearía otra vez usando eso como excusa para entrenar.
Ese
hombre debe amar golpear a la gente.
Seguramente,
no me equivocaba.
Tal
vez lo llamaban el Venerable Deshonrado por otra razón.
A
mis ojos, parecía estar reprimido, ya que apenas había peleado con alguien
desde que pasó por el proceso de la Juventud Eterna. Desafortunadamente, se
desquitaba conmigo.
…Maldita
sea, necesito hacerme más fuerte lo antes posible.
Por
lo menos, tenía que volverme lo suficientemente fuerte como para que ya no
pudiera golpearme. A pesar de tener ese pensamiento, sabía que por ahora no
tenía una respuesta.
¿Cómo
podía simplemente ignorar la diferencia en nuestros niveles?
No
podía evitar quedarme sin palabras cada vez que lo veía. Una vez, incluso usé
mi Qi porque él me dijo que lo diera todo, pero ni eso fue suficiente para
vencerlo, lo cual era simplemente absurdo.
No
dejaba ni una sola apertura.
No
usaba el Qi y sólo peleaba con fuerza física en nuestros duelos, no porque
fuera injusto para él, sino porque era más beneficioso para mí.
El
Venerable Deshonrado detenía mis movimientos y mi Qi aprovechando mis
aperturas, impidiéndome atacarlo. A pesar de estar en el Reino Pico, no podía
ganarle aunque yo estuviera en el Reino Fusión. Gracias a eso, me golpeaba cada
vez que entrenábamos.
En
respuesta a mis fallas, el Venerable Deshonrado se enfocaba en habilidades de
combate cuerpo a cuerpo, ya que yo tenía el hábito de depender únicamente de la
gran cantidad de Qi que tenía.
Eso
era algo que el Anciano Shin también había mencionado en el pasado.
Honestamente,
no tenía excusas cuando se trataba de habilidades cuerpo a cuerpo. Me había
enfocado sólo en las artes de fuego y su poder explosivo. Por eso, no tenía
recuerdos de haber entrenado habilidades de combate cuerpo a cuerpo, a pesar de
ser un artista marcial de combate cercano.
Recientemente
volví a darme cuenta de esa verdad gracias a los duelos con el Venerable
Deshonrado. A diferencia de lo que pensaba, no podía confiar únicamente en mis
experiencias pasadas. Había demasiadas fallas que necesitaba corregir.
…Un
poco más.
No,
no solo un poco más. Tenía que esforzarme mucho más. Puede que tuviera una personalidad
desagradable, pero me alegraba tener un maestro competente.
Últimamente,
he estado intentando enfocarme en el Arte de la Destrucción Celestial cada vez
que me movía. Esto hacía que caminar fuera extremadamente doloroso, pero era
bastante efectivo para mi entrenamiento.
El
Venerable Deshonrado se mostró asqueado cuando vio eso.
Casi
parecía que me miraba diciendo con los ojos, 'Ni siquiera yo hice eso',
mientras me trataba como a un maniático, pero no me detuvo, así que supuse que
no le importaba.
Por
supuesto, para mí tampoco era una sensación agradable. No sólo se sentía como
si caminara sobre púas, sino que también parecía como si alguien me apuñalara
repetidamente por dentro.
El
dolor me hacía querer detenerme de inmediato.
Pero
si no podía soportar esto, ¿Cómo iba a poder avanzar en el futuro?
Era
solo dolor. No era perjudicial para mi cuerpo, así que no tenía problema con
ello. Aunque a veces, me desmayaba por el dolor.
Wobble–
Perdí
el equilibrio por un momento mientras caminaba.
…Oh,
casi me desmayé.
Sacudí
la cabeza y me desperté. A veces me pasaba esto por perder la concentración,
pero ni modo.
Lo
importante ahora era que ya había llegado a la posada donde me esperaba el Rey
del Veneno. Pensé mientras miraba el edificio alto y hermoso.
Debería
haberme frenado un poco…
Estaba
más cerca de lo que esperaba. Maldita sea. El tiempo pasa demasiado rápido
cuando me pongo a pensar en cosas así.
Sigh.
¿Debería
entrar, verdad? Ya no puedo irme en este punto, ¿Cierto? Mientras la duda
comenzaba a llenar mi mente,
No
debería haber problemas de todos modos.
Rápidamente
encontré algo de paz interior, solté un profundo suspiro y puse un pie dentro
de la posada.
Entonces,
una infinidad de información llegó a mis sentidos al instante. No dejé que mi
sorpresa se notara y pensé tranquilamente.
…Tres
a la izquierda, dos arriba y cuatro al frente.
Por
medio de mis sentidos, sentí a los artistas marciales que vigilaban la posada.
Supe que eran del Clan Tang por su aroma punzante y su aura distintiva.
Guardias,
¿Eh?
Sus
miradas estaban definitivamente sobre mí, pero no sentí ninguna amenaza de
parte de ellos.
Aunque
sí me molestaba que siguieran observándome.
Al
principio me pregunté qué hacer, luego usé mis Artes de la Destrucción
Celestial para cargar mi Qi de Combate.
¡Whoosh–!
Pude
hacer esto gracias a mi entrenamiento constante. Era el proceso de hacer mi Qi
de Combate más violento y feroz.
El
Qi de Combate estalló al instante desde mi cuerpo. No lo extendí por todo el
edificio, sino solo hacia aquellos que me observaban.
Los
vi estremecerse como respuesta. Habían fallado en mantener su presencia oculta
gracias a que mi Qi de Combate los hizo perder la concentración.
¿Pensaban
que no me daría cuenta? Sabían que lo hice a propósito y comenzaron a entrar en
pánico por ello.
Pensé
para mí al ver su reacción.
¿Qué
debería hacer?
¿Molestarlos
un poco más? No me gustaba que la gente me espiara, así que pensé en
fastidiarlos un poco más, pero decidí no hacerlo ya que estaba en territorio
del Clan Tang.
Recogí
mi Qi, y sentí que había menos miradas sobre mí. Giré la cabeza y miré en una
dirección.
Observé
a la persona que parecía ser el líder de los artistas marciales ocultos y le di
una sonrisa burlona. Entonces, el hombre enmascarado abrió los ojos de par en
par al ver mi sonrisa.
Parecía
que los había hecho entrar bastante en pánico, ya que sentí que su Qi se
dispersaba por todas partes.
Poco
después, aparté la mirada y entré en la posada. Total, no tenía nada más que
hacer aquí.
Cuando
entré, lo primero que vi fue el interior del edificio, bellamente decorado.
Era
mucho más limpio y lujoso de lo que esperaba. Ya había visto algunas posadas
antes, pero la que el Clan Tang había alquilado parecía ser la más bonita.
Mientras
seguía observando, alguien se acercó a mí y me saludó respetuosamente.
"Gracias
por visitarnos."
Por
su atuendo, parecía ser una sirvienta del Clan Tang.
¿Hmm?
Sentí
un aura extraña proveniente de esta sirvienta al observarla. No pude evitar
esbozar una sonrisa después.
Whoa.
Incluso
esta persona, que parecía una simple sirvienta, era una artista marcial.
Estaba
haciendo un gran trabajo ocultando su identidad, porque probablemente no me
habría dado cuenta si no la veía tan de cerca.
Así
que el tipo de afuera no era el líder del grupo.
Esta
mujer parecía más poderosa que él.
"Mi
Señor lo está esperando adentro. Permítame guiarlo."
Justo
cuando la mujer se giró para guiarme tras terminar de hablar, le hice una
pregunta sin poder evitarlo.
"¿Puedo
preguntarte algo?"
La
mujer se detuvo y se volvió hacia mí.
"¿Qué
sucede?"
"¿Siempre
es así?"
"…¿Perdón?"
"¿Siempre es así en el Clan Tang? No creo que seas el tipo de persona que sería una sirvienta"
"…!"
Cuando
le pregunté a la asesina por qué trabajaba como sirvienta, sus ojos se abrieron
de par en par por la sorpresa.
Entonces,
hablé con torpeza.
"Oh,
¿Debí fingir que no lo noté…? Olvida lo que dije. Por favor, guíame."
La
mujer me miró con pupilas temblorosas por un momento, luego bajó la cabeza y
empezó a caminar sin responder.
Parece
que sí estaba tratando de ocultarlo, después de todo.
Como
traté con tantos asesinos en mi vida pasada, perdí la capacidad de
distinguirlos de los artistas marciales normales. A menos que fuera un asesino
muy hábil, me resultaba fácil notarlos.
De
todos modos, dejando eso de lado.
Todos
ellos realmente son artistas marciales. ¿Qué pasa con eso?
No
solo la sirvienta frente a mí lo era, sino que parecía que todos los sirvientes
del Clan Tang también lo eran.
No
vi a nadie más en la posada, solo a miembros del Clan Tang. Supongo que tiene
sentido, ya que alquilaron todo el edificio.
Pero
que todos sean artistas marciales, ¿Eh…?
Me
pregunté si eso era realmente necesario.
Oh.
Pude
entenderlo un poco después de pensar en por qué el Clan Tang había venido a
este lugar en primer lugar.
Supongo
que es por el prisionero.
Considerando
que tenían que llevar prisioneros de la Facción No Ortodoxa a Sichuan por una
petición de la Alianza, parecía que habían traído a parte de sus fuerzas
principales.
No
habrían traído tanta gente si no les hubieran dado esa tarea.
Mientras
sentía miradas desde muchas direcciones, caminé por el pasillo y llegué frente
a una hermosa entrada.
La
sirvienta abrió la puerta con cuidado.
"¡Oh!
Llegaste."
Apenas
se abrió la puerta, un hombre de mediana edad con aspecto inocente se levantó
para darme la bienvenida. Era el Rey del Veneno, el Señor del Clan Tang, a
quien había conocido el otro día.
Oculté
mi nerviosismo y lo saludé con respeto.
"Soy
Gu Yangcheon, un pariente de sangre del Clan Gu. Es un honor conocer al Señor
del Clan Tang."
"¡Hahaha!
Es un gusto conocerte, Maestro Gu. Te agradezco por aceptar mi
invitación."
Que
me recibiera con una voz tan alegre era definitivamente distinto a los otros
Señores que había conocido, pero aún así no bajé la guardia.
Por
mis experiencias en mi vida pasada, creía que el Rey del Veneno era el menos
confiable de todos los Señores de los Cuatro Grandes Clanes Nobles.
Entonces,
el Rey del Veneno me habló con un tono calmado, preguntándome lo que esperaba.
"Escuché
que tuviste algunas incomodidades al llegar aquí."
Se
refería a los guardias alrededor de la posada y a la sirvienta que me había
guiado.
Como
esperaba, estaba al tanto de todo. O tal vez la sirvienta le había dado un
mensaje.
Después
de escucharlo, le respondí al Rey del Veneno con una leve sonrisa.
"Disculpe
por eso. Mostré rudeza por una pequeña curiosidad."
"Oh…
¡No es problema! ¿Rudeza, dices? Es comprensible que un joven como tú haga algo
así. Además, ni siquiera creo que hicieras algo malo, así que no te
preocupes."
El
Rey del Veneno sonrió, diciéndome que no me preocupara.
Durante
esto, observé la habitación. Dentro de ella, sólo estábamos él y yo. No vi a
Tang Soyeol.
Tal
vez porque notó que miraba a mi alrededor, el Rey del Veneno explicó.
"Mi
hija llegará un poco tarde."
"Oh,
¿Ocurrió algo?"
"Mm,
no necesariamente. Sólo le pedí que viniera más tarde."
"¿Eh?"
Cuando
respondí con un tono curioso, el Rey del Veneno habló con una sonrisa.
"Quería
tener una charla con el Maestro Gu, solo entre nosotros dos."
"…"
Sus
palabras me hicieron sentir un mal presentimiento. No podía evitarlo, ya que
supe que había preparado intencionalmente una reunión solo para los dos. ¿Qué
estaba planeando?
"Si
no te parece, puedo llamar a mi hija ahora mismo."
"Para
nada. Estoy bien."
Me
ofreció llamar a su hija si no me gustaba la situación, pero ¿Quién podría
darse el lujo de decirle eso a alguien como él?
Bueno…
tal vez lo habría hecho si fuera el de siempre.
Sin
embargo, el hombre frente a mí era el padre de Tang Soyeol antes que ser un
artista marcial conocido como el Rey del Veneno. Esa pequeña diferencia era lo
que me impedía hablar.
Parecía
que estaba satisfecho con mi respuesta porque sonrió.
"Debes
de tener hambre, así que deberías comer primero."
"…Ah,
sí."
La
comida servida en la mesa se veía deliciosa, pero no podía mover mi mano para
tomar nada.
Como
dudé por un buen rato sin probar un bocado, el Rey del Veneno me hizo una
pregunta mientras tragaba la comida que tenía en la boca.
"¿Hmm?
¿Qué pasa? Puedes comer sin preocupaciones."
"Haha…
simplemente no me siento muy bien ahora."
"Oh
no, un joven como tú nunca debería sentirse así."
Asentí
después de escuchar al Rey del Veneno.
Afortunadamente,
no parecía que la comida tuviera veneno. ¿Tal vez eso era obvio? El Rey del
Veneno no estaría tan loco como para poner veneno en mi comida.
Ahora
que lo pienso, no es como si hubiera hecho algo malo. ¿Verdad?
El
Rey del Veneno no tenía ninguna razón para odiarme, así que ¿Por qué tenía
tanto miedo? No sabía sobre los demás, pero no recordaba haber hecho algo para
estar en malos términos con él.
¿Quizás
podría relajarme un poco?
Con
ese pensamiento, comencé a llevarme algo de comida a la boca cuidadosamente,
pero el Rey del Veneno habló a mitad de camino.
"Ah,
Maestro Gu. Hay algo que he querido preguntarte."
"¿Sí?"
"¿Cuándo
planeas llevarte a mi hija?"
"…¿Perdón?"
Mis
palillos, que apuntaban a uno de los platillos, se congelaron en el aire.
¿Qué
fue lo que dijo el Rey del Veneno justo ahora?
Lo
miré, preguntándome si había escuchado mal. Luego vi al Rey del Veneno
mirándome en silencio con sus ojos verde oscuro.
Sus
ojos, que se inclinaban hacia abajo como los de Tang Soyeol, hacían parecer que
sonreía, pero por alguna razón sus pupilas se sentían frías.
¿Qué
acababa de decir?
Cuando
lo miré atónito, el Rey del Veneno me habló una vez más.
"Lo
preguntaré de nuevo, Maestro Gu."
Entonces,
sentí como si el aire en la habitación se volviera más pesado mientras hablaba.
"¿No
tienes intención de llevarte a mi hija, Soyeol?"
"…¿Qué
quiere decir con eso de repente?"
Me
costaba respirar debido a su pregunta repentina. Esperaba que hablara sobre el
viaje a Sichuan, no sobre Tang Soyeol de la nada.
¿Además,
llevarla?
"…¿Llevarse
a su hija?"
Cuando
le pregunté con un tono curioso, frunció un poco los ojos.
"Maestro
Gu. Eres más astuto de lo que pensaba."
"…Uh."
"¿Significa
eso que has estado jugando con los sentimientos de mi hija sin ninguna
intención de llevártela?"
"¿Qué
quiere decir con jugar con sus sentimientos? Eso no tiene sentido."
"¡Deja
de negar la verdad!"
El
Rey del Veneno se puso de pie de inmediato al escuchar mi respuesta.
"¡Puedo
ver claramente que mi hija está enamorada de ti! Además, ha circulado un rumor
extraño en las Llanuras Centrales, ¿Y aún así no piensas asumir
responsabilidad?"
"…"
Para
ser justos, no tenía nada que decir sobre ese rumor extraño. Lo había escuchado
una vez.
¿Qué
era lo que decían? ¿Que el Rey Menor del Infierno se volvió loco por las
mujeres y sedujo a muchas Señoritas de Clanes Nobles para jugar con ellas?
Estaba
completamente confundido cuando escuché ese rumor absurdo.
Seducirlas,
mi trasero.
¿Desde
cuándo las seduje?
Estos
bastardos están locos.
Ese
rumor no solo era un problema para mí, sino que también lo sería para todo mi
grupo.
Especialmente
para hijas de Clanes Nobles como Tang Soyeol y Moyong Hi-ah, un rumor como ese
podría dañar su imagen, justo como lo insinuó el Rey del Veneno.
Por
eso estaba mostrando su enojo.
Incluso
podría causar un problema para su futuro compromiso con otros clanes.
Espera,
un momento.
Ahora
que lo pienso, ni Moyong Hi-ah ni Tang Soyeol estaban comprometidas con nadie
en mi vida pasada.
Moyong
Hi-ah pudo haber estado comprometida con el Clan Namgung, pero nunca se casaron
al final. Y si pensaba en cómo la Reina del Veneno estuvo sola hasta su muerte…
¿No
era un poco injusto también para mí?
Aunque,
por supuesto…
No
podía darme el lujo de discutir con el Rey del Veneno ahora.
"Mi
Señor, nunca tuve la intención de–"
"¿Entonces
mantuviste a mi hija cerca sin tener ninguna de esas intenciones?"
"…"
"¿No
te das cuenta de que eso está mal?"
Me
quedé callado después de escucharlo. Honestamente, no tenía excusa para eso. A
pesar de saber que Tang Soyeol me gustaba, la mantuve a mi lado, lo cual no era
correcto desde el principio.
"…Lo
siento."
No
di ninguna excusa por esto.
La
ceja del Rey del Veneno se contrajo al escuchar mi respuesta.
"Deja
tu disculpa a un lado. Aún no me diste una respuesta. Te pregunté si tienes
planes de llevarte a mi hija."
¿Quería
que me hiciera responsable de Tang Soyeol o algo así?
No
sabía qué tipo de respuesta quería; había varios problemas con su pregunta.
"Lamento
decir esto, pero ya estoy comprometido con otro clan, como usted ya sabe. No
estoy en una situación en la que pueda llevarme a la señorita Tang…"
Ya
estaba comprometido con Namgung Bi-ah, y Tang Soyeol era una pariente
consanguínea de uno de los Cuatro Grandes Clanes Nobles, lo cual era otro
problema.
Las
concubinas eran una realidad en este mundo, pero ¿Quién enviaría a su hija como
concubina, especialmente si venía de uno de los Cuatro Grandes Clanes Nobles?
Estoy
seguro de que el Rey del Veneno estaría de acuerdo conmigo en eso.
"¿Eso
significa que te habrías hecho responsable si no estuvieras comprometido?"
"Eso
es…"
"Si
no es así, ¿Puedo asumir que no tienes la capacidad de hacerte responsable?"
"La
situación, desafortunadamente, traería muchos proble–"
"Si
te preocupa el Clan Namgung, yo mismo puedo encargarme de eso."
"…!"
Me
estremecí al escuchar la impactante respuesta del Rey del Veneno. Quería decir
que él mismo rompería mi compromiso con el Clan Namgung.
Esto
provocaría conflictos entre los Clanes Tang y Namgung, pero el Rey del Veneno
dijo que lo haría como si no pasara nada.
Estaba
dispuesto a llegar tan lejos si yo así lo quería. Sin embargo, también me
estaba pidiendo que tomara una decisión. Parecía que realmente quería que me
quedara con Tang Soyeol…
Pero
aun así,
"Lo
siento."
Eso
no iba a cambiar mi respuesta.
Romper
mi compromiso con el Clan Namgung significaba cortar lazos con Namgung Bi-ah,
pero no quería hacer eso.
El
rostro del Rey del Veneno se desfiguró cuando escuchó mi respuesta. La presión
de Qi en la habitación también empezó a volverse más pesada.
"Entonces,
al final, no te harás responsable."
"Eso
no es necesariamente lo que quise decir."
"Si
no es lo que quisiste decir, ¿Entonces te atreves a tomar a mi hija como
concubina?"
"…"
"Hazlo
claro, Joven Experto Gu. ¿Qué planeas hacer con mi hija? Sé que mi hija está
interesada en ti, pero si el futuro entre ustedes dos sigue siendo incierto,
entonces ya no quiero que mi preciosa hija permanezca a tu lado sin razón
alguna."
El
Rey del Veneno tenía un buen punto. Por un mejor futuro para su hija, no iba a
permitir que se quedara a mi lado sin nada claro.
"Una
vez que este viaje termine, mi hija será comprometida a otro clan."
"…!"
Abrí
los ojos de par en par al escuchar al Rey del Veneno.
¿Tang
Soyeol comprometida? ¿La historia volvió a cambiar?
Muchas
cosas han cambiado en esta línea temporal por alguna razón, pero este cambio me
impactó especialmente.
"…¿La
Señorita Tang también está al tanto de esto?"
"¿Crees
que eso es importante? La opinión de mi hija no importa, considerando que esto
es un asunto del clan."
No
estaba equivocado, porque esto era un asunto entre clanes. No era raro que los
clanes formaran relaciones con otros para aumentar su poder.
Además,
Tang Soyeol era la hija de uno de los Cuatro Grandes Clanes Nobles. Ya de por
sí tenía mucho valor en ese sentido. Era más raro que no estuviera comprometida
con nadie en mi vida pasada.
"Por
lo tanto, te pediré que te mantengas alejado de mi hija si no planeas cambiar
tu situación."
"…"
Sentí
como si algo se llenara dentro de mí al escuchar la firme respuesta del Rey del
Veneno. Nada de lo que dijo era incorrecto, entonces ¿Por qué sentía esta
incomodidad?
¿El
compromiso de Tang Soyeol, eh?
¿Era
eso el problema?
Sentía
como si una tormenta rugiera dentro de mi cuerpo. Todo lo que él dijo era
lógico. Era correcto dejarla ir si no podía hacerme responsable de ella.
Además,
si quería que Tang Soyeol viviera una vida distinta a la de mi vida pasada, era
correcto dejarla ir para que pudiera estar con alguien y vivir una vida
pacífica.
Ya
sabía lo que era racional hacer después de escuchar al Rey del Veneno, pero esa
emoción incómoda seguía llenándome la garganta.
"Respóndeme,
Joven Experto Gu. ¿Harás lo que te digo?"
Mis
ojos temblaban mientras el Rey del Veneno me presionaba para que respondiera.
¿Por
qué no podía responderle? Incluso si Tang Soyeol sentía afecto por mí, no
estaba en condiciones de aceptar su amor.
Pero,
curiosamente,
…¿Por
qué no quiero dejarla ir?
Por
alguna razón, no quería que Tang Soyeol se fuera.
Mierda.
Y
no era solo Tang Soyeol.
Ya
fuera Moyong Hi-ah, Wi Seol-Ah o Namgung Bi-ah, no quería que ninguna de estas
personas se alejara de mí.
Un
sudor frío corrió por mi corazón al darme cuenta de esa verdad.
Además,
una frase llenó mi mente con claridad.
Estoy
jodido.
Era
demasiado tarde.
Me
di cuenta de esto demasiado tarde.
Por
eso lo había estado ignorando todo este tiempo.
Una
aura fría empezó a rodear mi cuerpo.
Esto
no era bueno.
No
querer que nadie se alejara de mí significaba que se habían vuelto algo preciosos
para mí, lo que también significaba que se habían convertido en mi debilidad.
Se sentía pesado y aterrador.
Elegí
ignorarlo hasta ahora porque odiaba esta emoción, pero las palabras del Rey del
Veneno empezaron a formar grietas en mí.
"Joven
Experto Gu."
Miré
al hombre que me urgía a hablar.
Tenía
que despertar.
¿Qué
fue lo que dijo otra vez?
¿Dijo
que debía alejarme de Tang Soyeol?
¿Cómo
debía responder a esto?
Me
sentía mareado.
Debería
pedirle más tiempo pri–
"No
quiero hacer eso."
Oh.
A
diferencia de mi mente mareada, mi boca ya estaba escupiendo palabras. Me
sorprendí de mí mismo y me tapé la boca con las manos.
¿De
verdad me volví loco?
El
Rey del Veneno también mostró sorpresa al escuchar mi respuesta, luego frunció
el ceño de inmediato.
Estoy
jodido.
Justo
cuando pensaba cómo debía manejar esta situación,
¡Slam–!
La
puerta se abrió violentamente y alguien entró en la habitación. Me giré hacia
el sonido inesperado.
"¿¡De
verdad!?"
Me
preguntaba quién era, y era Tang Soyeol, que tenía los ojos bien abiertos por
la sorpresa. Sus mejillas estaban rojas y su voz sonaba más aguda de lo normal.
"¡Maestro
Gu! ¿¡De verdad eso es lo que sientes!?"
"…¿Tú?"
Esperaba
que llegara tarde, así que ¿Cómo fue que apareció de repente? Además, incluso
tenía mis sentidos agudizados, pero no noté su presencia.
"¿No
estás mintiendo, verdad? Dijiste que no querías que me fuera, ¿Cierto?"
No
sabía qué la hacía tan feliz, pero Tang Soyeol vino hacia mí y tomó mis manos.
En
respuesta a eso, observé al Rey del Veneno con nerviosismo.
"…!"
Pude
darme cuenta de inmediato al ver su reacción.
A
diferencia de antes, cuando parecía que iba a explotar en cualquier momento, su
expresión había cambiado ahora.
El
Rey del Veneno miraba a su hija sin palabras, luego le habló con un suspiro.
"…Tu
padre te dijo que no entraras todavía."
Tang
Soyeol no parecía preocuparse en absoluto por la voz de su padre, porque habló
con un rostro tan alegre que parecía que podía volar de felicidad en cualquier
momento.
"¡Papá!
¿Lo escuchaste? ¡El Maestro Gu dijo que no quería que me fuera!"
"…Sí,
lo escuché. Lo escuché bien."
El
Rey del Veneno se frotó la cara con la mano después de escuchar a Tang Soyeol
hablar tan alegremente.
Entonces,
pude darme cuenta al verlos a los dos.
"Oh."
Toda esta situación fue un acto planeado por los dos.
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