Capítulo 397: ¡Oh, No...! (2)

¡Oh, No...! (2)

 

Existe una planta llamada la Hierba Fantasmal. Es una planta que solo crece en zonas húmedas del Oeste. Puede parecer hermosa, pero es una hierba venenosa que hace que una persona vea el infierno si la consume.

 

Incluso existía un rumor de que la Facción No Ortodoxa usaba esta hierba para fabricar alucinógenos que luego vendían. Era una de las hierbas venenosas más potentes, utilizada también para torturar prisioneros o extraer información.

 

Dribble–

 

El Rey del Veneno sabía que la Hierba Fantasmal tenía un sabor bastante decente. Era lo suficientemente sabrosa como para volverse popular en cualquier parte del mundo, siempre que la persona tuviera suficiente inmunidad al veneno, claro está.

 

Obviamente, la gente común no tenía inmunidad al veneno, ni podía entrenarse para tenerla. Por eso, al Rey del Veneno le gustaban las Hierbas Fantasmales. Probablemente porque solo él–

 

Ahem.

 

Entrando en detalle, la hierba solo se usaba en el Clan Tang para hacer té, ya que podían disfrutar de un té sabroso mientras usaban un ingrediente más barato que otras hierbas. En una noche de luna llena,

 

Sip–

 

El Señor del Clan Tang, el Rey del Veneno, sentado solo, sorbía su té hecho con Hierba Fantasmal. Prefería este tipo de té antes que el licor.

 

Probablemente porque todos estos tipos de té estaban hechos con hierbas venenosas.

 

Mientras disfrutaba del paisaje sorbiendo su té, alguien apareció detrás de él. La Señorita se acercó con cuidado al Rey del Veneno e inclinó la cabeza en señal de respeto.

 

"…¿Me ha llamado, mi Señor?"

 

El nombre de la Señorita era Nahee, Subcapitana de un grupo secreto de asesinos llamado los Asesinos Fantasmas. Parecía ser una sirvienta normal.

 

El Rey del Veneno habló con Nahee sin mirarla.

 

"¿Cómo fue?"

 

Nahee se arrodilló lentamente sobre una rodilla y empezó a enumerar todo lo que sucedió mientras mantenía la mirada baja.

 

"Tres en la entrada, dos cerca de una tienda y cuatro dispuestos dentro del edificio. En total, todos los nueve fueron atrapados."

 

Nahee informó de todo lo que ocurrió unas horas atrás, pero el Rey del Veneno la observó con una expresión extraña. Parecía que no estaba satisfecho con su informe.

 

"¿Estás segura de eso?"

 

"…"

 

"En total, los diez, incluyéndote a ti, debieron haber sido atrapados por el Joven Experto Gu."

 

"…Lo siento, me corregiré."

 

Nahee bajó la cabeza aún más hacia el suelo. El Rey del Veneno tenía razón. Incluso ella fue atrapada por ese joven.

 

Nahee apretó su blanca mano en un puño.

 

–No creo que seas el tipo de persona que sería una sirvienta.

 

Las palabras que el joven le dijo resonaban en su mente.

 

¿Cómo lo supo? ¿Era inadecuada? No.

 

Era una experta en ocultar su presencia y tenía confianza en su habilidad.

 

Además, se lo estaba tomando en serio, ya que era una orden del Rey del Veneno, pero parecía que el joven llamado Gu Yangcheon la descubrió apenas la vio.

 

Que los otros nueve fueran atrapados era comprensible.

 

Nahee no esperaba que Gu Yangcheon también la descubriera a ella.

 

¿Acaso el Rey del Veneno leía su mente en ese momento? Habló con una ligera sonrisa en el rostro.

 

"No dejes que eso te afecte demasiado. Gracias a ti, me entretuve un poco."

 

"…"

 

El Rey del Veneno dio otro sorbo a su té con una sonrisa.

 

Al principio, fue una prueba sencilla. Colocó a estos guardias para ver cuán talentoso era el joven, pero que usara su Qi de Combate para advertir a todos apenas llegó a la entrada y además descubriera a la Subcapitana, Nahee, era impresionante.

 

Nahee era una asesina que había alcanzado la forma perfeccionada del Reino Pico como artista marcial. Era tan hábil que incluso podría unirse a los Siete Asesinos Nocturnos si quisiera.

 

Y aun así, el joven del Clan Gu la descubrió al instante, como si no fuera nada para él.

 

¿Cómo lo logró?

 

El Rey del Veneno lo encontraba muy entretenido. Además, gracias a que Nahee le informó de inmediato mediante un mensaje telepático, pudo borrar la presencia de su hija, que se encontraba lejos.

 

Si Gu Yangcheon había descubierto a Nahee, entonces obviamente notaría la presencia de Tang Soyeol, quien estaba escondida en otra habitación.

 

Con ese pensamiento, el Rey del Veneno sonrió para sí mismo.

 

…Las cosas que hago por mi hija a esta edad.

 

No pudo evitar suspirar al ver en qué tipo de situación se había metido. Todo esto pudo haber sido por Tang Soyeol, pero al igual que otros Señores, el Rey del Veneno no simpatizaba con Gu Yangcheon al principio.

 

¿Qué clase de padre apreciaría a un bastardo que jugó con el corazón de su preciada hija? Al principio, planeaba despedazarlo sin importar qué, pero a estas alturas, su opinión ya había cambiado.

 

Que haya alcanzado el Reino Fusión a su edad…

 

El Rey del Veneno se convenció al conocer por primera vez a Gu Yangcheon. Este había llegado al Reino Fusión tras superar el muro del Reino Pico.

 

¿Alcanzar el Reino Fusión antes de los veinte años? Debía ser la persona más joven de la historia en lograr tal nivel.

 

Gu Yangcheon tenía un—no, un futuro brillante con el potencial que poseía. A los ojos del Rey del Veneno, Gu Yangcheon era definitivamente quien se convertiría en el Zenith.

 

Casi parecía que había heredado todo el talento de su padre. Basándose en eso, el Guerrero Tigre quizás 'eligió' no hacerlo, pero el Rey del Veneno creía que el joven sería diferente.

 

Creía que superaría a los Tres Venerables que gobernaban las Llanuras Centrales y alcanzaría la posición más alta de todas.

 

Además, contrario a los rumores que describían a Gu Yangcheon como un hombre sediento de mujeres, no parecía ser así en lo absoluto.

 

Considerando el valor de Gu Yangcheon, el Rey del Veneno podía pasarle eso por alto. Después de todo, no podía permitir que su hija cayera en la desesperación por su culpa.

 

Debí haberlo sabido cuando no dejaba de mencionar su rostro.

 

El Rey del Veneno negó con la cabeza al pensar en su hija.

 

Sabía que su hija tenía un gusto diferente al de las personas comunes cuando se trataba de hombres, y se preguntaba si algún día habría un hombre que satisfaciera sus ojos.

 

…Y había un hombre que los satisfacía por completo. El Rey del Veneno estaba dispuesto a aceptarlo en este punto, ya que Tang Soyeol incluso se había fugado de casa para estar con Gu Yangcheon. A la mayoría de los otros bastardos los habría destrozado, pero si se trataba de Gu Yangcheon, quien se convertiría en el Zenith algún día, entonces estaba bien.

 

Pero que me diera una respuesta como esa en ese momento…

 

El Rey del Veneno recordó lo que Gu Yangcheon le dijo durante la comida.

 

–No quiero hacer eso.

 

Tuvo el descaro de decirle eso nada más y nada menos que al Rey del Veneno.

 

El Rey del Veneno le dijo a Gu Yangcheon que rompiera su compromiso con el Clan Namgung o se alejara de Tang Soyeol, pero Gu Yangcheon dijo que no haría ninguna de esas dos cosas.

 

¿Cómo podía decir algo así? ¿Es porque aún era joven e inmaduro? Fuera cual fuera el caso, era egoísta de parte de Gu Yangcheon decir algo así.

 

Sin embargo, el Rey del Veneno creía que Gu Yangcheon tenía suficiente talento como para permitirse esa clase de egoísmo.

 

Si Tang Soyeol no hubiera interrumpido a mitad de la conversación, quizás habría llegado a un punto más profundo, pero Tang Soyeol no pudo contenerse y entró bruscamente en la sala, lo cual fue un poco decepcionante para el Rey del Veneno.

 

Con ese pensamiento, el Rey del Veneno asintió levemente.

 

Sí, si alguien quiere llevarse a mi hija, al menos debe ser un Zenith.

 

Su hija era como un tesoro precioso para él. En lugar de enviarla con un bastardo incompetente, preferiría mandarla con alguien que tuviera un futuro brillante.

 

Pero hay una cosa que me preocupa.

 

Si realmente iba a enviar a Tang Soyeol con él algún día, entonces tendría que hacerlo como concubina.

 

Eso no era algo que el Rey del Veneno fuera a permitir fácilmente, ya que significaría perder ante el Clan Namgung si lo hacía.

 

Splash.

 

El Rey del Veneno agitó el té dentro de su taza y exhaló.

 

Esta parte… será difícil.

 

Gu Yangcheon ya estaba comprometido con otro clan. Aun así, no importaba. Había otro método, aunque era problemático que ese método no fuera precisamente limpio.

 

Después de beber su té de un solo trago, el Rey del Veneno habló con Nahee luego de tomar aire.

 

"Nos iremos en cuatro días, así que asegúrate de tener todo preparado."

 

"Entendido. ¿Qué hago con la agenda de mañana?"

 

"El Líder de la Alianza… No, supongo que ya no puedo llamarlo así. La Espada Armónica dijo que vendría a verme, así que haz los preparativos teniendo eso en cuenta."

 

"Entendido, mi Señor."

 

La Espada Armónica seguía siendo el Líder de la Alianza, pero pronto renunciaría y mucha gente seguramente comenzaría a hablar sobre quién sería el próximo Líder de la Alianza Murim.

 

La Secta Wudang intentaría arrebatar el puesto esta vez también. Era bien sabido que el Líder de la Secta Wudang estaba apuntando al cargo de Líder de la Alianza.

 

Probablemente esta vez no sería diferente.

 

Sin embargo había algo inesperado.

 

Un rumor decía que el Rey del Dao también estaba interesado en ese puesto.

 

Aparentemente, el Señor del Clan Peng también quería el cargo de Líder de la Alianza.

 

Al pensar en eso, el Rey del Veneno esbozó una sonrisa.

 

Eso sería imposible.

 

¿Cómo podría un hombre incompetente como él atreverse a sentarse en ese asiento? Por más que lo pensara, al Rey del Veneno le parecía imposible.

 

Honestamente, parecía que el hijo del Rey del Dao estaba más capacitado para ese puesto. A pesar de eso, él tenía la codicia de querer el cargo de Líder de la Alianza.

 

No sabe cuál es su lugar.

 

Como en el pasado, seguía siendo un hombre grande con una codicia tan grande como su cuerpo.

 

Aunque en verdad, no me importa quién se siente en ese puesto.

 

Los ojos del Rey del Veneno se volvieron fríos. En realidad, sería más útil si el Rey del Dao se convirtiera en el próximo Líder de la Alianza. Considerando lo tonto que era, sería más fácil manipularlo.

 

Otra cosa inesperada era que el Rey de la Espada, a quien el Rey del Veneno consideraba similar al Rey del Dao, no mostraba ningún interés en ese puesto.

 

Algo en él había cambiado.

 

¿Era su atmósfera? Más bien, su aura.

 

Namgung Jin tenía menos de su habitual aura inquietante, y en su lugar, un aura muy afilada que probaba que era el Rey de la Espada.

 

Solo habían pasado unos años, entonces ¿Qué había sucedido en ese tiempo para que cambiara tanto?

 

Ting–

 

El Rey del Veneno golpeaba su taza de té con los dedos mientras pensaba. Luego, cerró los ojos y borró todo de su mente.

 

No importa.

 

Cualesquiera que fueran los cambios por los que pasaran, nada de eso le importaba al Rey del Veneno. Él tenía un asunto mucho más importante en el que enfocarse.

 

El futuro de su hija era muy importante, pero no era en eso en lo que estaba centrado en ese momento.

 

"Nahee."

 

"Sí, mi Señor."

 

Nahee levantó la cabeza al escuchar el llamado del Rey del Veneno.

 

Cuando alzó la mirada, vio la luz de la luna llena y unos ojos verde oscuro que brillaban junto con ella. Los ojos del Rey del Veneno formaban una sonrisa, pero Nahee no pudo evitar encogerse al ver esa expresión.

 

"Envía este mensaje a la Puerta Principal. Comienza a preparar al equipo de prueba."

 

"…En…tendido."

 

Nahee desapareció lentamente entre las sombras después de recibir la orden de su Señor. Cuando ella se fue, el Rey del Veneno volvió a mirar la luna y pensó para sí.

 

Es un día excepcionalmente bueno para beber té.

 

******************

 

Empecé a dirigirme a mi posada después de mi comida con el Rey del Veneno. Me froté el estómago en cuanto salí del edificio.

 

"…No me siento muy bien."

 

Sentía un gran malestar interno. Parecía que las secuelas de mis nervios recién comenzaban a manifestarse. Solo pensar en esa comida me hacía sentir agotado.

 

Ese hombre era una serpiente más grande de lo que pensaba.

 

Fruncí el ceño al recordar el tono y la expresión del Rey del Veneno. Tal como lo había imaginado, era una persona difícil de enfrentar.

 

Pero si tuviera que describirlo en una sola frase;

 

Parece el más adecuado para ser un Señor.

 

De todos los Señores que conocí de los Cuatro Grandes Clanes Nobles, él parecía ser el más apto para ese puesto.

 

Quizá no sea el más poderoso de todos, pero la forma en la que lideraba, cambiaba las conversaciones y controlaba el ambiente, demostraba que era el más hábil políticamente.

 

Por eso, tuve que concentrarme muchísimo para evitar que la conversación se desarrollara completamente a su favor.

 

Pero ¿Qué es lo que quiere de mí?

 

El Rey del Veneno parecía querer algo de mí, pero no lograba imaginar qué. Además de eso…

 

…¿Me va a dejar libre?

 

Parecía que el Rey del Veneno me estaba dejando ir a pesar de mi rudeza hacia él.

 

Dije que no renunciaría ni a Tang Soyeol ni a mi compromiso actual con el Clan Namgung, lo cual era un disparate total. El Rey del Veneno claramente escuchó eso también, pero no dijo mucho al respecto durante la comida.

 

¿Fue porque Tang Soyeol interrumpió a mitad de conversación? Gracias a ella, pudimos hablar de lo principal, pero no pude evitar sentirme preocupado por eso.

 

Primero, saldremos en cinco días.

 

Por suerte, logré programar el viaje a Sichuan. El Rey del Veneno no pareció tener objeciones con que yo me uniera. Incluso pareció estar a favor, pero debía estar equivocado.

 

En cuanto al Clan Pe… Woocheol dijo que se haría cargo él solo.

 

Pe Woocheol, que también era de Sichuan, también vendría. Puso una expresión extraña cuando le dije que viajaríamos con el Clan Tang, pero le aseguré que todo estaría bien.

 

Dicho eso, solo me quedaba una cosa por hacer.

 

Terminar mi entrenamiento durante estos cinco días.

 

Tenía que completar la tarea que me había dado el Venerable Deshonrado. Probablemente por eso iría a la cueva esta misma noche.

 

Justo cuando me dirigía hacia allá con ese pensamiento,

 

Pull–

 

Alguien tiró de mi manga. Cuando me giré hacia quien lo hizo, vi que era nada menos que Tang Soyeol, quien tiraba de mi ropa.

 

Estaba regresando a la posada con ella después de nuestra comida. Además… ¿Desde cuándo me estaba jalando la ropa?

 

Cuando la miré con una expresión confundido, Tang Soyeol me sonrió brillantemente en respuesta. Su sonrisa parecía especialmente radiante hoy.

 

Tang Soyeol me había seguido en silencio sin decir ni una sola palabra después de la comida. Sonreía cada vez que volteaba a verla, pero no hablábamos. Aunque, a juzgar por su sonrisa, parecía estar de muy buen humor.

 

Al final, fui yo quien habló primero.

 

"¿Qué pasa?"

 

"¿Hmm?"

 

"Parece que estás de buen humor."

 

"¡Hehe! ¡No es nada!"

 

"…Está bien."

 

Supongo que era bueno que estuviera feliz. Con ese pensamiento, seguí mi camino a la posada.

 

Cuando llegamos, me separé de Tang Soyeol y me dirigí a mi habitación. Planeaba ir a la cueva inmediatamente después de recoger ropa de repuesto.

 

Parecía que tendría que dormir menos para terminar este entrenamiento, así que planeaba quedarme despierto varias noches.

 

Justo al entrar a mi habitación con ese pensamiento en mente…

 

"¿Eh?"

 

No pude evitar fruncir el ceño al ver un bulto sobresaliendo de mi cama. Era evidente que alguien estaba acostado ahí.

 

La ira empezó a invadirme en cuanto vi esa escena.

 

"…Este bastardo."

 

Obviamente era ese bastardo del Dragón del Agua otra vez. Algo parecido había pasado la vez anterior, así que probablemente era Woo Hyuk otra vez.

 

¿Por qué este bastardo siempre se anda metiendo en problemas? Sin dudarlo, jalé la manta.

 

"¿Acaso no te dije claramente que no volvieras nunca más–?"

 

Justo cuando estaba a punto de gritar de furia, cerré la boca al ver quién estaba acostado en mi cama. No era el Dragón del Agua quien dormía plácidamente ahí. Es más, había dos personas en la cama.

 

Por el ruido que hice, una de las dos se despertó mientras se frotaba los ojos.

 

"¿Maestro… Gu?"

 

La chica que se levantó con un bostezo era Wi Seol-Ah, y la otra era Namgung Bi-ah, quien seguía durmiendo plácidamente como si nada.

 

"¿Qué…?"

 

Empecé a preguntarme en cuanto vi a Wi Seol-Ah.

 

¿Qué clase de situación absurda es esta?

 

Justo cuando estaba a punto de preguntarle a Wi Seol-Ah qué estaba pasando, mientras apenas lograba mantener la cordura,

 

¡Creak–!

 

La puerta, que estaba cerrada, se abrió de repente y alguien entró en la habitación.

 

"¡Maestro Gu…! En realidad tenía algo que quería decirte–"

 

"Uh."

 

Tang Soyeol había irrumpido en la habitación.

 

Me giré hacia Tang Soyeol y revisé su expresión, nervioso.

 

Quería encontrar alguna manera de manejar esta situación de la mejor forma posible, pero Tang Soyeol ya se había quedado rígida como una roca al ver la escena dentro de la habitación.


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