Resonancia (1)
Destrucción
de los Demonios.
Fue
el poder de Wi Seol-Ah lo que le dio esperanza a las Llanuras Centrales, y, en
última instancia, también fue el poder de cómo pudo derrotar al Demonio
Celestial.
La
primera vez que Wi Seol-Ah luchó contra un Humano Demoníaco, cuando yo aún ni
siquiera era uno, su espada brilló de manera inusualmente intensa cuando los
demás comenzaron a caer afectados por el Qi Demoníaco del enemigo.
Ella
no fue afectada por el Qi Demoníaco; de hecho, su espada lo repelía.
¿Cómo
era eso posible?
¿Quizás
ese poder venía de la técnica 'Danza de la Luz de la Luna' que aprendió?
La
gente de las Llanuras Centrales se hacía esa pregunta, pero el Emperador de la
Espada dijo que él no podía hacer lo mismo que Wi Seol-Ah con su propio Qi.
Eso
significaba que ese poder era exclusivo de Wi Seol-Ah.
¿Por
qué era así?
La
duda surgió, pero la gente no tuvo tiempo de pensar mucho en ello.
Al
final, lo importante es que su poder era capaz de aniquilar el Qi Demoníaco.
El
Qi Demoníaco era un arma letal contra los artistas marciales, pero apareció una
artista marcial que podía combatir contra tal amenaza.
No
importaba si era joven, mujer, o incluso una prodigio.
Por
esa razón, no pasó mucho tiempo antes de que Wi Seol-Ah se convirtiera en la
esperanza de las Llanuras Centrales.
Además,
muchas personas pusieron sus esperanzas en ella porque tenía un talento
increíble en las artes marciales.
¿No
es irónico?
Solo
porque encontraron una pequeña esperanza en la que apoyarse, no solo la
convirtieron en una heroína, sino que también le dieron la carga de salvar al
mundo.
Malditos
bastardos.
La
historia solo lograba enfurecerme.
Sin
embargo, podía entender de dónde venía esa actitud.
Todos
los que habían experimentado el Qi Demoníaco sabían lo asquerosa que era esa
energía.
Era
obvio que pusieran sus esperanzas en alguien capaz de enfrentarlo.
Yo
también lo sabía, pero no podía identificarme con ellos.
Porque
sé lo que les sucede a las personas a quienes se les da esa carga.
Son
enterradas junto con ese peso, y luego lentamente olvidadas.
Esa
es la recompensa que reciben por cargar con las esperanzas de la gente.
¿Y
sabes qué es aún peor?
La
gente ya sabe que así terminarán, pero aun así les ponen esa carga.
Sabían
que ella eventualmente caería por cargar con todo eso, pero tenían que fingir
que no lo notaban porque querían vivir.
Esa
era la naturaleza de las personas.
Los
despreciaba.
Además,
la resentía a ella por cargar con esa carga a pesar de que obviamente sabía
todo esto.
Era
lo mismo esta vez.
A
pesar de ya saber que lentamente devorarían su vida, esa tonta espadachina
mantendría la cabeza en alto con su espada en mano.
Lo
odiaba tanto que me volvía loco.
Mientras
el silencio continuaba,
Tap,
Tap.
Empecé
a escuchar un ruido que rompió mi concentración.
Volteé
hacia donde provenía el sonido.
Era
el Emperador Demonio golpeando el apoyabrazos con su dedo.
Era
un hábito suyo cuando pensaba profundamente.
La
presión en el aire se volvía gradualmente más pesada.
Qi
salía del Emperador Demonio y presionaba su entorno.
Incluso
en esa situación, los Humanos Demoníacos soportaban el dolor sin emitir un solo
quejido.
Era
obvio que ese maldito no estaba de buen humor.
Para
los demás Humanos Demoníacos, probablemente parecía que su Capitán estaba
reflexionando profundamente debido al ataque sorpresa, pero yo sabía en qué
estaba pensando.
Tenía
muchas cosas en la cabeza.
Esa
mente solo estaba llena con la Espada Celestial.
Rumble…
El
Puño Silencioso habló en medio de la atmósfera incómoda.
"…Capitán,
por favor, denos una orden."
Todos
los Humanos Demoníacos se arrodillaron tras las palabras del Puño Silencioso.
Eso
incluía también a la Espada Demoníaca.
Los
enemigos se estaban acercando a nuestro territorio, y estaban reuniendo sus
fuerzas.
Eso
significaba que se estaban preparando para la guerra.
No
sabía la magnitud, pero era evidente que la Alianza Murim se estaba alistando
para un enfrentamiento.
Además,
considerando que tanto el Venerable Celestial como la Espada Celestial estaban
aquí…
…Definitivamente
no sería una batalla pequeña.
Una
cosa que era favorable, era el hecho de que el poder de Destrucción de los
Demonios de ella no podía purificar el Qi Demoníaco como lo hacía mi Arte
de la Llama Destructiva.
¿Debería
siquiera alegrarme por eso?
¿Debería
estar feliz de que ella no pudiera purificar el Qi Demoníaco?
Qué
irónico soy.
Me
pregunto…
¿Qué
decisión tomarás en esta situación?
Observaba
la reacción de ese bastardo mientras me arrodillaba con los otros Humanos
Demoníacos.
La
mejor manera de lidiar con esta situación era, primero, reportarla al Demonio
Celestial.
Si
ella era informada de que la Alianza se estaba reuniendo y que el Venerable
Celestial apareció, era probable que enviara refuerzos o hiciera su aparición.
No
sabía cuán fuerte era la actual Espada Celestial, pero al menos, no era lo
suficientemente fuerte como para enfrentarse al Demonio Celestial.
Ni
siquiera los Tres Venerables juntos podían derrotar al Demonio Celestial, después
de todo.
No
sabía si realmente tenían intenciones de una guerra, pero esa era la solución
más rápida.
Sin
embargo.
Tú
no harás eso.
El
bastardo llamado Emperador Demonio no iba a tomar esa decisión.
Lo
sabía mejor que nadie.
Creak.
El
Emperador Demonio se levantó lentamente mientras los Humanos Demoníacos seguían
arrodillados.
Luego,
le habló al Puño Silencioso después de bajar de su asiento.
"…Puño
Silencioso."
"Sí,
Capitán."
"Llévame
con esos bastardos."
En
el momento en que habló, todos los Humanos Demoníacos se levantaron de
inmediato.
La
sala se llenó por completo con su Qi de Combate.
Todos
sabían lo que el Emperador Demonio quería decir con esas palabras.
Después
de ver eso, hice una sonrisa amarga en mi mente.
Bastardo
retrasado.
Era
lo que esperaba de ti.
Actuó
justo como pensé que lo haría.
La
decisión de ese bastardo no iba a cambiar.
Él
la elegirá a ella hasta el final.
Ya
sea en una vida pasada, o en esta historia.
En
el futuro también harías lo mismo.
Siempre
serás un idiota.
Eligió
ese camino a pesar de saber que nadie lo reconocería al final.
Ese
era yo.
¿Qué
hubiera hecho yo si estuviera en esa situación ahora?
Pensé
para mí mismo mientras veía al Emperador Demonio salir.
Ya
sabía qué hubiera hecho.
Probablemente.
Habría
tomado la misma decisión que ese estúpido bastardo.
Porque
lo sabía, ni siquiera podía maldecirlo.
Ese
bastardo era un idiota, y yo también lo seguía siendo.
Solo
esperaba.
Esperaba
que nada más cambiara en esta situación, porque ya era difícil de manejar.
******************
La
ubicación que el Puño Silencioso reportó era una aldea justo fuera de la
frontera que separaba a Sichuan del exterior.
Era
difícil encontrar ese lugar ya que solo unas pocas personas vivían ahí y estaba
ubicada en lo profundo de una montaña.
La
Alianza Murim eligió ese lugar, de todos los posibles, para reunir sus fuerzas.
¿Lo habrán hecho a propósito?
Qué
extraño.
Seguía
teniendo curiosidad mientras aumentaba mi paso.
Puede
que estuviera justo fuera del territorio de Sichuan, pero ¿Realmente pensaban
que los Humanos Demoníacos no lo notarían?
La
Alianza podría estar llena de idiotas, pero no eran tan estúpidos.
Definitivamente
tenían un plan.
Él
lo sabía también, pero aun así eligió dirigirse directamente hacia allá.
Pensaba
mientras observaba a mi yo del pasado liderar al grupo.
¿Acaso
ese bastardo no lo sabía?
Por
supuesto que lo sabía.
A
pesar de saberlo, tomó la decisión imprudente de dirigirse hacia el enemigo.
Además.
Trayendo
a tanta gente…
Miré
detrás de mí.
Había
un montón de Humanos Demoníacos siguiéndonos.
Al
menos eran más de cien.
Eso
significaba que también estaba trayendo a los Humanos Demoníacos que estaban
vigilando la frontera.
Siempre
que yo traía a tanta gente conmigo…
Era
porque planeaba destruir a los enemigos,
O
destruir a nuestras propias fuerzas. Una de dos.
Después
de correr durante mucho tiempo, el Emperador Demonio empezó a hablar.
"Puño
Silencioso."
"Sí."
Cuando
el Puño Silencioso miró hacia atrás, el Emperador Demonio habló como si lo
hubiera estado esperando.
"Voy
a ir primero, así que lleva a nuestros hombres hasta allá."
"…Entendido."
Originalmente,
era tarea de la Espada Demoníaca liderar al ejército como Vicecapitana, pero se
le asignó al Puño Silencioso porque la Espada Demoníaca probablemente se
perdería si lideraba.
Dejando
eso de lado, no pude evitar fruncir el ceño tras oírlo.
¿Él
va primero?
Debía
tener prisa para dejar a su ejército atrás e ir solo.
¿Qué
era esto?
¿Por
qué tomó una decisión tan estúpida sin saber lo que le esperaba?
De
verdad, no me agradaba.
Blaze.
Obviamente
sin saber cómo me sentía, el Emperador Demonio se envolvió en llamas.
¡Crash–!
Después
de un sonido increíblemente explosivo, saltó hacia adelante.
Iba
tan rápido que desapareció completamente de mi vista tras unos segundos.
Mierda.
Aumentó
su velocidad usando una cantidad absurda de Qi.
Si
yo intentara hacer lo que él hizo, me quedaría completamente sin Qi en una
hora.
Yo
podía correr todo el día así en aquel entonces y seguir perfectamente bien.
Aunque
lo insultaba por su uso imprudente de Qi, sentí la necesidad de aumentar el mío
tras ver eso.
Justo
después de que el Emperador Demonio desapareció, el Puño Silencioso habló a los
Humanos Demoníacos, ocultando su confusión.
"Ya
casi llegamos a nuestro destino. Prepárense para la batalla."
El
Qi de Combate de los Humanos Demoníacos empezó a elevarse tras la advertencia
del Puño Silencioso.
Tragué
saliva ligeramente al ver eso.
Era
muy probable que tanto el Puño Silencioso como, obviamente, el Emperador
Demonio todavía desconfiaran de mí.
Aun
así, me trajeron a esta guerra, lo cual me hizo pensar en cuán grave era esta
situación.
A
medida que el Qi Demoníaco en el aire comenzó a resonar tras salir de los
cuerpos de los Humanos Demoníacos,
¡Slaaaam–!
"¡Ugh!"
El
suelo tembló fuertemente como si hubiera ocurrido un terremoto repentino.
Debido
al impacto, todos perdieron el equilibrio.
Cuando
me detuve para ver qué estaba pasando,
"Eso
es…"
Todos
miraron hacia el frente tras oír al Puño Silencioso.
Hah…
Solté
una risa de incredulidad al ver lo que sucedía.
¿Él
llegó ahí primero, y eso es lo primero que hace?
En
lo que parecía ser un costado de una montaña, una enorme ola se alzaba a lo
lejos.
Una
ola negra tan inmensa que parecía a punto de arrasar toda la montaña.
Una
ola hecha de llamas que se elevaban hasta las nubes.
Ni
siquiera tenía que preguntarme qué era eso.
Eran
todas llamas negras.
La llama era tan grande en tamaño y cantidad, que parecía como si hubiera aparecido un enorme tsunami.
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