Viniste Solo
Ya
era de noche. Era la hora en la que los artistas marciales de los clanes Tang y
Pe comenzaban sus rondas de patrullaje.
Me
levanté, sabiendo que ya era el momento.
"…"
Sentí
una presencia desconocida a mi lado justo cuando me puse de pie.
¿Eh?
Solté
un suspiro al comprobar quién era.
Solo
había una persona que podía estar a mi lado a esta hora.
¿En
qué momento había entrado?
Tal
como lo esperaba, era Namgung Bi-ah.
Ya
no tenía espacio suficiente, y con una chica alta como ella en la misma cama,
todo se sentía aún más estrecho.
Además…
¿Cómo
es que no la noté?
Me
preocupaba no haberme despertado cuando entró en mi habitación y se acostó en
mi cama.
Puede
que me haya acostumbrado a su presencia, pero eso podría ser peligroso para mí.
Sé
que Namgung Bi-ah apenas se hace notar, pero el problema es que ni siquiera me
di cuenta de que entró en mi habitación.
¿Qué
pasaría si un día entra y me clava un cuchillo en el cuello…?
Aunque
dudo que haga algo así.
Me
sorprendía haber bajado tanto la guardia. ¿Será que Namgung Bi-ah se ha vuelto
más fuerte? Sentía como si ya estuviera dependiendo de ella.
Tendré
que tener más cuidado de ahora en adelante.
Con
ese pensamiento, me levanté.
"…"
Con
cuidado de no despertarla, le acaricié suavemente el cabello.
No
parecía cuidarlo mucho, pero aun así se sentía como seda.
Parezco
un pervertido haciendo esto.
De
inmediato lo solté y salí de la habitación cuando ese pensamiento cruzó por mi
mente.
Al
salir, vi que la Espada de la Ola Blanca me estaba esperando.
Parecía
que había echado un vistazo dentro, ya que sonrió con malicia al verme.
"¿No
es genial la juventud?"
Seguramente
había visto a Namgung Bi-ah allí. ¿Qué voy a hacer con esta mujer?
"No
es lo que piensas."
"Oh,
por supuesto, esta hermana lo sabe todo."
"No
parece que lo sepas. ¿Qué quieres decir con–?"
"¡Todo
es igual cuando eres joven! ¡No hace falta que me lo expliques! Te juro que no
le diré a nadie, ¿Sí?"
…Por
favor.
Tenía
mucho que decir, pero decidí ignorar las tonterías de la Espada de la Ola
Blanca. No era la primera ni la segunda vez que hacía estas cosas.
Tenía
un asunto más importante, después de todo.
Miré
en la dirección de donde provenía la presencia de ese bastardo y sentí un poco
de nerviosismo.
¿Un
día será suficiente?
Esperaba
que sí, pero la verdad es que no lo sabía.
Blaze–
Cuando
envolví mi cuerpo en calor, comencé a sentir el Qi de la Espada de la Ola
Blanca.
Puede
que tuviera una personalidad extraña, pero sabía actuar como una verdadera
artista marcial. Era una maestra, después de todo.
No
me preguntó a dónde iba.
Aun
así, sentí su Qi de combate, y por cómo estaba envainada su espada, parecía
saber lo que quería de ella.
Tal
como lo esperaba.
No
podía subestimarla. Después de confirmar eso, empecé a avanzar, acelerando mi
paso.
Mi
destino era la Montaña Fantasma, donde se encontraban los Bandidos del Bosque
Verde.
******************
El
Emperador del Veneno, Tang Bi Seung.
Fue
el antiguo Señor del Clan Tang y el abuelo del actual Señor.
Según
los rumores en las Llanuras Centrales, los Tres Venerables deberían haber sido
llamados los Cuatro Venerables, y él habría sido conocido como el Venerable del
Veneno si aún estuviera vivo.
Fue
un maestro que estuvo a punto de alcanzar la Inmunidad a los Diez Mil Venenos y
un gran Señor que el Clan Tang respetaba, ya que fue responsable de elevar su
reputación. Pero en realidad, no era tan grandioso.
Al
menos eso creía Tang Duk.
–Eres
un fracaso.
Recordaba
la mirada fría de Tang Bi Seung mientras lo miraba con desprecio.
Los
cuerpos amontonados sobre el suelo de piedra eran todos niños pequeños, de no
más de nueve o diez años.
Todos
ellos llevaban el apellido Tang, dado por Tang Bi Seung.
–Mi
Señor. Pero los huesos de este niño son como usted quería…
Suplicó
desesperadamente a Tang Bi Seung, pero su mirada no cambió.
–Puede
que sea un recipiente perfecto, pero no sirve de nada si no puede aprender el Arte
de Veneno. Llévenselo.
Tang
Duk lloró desesperadamente al oír eso.
Gritó,
suplicando por su vida.
Pero
a pesar de sus súplicas, Tang Bi Seung no se detuvo.
Cuando
sus pasos finalmente se alejaron por completo, solo quedaron los gritos de Tang
Duk resonando en la sala subterránea.
Los
hombres que hasta entonces habían guardado silencio, comenzaron a caminar hacia
él.
Cuando
sus manos bloquearon su visión, finalmente despertó de esa larga pesadilla.
Abrió
los ojos, y sus pupilas negras se posaron en la luna.
Tang
Duk se dio cuenta de que había tenido una pesadilla.
"…Uf."
Tras
abrir sus pesados párpados, movió su enorme cuerpo.
Qué
maldito sueño.
Un
recuerdo imborrable, tan claro como siempre.
¿Será
que lo recordé porque ya es hora?
A
medida que se acercaba a su objetivo, sus recuerdos del pasado se hacían más
claros.
Era
comprensible. Tang Duk sabía que vivía de esta manera porque no podía olvidar
su pasado.
Crack.
Estiró
sus músculos y empezó a caminar.
Al
atravesar el pasto alto, llegó a un área donde había un grupo de hombres
reunidos.
Todos
se pusieron de pie al verlo aparecer.
"Jefe."
"Informe
de la situación."
"Al
parecer, acamparán allí esta noche."
Tang
Duk miró hacia una dirección.
No
podía ver mucho por la altura del pasto, pero sabía que los bastardos del Clan
Tang estaban allí.
La
línea de sangre de ese maldito viejo que merecía ser despedazado, reunida en un
solo lugar.
Si
Tang Duk tenía un solo arrepentimiento,
Es
que no mató a ese viejo con sus propias manos.
El
Emperador del Veneno Tang Bi Seung. Su único pesar era no haberlo asesinado él
mismo.
Crack.
El
solo pensarlo lo hizo apretar el puño.
Hizo
todas esas porquerías y aún así murió de viejo.
Cuando
la ira y la sed de sangre comenzaron a emanar del cuerpo de Tang Duk, los otros
bandidos a su alrededor comenzaron a temblar.
Era
una presión densa y aterradora.
Tang
Duk les habló a sus hombres con ojos llenos de intención asesina.
"Nuestro
objetivo es hasta que esos bastardos crucen el río. Esperaremos hasta
entonces."
"Tardarán
como una semana en llegar al río con ese ritmo, ¿Está bien?"
Cuando
uno de los hombres hizo la pregunta, Tang Duk de repente le agarró del cabello.
"Ugh…"
Su
enorme mano bastó para levantarlo de un solo agarre.
"¿Entonces
vamos todos a morir por lanzarnos sin un plan?"
"…Ughhh…"
"Debemos
hacer lo necesario, incluso si estamos apurados. ¿Entiendes?"
"S…
Sí…"
Tang
Duk lo soltó solo después de oír su respuesta.
Él
mismo era quien más quería iniciar el ataque y destrozarlos a todos, pero por
ahora era demasiado difícil por culpa tanto del Rey del Veneno como del Señor
del Clan Pe.
Por
eso planeaba esperar hasta que llegaran al río.
La
comitiva del Clan Tang escoltaba a un prisionero, y los bandidos tenían muchas
más posibilidades de ganar en los botes.
Era
una situación perfecta.
Era
la primera vez en veinte años que el Clan Tang hacía un viaje así.
Para
Tang Duk, era como un milagro. Había esperado este día durante todos esos años.
Por
eso decidió tener paciencia.
Ya
había esperado mucho tiempo, así que estaba más que dispuesto a esperar una
semana más.
Mientras
pudiera llevar al Clan Tang a su caída, estaba dispuesto a todo.
Tang
Duk reprimió a la fuerza su intención asesina y calmó su respiración.
No
podía permitirse causar problemas ahora.
"Informen
cuando regresen los patrulleros. Ah, y una cosa más." Los ojos de Tang Duk
brillaron mientras daba la orden.
"El
Rey Menor del Infierno. Consíganme información sobre él en cuanto puedan."
"Entendido."
Tang
Duk apretó los dientes al dar la orden.
Todavía
encontraba a ese bastardo misterioso.
Tang
Duk se preguntaba cómo fue que el Rey Menor del Infierno localizó al grupo que
había enviado, pero lo que más lo intrigaba era cómo sabía quién estaba detrás
de todo.
¿Cómo
lo descubrió?
¿Cómo
se atrevió a burlarse de mí sabiéndolo todo?
¿Significa
esto que el Rey del Veneno también lo sabía?
Por
esa posibilidad, Tang Duk tuvo que ajustar su plan por si acaso.
Lo
importante fue el mensaje que envió el Rey Menor del Infierno.
[Fracaso.]
Eso
fue lo que dijo en su mensaje.
Por
lo que parecía,
…Ese
bastardo.
¿Será
que no solo conoce mi nombre, sino también toda mi identidad, cuando nadie más
debería saberla?
No,
eso no es posible.
Todos
los que supieron del incidente murieron.
Incluidos
los hermanos de Tang Duk, todos los involucrados perdieron la vida, salvo los
que tenían la sangre del Clan Tang.
¿Pero
entonces cómo lo sabe ese bastardo?
No
parecía una simple coincidencia.
¿De
verdad puede serlo?
Tang
Duk sintió una gran frustración llenar su pecho.
Apretó
con más fuerza su lanza y pensó para sí,
Tendré
que preguntárselo antes de matarlo, una vez que lo capture.
Tang
Duk ya tenía planeado capturarlo, y lo único que necesitaba era torturarlo
hasta sacarle la verdad.
Mientras
caminaba entre el pasto alto con ese pensamiento,
"…!"
De pronto se detuvo.
Entonces
miró en una dirección con suma atención.
No
podía ver nada por los árboles que bloqueaban la vista, pero lo sentía.
Definitivamente
había algo a lo lejos.
Tang
Duk lanzó su lanza hacia donde provenía esa presencia misteriosa.
¡Fwoooosh–!
¡Craaaack–!
El
ataque fue tan fuerte que una onda de viento aterradora arrasó con todos los
árboles en esa dirección.
Sin
embargo, la poderosa onda no llegó muy lejos.
¡Slam–!
¡Blaaze–!
Justo
al llegar a cierto punto, la onda desapareció tras una rápida explosión.
Tang
Duk lo sintió.
Alguien
había bloqueado su ataque.
También
sintió un calor denso proveniente de esa misma dirección.
Era
denso y abrasador.
Tang
Duk saltó hacia donde venía el calor.
Lo
sentía con más claridad a medida que se acercaba. Fue entonces cuando pudo ver
una llama de color púrpura ardiendo sola en la oscuridad.
El
calor también le indicó a Tang Duk dónde estaba la llama y le dijo que fuera
hacia ella.
¿Te
atreves a ordenarme?
Tang
Duk sonrió y aceleró el paso.
Una
brasa rozó su mejilla.
En
solo un instante, Tang Duk logró llegar al lugar de donde provenía la llama.
¡Slaaam–!
Una
enorme onda de impacto se dispersó hacia afuera cuando el enorme cuerpo de Tang
Duk aterrizó en el suelo.
El
aire lleno de polvo y bloqueó su visión,
¡Swoosh–!
Pero
todo desapareció cuando Tang Duk agitó su lanza.
Una
vez que su visión se despejó, no pudo evitar reír al ver lo que tenía enfrente.
"…Qué
absurdo."
Se
quedó sin palabras.
Tang
Duk agudizó sus sentidos para detectar otras presencias, pero solo pudo sentir
una, la de la persona que estaba frente a él.
Después
de confirmar eso, Tang Duk preguntó;
"¿Viniste
solo?"
Un
joven respondió al escuchar la pregunta de Tang Duk.
"Como
puedes ver."
"…¿Hah,
viniste solo sin ningún apoyo?"
"¿Por
qué lo necesitaría? Te lo diré para que no te asustes, pero el Rey del Veneno
no vino."
A
Tang Duk le costaba creerlo, pero tenía una duda aún mayor.
"¿De
dónde sacas tanta confianza?"
Tang
Duk lo miró con una sonrisa aterradora.
El
joven tenía una complexión pequeña, pero su presencia era imponente.
Tenía
las manos detrás de la espalda, rodeado de llamas.
A
pesar de estar frente a Tang Duk, el joven solo lo observaba sin mostrar
reacción alguna.
Al
verlo, Tang Duk continuó hablando;
"Deberías
haber hecho lo mejor posible por esconderte en el bosque, ¿Pero en cambio te
presentas así?"
El
joven respondió inclinando la cabeza con confusión.
"¿Esconderme?
¿Para qué?"
"Por
supuesto que deberías. Porque ahora voy a aplastarte…"
Tang
Duk sabía exactamente quién era ese joven. ¿Cómo no saberlo si fue quien se
burló de él?
Era
un joven maestro que usaba el Arte de la Llama.
Era
muy fácil identificar a ese bastardo.
"Es
un gusto verte, Rey Menor del Infierno."
Haha.
¿Qué
era tan gracioso?
Después
de escuchar a Tang Duk, el joven comenzó a reír a carcajadas.
Tang
Duk frunció el ceño al verlo.
"¿De
qué te ríes? ¿Te volviste loco porque vas a morir?"
"Oh,
lo siento, ¿Es porque ha pasado un tiempo? Solo me pareció gracioso."
"¿Qué?"
"Así
que siempre has sido tan retrasado, ¿Eh?"
Una
aura aterradora empezó a emanar del cuerpo de Tang Duk ante la burla del Rey
Menor del Infierno.
"…Tú
bastardo… Seguro te crees mucho porque el mundo entero te alaba. ¿Acaso sabes
quién soy como para…?"
"¿Qué
quién eres? Solo un fracaso, no."
Ante
esas palabras, Tang Duk perdió el control.
Era
seguro. Ese bastardo sabía algo.
Eso,
en realidad, hizo que Tang Duk se sintiera más satisfecho.
"Bien,
juro que voy a matarte aquí y ahora."
Justo
cuando Tang Duk estaba por cargar su Qi mientras sujetaba su lanza con firmeza,
Rumble.
"…!"
Tang
Duk se llevó la mano al abdomen por el repentino dolor que sintió.
Mientras
trataba de entender la extraña sensación que le oprimía el cuerpo, escuchó una
voz al frente.
"Me
alegra que estés contento con mi regalo."
Su
voz tenía un tono juguetón.
Step.
Sus
pasos se acercaban.
Cuando
el Rey Menor del Infierno se acercó lo suficiente, niveló su mirada con la de
Tang Duk y habló,
"Tengamos
una conversación tranquila, ¿Sí?"
Tang
Duk tuvo que ocultar su sorpresa al ver los ojos del Rey Menor del Infierno.
Ya que, por alguna razón, brillaban intensamente con una luz púrpura.
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