El Último Bandido (2)
¿Bandidos?
Muchos
pensamientos llenaron mi mente después de escuchar al Venerable Deshonrado.
Desde
que las Puertas de Demonios comenzaron a aparecer en el mundo, los bandidos que
vivían en las montañas y los mares terminaron abandonando sus aldeas y se
unieron a la Facción No Ortodoxa, ya que no podían defenderse contra los
demonios.
Los
pocos que quedaban fueron cazados por la Alianza Murim desde hace quince años,
por lo que la mayoría fue erradicada del mundo.
Aunque
no estaban completamente alejados de la gente, ya que de vez en cuando
aparecían noticias de personas que los veían en los mares y las montañas.
Por
supuesto, la Alianza enviaba a su ejército cada vez que surgía una noticia, lo
cual solo hacía que los bandidos se extinguieran aún más.
Con
todo eso en mente, era sorprendente oír hablar de bandidos.
¿En
el territorio de Sichuan, nada menos?
Esto
es…
Es
el grupo de ese bastardo.
Lo
supe en cuanto escuché la noticia.
Los
bandidos del que hablaba el Venerable Deshonrado era el grupo de ese bastardo
que ya planeaban cazar en cuanto llegara a Sichuan.
No
tenía ninguna duda.
Los
bandidos que estaban activos en esta zona solo podían ser ellos.
Pensé
para mí mismo mientras jadeaba.
Sería
raro si fuera cierto.
Me
hacía preguntarme. Su primera aparición no fue sino hasta dentro de unos dos
años.
Se
suponía que debía estar reuniendo tanto poder como pudiera hasta entonces, pero
¿Moverse ahora, eh…?
Me
resultaba extraño.
Rey
Verde…
Pensé
en el gigante conocido como el rey de los bandidos en mi vida pasada.
Era
un Humano Demoníaco que alcanzó el pináculo de la fuerza física, ya que incluso
se decía que había logrado tener un cuerpo de acero.
Incluso
la Autoridad que el Demonio Celestial le otorgó se
llamaba Fuerza Monstruosa, lo cual le quedaba
perfectamente.
Me
fue muy problemático atravesar su cuerpo gigante en una pelea contra él.
¿Tal
vez esto sea algo bueno?
Ese
bastardo fue la segunda razón más importante por la que vine a Sichuan, justo
después de la Piedra Demoníaca Blanca.
Ese
bastardo fue un malvado Humano Demoníaco en mi vida pasada. Incluso fue lo
suficientemente fuerte como para convertirse en uno de los capitanes del
ejército del Demonio Celestial.
Planeaba
convertir a ese bastardo en un Humano Demoníaco para construir mi propia
alianza.
Pero
si él quiere mostrarse, supongo que eso me lo facilita.
Sin
embargo, había algo que me preocupaba un poco.
Miré
de reojo.
Giré
ligeramente y miré hacia donde estaban parados los miembros del Clan Tang.
Desafortunadamente,
estoy con el Señor del Clan Tang en este momento…
Eso
era un problema.
La
primera aparición del Rey Verde en el mundo le hizo ganarse ese título.
El
Asesino de los Tang.
Creo
que lo llamaban así porque solo cazaba y mataba miembros del Clan Tang en
Sichuan.
El
Rey Verde se volvía loco cada vez que veía a alguien con el apellido Tang en mi
vida pasada, y al parecer, la razón de su odio hacia mí estaba relacionada con
el Clan Tang.
Decía
que no le agradaba que yo fuera quien mató a la Reina del Veneno.
Me
odiaba porque yo la había matado en lugar de él.
Al
principio, pensé que era absurdo.
Me
preguntaba cómo podía tener sentido una razón así, pero luego entendí por qué
el Rey Verde tenía tanto odio hacia el Clan Tang como para irse en una matanza.
El
verdadero nombre del Rey Verde era Tang Duk.
Es
obvio por su nombre, pero era del Clan Tang.
Era
medio hermano lejano o primo del Rey del Veneno, hasta donde sabía, pero eso no
me importaba mucho.
Lo
importante era el hecho de que lo llamaban el producto fallido del Clan Tang.
Qué
nombre tan hiriente.
Producto
fallido del Clan Tang.
¿Era
porque una vez me llamaron producto fallido del Clan Gu? También sentí dolor
con ese nombre.
Sabía
vagamente por qué lo llamaban así.
El
Rey Verde no tenía ninguna característica del Clan Tang como artista marcial.
Aparte
de su cabello verde oscuro, no tenía nada que probara que era parte del Clan
Tang.
Prácticamente
no tenía inmunidad al veneno y no pudo entrenar el Arte del Veneno a pesar de
ser del Clan Tang.
El
físico gigante del Rey Verde no era adecuado para un arte marcial que se
especializaba en el asesinato.
El
mundo se preguntaba si su odio hacia el Clan Tang era porque fue abandonado por
su propio clan.
El
problema más grande fue que el Clan Tang no dijo nada para negar esos rumores,
como si los estuvieran confirmando.
En
fin, este era el monstruo que odiaba al Clan Tang, también conocido como el rey
de los bandidos, el Rey Verde Tang Duk.
No
me importaba por qué lo habían echado del Clan Tang para que terminara
convirtiéndose en un bandido.
Todo
lo que me importaba era si estaba actuando ahora o no, y eso era todo.
O
lo mato o lo convierto en un Humano Demoníaco. No hay otra opción.
Hubo
muchos Humanos Demoníacos en mi vida pasada, y ya tenía planeado cuáles de
ellos iba a convertir en esta vida.
El
Rey Verde en Sichuan era uno de ellos, y el Demonio de la Espada, que
probablemente ahora mismo esté afilando su espada, era otro.
Aquellos
que tuvieran potencial para convertirse en un problema en el futuro serían
eliminados o absorbidos por mí.
Ese
fue el método que elegí.
"…Anciano."
"¿Hmm?"
"Entonces,
¿Qué dijo el Rey Oscuro al respecto?"
Fue
el Rey Oscuro quien encontró a esos bandidos, ¿No?
No
sabía cuál era el objetivo de ese bastardo, pero definitivamente no sabían que
este grupo estaba lleno de monstruos.
El
Rey Oscuro era especialmente bueno en este tipo de cosas.
Era
un problema si decidía deshacerse de ellos.
Sería
un problema para mí si el Rey Oscuro planeaba matar a todos los bandidos que
nos rodeaban.
Oportunidades
como esta no se presentan a menudo, y ese bandido era alguien que necesitaba.
Mientras
seguía preocupado, el Venerable Deshonrado me respondió con una sonrisa
burlona.
"¿Qué
crees que hará?"
Habló
en un tono de fastidio.
"Simplemente
los dejará pasar."
"¿El
Rey Oscuro haría eso?"
El
Venerable Deshonrado me lanzó una mirada extraña después de escuchar mi
pregunta.
"¿Y
qué, debería ir a buscarlos y matarlos a todos?"
Pensé
que eso era lo obvio… ¿No?
Al
menos, así percibía yo al Rey Oscuro.
"Tsk,
ya puedo decir lo que estás pensando solo con ver tu cara."
"…"
"No
sé cómo lo ve el mundo, pero a ese bastardo no le gusta matar tanto."
"¿En
serio…?"
Era
fascinante oírlo. El hombre conocido como el rey de los asesinos no disfrutaba
matar.
"Solo
mata cuando es necesario."
"…Wow."
"Bueno,
sí mata a todo lo que se le cruce si pierde el control, pero no es un problema
mientras eso no ocurra."
"…"
El
Venerable Deshonrado no estaba mintiendo, ¿Verdad? Me encontré mirando
alrededor mientras lo escuchaba.
Me
asustaba que el Rey Oscuro pudiera estar escuchándonos.
…Ugh.
Ver
al Rey Oscuro ya me hacía temblar, pero se volvió peor gracias a mi
entrenamiento del último mes.
Intenta
que te maten la misma persona docenas de veces al día durante más de un mes… te
enfermarías.
No
hay respuesta para este entrenamiento…
Intentaba
idear algo todas las noches, pero aún no lograba ni acercarme al nivel del Rey
Oscuro.
Me
sentía como un idiota a estas alturas.
Necesitaba
una solución diferente para superar este entrenamiento.
El
problema era que no tenía ninguna, por eso me mataban cada noche.
En
fin, dejemos eso de lado y pensemos en los bandidos…
Por
ahora, solo sabíamos que estaban cerca, así que no estaba seguro de si tenían
algo que ver con nosotros todavía.
También
parecía que solo el Rey Oscuro había notado su presencia.
Considerando
que ni los otros Señores ni yo los notamos, significaba que estaban muy lejos
de nosotros.
Necesitaba
algo de tiempo para observarlos, especialmente porque no parecían tener
intención de hacer nada con nosotros por ahora, pero ya me sentía incómodo
desde que escuché la noticia del Venerable Deshonrado.
Al
notar mi emoción conflictiva, el Venerable Deshonrado me hizo una pregunta.
"Niño."
"¿Sí?"
"Parece
que estás planeando algo, juzgando por tu expresión."
"…"
¿Cómo
lo supo? Lo notó aunque tenía los ojos cerrados.
Este
anciano siempre era increíblemente perspicaz en ese sentido.
El
Venerable Deshonrado sonrió después de tomarme por sorpresa.
"Sea
lo que sea, asegúrate de no ser atrapado haciéndolo."
"…Entendido."
¿Cómo
podía decir eso sin saber lo que estaba planeando?
El
Venerable Deshonrado no debería saber sobre mi regresión, pero en momentos como
este, parecía que sí lo sabía.
También
parecía que no le importaría aunque se enterara.
Mientras
no afectara mi entrenamiento, al Venerable Deshonrado no le importaba nada más.
Aunque
sería una historia completamente diferente si aquello lo afectara…
"¿Vas
a hacerlo hoy?"
"¿Hacer…
qué?"
"Lo
que sea que estés planeando."
"…"
"Pareces
muy preocupado por ello. Ocúpate de eso lo antes posible, ya que afectará tu
entrenamiento."
Contuve
la respiración al oírlo.
¿Hasta
qué punto podía leer mi mente?
El
Venerable Deshonrado habló de nuevo con una sonrisa, como si también hubiera
notado mi emoción.
"¿Debería
preguntarle al bastardo murciélago dónde los encontró?"
"…"
Realmente
me dejaba sin palabras…
A
este punto, me daba miedo.
Aunque,
por supuesto,
"Sí…
lo agradecería."
No
rechacé su oferta.
******************
En
un sendero que conducía al inicio del bosque de Sichuan, la luz de la luna se
filtraba entre las hojas que cubrían el cielo.
En
el bosque, algunos hombres avanzaban en silencio hacia un matorral.
Había
algo tenue a su alrededor, conocido como barrera entre los artistas marciales.
Se
usaba para bloquear el sonido y la presencia, permitiéndoles moverse
sigilosamente.
Mientras
estos hombres avanzaban tras colocar la barrera,
"Ugh,
maldita sea…"
Uno
de ellos comenzó a maldecir en voz baja.
Entonces,
el hombre que iba al frente volteó sorprendido.
"Idiota,
¿No puedes callarte? ¿Te volviste loco?"
"Ugh,
hermano, ¿De verdad tenemos que hacer esto…?"
"¡Maldito
bastardo, ahora te atreves a quejarte! ¿Acaso yo di esta orden? ¡Fue el jefe
quien nos dijo que lo hiciéramos!"
Tras
esa respuesta furiosa del hombre al frente, el que maldijo antes cerró la boca.
Estaban
frustrados por tener que moverse como sigilosos bandidos, pero no podían decir
nada ya que fue su jefe quien dio la orden.
Mierda.
Todo
lo que podían hacer era quejarse por dentro.
"…Hermano,
¿Cuánto más tenemos que avanzar?"
"Probablemente
uno o dos días más a este ritmo."
Podían
haber llegado en menos de dos horas si usaban su Qi, pero se movían
prácticamente arrastrándose, por lo que tardarían mucho más.
El
hombre volvió a maldecir al oír la respuesta del líder.
"Sigh,
maldición…"
Por
eso, el hombre al frente frunció el ceño de nuevo y habló.
"Ya
deja de quejarte. Solo tenemos que observarlos desde lejos, ni siquiera es
peligroso."
La
orden de su jefe era observar sus movimientos.
No
tenían que combatir, ya que no se les ordenó hacer una emboscada.
"Pero,
¿Y si nos descubren? Eso de 'no es peligroso' es una mierda."
Sin
embargo, eso tampoco lo hacía completamente seguro.
"Bastardo,
¿Por qué solo dices cosas que me sacan de quicio?"
El
que parecía el líder del grupo sacó algo de su bolsillo y se lo mostró al que
se quejaba.
"Te
aseguro que no nos atraparán mientras tengamos esto."
En
su mano había una piedra verde oscura.
Era
del tamaño del puño de un hombre promedio, y no parecía tener nada especial.
Sin
embargo, sorprendentemente, era un tesoro.
Un
tesoro que borraba la presencia del que lo sostenía y de quienes lo rodeaban.
El
jefe les había dicho que ni siquiera los artistas marciales del Reino Fusión
los notarían mientras tuvieran ese tesoro. Además, ya habían colocado una
barrera.
Bueno,
claro, siempre que no hubiera monstruos de un nivel superior en la otra parte.
"Nos
dijeron que los artistas marciales más fuertes en ese grupo eran los Señores de
los clanes Tang y Pe. ¿Por qué tienes tanto miedo?"
"Aun
así…"
"Sigh,
¿En serio? Entonces regresa a la montaña si tienes tanto miedo. Pero el jefe
probablemente te matará si lo haces. ¿Estás bien con eso?"
"…"
"Solo
tenemos que seguir la orden. Mientras hagamos eso, todo estará bien, así que si
te quejas una vez más, te dejo aquí enterrado vivo."
El
líder del grupo se dio la vuelta después de decir esto con furia.
El
hombre que se quejaba ya no dijo una palabra. ¿Qué podía hacer si lo amenazaban
con enterrarlo vivo?
…Por
alguna razón, me siento nervioso.
El
hombre sentía nervios.
Podían
tener un tesoro impresionante, pero su orden era observar al grupo liderado por
uno de los hombres más peligrosos de las Llanuras Centrales, conocido como el Rey
del Veneno.
Podrían
pudrirse hasta morir si eran descubiertos, ¿Cómo no iban a preocuparse?
Yo
no me uní a los bandidos para morir.
Tras
pensarlo mucho, el hombre decidió hablar con el líder una vez más, listo para
ser reprendido. Sin embargo,
"Hermano…
todavía creo que esto es–"
Blaze–
Entonces
vio un destello de fuego.
Ninguno
de ellos llevaba antorchas, ya que debían ser lo más sigilosos posible, así que
¿Qué fue esa llama que apareció de repente?
Mientras
el hombre se confundía,
¡Crack–!
Comenzó
a oír el sonido de algo quebrándose detrás de él.
Cuando
giró rápidamente para ver,
"…!"
Abrió
los ojos de par en par al ver lo que tenía delante.
Los
miembros de su grupo que iban detrás de él ya habían sido asesinados con el
cuello torcido, y uno de ellos estaba de rodillas con la boca cubierta por una
figura desconocida.
El
hombre logró ver claramente al atacante.
No
intentaba ocultar su rostro, y las llamas que lo rodeaban iluminaban su
entorno, así que era imposible no ver su apariencia.
El
hombre frunció el ceño al ver el rostro de su atacante.
…¿Un
mocoso?
Parecía
muy joven.
El
líder del grupo tuvo la misma reacción.
"¿¡Q…Quién
eres tú, bastardo!?"
El
hombre desenvainó su espada y se preparó para pelear, pero el joven observó al
grupo como si no se sintiera amenazado en lo más mínimo.
Entonces
habló.
"¿Tres,
eh?"
"…¿Qué?"
"Supongo
que tres es suficiente. Quemar a dos vivos hará que el último hable."
Después
de decir eso para sí mismo,
¡Crack–!
"¡Ugfgh!"
Le
aplastó la pierna al hombre que tenía capturado.
No
dudó ni un segundo.
"¡Bastardo…!"
El
líder cargó directamente hacia el joven al ver esa escena horrenda.
Sin
embargo, el joven no se movió ni un centímetro.
"¡Hermano…!
¡Espera…!"
Al
ver eso, el otro intentó detenerlo, pero ya era demasiado tarde.
El
líder ya estaba corriendo hacia el joven.
En
respuesta, el joven habló con el mismo tono calmado de antes.
"No
tengo mucho tiempo, tengo que estar de vuelta para la tarde, así que terminemos
esto rápido."
Después
de hablar, el líder comenzó a gritar.
Algo
andaba mal. Ese fue el primer pensamiento del hombre.
Pero
ese no era el único problema.
Se
dio cuenta de algo poco después.
No era al Rey del Veneno a quien debía temer… sino a otra persona.
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