Arrepentimiento (1)
Tenía
la vista fija en las Perlas Celestiales del Veneno que estaban junto a la piedra
blanca, mientras Tang Jaemoon me miraba con una expresión extraña.
…¿Cuántas
hay?
Había
al menos más de diez allí.
Esa
cantidad bastaba para comprar un clan pequeño o mediano, exagerando un poco.
Era
lógico. Era un elixir del pasado que el Clan Tang ya no podía producir, y las Perlas
Celestiales del Veneno no solo contenían una gran cantidad de energía
condensada, sino que también tenían algo especial.
Desarrollaban
inmunidad al veneno en quien las consumía.
Consumir
el elixir generaba inmunidad al veneno en el cuerpo.
Sin
embargo, eso solo estaba escrito en los registros, así que no estaba completamente
seguro.
De
cualquier manera, era un elixir que no solo otorgaba una cantidad increíble de
Qi, sino que también ayudaba a desarrollar inmunidad a los venenos.
Era
un tesoro del pasado que ni por millones de piezas de oro se podía comprar en
el presente.
La
Perla Celestial del Veneno…
La
imagen de ella llenaba por completo mi visión.
No
sabía cuál sería la prueba, pero si la pasaba, podría obtenerlas.
Aunque
probablemente no pueda usarlas ahora mismo aunque las consiga.
Mi
cuerpo aún estaba en un estado inestable, así que probablemente se rompería si
absorbiera la energía de esos elixires.
Pero
al menos podría compartirlos si no los usaba.
Había
muchas personas a mi alrededor con quienes compartir.
Incluso
si no era así, tenía que conseguirlos a toda costa considerando su valor.
Lo
mismo pasaba con esa piedra blanca… No, la Piedra Demoníaca Blanca.
Las
piedras demoníacas pierden su color en pocos días después de salir del cuerpo
del Demonio.
Sin
embargo, eso no aplicaba para las Piedras Demoníacas Blancas.
Incluso
ahora, esa piedra aún mantenía su color y brillo, y parecía seguir conteniendo
energía.
No
podía estar seguro, ya que nunca había visto otra Piedra Demoníaca Blanca.
Solo
era una suposición.
Pensé
para mí mismo mientras observaba la Piedra Demoníaca Blanca y las Perlas
Celestiales del Veneno.
Sí,
finalmente… así es como debería ser una bóveda secreta.
Comencé
a llorar al ver la escena.
[¿Discípulo
de Shincheol… estás llorando?]
"Sí…
Son lágrimas de alegría. No se preocupe."
[Ah…
entiendo.]
Recordé
todas las otras bóvedas secretas en las que había estado.
La
primera fue la del Clan Yeon del Cielo Dorado, y la segunda fue en la Academia
del Dragón Celestial.
Fue
difícil decir que gané algo de esas dos por todas las mierdas por las que tuve
que pasar.
…Pero
esta me devolvió la alegría. Esto es un milagro.
Así
deberían ser todas las bóvedas secretas.
Ese
maldito Clan Yeon del Cielo Dorado.
Ahora
que lo pienso, las dos bóvedas secretas anteriores a las que fui pertenecían a
Yeon Il-Cheon.
Ese
hijo de puta. Un bastardo malvado.
¿Y
qué si era un regresor? ¿Cómo se atrevía a intentar matarme?
Especialmente
cuando yo intentaba limpiar todo el desastre que ellos dejaron.
Mi
resentimiento hacia el anterior regresor seguía creciendo.
Tang
Jaemoon ni siquiera me había dicho que me daría algo todavía, pero ya sentía
que las Perlas Celestiales del Veneno eran mías.
"Senior…"
[¿Sí?]
"¿Le
molesta si le hago una reverencia?"
[¿Qué…?]
Tang
Jaemoon frunció el ceño después de oír mis palabras.
Asentí
para mí mismo al ver su reacción, pensando que no debía hacer algo así.
Sí,
eso fue pasarse un poco.
"Era
una broma."
[Discípulo
de Shincheol… lamentablemente, pareces haber heredado el lado extraño de
Shincheol.]
"Sabe
que eso es un gran insulto, ¿Verdad…?"
Me
comparó con ese viejo, lo cual me ofendió bastante.
Pero
parecía que le causó gracia mi respuesta, porque Tang Jaemoon empezó a reír
tapándose la boca.
Así
que la senior también podía reír, ¿Eh?
Fue
inesperado, ya que desde fuera parecía fría. ¿Era porque sentí que se había
abierto un poco? Decidí hacerle una pregunta algo difícil que antes no me animé
a formular.
"Um,
senior."
[¿Sí?]
"No
es nada demasiado importante, pero… ¿Por qué dejó esa cosa junto a las Perlas
Celestiales del Veneno?"
[?]
Tang
Jaemoon giró la cabeza y miró la Piedra Demoníaca Blanca tras escuchar mi
pregunta.
[Ah.]
Luego,
aplaudió una vez como si acabara de recordar que eso estaba allí.
[Es
un trofeo. Eso salió de un Demonio que cacé. Lo puse ahí para presumir frente a
Shincheol cuando venga.]
"…"
Esa
fue la respuesta que dio con un tono levemente agudo.
Inesperadamente,
era una razón muy tierna.
Pensé
que lo había colocado ahí por una razón muy importante.
Pero
no, solo era para presumir…
Realmente
me dejó sin palabras.
Estuve
a punto de reírme a carcajadas, pero logré contenerme.
Y
dijo que cazó al Demonio ella sola…
Pensé
en el Río del Dragón Azul mientras miraba la Piedra Demoníaca Blanca.
Ese
río fue el resultado de que Tang Jaemoon cazara a un Demonio Blanco.
¿Ella
tenía tanta fuerza dentro de un cuerpo que parecía tan frágil?
Me
lo empecé a preguntar.
Era
un pensamiento que tenía cada vez que me encontraba con héroes del pasado.
Cada
uno de ellos parecía, como mínimo, comparable en fuerza con los Tres Venerables
actuales.
Tan
solo…
¿Qué
tan fuertes eran?
No
solo eso, ¿Cómo es que no pudieron vencer al Demonio de Sangre si eran mayoría?
Era
una pregunta que me surgía de vez en cuando.
La
historia del pasado y el flujo del tiempo presente.
La
disparidad entre ambos me hacía pensar mucho.
Pero
por ahora… esas Perlas Celestiales del Veneno eran más importantes.
De
alguna manera, la Piedra Demoníaca Blanca perdió relevancia.
Pero
¿Qué se le va a hacer? Así es la vida.
Shaa…
"Tú,
cierra la boca."
La
Serpiente Roja de Agua volvió a asomar la cabeza sin entender el ambiente, así
que la empujé de nuevo al bolsillo.
[Discípulo
de Shincheol.]
"Sí,
senior."
Levanté
la cabeza tras oír la voz de Tang Jaemoon.
Entonces,
ella mostró una expresión extraña al ver mi postura.
[…Tu
actitud parece distinta a la de antes… ¿Me equivoco?]
¿Había
cambiado mi actitud?
Por
supuesto que sí.
A
diferencia de los bastardos de las bóvedas anteriores que solo me dieron
problemas, esta era la primera persona que estaba dispuesta a darme recompensas
reales.
Estaba
más que dispuesto a hacerle reverencias cientos de veces si quería.
¿A
quién le importaba el orgullo?
Una
persona que podía alimentarme era tanto mi maestra como mi diosa.
Así
se debía vivir en este mundo lleno de dificultades.
Ignoré
el hecho de que Tang Jaemoon retrocedió un poco y le hice una pregunta que
quería hacer desde hace tiempo.
"Por
favor, dígame, senior. ¿Qué debo hacer para pasar la prueba?"
[…]
Dijo
que debía pasar una prueba si quería esas Perlas Celestiales del Veneno.
Estaba
listo para hacerlo en cualquier momento.
Dijo
que era una prueba preparada para el Anciano Shin, ¿Verdad?
Me
preguntaba por qué se molestó en preparar una prueba tan elaborada para él,
Pero
supuse que todo tenía una razón.
Creía
que debía haber una razón para eso.
Sin
embargo, había algo que me hacía sentir un poco culpable en esta situación.
…¿Realmente
podía tomar todo eso si estaba preparado para el Anciano Shin?
Si
todo lo que consumí hasta ahora fue hecho para él, me preguntaba si realmente
estaba bien que yo me lo comiera en su lugar.
El
Anciano Shin pudo haber dicho que estaba bien,
Pero
a mí me molestaba hacerlo.
Por
alguna razón, sentía que la culpa se acumulaba.
Aun
así, no podía dejar pasar esta oportunidad.
Me
dije a mí mismo que haría todo lo posible para prepararme para el desastre
futuro.
Por
eso, debía consumir todo lo que pudiera conseguir, incluso si no era para mí.
No
me quedaba mucho tiempo.
Me
lo repetí nuevamente.
Además…
el Anciano Shin ni siquiera habría podido consumir esto.
Habría
sido correcto dejar estos elixires aquí si el Anciano Shin hubiera logrado
resucitar o poseer el cuerpo de alguien como sus aliados querían, pero el Anciano
Shin nunca apareció en mi vida pasada.
Eso
significaba una sola cosa.
Su
plan fracasó.
Fuera
cual fuera ese plan, no tuvo éxito.
Por
lo tanto,
Me
los comeré en su lugar y limpiaré toda la mierda que dejaron atrás.
Solo
tendré que cazar tanto al Demonio Celestial como al Demonio de Sangre.
Por
cierto, eso fue lo que el Anciano Shin me dijo.
Me
dijo que detuviera al Demonio de Sangre si iba a evitar un desastre mundial.
En
ese momento, pensé que estaba delirando, pero ahora me encontraba en una
situación donde realmente tenía que hacerlo.
Ese
viejo… ¿Acaso lo había previsto desde el principio?
Tal
vez el Anciano Shin sabía que algo como esto pasaría.
Eso
pensé.
Entonces…
[Antes
de que empiece tu prueba…]
Tang
Jaemoon empezó a hablar.
[Hay
algo que me gustaría preguntarle al discípulo de Shincheol.]
"Claro."
¿Algo
que quería preguntarme?
¿Qué
será?
La
miré con una expresión curiosa,
[¿Alguna
vez has sentido arrepentimiento?]
"¿Perdón…?"
Hizo
una pregunta completamente aleatoria.
Pero
también fue directa al corazón.
¿Yo?
¿Arrepentirme?
Por
supuesto que sí.
Era
una pregunta ridícula.
Toda
mi vida estuvo llena de arrepentimientos, ¿Cómo no iba a tenerlos?
"Sí.
Al punto de estar harto de ello."
No
debería haber vivido mi vida así.
No
debería haber hecho lo que hice.
No
debería haber dicho esas palabras.
No
debería haberte dejado, y no debería haberte usado como excusa para mis
acciones.
Solo
pensé un momento, pero pasaron por mi mente incontables arrepentimientos.
Tang
Jaemoon mostró una expresión algo sorprendida al ver mi rostro.
¿Qué
tan mal se veía mi cara para que ella reaccionara así?
Lamentablemente,
no tenía forma de comprobarlo.
Después
de un breve silencio, Tang Jaemoon volvió a hablar.
[…¿Alguna
vez intentaste superar esos arrepentimientos?]
"¿Superar
mis arrepentimientos?"
Solté
una pequeña sonrisa irónica tras escucharla.
Era
una sonrisa burlona. Fue un error de mi parte.
Rápidamente
borré la sonrisa de mi rostro y respondí con cuidado.
"…No
creo que el arrepentimiento sea algo que se pueda superar."
[¿Entonces
qué es para ti?]
"Una
carga que uno debe llevar. Así es como lo veo."
(Arthur:
Ufff, esa frase me mató :”c)
(Dartex:
A mi igual)
"…"
El
arrepentimiento era como una carga.
Hacía
que una persona viviera en el pasado en lugar del presente. El arrepentimiento
persigue sin cesar.
¿Superarlo?
No,
eso era imposible.
Era
algo con lo que uno debía cargar.
Un
recuerdo que nunca se podía olvidar.
Yo
estaba constantemente recordando mi pasado, pero aun así seguía caminando sin
descanso.
¿Esta
conversación era parte de la prueba?
Ese
era el único pensamiento en mi mente.
Reprimí
mis emociones y observé a Tang Jaemoon.
…¿Eh?
Abrí
los ojos de par en par al ver su expresión.
Por
alguna razón, mostraba unos ojos tristes.
[…Entonces,
¿Estás caminando por el camino correcto mientras llevas contigo tus
arrepentimientos?]
Estaba
a punto de responder de inmediato tras oír la pregunta de Tang Jaemoon.
Sin
embargo…
"…"
No
pude hacerlo.
Sabía
muy bien que estaría mintiendo si le decía que sí.
No
podía decirlo sin importar cuánto lo intentara.
La
expresión de Tang Jaemoon se volvió más profunda mientras me miraba.
Entonces,
habló con una voz más pesada que antes.
[Tu
prueba comenzará ahora…]
Me
desperté de inmediato tras oírla.
Fue
algo repentino, pero me alegraba que comenzara la prueba.
Me
concentré porque no sabía qué iba a pasar.
Observé
a Tang Jaemoon con nerviosismo, y ella me habló con un tono sereno.
[No
hay aprobado ni desaprobado en la prueba que tomarás.]
"¿Eh?
¿Qué quiere decir con eso…?"
¿No
había manera de aprobar o reprobar esta prueba?
Entonces,
¿Cómo se juzgaría?
[Los
pensamientos que tendrás después de la prueba. Tampoco importarán.]
"¿Senior?"
Tang
Jaemoon seguía diciendo cosas que no podía comprender.
Me
ponía más nervioso cuanto más la escuchaba.
Cada
vez que alguien decía cosas sin sentido como esas…
Terminaba
jodido.
Intenté
llamarla rápidamente al tener ese presentimiento,
[Solo
espero que tomes una decisión distinta a la mía.]
Pero
Tang Jaemoon extendió su mano hacia mí luego de terminar de hablar.
Entonces…
¡Craaaack–!
"¿¡Qué!?"
El
área comenzó a derrumbarse.
Mierda,
sabía que algo así iba a pasar… ¡Maldita sea!
Intenté
salir del lugar rápidamente por el cambio repentino, pero el espacio ya estaba
colapsando.
Escuché
la voz de Tang Jaemoon mientras mi vista comenzaba a distorsionarse.
[…Cuando
tengas la oportunidad…]
Su
voz tenía un tono algo suave.
¿Era
tristeza? ¿O anhelo?
Era
difícil saberlo, ya que realmente no conocía a Tang Jaemoon como persona.
[Por
favor, dile esto a Shincheol.]
Intenté
decir algo, pero no pude pronunciar ni una sola palabra.
Mientras
el espacio colapsaba, solo la voz de Tang Jaemoon se escuchaba.
[Quería
verlo. Realmente… realmente quería verlo. Y… yo…]
No
pude escuchar el final de su voz llena de añoranza.
Porque
el derrumbe empeoró, y no pude resistir la presión y perdí el conocimiento.
Cuando
abrí los ojos nuevamente…
"¡Hugh…!"
Estaba acostado en el centro de un hoyo desconocido.
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