Capítulo 470: Diez Mil (1)

Diez Mil (1)

 

Su largo cabello negro que le llegaba hasta la cintura parecía de seda.

 

Ese negro oscuro, carente de cualquier luz, lo hacía aún más atractivo.

 

La piel blanca que tenía complementaba muy bien su oscuro cabello.

 

Era hermosa.

 

Cualquier persona lo diría al verla.

 

Sus pupilas brillaban con una luz violeta.

 

Era una señal natural de que era una Humana Demoníaca, pero en ella era incomparable.

 

Brillaban con mucha más intensidad, y tenían el aspecto de una joya finamente tallada, sin rastro alguno de impureza.

 

Era tan hermosa que haría latir más rápido el corazón de cualquiera.

 

Sin embargo, no era esa emoción lo que sentí al verla.

 

¿Por qué?

 

Solo era miedo.

 

¿Por qué está ella aquí…? ¿Por qué?

 

Tenía miedo.

 

Las emociones que estaban grabadas profundamente en mi pecho subieron hasta mi cabeza.

 

Apreté el puño con fuerza. Tenía miedo de que mis manos empezaran a temblar.

 

Sentí esto tan pronto como vi esos ojos violetas.

 

No podía respirar con normalidad.

 

Sentía que mi corazón se volvía más frío.

 

Era como si todo mi cuerpo estuviera siendo aplastado por algo pesado.

 

¡Ddddd–dddddd–!

 

Escuché un ruido áspero.

 

Dirigí mi mirada hacia donde provenía el sonido, y venía de donde ella sujetaba la puerta con su mano.

 

Esto es una locura.

 

Era la Puerta de Demonios la que me estaba atrayendo por alguna razón.

 

Ella la cerró con fuerza solo con su mano, y el ruido venía de la puerta intentando abrirse nuevamente.

 

…Forzar el cierre de una grieta.

 

¿Cómo podía ser posible algo tan imprudente?

 

Dejando eso de lado, la fuerza que se generaba al intentar abrirse nuevamente era muy peligrosa.

 

Solo con el impacto, ya tenía la piel de gallina.

 

La mujer… no, la Gobernante de Diez Mil Demonios mantenía la misma expresión calmada de antes, como si nada la molestara.

 

¡Dddd… Ddddd–!

 

El Demonio Celestial miró de nuevo la grieta debido al ruido persistente.

 

"Qué ruidoso."

 

La pequeña sonrisa que tenía desapareció.

 

"…Por favor, guarda silencio un momento, me estás molestando."

 

Después de hablar con un tono levemente molesto,

 

Woong–

 

La noche fue invocada desde el pie del Demonio Celestial.

 

¡Swoosh–!

 

La oscuridad comenzó a extenderse.

 

Seguía siendo pleno día con el sol en lo alto, pero se volvió noche con una orden den Demonio Celestial.

 

Abrí los ojos ampliamente al ver la oscuridad cubrir el territorio.

 

Qi Demoníaco.

 

Toda esta oscuridad era Qi Demoníaco.

 

Sin embargo, era diferente del Qi que usaban otros Humanos Demoníacos.

 

Era mucho más denso y definitivamente más repulsivo.

 

Ya era de noche.

 

Ese fue el primer pensamiento que tuve al ver el Qi Demoníaco del Demonio Celestial pintar el suelo de negro.

 

Ella era capaz de hacer que fuera de noche sin que la luna siquiera apareciera en el cielo.

 

No era como el Arte Secreto del Clan Gu, Cielo Rojo.

 

Esto lo logró simplemente vertiendo su Qi, cambiando completamente el aire y la atmósfera.

 

Ddd… Ddddd… Ddd…

 

El Demonio Celestial observó la grieta.

 

Cuando la miró con una expresión fría,

 

Ddd…

 

Sorprendentemente, la grieta dejó de hacer ruido.

 

"Eres bueno escuchando. Qué buen chico eres."

 

¿La grieta se calló por miedo al Demonio Celestial?

 

Obviamente, algo así no era posible.

 

Una Puerta de Demonios no era una criatura viva, así que por supuesto no iba a sentir emociones.

 

Sin embargo…

 

¿Entonces cómo se explica esta situación?

 

No había otra explicación para lo que acababa de pasar.

 

La salvaje Puerta de Demonios dejó de moverse y se calló de inmediato después de que el Demonio Celestial vertiera su Qi, y me sentí horrorizado por lo que vi.

 

La mirada del Demonio Celestial volvió a fijarse en mí. Fruncí el ceño al hacer contacto visual.

 

…Es ella, sin duda.

 

Era, en efecto, el Demonio Celestial que conocía.

 

Solo había una persona en el mundo capaz de generar una atmósfera como esta.

 

Era conocida como el Cielo del Culto Demoníaco y la Absoluta del mundo.

 

Sentía que mi cabeza iba a inclinarse por sí sola ante la presión.

 

Ella era más digna que nadie de estar en la cima de los cielos.

 

Así era el Demonio Celestial.

 

"Qué fascinante."

 

"…"

 

Como estuve en silencio por tanto tiempo, el Demonio Celestial comenzó a hablarme.

 

Pude reaccionar de inmediato al escucharla.

 

"Es la primera vez que experimento algo así."

 

Sonrió con amabilidad.

 

Me daba miedo esa sonrisa.

 

"Qué regalo tan refrescante, ¿No crees?"

 

Con una sonrisa, dio un paso hacia mí.

 

Luego extendió su mano.

 

¿Qué hago?

 

Pensé en alguna forma de salir de esta situación,

 

Step.

 

Pero mi cuerpo ya había dado un paso hacia atrás sin que me diera cuenta.

 

Algo así podría haber herido el orgullo de cualquiera por ser grosero, pero el Demonio Celestial no era alguien que pudiera tener una emoción así.

 

Sin embargo, había un problema.

 

A pesar de que retrocedí un paso, ya estaba frente a mí.

 

Tap.

 

Me atrapó.

 

El Demonio Celestial se acercó, me agarró de repente el brazo izquierdo, lo jaló hacia ella y comenzó a observarlo.

 

Quise retirar mi mano de inmediato por la sensación escalofriante,

 

¡Squeeze–!

 

Mierda.

 

Pero mi brazo no tenía intención de moverse.

 

"Hmm."

 

Levantó mi brazo izquierdo.

 

Mi manga se deslizó y dejó al descubierto mi brazo izquierdo, que tenía una apariencia monstruosa.

 

Estaba cubierto de escamas azules.

 

Se veía bastante repugnante, por decir lo menos.

 

Después de un momento, de repente pude recuperar mi mano.

 

¿Lo logré con mi propia fuerza?

 

Por supuesto que no.

 

El Demonio Celestial me permitió escapar.

 

Era desagradable admitirlo, pero esa era la realidad.

 

"Capitán."

 

"…!"

 

Mi cuerpo se congeló al escuchar cómo me acababa de llamar.

 

Capitán.

 

Eso fue lo que claramente dijo.

 

Miré al Demonio Celestial con mis pupilas temblorosas.

 

"…¿Cómo…?"

 

Me di cuenta de que conocía mi identidad.

 

¿Cómo lo descubrió?

 

Además…

 

¿Por qué el Demonio Celestial estaba en esta zona en primer lugar?

 

No tenía ningún sentido que estuviera en esta área en este periodo de tiempo.

 

Cuando seguí observando al Demonio Celestial sin poder decir ni una palabra, ella continuó hablando mientras su mirada se afinaba.

 

"Ya lo dije antes."

 

Tragué saliva con nerviosismo mientras hablaba.

 

"Que me enojaría si regresabas con heridas."

 

Sus ojos se curvaron como una luna creciente.

 

Su sonrisa la hacía ver aún más hermosa, pero la presencia abrumadora que sentía de ella no cambió.

 

Sentía que iba a temblar de miedo en cualquier momento.

 

O quizás, ya tenía miedo.

 

Si ese era el caso, tenía que hacer todo lo posible por resistir.

 

"…No estoy seguro de con quién me estás confundiendo, pero no soy esa persona a la que llamas Capitán."

 

Me obligué a hablar. Planeaba matarla algún día, así que no podía darme el lujo de temerle.

 

"Hmm."

 

Después de oír mi respuesta, el Demonio Celestial pensó por un momento y asintió poco después.

 

"Ya veo."

 

¿Eh? ¿Estaba convencida?

 

Ese pensamiento solo duró un instante.

 

"Supongo que no te llaman Capitán en ese mundo tuyo."

 

"…!"

 

Un escalofrío me recorrió la espalda tras escuchar su tranquila respuesta.

 

"O tal vez… ¿Aún no he hecho mi aparición? Lo dudo."

 

El Demonio Celestial reflexionaba con una ligera expresión de disgusto, con los dedos en la barbilla.

 

Tuve que contener un jadeo tras oírla.

 

¿Entonces sabe que vengo de otro mundo?

 

No solo apareció de la nada con la cabeza del Venerable Celestial, sino que también parecía haberse dado cuenta de quién era yo y de dónde venía.

 

Squeeze–

 

Mi corazón comenzó a reaccionar.

 

Mi Qi empezó a hervir de repente.

 

¿Qué está pasando?

 

Encogí mi cuerpo tras ese repentino fenómeno en mi interior.

 

Esa intensa vibración se transformó en dolor.

 

Y no solo era en el corazón.

 

Como si tuviera otro corazón en el brazo izquierdo, también empezó a palpitar con fuerza.

 

¿Dónde fue? Juraría que ya había sentido esta sensación antes.

 

Espera…

 

Oh.

 

Lo recordé.

 

Sentí esto cuando confronté al Demonio de Sangre que poseía el cuerpo de Jang Seonyeon durante la Reunión de la Facción Ortodoxa.

 

¿Pero por qué lo sentía ahora?

 

¿Por qué tenía esta sensación frente al Demonio Celestial?

 

No, este no era el momento para pensar en eso.

 

Esta situación era demasiado peligrosa como para distraerme con mi cuerpo.

 

¿Qué hago?

 

Sentía la mirada del Demonio Celestial clavada en mí.

 

Si considerábamos nuestras alturas, ella me estaba mirando hacia arriba, pero por alguna razón sentía como si me mirara desde arriba.

 

¡Thump–! ¡Thump–!

 

Mientras mis emociones se calentaban junto con mi Qi…

 

Touch.

 

Sentí un toque en mi barbilla, y mi cabeza fue levantada ligeramente.

 

Era la mano del Demonio Celestial.

 

"Capitán."

 

"No soy ese Capitán que tú–"

 

"Por tus ojos, puedo decir que sabes quién soy, ¿Cierto?"

 

"…"

 

"Me pregunto cómo es que me conoces. Tengo mucha curiosidad."

 

Miré hacia abajo, al Demonio Celestial.

 

Todavía tenía una sonrisa en el rostro.

 

"Tienes una buena mirada. Me encantaría arrancarte esos ojos."

 

Sus palabras no pudieron ser más violentas.

 

"…"

 

"Sin embargo, te mostraré misericordia. Después de todo, siempre soy misericordiosa."

 

Tenía que apartar su mano de inmediato.

 

Pero mi cuerpo estaba tan rígido como una roca, y no podía moverme.

 

Pensé que me había vuelto lo suficientemente fuerte como para enfrentarme a la mayoría de enemigos desde que resolví el problema de mi estado inestable en el Reino Fusión. Eso fue hace literalmente un momento.

 

Maldita sea.

 

Apenas tuve ese pensamiento, y apareció el Demonio Celestial. No podía estar en una situación más desafortunada que esta.

 

Además…

 

Bajé la mirada al suelo.

 

La cabeza del Venerable Celestial estaba en el suelo, sin vida.

 

Incluso en medio de esta situación, seguía preocupado por la Espada Demoníaca.

 

Tsk.

 

La Espada Demoníaca había estado de rodillas desde que apareció el Demonio Celestial.

 

Así era como todos los Humanos Demoníacos saludaban a su Líder.

 

"Capitán."

 

Volví a mirarla al oír su voz.

 

"No apartes la mirada cuando hables conmigo."

 

Hablaba con un tono sereno.

 

Ante eso, rechiné los dientes, agarré su muñeca y la empujé a un lado.

 

Swish.

 

"Hmm."

 

El Demonio Celestial reaccionó en silencio cuando empujé su brazo.

 

"Te dije que no soy tu Capitán ni nada por el estilo."

 

Tenía que asegurarme de que mi voz no temblara al hablar.

 

Sus ojos violetas se posaron en su muñeca, que estaba en mi agarre. Me puse más nervioso al ver eso.

 

"Qué refrescante."

 

Esperaba que retirara el brazo de inmediato, pero permaneció tranquila.

 

"Es la primera vez que experimento algo así…"

 

Había un leve calor en su voz. Mis hombros comenzaron a temblar.

 

"Pero no está tan mal."

 

El Demonio Celestial habló con una sonrisa.

 

Su sonrisa seductora ocultaba algo tan siniestro que me provocó escalofríos.

 

"Quiero preguntarte algo."

 

¿Estaba feliz? ¿O era otra cosa?

 

Había una emoción en los ojos del Demonio Celestial.

 

No era fácil saber cuál era.

 

Era muy raro que mostrara emoción, y cuando lo hacía, solía ser más bien una intención asesina.

 

"¿Fuiste tú a quien elegí al final?"

 

"¿De qué estás…?"

 

Intenté responder tras escuchar al Demonio Celestial, pero ella desvió la mirada hacia un espacio vacío.

 

Durante todo esto, todavía mantenía su mano cerrando la Puerta de Demonios.

 

"Desafortunadamente, tenemos visita."

 

Miré hacia donde ella miraba al escuchar eso.

 

"¿Eh?"

 

Algo venía desde el espacio vacío.

 

¡Swish–!

 

Era una espada.

 

Espadas completamente blancas volaban en esta dirección.

 

Había al menos cientos, no, si no miles, de espadas que se acercaban rápidamente.

 

Me mordí el labio al ver esa escena.

 

¿Por qué estás aquí…?

 

No solo vino el Demonio Celestial, sino que la situación empeoraba cada vez más.

 

Este Qi pertenecía a la persona que menos quería que apareciera en esta situación.

 

Después de ver las espadas que llenaban el cielo, el Demonio Celestial se arregló el cabello.

 

Pude verlo con claridad.

 

Una persona venía montada sobre una de las espadas.

 

Su hermoso cabello dorado ahora brillaba de color blanco.

 

Las dos espadas que sostenía también brillaban intensamente.

 

Flotaba en el aire con el sol detrás de ella, pero casi parecía que se fusionaba con la luz solar en lugar de bloquearla.

 

Esa apariencia suya era la que menos me gustaba.

 

Solo podía adoptar esa forma después de consumir su energía vital.

 

Cuando la espadachina apareció de repente,

 

"Veo que afortunadamente lo sentiste."

 

El Demonio Celestial habló con un tono frío.

 

"Es un rostro que todavía me desagrada mirar."

 

Era algo bastante irónico.

 

¿Cómo no iba a serlo?

 

La mujer que apareció de repente para enfrentar al Demonio Celestial tenía un rostro idéntico al suyo.


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