Menos Mal (2)
Drip…
Drip…
La
sangre caía desde un brazo.
La
onda de espada que rozó el hombro de la mujer fue mucho más feroz de lo que
esperaba, y su brazo izquierdo fue profundamente cortado por ello.
Era
un dolor lo suficientemente fuerte como para hacerla gemir, pero ella intentó
mover su brazo herido varias veces en silencio y con calma.
"…"
El
dolor era extremo, pero soportable.
Al
menos, esa fue la conclusión a la que llegó la mujer.
Volvió
a sujetar su espada con fuerza.
Por
suerte, su brazo izquierdo fue el herido. No era un gran problema, ya que ella
era diestra.
Rumble.
Las
nubes oscuras en el cielo comenzaron a retumbar fuertemente.
Con
solo verlas, era evidente que estaban cargadas con un intenso rayo.
Justo
cuando la mujer estaba a punto de blandir su espada de nuevo,
"…¿Vas
a continuar?"
La
otra mujer que estaba frente a ella comenzó a hablar.
Era
la discípula del Emperador de la Espada, conocida como la Espada Celestial, la
mujer que era llamada la esperanza de la Facción Ortodoxa.
Después
de escuchar sus palabras, la causante de todos los rayos, la Reina de la Espada
Demoníaca, observó a la Espada Celestial con el rostro inexpresivo.
"Me
cuesta entenderlo."
¡Rumble–!
Como
si estuviera empujando el rayo de la Espada Demoníaca, el aura que emanaba
desde los pies de la Espada Celestial comenzó a apoderarse del entorno.
"¿Qué
fue lo que de repente te hizo tomar esta decisión?"
"…"
La
Espada Demoníaca no dio ninguna respuesta.
En
lugar de eso, blandió su espada con calma.
¡Swish–!
¡Crash–!
Rayos
salieron de la punta de su espada. Miles de estacas de rayos se lanzaron
directamente hacia la Espada Celestial.
Eran
delgadas, pero era evidente que cada una contenía un gran poder.
"…Sigh."
La
Espada Celestial frunció el ceño como si estuviera cansada, y sujetó su espada
con ambas manos con fuerza.
¡Ring–!
Junto
con una pequeña vibración, una luz dorada se reunió detrás de la Espada
Celestial y tomó la forma de espadas.
Las
espadas flotantes apuntaron entonces hacia las estacas de rayos.
¡Swoosh–!
Las
espadas se lanzaron hacia los rayos intensos.
Parecía
que las miles de estacas de rayo iban a superar a unas pocas espadas, pero la espada
de la Espada Celestial comenzó a brillar en medio del ataque.
¡Crack–!
A
una velocidad increíble, comenzó a borrar los proyectiles de rayos uno por uno.
Era
tan rápido que era imposible seguir los movimientos de las espadas.
Entonces…
¡Swish–!
Justo
cuando las auras de ambas mujeres estaban a punto de chocar en el aire, la
Espada Celestial ya tenía su espada apuntando hacia la Espada Demoníaca.
Acercándose
rápidamente, la Espada Celestial empezó a blandir sus espadas duales, y la
Espada Demoníaca respondió con su propia espada.
¡Clang–!
¡Clang–!
Sus
movimientos eran impecables, con una precisión constante.
Cada
choque de sus espadas resonaba con un sonido explosivo, y el impacto de sus
ataques hacía volar el entorno con gran fuerza.
Casi
parecía el pétalo de una flor siendo llevado por el viento.
Sin
embargo, a diferencia de la belleza de una flor, su energía no podía ser más
violenta.
Después
de un aparente choque interminable de espadas,
¡Pwish–!
"…!"
Sangre
salpicó del brazo izquierdo de la Espada Demoníaca.
Frunció
el ceño al instante.
Parecía
que la herida en su brazo izquierdo se había ampliado.
La
Espada Demoníaca sostuvo su espada con fuerza y se preparó para un gran ataque.
¡Craaack–!
Una
cantidad aterradora de Qi de rayo se reunió en su espada. Luego la blandió,
dibujando una luna creciente en el aire, devastando los alrededores.
Su
movimiento se ralentizó bastante debido al ataque, pero logró hacer retroceder
a la Espada Celestial.
¡Tap–!
Después
de saltar hacia atrás para alejarse del ataque, la Espada Celestial recuperó
las espadas que tenía flotando a su alrededor.
"…"
Los
rayos del ataque ya no importaban.
Después
de todo, ya habían desaparecido.
Tras
calmarse, la Espada Celestial miró al frente.
Hah–
Hah–
La
Espada Demoníaca respiraba pesadamente, con sangre goteando de su brazo.
Estaba
claro que estaba exhausta.
"…"
La
Espada Celestial no pudo evitar morderse los labios al verla.
La
Espada Demoníaca no era alguien que se agotara solo por esto.
No
poseía Qi infinito como el Emperador Demonio, pero tenía un control preciso de
su energía.
No
tenía sentido que estuviera así de agotada solo por una batalla.
Sin
embargo, había una razón por la cual la Espada Demoníaca había acabado así.
Luchó
tanto… que era natural que terminara en ese estado.
Era
muy simple.
Una
brisa pasó por la nariz de la Espada Celestial.
El
olor a sangre la acompañaba, y no era solo de la Espada Demoníaca.
Detrás
de ella, que respiraba con dificultad, yacían montones de cadáveres de la
Alianza Murim por todos lados.
La
Espada Celestial frunció el ceño al ver la escena.
"…¿El
Emperador Demonio te dio permiso para hacer esto?"
La
ceja de la Espada Demoníaca tembló al oírla.
"De
verdad creí que el trato estaba cerrado. ¿Puedo asumir que esta fue una
decisión del Emperador Demonio… o de toda el Culto Demoníaco?"
Habían
pasado aproximadamente cuatro horas desde que la Espada Demoníaca emboscó a la
Alianza por su cuenta.
Esto
ocurrió justo cuando la Alianza estaba por regresar a Henan.
El
Venerable Celestial incluso había colocado una barrera.
A
pesar de ello, la Espada Demoníaca la rompió como si nada y los atacó.
El
Venerable ya se había ido, y la Espada Celestial también estaba 'dormida'.
Aunque
las fuerzas principales no estaban presentes, el resto de la Alianza no era
poca cosa.
Y
aun así…
No
solo resistió por más de cuatro horas, sino que mató a más de la mitad.
Mientras
la Espada Celestial observaba en silencio, impresionada por lo que había hecho
la Espada Demoníaca, esta finalmente rompió el silencio y habló.
"…¿Dónde
está él…?"
"¿Perdón?"
"Él…
¿Dónde está?"
No
era clara, pero la Espada Celestial sentía que sabía de quién hablaba.
Al
darse cuenta, apretó los dientes.
"¿Pal
Jeolyub… era? ¿Viniste buscándolo a él?"
"…"
Cuando
se dio cuenta de que la todopoderosa Reina de la Espada Demoníaca del Ejército
de la Llama Negra vino por un solo artista marcial, respondió con un tono algo
agotado.
"…Eres
llamada la todopoderosa Reina Demoníaca. ¿Desde cuándo te importan otros–?"
"Te
equivocas."
La
Espada Celestial intentó hablar, pero la Espada Demoníaca la interrumpió.
"Así
no se llama."
"…!"
Los
ojos de la Espada Celestial se agrandaron al escuchar esa firme respuesta. Y no
solo eso…
"…Tú
también lo sabes…"
Los
ojos de la Espada Celestial comenzaron a temblar al oírla.
"¿Por
qué… finges que no lo sabes?"
La
Espada Demoníaca no entendía por qué actuaba así.
La
Espada Celestial se mostró dudosa por un instante, pero volvió a su expresión
normal y sostuvo su espada con fuerza.
"No
sé de qué estás hablando… sea cual sea tu razón, tomaste la decisión
equivocada."
La
Espada Demoníaca había emboscado territorio enemigo sola.
No
era el Demonio Celestial.
Por
eso, incluso ella tenía un límite.
Antes,
cuando la Espada Demoníaca lanzó su espada con fuerza, la Espada Celestial pudo
haberle dado otro golpe.
Fue
una gran oportunidad.
Pero
no lo hizo.
¿Por
qué?
"…"
La
Espada Celestial no lo sabía. Dudó sin darse cuenta.
Gracias
a eso, la Espada Demoníaca seguía en pie, pero esos milagros no volverían a
pasar.
Swish…
Las
espadas giraban alrededor de la Espada Celestial mientras cargaba su Qi.
"…¿No
vas a usar el Colmillo del Trueno?"
Le
preguntó a la Reina de la Espada Demoníaca.
No
estaba usando el Colmillo del Trueno.
Lo
había recuperado tras el trato, pero estaba usando una espada normal.
¿Por
qué?
¿Por qué usar una espada cualquiera cuando su vida
estaba en juego?
La
Espada Celestial conocía bien lo aterradora que podía llegar a ser su oponente
con el Colmillo del Trueno, así que no lograba entender por qué no lo estaba
utilizando.
Pero
a pesar de su pregunta, la Espada Demoníaca simplemente alzó su arma en
silencio, sin dar respuesta alguna.
¿Por
qué?
Eso
solo confundía aún más a la Espada Celestial.
La
Espada Demoníaca no tenía ninguna posibilidad de ganar.
Por
un momento, la Espada Celestial pensó que tal vez venían refuerzos, pero no
parecía ser el caso.
Y
si el Venerable Celestial regresaba, entonces incluso esa pequeña esperanza que
le quedaba a la Espada Demoníaca se desvanecería por completo.
Entonces,
¿Por qué?
¿Por
qué esa espadachina no retrocedía ni un poco?
No
lo sabía.
La
Espada Celestial realmente no podía entender nada.
…Cálmate.
Se
serenó tras darse cuenta de que esos pensamientos estaban comenzando a hacerla
vacilar.
Su
Qi recorrió sus vasos sanguíneos y, aunque su cuerpo empezaba a sentirse mejor,
su corazón seguía sintiéndose extrañamente pesado.
Está
bien. Al final, esto es lo correcto.
Dejó
a un lado esa sensación y se convenció a sí misma.
Si
acababa con la Espada Demoníaca en este momento, estarían allanando el camino
hacia un futuro más favorable.
Con
esa determinación, la Espada Celestial aferró con fuerza su espada.
Sin
embargo, por alguna razón, comenzó a pensar en lo que haría, o cómo se
sentiría, cierta persona si la Espada Demoníaca muriera allí.
El
pensamiento repentino la hizo titubear por un instante, pero rápidamente se
cubrió con un poderoso Qi y se lanzó al ataque.
¡Craaack–!
Rayos
brotaron del cuerpo de la Espada Demoníaca en respuesta.
Sin
embargo, esos rayos se sentían mucho más débiles que los que había mostrado
antes.
A
diferencia de los rayos débiles de la Espada Demoníaca, las diez espadas
flotando alrededor de la Espada Celestial aún mantenían la misma presencia
imponente de siempre.
Era
evidente lo que sucedería si ambas auras chocaban.
Espadas
doradas y resplandecientes se lanzaron hacia su oponente a una velocidad
aterradora.
Tan
solo verlas bastaba para que cualquier persona común se encogiera de miedo,
esas espadas no tenían la más mínima intención de dejar escapar a su objetivo.
A
pesar de presenciar aquellas espadas feroces, la Espada Demoníaca se preparó
para blandir su espada.
Podía
morir aquí.
El
pensamiento cruzó fugazmente por su mente, pero no retrocedió.
Él
seguramente la regañaría furioso si la viera actuando con tanta imprudencia en
ese momento.
Aun
así, la Espada Demoníaca no tenía elección.
Incluso
si su vida estaba en juego, él era más importante para ella.
No
importaba dónde estuviera ni de dónde viniera.
Rayos
comenzaron a reunirse en la punta de su espada.
Vio
cómo las espadas de la Espada Celestial se acercaban cada vez más.
Por
su tamaño y fuerza, sabía que no sería capaz de defenderse contra ese ataque.
…
Quizás
habría sido distinto si usara su Colmillo del Trueno, pero había decidido no
hacerlo.
Solo
había una razón para eso.
No
se le había concedido el permiso.
[…!…!]
La
voz de un anciano enojado resonaba en su oído, pero no le importó.
¡Craaaack–!
El
aura de la Espada Celestial empezó a devorar el aura de la Espada Demoníaca.
En
respuesta, ella comenzó a blandir su espada potenciada por el rayo.
Justo
cuando ambas energías estaban por chocar, pensó,
¿Qué
expresión pondría él si muriera aquí?
¿La
insultaría, diciendo que fue una muerte estúpida?
¿O
simplemente guardaría silencio con su rostro inexpresivo?
Incluso
en esa situación, ella esperaba algo,
Aunque
sea un poco… espero que te pongas triste por mi muerte.
Eso
era lo que la Espada Demoníaca deseaba.
¡Crash–!
Ambos
Qi chocaron, haciendo temblar los alrededores.
"…!"
La
Espada Demoníaca lo sintió de inmediato.
En
su estado de agotamiento, no podía vencer ese ataque.
Caería
en cualquier momento.
Incluso
en esa situación, la Espada Demoníaca fijó su mirada en la mujer detrás del
ataque.
Pudo
ver duda en el rostro de la Espada Celestial.
Esa
pelea ni siquiera habría ocurrido si ella no hubiera dudado.
"…"
Los
ojos de la Espada Demoníaca comenzaron a cerrarse lentamente mientras seguía
observando a la Espada Celestial.
¿Era
resentimiento lo que sentía hacia ella? ¿O era compasión?
No
estaba segura.
¡Skid–!
Sus
pies fueron empujados hacia atrás.
¡Craaaack–!
Vio
su flujo de espada dispersarse.
Su
herida se abría cada vez más.
Sintió
que su historia llegaba al final.
Entonces.
–Ahora.
De
pronto, la Espada Demoníaca escuchó una voz urgente.
Era
la voz de un joven que aún no había terminado de madurar.
No
le era del todo familiar, pero por alguna razón…
–¡Saca
tu espada!
No
pudo evitar obedecer, como si aquella voz la hubiese hechizado.
Justo
en el momento en que su Qi de rayo estaba por romperse, y estaba a punto de ser
arrasada por el ataque de la Espada Celestial, la Espada Demoníaca extendió la
mano hacia algo.
¡Rumble!
¡Roaaar–!
Al mismo tiempo, una gigantesca ola de trueno se elevó hacia el cielo, arrasando con todo a su alrededor.
¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!

Comentarios
Publicar un comentario