Para Ti, Que Estás Perdido en el Olvido (3)
Slam,
Slam.
Mientras
el Anciano Shin seguía golpeando la barrera, yo continuaba hablando con Tang
Jaemoon, tratando con todas mis fuerzas de ignorar el ruido.
Empecé
a pensar profundamente después de escuchar lo que acababa de decir.
La
reacción de Tang Jaemoon hace un momento.
Según
el Anciano Shin, la dama del Clan Moyong y la Espada del Trueno tenían una
relación, pero por la reacción de Tang Jaemoon, parecía que esa no era toda la
historia.
Oh,
claro.
No
es que tuviera tanta curiosidad.
Tal
vez sí tenía un poco de curiosidad, pero por la expresión de Tang Jaemoon,
sabía que no era algo que debiera preguntar.
Quizás
fue porque le hablé de él, mencionando solo al Clan Moyong.
Por
ahora, era momento de ir al tema principal.
"Senior."
Cuando
la llamé con cuidado, sus ojos verde claro se posaron en mí.
Me
sentía un poco asustado por dentro, ya que su frialdad seguía presente, pero
tenía que hacer la pregunta necesaria.
Mientras
me tranquilizaba, le pregunté,
"¿Por
qué me envió a ese lugar?"
La
cabeza de Tang Jaemoon se levantó un poco al escuchar mi pregunta.
Su
cabello verde ondeó con ella.
¿Qué
respuesta iba a recibir?
Esperé
en silencio con una expresión seria.
"¿Cómo
fue?"
Tang
Jaemoon comenzó a hablar.
"¿Eh?"
"¿Cómo
fue ese lugar tuyo?"
"¿A
qué se refiere con eso…?"
¿Qué
quería decir con esa pregunta de repente?
Miré
a Tang Jaemoon, confundido. Entonces, ella de repente bajó su cuerpo y se sentó
en el suelo.
¿Eh?
Tuve
que abrir los ojos de par en par por la sorpresa.
Tan
pronto como se sentó, la misma mesa de antes apareció, y las dos tazas de té
estaban de vuelta también.
¿No
las había roto todas hace un rato?
Podría
jurar que Tang Jaemoon las había hecho pedazos, y sin embargo, regresaron de
repente.
¿Cómo
funcionaba siquiera este lugar?
Muchas
dudas llenaron mi mente.
"…"
Pero
primero, me senté con cuidado frente a Tang Jaemoon.
Sabía
que me estaba esperando.
Dribble–
Tang
Jaemoon empezó a servir el té en las tazas.
Mientras
observaba en silencio el flujo, empecé a escuchar su voz.
"¿Qué
viste, o qué cambiaste?"
Fruncí
el ceño de inmediato al oír a Tang Jaemoon.
No
pude evitarlo.
"…Nada,
no pude hacer nada."
Ella
me envió allí como una prueba, pero no fui capaz de hacer nada que tuviera un
impacto en ese mundo.
¿Qué
se suponía que debía ver o hacer?
Lo
único que vi…
Fue
mi patético pasado.
¿Qué
debía obtener de esta prueba?
Por
más que lo pensara, no podía entenderlo.
Con
eso en mente, le hice una pregunta a Tang Jaemoon.
"Senior,
usted llamó a esto una prueba del arrepentimiento."
"Sí."
"Dijo
que nada cambiaría sin importar lo que hiciera."
"Así
es."
"Me
trajeron de vuelta sin haber podido hacer nada en primer lugar. Entonces, ¿Para
qué fue esa prueba?"
No
entendía nada.
¿Qué
hice o qué obtuve de ese mundo?
¿Qué
satisfacción se logró para que me trajeran aquí?
"No
pude hacer nada."
¿Acaso
la prueba consistía en enfrentar mi pasado arrepentido, ese que había recordado
una y otra vez?
¿O
era para mostrarme que nada cambiará, sin importar cuánto luche o me esfuerce?
Fuera
cual fuera la respuesta, las cosas que vi en ese mundo solo me dejaron un mal
sabor.
No
lo entiendo.
¿Qué
se suponía que debía sentir?
Debí
haber hecho algo para superar la prueba, pero, sinceramente, no hice nada.
Con
frustración, volví a preguntarle a Tang Jaemoon,
"…¿Qué
se suponía que debía hacer?"
"Descendiente."
"Sí."
"Te
lo dije al principio. No puedes aprobar ni reprobar la prueba."
Sí,
ella lo dijo antes de que empezara la prueba del arrepentimiento.
–No
hay aprobado ni desaprobado en la prueba que tomarás.
–Los
pensamientos que tendrás después de la prueba. Tampoco importarán.
No
había ni aprobación ni fracaso en esta prueba.
¿Quizás
tomé esas palabras demasiado a la ligera?
Pero
aun así…
"…No
entiendo cuál era el propósito de la prueba."
Nunca
habría imaginado que pasaría por algo así.
"¿Qué
se suponía que debía hacer en ese mundo…?"
Me
enfrenté a mi yo del pasado.
Conocí
a la chica que murió por mí, y también a la chica que me mató.
Incluso
conocí a la mujer que era conocida como la calamidad del mundo.
La
prueba no fue del todo inútil.
Descubrí
que existían muchos universos alternos y el motivo de su existencia después de
reunirme con el Demonio de Sangre, y rompí mi recipiente y renuncié a mi
humanidad para obtener más poder.
Además.
La
Espada Demoníaca.
Aprendí
que la Espada Demoníaca, no, Namgung Bi-ah, siempre fue así, sin importar en
qué mundo estuviera.
Sin
embargo.
¿Y
qué?
Incluso
si llegué a aprender todas esas cosas, estaba confundido.
¿Qué
tenía que aprender y ver en ese mundo?
Probablemente
no era para obtener una nueva iluminación.
Tang
Jaemoon tomó un sorbo de su té en silencio después de escuchar mi pregunta.
Se
movió con tanta suavidad que ni siquiera se oyó el sonido al beber.
Después
de un momento, Tang Jaemoon me volvió a mirar y empezó a hablar.
"Descendiente."
"Sí."
"No
sé a qué mundo fuiste, ni qué viste en ese lugar."
"…¿Qué?"
Mis
ojos empezaron a temblar después de escucharla.
¿Ella
no sabía nada?
"Entonces,
¿Cuál fue el propósito de esta prueba?"
¿Por
qué fui enviado allí?
Originalmente
acepté la prueba por las Perlas Celestiales del Veneno, pero ahora solo me
sentía incómodo.
"…Yo…"
"El
nombre de esta prueba es 'arrepentimiento y anhelo'."
"…"
Tang
Jaemoon me dijo esto antes de que comenzara la prueba.
"Es
una prueba para que enfrentes tu pasado lleno de arrepentimiento."
"No
lo entiendo."
¿Mis
arrepentimientos?
¿Eran
mis remordimientos por la Espada Celestial? ¿O era por la Espada Demoníaca?
Pensé
que quizás se trataba de la Espada Demoníaca cuando recordé su muerte.
Sin
embargo.
No
fue nada.
Nunca
llegué al punto de su muerte, y todo terminó cuando apareció el Demonio
Celestial.
¿Por
qué apareció el Demonio Celestial allí?
Tampoco
tengo una respuesta para eso.
¿Fue
porque el Venerable Celestial puso un pie en Sichuan?
¿Tal
vez ella se dio cuenta y se manifestó?
Pero
el Demonio Celestial estaba en Xinjiang, ¿Y vino hasta Sichuan?
No
importaba cómo lo supiera, o cómo viajó esa distancia en un instante.
La
idea de que el Demonio Celestial podía hacer y lograr cualquier cosa ya estaba
grabada en mi corazón, y sinceramente, era capaz de todo.
Por
su aparición, la prueba se vio obligada a terminar.
"No
pude enfrentar mis remordimientos."
No
podía entender esta situación en absoluto.
"Yo…"
"No."
Mientras
intentaba seguir hablando, Tang Jaemoon me interrumpió con una voz firme.
"Terminaste
la prueba, descendiente."
"…¿Qué
fue lo que terminé?"
Solo
sentía frustración. Sentía que iba a explotar de tanta ira contenida.
"Realmente
no hice nada–"
"¿No
deberías estar feliz de que haya terminado?"
"…!"
Cerré
la boca después de escuchar a Tang Jaemoon.
"No
enfrentaste ningún remordimiento, y la prueba terminó, así que ¿No deberías
alegrarte por eso?"
"Eso
es…"
"¿Por
qué lo estás pasando tan mal, descendiente?"
Apreté
los puños al oírla.
No
estaba equivocada.
Eh.
…¿Por
qué me siento así?
Ese
mundo no tenía nada que ver conmigo.
Podría
haber sido un mundo que ya desapareció hace mucho tiempo.
Aprendí
nueva información e incluso me hice más fuerte después de la prueba, así que no
fue algo malo para mí.
Pero
aun así.
¿Por
qué me siento tan enojado?
¿Acaso
me sentía arrepentido de no haber podido hablar más con la Espada Celestial?
¿Quizás seguía pensando en la Espada Demoníaca?
O
tal vez estaba enojado conmigo mismo por no haber podido hacer nada después de
encontrarme de nuevo con el Demonio Celestial.
Si
no era ninguna de esas cosas…
Tal
vez era porque no le di una bofetada a ese bastardo.
¿Estaba
enojado por no haber golpeado a mi yo del pasado aunque tuve la oportunidad?
No
lo sabía.
No
tenía una respuesta, pero ciertamente me sentía enojado.
A
medida que mi mente se complicaba por todas esas emociones mezcladas,
"El
arrepentimiento que tuviste que enfrentar."
Tang
Jaemoon empezó a hablar mientras me miraba.
"Fue
por las cosas que tuviste que saber, o las cosas que no pudiste recordar."
"¿Qué…?"
¿Qué
clase de tontería era esa?
Estuve
a punto de decirlo en voz alta, pero me contuve.
Podía
estar furioso, pero no podía darme el lujo de cruzar la línea.
Sin
embargo, aunque no terminé mi frase, Tang Jaemoon pareció saber brevemente lo
que estaba pensando.
"Esperaba
que no tomaras la misma decisión que yo."
"…Senior,
si va a explicar, ¿Podría hacerlo más fácil–?"
"Ya
lo has estado sintiendo, descendiente. Eso que sientes no es enojo."
¿Esto
no era enojo? Si no era enojo, ¿Entonces qué era?
"Una
tristeza muy profunda también puede sentirse como enojo."
"…¿Me
veo triste?"
"Si
no, ¿Entonces por qué estás llorando?"
"…?"
Fruncí
el ceño al escucharla.
¿Llorando?
No estaba llorando en absoluto.
Me
llevé la mano al rostro para comprobar, pero no había lágrimas saliendo de mis
ojos. ¿Qué fue lo que vio para decir eso?
Miré
a Tang Jaemoon con expresión extraña, pero ella siguió hablando como si
ignorara mi mirada.
"El
olvido, ¿Sabes?"
Olvido.
Esa
palabra familiar me golpeó en el pecho.
Por
alguna razón, sentí que me golpeó muy profundo.
"A
veces brinda consuelo a una persona, pero siempre deja un pequeño rastro."
"¿Por
qué está hablando de eso de repente?"
"Uno
puede pensar que realmente lo borró todo, pero desafortunadamente eso no es
posible."
¿Por
qué me sentía así?
Quería
gritarle a Tang Jaemoon en ese mismo instante, diciéndole que explicara de
forma más clara.
"Esta
prueba pudo haber sido una prueba para que enfrentaras tus arrepentimientos,
descendiente."
Pero
no pude hacerlo.
Sentía
como si alguien me hubiera tapado la boca.
"Pero
también es un registro para aquellos que han sido olvidados."
"¿Aquellos
que han sido olvidados?"
"Descendiente,
¿Qué fue lo que olvidaste, y qué enfrentaste allí?"
"…"
No
pude darle ninguna respuesta a la pregunta de Tang Jaemoon.
La
razón era simple. No sabía qué había olvidado.
Recordaba
la vida que vivió la Espada Celestial, la muerte de la Espada Demoníaca, y
recordaba a todos los que murieron por mí.
Entonces,
¿Qué fue lo que olvidé?
"Está
bien si no lo recuerdas. Como dije, esta prueba no se puede aprobar ni
reprobar."
"…No
puedo evitar tomar sus palabras como una broma, senior."
Fue
algo bastante grosero de mi parte, pero Tang Jaemoon asintió levemente con la
cabeza a pesar de mis palabras.
Tomé
un sorbo del té frente a mí debido a la frustración que sentía.
Entonces…
Woong–
"…!"
Tan
pronto como el té entró en mi cuerpo, empecé a vibrar.
Me
puse de pie de inmediato al sentir esa extraña vibración.
"Esto
es… ¿Qué me hiciste?"
Estaba
seguro de que Tang Jaemoon me había hecho algo, así que la miré rápidamente.
¿Era
veneno? No se sentía como veneno, pero aun así me mantuve alerta porque algo me
estaba ocurriendo.
"No
quiero que la olviden."
Me
miró con ojos nostálgicos y habló.
"Originalmente,
quería que Shincheol experimentara esto, pero me alegra que tú lo hayas hecho
en su lugar."
"Entonces…
¿Es cierto que me hiciste algo hace un momento?"
"Lo
siento."
¿Qué
fue lo que hizo? No tenía idea.
Mi
enojo seguía creciendo porque no entendía lo que estaba pasando, pero Tang
Jaemoon mostró una triste sonrisa.
"Puede
que ella quiera ser olvidada, pero ¿No sería eso demasiado triste?"
"¿Qué
me hiciste? ¿Por qué todos ustedes están tan ansiosos por arruinarme la
vida?"
Dejé
de hablarle con respeto. Era demasiado difícil preocuparme por eso en esta
situación.
Estos
malditos espíritus del pasado siempre intentaban hacerme algo, sin falta.
Como
si mi vida no fuera ya lo suficientemente difícil antes.
"Lo
que tragaste, descendiente. Es un fragmento del Olvido."
"…¿Un
fragmento del Olvido?"
"Originalmente…
Shincheol debía ser quien lo consumiera, pero esto también debe ser el
destino."
Tang
Jaemoon de repente alzó la mano en el aire.
¡Rumble–!
Tras
su gesto, el espacio blanco empezó a desmoronarse.
"Creo
que tú serás diferente a nosotros."
Supe
que algo iba a pasar en cuanto la escuché decir eso.
"¡Vas
a desaparecer otra vez después de decir tus líneas…!"
Estas
malditas personas siempre son iguales, qué molesto.
Intenté
atrapar a Tang Jaemoon con furia.
¡Snap–!
Pero
tan pronto como ella chasqueó los dedos,
"…!"
Fui
transportado a un lugar totalmente distinto del espacio blanco en el que estaba
antes.
"Mierda…"
¿Tal
vez debería sentirme aliviado?
Conocía
este lugar.
Era
imposible no reconocerlo.
Era
la bóveda secreta bajo el lago, donde conocí a Tang Jaemoon por primera vez.
La
sala llena de Perlas Celestiales del Veneno y una Piedra Demoníaca Blanca.
Estaba
de vuelta aquí.
******************
"…"
Después
de enviar a Gu Yangcheon, Tang Jaemoon se quedó mirando un punto con muchas
emociones mezcladas.
Era
la taza de té de la que Gu Yangcheon había bebido.
Por
alguna razón, Tang Jaemoon tenía una expresión triste mientras miraba la taza.
Luego
de quedarse en silencio sentada ahí, de repente susurró para sí misma.
¿Realmente
hice lo correcto?
Le
habló a alguien que ya no podía escucharla.
A
la dama que no estaba en los registros, una persona que no fue recordada por
las generaciones futuras.
Lo
siento.
Aun
así, Tang Jaemoon ofreció una disculpa.
Ella
lo sabía.
Tang
Jaemoon sabía que ella respetaría su decisión.
Después
de todo, siempre fue así.
Sin
embargo, a pesar de saber eso, Tang Jaemoon no podía deshacerse de la emoción
que sentía en su corazón.
Esa
emoción se hundió más profundo y se hizo más densa.
La
Dama de Sangre de Hierro que protegió sola al Clan Moyong.
Pensando
en ella, Tang Jaemoon cerró los ojos por un momento.
Mientras
respiraba con calma,
"…Maldita
sea."
Una
voz familiar, pero anhelada, le hizo cosquillas en los oídos.
"¿¡Qué
clase de broma fue esa!?"
Tang
Jaemoon sonrió al escuchar la voz de un anciano.
Ese
viejo seguía siendo el mismo de siempre.
Ese
fue su primer pensamiento al escucharlo.
"¿Hmm?
¿Dónde se fue el mocoso?"
"Lo
envié primero."
"¿Qué?"
Tang
Jaemoon habló con una sonrisa mientras miraba al anciano de expresión feroz.
"Hay
algo de lo que quiero hablar contigo, sólo nosotros dos."
Había
estado esperando encontrarse con él por mucho tiempo.
Era
un ícono del Monte Hua que priorizaba salvar el mundo más que el amor que ella
le había mostrado.
Mientras
enfrentaba al hombre más digno de ser llamado un héroe, ella sonrió.
Aunque,
por supuesto, Shincheol se sintió incómodo al ver su sonrisa.
Mirándolo
a los ojos, ella lo llamó por su nombre.
"Shincheol."
"¿Hmm?"
El
anciano frunció el ceño en respuesta.
Tang
Jaemoon finalmente dejó salir lo que había estado guardando durante mucho
tiempo.
No
hubo vacilación.
Ella
ya había tomado una decisión desde hacía mucho.
"Quería
verte. Con tantas… ganas."
La
hacía sentir como si fuera a enloquecer.
Cuando
por fin logró pronunciar esas palabras en voz alta,
"…Oh,
um… ya veo…"
La
expresión de enojo en el rostro de Shincheol cambió a una de confusión e
incomodidad.
La
razón era simple.
¿Qué
le pasa a este bastardo?
Para Shincheol, Tang Jaemoon no era una dama, sino un hombre.
¡Sí te gusto el capítulo por favor comparte esta página para que más personas puedan ver nuestros proyectos! ¡Te lo agradecería un montón!
No mms es que también a ella como se le ocurre 😅 debió explicarse lo antes posible, todo esto es lo que sembró
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